Atenco, Ibero y la primavera mexicana en 2012*
Tomados de La Jornada, Hernández, El Fisgón, Helguera y Rocha y El Universal, Helioflores.
Jenaro Villamil
Recuerdo el dolor y la rabia contenida de decenas de
compañeros de Alexis que acudieron a su funeral, en la colonia Roma. Eran
estudiantes de la Iberoamericana, de la UNAM, compañeros de danza de Benhumea,
activistas jóvenes, familiares. La impunidad selló aquel episodio. Pero los
compañeros de Alexis no olvidaron. Tampoco los familiares de las mujeres que
fueron víctimas del abuso policiaco consentido desde la Casa de Gobierno de
Toluca.
Un sexenio después, el viernes 11 de mayo, cuando Peña Nieto
finalmente visitó el recinto de la Universidad Iberoamericana, en Santa Fe,
quienes no olvidaron recordaron el episodio de Atenco. La universidad de
tradición jesuita siempre ha tenido un compromiso con la defensa de los
derechos humanos, con la crítica a los abusos de poder, a pesar de ser un
centro académico para jóvenes de mayor poder adquisitivo que el promedio.
Casi al finalizar su
intervención, en un auditorio “sembrado” convenientemente de @ectivistas, los
integrantes del acarreo digital del peñismo, los jóvenes de la Ibero increparon
al mexiquense sobre la represión en Atenco. Peña Nieto finalmente respondió:
Tras estas palabras, el enojo de decenas, quizás cientos, de
universitarios de la Iberoamericana se transformó en furia. De ahí los gritos
de “asesino, asesino” y de “fuera, fuera” que lo acompañaron en uno de los
episodios más reveladores del verdadero rostro de la campaña peñista. Los
videos subidos a Youtube por los universitarios documentaron la incapacidad de
un político para enfrentar esa crítica. Y la mirada de Peña Nieto de pánico,
odio y miedo –esas emociones que afloran cuando no hay un spot de por medio-
quedaron grabadas en la red digital. Fueron consultadas por más de 100 mil
personas en menos de dos días.
¿Esperaban algo
menos? ¿Creían, acaso, los organizadores de la visita a la Ibero que los
jóvenes iban a formar parte del coro griego de adhesiones, sin reaccionar al
desplante autoritario por lo de Atenco? La respuesta de los voceros priistas
frente al repudio estudiantil fue peor que los gritos de protesta. Lamentable
el discurso de Pedro Joaquín Coldwell, quien imaginó un complot de infiltrados.
Los reflejos de un discurso diazordacista asomaron en los primeros minutos de
aquel “viernes negro”. “Intolerantes”, “entrenados desde afuera”, “porros” y
una serie de descalificaciones convenientemente reproducidas en aquellos medios
que confunden la información con la denostación.
El lunes 14 de mayo, con una webcam, 131 estudiantes de la
Ibero decidieron confrontar a esa maquinaria. Dieron la cara, grabaron su
rostro, junto con su credencial de la universidad para decirle a Peña Nieto y,
sobre todo, al Big Brother mediático: “no somos porros ni acarreados”, mucho
menos “entrenados” desde afuera por oscuras fuerzas ligadas al
lópezobradorismo.
“Estimados Pedro Joaquín Coldwell, Arturo Escobar y Emilio
Gamboa, así como medios de comunicación de dudosa neutralidad: usamos nuestro
derecho de réplica para desmentirlos”. Con esta frase inicia el video de 11
minutos, subido a Youtube y a todas las redes sociales. Se volvió Trending
Topic internacional en Twitter.
Esta es la expresión más clara del elemento distintivo de la
campaña del 2012: el candidato construido por el poderoso aparato de medios
analógicos (la televisión, la radio y las encuestas que lo acompañan) se
enfrenta al contraste de una generación de nuevos ciudadanos, estudiantes,
electores que ya no son las mismas audiencias pasivas o silenciadas por la
pantalla. La simultaneidad e inmediatez de las redes sociales rompen el cerco
de manipulación mediática. Por más bots, trolles, sofisticadas páginas online,
videos a modo y acarreo digital que quieran hacer, el PRI, Televisa y Peña
Nieto difícilmente lograrán revertir este fenómeno.
¿Por qué les extraña que en el Tec de Monterrey, en la Ibero
o en las universidades de Querétaro, Coahuila o Guadalajara los estudiantes
estén molestos? ¿Ya se olvidaron que el PRI de Peña Nieto ha avalado el
desastroso gobierno de Rodrigo Medina en Nuevo León? ¿Pretenden engañar con
Quadri que no existe un pacto entre Elba Esther Gordillo y Peña Nieto para
restablecer el consenso autoritario?
Hace un mes y medio, con estudiantes del Tec de Monterrey,
críticos, ávidos de información, analizamos que la Primavera Árabe no fue una
simple entelequia, que existían las condiciones en México para que esta
irrupción ciudadana a través de las redes sociales se generara por tres
factores fundamentales: la rígida censura en los medios masivos a todo lo que
estuviera fuera del consenso peñista; el malestar acumulado por 12 años de
decepción ante la alternancia panista; y el uso creciente de los medios
digitales para expresar la inconformidad.
Por más que pretendan animalizar a los usuarios de estas
redes, criminalizar la protesta o revivir argumentos de 1968, la Primavera mexicana
llegó. Hay que aprender a leer sus signos.
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