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viernes, septiembre 21, 2007

Viola ejército derechos humanos. Fox el corrupto de siempre




Tomados de La Jornada, El Fisgón y Helguera y El Universal, Helioflores.


Parece que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) quiere limpiar en algo su imagen, luego de su desastrosa actuación en el caso de la anciana indígena asesinada en la sierra de Zongolica, Veracruz por militares, al enviar cuatro recomendaciones a la Secretaría de la Defensa Nacional por la actuación de sus efectivos en casos de violaciones sexuales, tortura, homicidios calificados, allanamientos, abuso de autoridad e incomunicación ocurridos en los estados de Coahuila, Sinaloa y Michoacán.

De ellos tres ocurrieron en el presente año, bajo el desgobierno del usurpador Felipe Calderón Hinojosa, quien no deja de ostentar la gorra o casaca militar en cuanta ocasión se le presenta.

En Castaños, Coahuila 14 mujeres fueron violadas por militares en los salones El Pérsico Dancing y Las Playas Cabaret, en julio de 2006.


Otro hecho ocurrió los primeros días de mayo del presente año en Carácuaro, Huetamo y Nocupétaro, Michoacán. La CNDH afirma que integrantes de las fuerzas armadas cometieron “detención, retención arbitraria, tratos crueles, inhumanos y degradantes y lesiones”, además de que se investiga la denuncia de cuatro menores de edad quienes afirman haber sido violadas por los soldados.

En Apatzingan, Michoacán el 7 de mayo la CNDH determinó que ocho personas, incluido un menor- fueron trasladados a la 43 Zona Militar donde se les detuvo por más de 15 horas y se le interrogó mediante tratos crueles e inhumanos, además de que actuaron sin orden judicial. También se les acusa del robo de teléfonos celulares, cámaras fotográficas dinero y joyas.

El último caso mencionado es el que se refiere a los hechos ocurridos en La Joya de los Martínez, municipio de Sinaloa de Leyva, Sinaloa, donde el pasado 1 de junio solados de la Novena Zona Militar atacaron a una familia que viajaba en una camioneta, asesinando a dos mujeres que resultaron ser profesoras del Conafe y a tres niños de 2, 4 y 7 años de edad, otras tres personas resultaron heridas.

Además, los militares se negaron a brindar auxilio y cuando vecinos trasportaban a los heridos en otra camioneta fueron detenidos en Badiraguato y acusados de “trasladar cadáveres”. La comisión determino que los lesionados “no opusieron resistencia alguna ni propinaron ningún tipo de ataque a los elementos militares, tampoco portaban arma alguna”, como en un principio dieron a conocer las fuerzas armadas. En el lugar se encontraron 15 casquillos percutidos.

De las pruebas de balística y examen en toxicológico siete soldados dieron positivo en el consumo de mariguana y otro en cocaína, además de que de 20 militares involucrados en los hechos 17 dieron positivo en el disparo de armas de fuego.

También la CNDH acreditó que los soldados intentaron desvirtuar los hechos al colocar un costal de mariguana en descomposición en la camioneta baleada. Un juez militar dictó auto de formal prisión contra 19 militares por los delitos de homicidio y lesiones calificadas.
En poco más de nueve meses los resultados de la “guerra” del pelele Felipe Calderón Hinojosa contra la delincuencia organizada y el narcotráfico son nefastos. La ciudadanía indefensa es quien ha pagado los costos de la estupidez y soberbia de un “enano de miras” que piensa legitimarse a través de algo tan absurdo como la violencia.

Sin importar lo anterior el espurio Calderón Hinojosa en su proyecto de presupuesto para 2008 presentado al Congreso de la Unión la semana pasada solicita el incremento sustancial de dinero para el ejército, la PFP y la PGR, en lo que se avecina como la continuación de la militarización en el país. Y la televisoras y radiodifusoras corruptas, defendiendo la libertad de expresión, sin emitir ninguna opinión respecto a las graves violaciones a los derechos humanos, al principal de ellos, al de la vida. Ese es el PRIAN y esos son los medios electrónicos que le hacen comparsa.


A continuación extractos del capítulo 1 del libro “Familia Presidencial. El gobiernod el cambio bajo sospecha de corrupción”, escrito por Anabel Hernández y Arelí Quintero. Publicado en 2005 bajo el sello de Editorial Grijalbo.

Aquí se demuestra que el traidor y ladrón de Vicente Fox Quesada, se enriqueció mediante la corrupción al igual que los ex presientes priístas. La mentira, el saqueo y la impunidad son los signos de su sexenio. El mismo camino sigue el pelele Felipe Calderón Hinojosa, después, los mismos que hoy lo alaban, dirán peste de él. Como en el caso del salvaje de Guanajuato.














Imágenes tomadas del libro donde se muestra el rancho secreto llamado La Estancia.

I

La Gorda Atorada del presidente

En medio del semidesértico paisaje lleno de nopal, huizache y tepetate, donde sería imposible que floreciera algo, a las faldas de un cerro nace un majestuoso manto de sembradíos azules, verdes y amarillos, e! cual se extiende colina arriba más allá de lo que la vista puede abarcar.

Más de 300 hectáreas -el equivalente a la mitad del Bosque de Chapultepec- integran la majestuosa propiedad localizada en Nuevo Jesús de! Monte, San Francisco de! Rincón, Guanajuato. Una tercera parte está dedicada a la siembra de agave azul. Los miles de magueycitos tendrán unos tres años de edad y su valiosísima savia estará madura en cuatro años más.

Las centenas de cactáceas añiles se acomodan armónicamente escalando e! cerro a través de terrazas. En cada una ellas se extienden pequeños estanques artificiales que cumplen la función de riego y de espejos que multiplican en miles los hermosos y bien cuidados agaves. No es un espejismo, aunque por momentos parezca que uno no está en medio de las áridas y pobres tierras de esta región de Guanajuato, sino en las húmedas planicies de Los Altos de Jalisco.

Cualquiera que haya pasado por La Gorda Atorada -como se le llama popularmente a esta comunidad- o que conozca por lo menos la orografía y el clima del lugar puede entender que esta hermosa vista es producto de algo más que un milagro.

Conforme se extiende la mirada sobre el inmenso terreno, aparecen nuevas imágenes. En el lado este de la propiedad hay unas 100 hectáreas de verde intenso cuidadas con aspersores de riego artificial que se asemejan a las delgadas alas de una libélula. Aquí se siembra papa, cebolla y ajo. El brillante verdor es insultante, sobre todo si uno mira a los alrededores, donde todo es polvo y matorrales. Vaya, aquí hasta el suelo es diferente al del resto de! lugar kilómetros a la redonda. En esta propiedad, la tierra es negra, rica y porosa, mientras que el resto del suelo de Nuevo Jesús del Monte es tan fértil como la arena.

El cerro es coronado por una espectacular casa de adobe cocido, cantera y tejas rojas, desde donde se domina el valle. De los grandes ventanales de marcos de madera cuelgan blanquísimas cortinas. El techo del porche es sostenido por vigas y fuertes columnas de cantera gris, y los escalones para entrar a ella están formados por enormes durmientes que un día sirvieron para las vías de algún tren.

Desde ese lugar se alcanzan a apreciar las florecillas color mostaza que dan tintes amarillos al paisaje. Es el único sitio donde se ven flores porque es el único con riego. El agua se lleva en unos enormes tubos de acero plateado que bajan desde lo alto de! cerro. La tubería, de unos 30 centímetros de diámetro, está rotulada con e! apellido del dueño de la finca. Para que no quede la menor duda de quién es e! propietario: Fox.

Sin embargo, ése no es el rancho de la hacienda de San Cristóbal, adonde llegan las protestas de ex braceros o perredistas y donde se supone que e! presidente mexicano pasa los fines de semana. Éste es otro, el que no aparece en ninguna de las declaraciones patrimoniales del primer mandatario, el que ha ido construyendo desde el inicio de! sexenio y donde se debió invertir una fortuna sin que hasta ahora se pueda entender de dónde provienen tantos recursos.

Aquí llega Vicente Fax casi cada fin de semana, mientras hace creer a la opinión pública, a la sociedad y a los manifestantes que va a su "rancho oficial". Llega ahí acompañado de su esposa Martha Sahagún, sus hijos, sus amigos más íntimos y su nieto Vicente III.

Este lugar es donde piensa vivir cuando ya no se siente en la silla presidencial, e incluso está diseñado con detalles muy similares a las cabañas que mandó construir en la residencia oficial, quizá para que no añore su estancia en Los Pinos.

Hasta ahora, esta finca aparece en las declaraciones patrimoniales del presidente como un "terreno" en "domicilio conocido", en Estancia de Vaqueros.
El lugar es mucho más que un terreno.

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El rancho secreto del presidente Fox se llama La Estancia y se halla conformado por varios terrenos de su propiedad, según se constató en el Registro Público de la Propiedad de San Francisco del Rincón.

La Estancia se localiza sobre la carretera León-Cuerámaro, a 4 kilómetros adelante del "rancho oficial" del presidente. Y si se afina bien la mirada, desde la carretera se podrán apreciar los enormes plantíos de agave.

El acceso es por la desviación a Nuevo Jesús del Monte, cuyo camino está pavimentado hasta unos metros antes de llegar al pequeño quiosco de la comunidad. Si se rodea, se toma un camino de terracería que sale de la iglesia del Niño de las Palomitas y a escasos metros inician los linderos de la propiedad del jefe del Ejecutivo.

Por esa brecha se llega a la entrada principal de la finca, que está flanqueada por una sencilla reja con el letrero de "propiedad privada". Unos metros hacia adentro, del lado derecho hay una casa de piedra que sirve de caseta para los guardias del lugar, y del lado izquierdo están los corrales.

Hay una centena de reses, aparte de las vacas fugitivas, que de vez en cuando escapan del rancho y se deben perseguir por el monte; también venados, llamas de Perú, avestruces y borregos que balan acompasadamente. El presidente tiene seis caballos "broncos" y tres peruanos pura sangre que no están a la vista, y los encargados del lugar aseguran que son del uso exclusivo del jefe del Ejecutivo.

Pasando los corrales hay una caballeriza de paredes de piedra altísimas y de teja roja. A espaldas de la cuadra aparece un cortijo de piedra, donde de vez en cuando el presidente y su familia improvisan corridas de toros con vaquillas.

Montaña arriba existe una noria de agua limpia y transparente, con un diámetro de poco más de 4 metros y borde de cantera. A su alrededor hay pasto verdísimo y bancas para usarlas en un día de campo. De este pozo salen kilómetros de tubería para el riego de los sembradíos.

Además de la casa principal hay otra con iguales características, aunque un poco más chica. Las dos tienen porche con sendos sillones, desde donde se pueden contemplar justo bajo los pies las empresas y propiedades de la familia: los viveros de El Cerrito, la fábrica de Congelados Don José y la hacienda de San Cristóbal. Parecen evocar las dos casas a las llamadas "cabañitas acogedoras" de Los Pinos: son del mismo estilo arquitectónico.

El resto de la propiedad del primer mandatario es sólo monte con mezquite, huizache, nopal y pirul, por donde suele montar.

El silencio sepulcral del lugar sólo es roto por el graznido de una docena de hermosos patos de plumaje azul y verde que nadan en el lago artificial inserto en el único extremo desértico que hay en la propiedad. El lago está rodeado de árboles de pirul que ofrecen una fresca sombra bajo los rayos candentes del sol.

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Este paisaje no siempre fue así, sino que se ha transformado en un lugar extraordinario a partir de que Vicente Fax asumió la Presidencia de la República.
Hace apenas cuatro años, la propiedad era tan gris, seca e improductiva como el resto de las tierras de los pequeños agricultores de La Gorda Atorada.

Los vecinos del lugar afirman que La Estancia no era más que un pedazo de cerro seco, sin mucho valor, y que tiempo atrás había sido propiedad de la familia Fox. Según testimonios recabados entre amigos y colaboradores del presidente, para Vicente Fox estos terrenos tienen un gran valor sentimental.

Parte de los terrenos del primer mandatario en Estancia de Vaqueros pertenecieron a la ex hacienda de San Cristóbal. Habían sido propiedad de su abuelo y de su padre don José Fox, quien es recordado en estos lugares como un hombre de excelente humor, dicharachero y folclórico, quien con sólo un par de copas se ponía a echar flores a cuanta dama veía. Aseguran que era muy solidario con sus dos mejores amigos: Miguel Díaz Infante y Eduardo Gómez.

El jefe del Ejecutivo ha confiado a sus más allegados que su padre lo traía a montar a estos terrenos cuando era niño: "ésos han sido los momentos más felices de mi vida" ha dicho el presidente.
En un recorrido por las inmediaciones del rancho La Estancia, vecinos del lugar recuerdan que en diciembre de 2000, cuando Fox inició su administración, esos terrenos estaban abandonados, no había nada. Ni sembradíos, ni agave, ni animales, ni laguitos, ni nada, sino sólo un diminuto ojo de agua.

"Era puro monte", asegura doña Martha Medel Martínez, quien vive a escasos metros del lugar, en una pequeña casa de ladrillo, señalando hacia e! terreno de ella, disparejo, lleno de piedra y huizache.

"Aquí no había nada, todo era monte y estaba igual de seco que el resto del lugar; hasta que Fox se hizo presidente fue cuando comenzó a arreglar el lugar", recuerda doña Juana, vecina de La Gorda Atorada.

Al preguntar a ex funcionarios del gobierno de Guanajuato, muy cercanos al ahora jefe del Ejecutivo, comentaron que Fox compró los terrenos en 1999, pero hasta que tomó posesión como presidente comenzó a arreglar e! sitio.

"Era un lugar feo y polvoriento", asegura uno de los altos funcionarios de Fox durante su gubernatura, "ahora no sé cómo está, dicen que ha cambiado mucho",
Uno de los ex guardias de seguridad personal de Vicente Fox -cuando éste era candidato a la Presidencia- comenta que en el rancho La Estancia no había lugar ni para sentarse.

"Veníamos a montar a caballo en el cerro; al jefe le gustaba mucho venir. Él se montaba en su caballo y teníamos que seguirlo también a caballo. Pero no había nada, ni siquiera una banquita para sentarse. Sólo había una casita destartalada, en donde se quedaba e! cuidador, y un corralito.

"El jefe quiere mucho esas tierras. A veces organizaba comidas con dos o tres de sus mejores amigos, a quienes les enseñaba el lugar y teníamos que comer parados unos tacos que mandaba traer."

El entonces guardia personal recuerda que hasta el acceso a la propiedad era difícil: "Después de la iglesia ya no había camino, sólo una vereda angosta que en época de lluvias se hacía muy lodosa y no se podía pasar. El camino hasta la entrada del rancho no existía” .

Todo cambió radicalmente en los primeros meses del sexenio de Vicente Fox, pese a que estaba prácticamente en bancarrota, al igual que su familia.

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A mediados de 2001 comenzaron a construir en La Estancia dos casas, de las cuales, hasta la declaración patrimonial presentada en mayo de 2005, Fox no ha informado como parte de sus nuevos bienes inmuebles adquiridos durante el sexenio.

Como se mencionó, son muy parecidas en concepto y acabados a las cabañas de la residencia oficial de Los Pinos, donde viven el presidente con su esposa y sus hijos: Ana Cristina, Vicente, Paulina y Rodrigo Fox de la Concha.

La similitud no es una casualidad. Ambas fueron diseñadas por el mismo arquitecto: Humberto Artigas del Olmo, según el testimonio ofrecido por quienes presenciaron la construcción en La Estancia.

Qué coincidencia: mientras Artigas del Olmo obtuvo un contrato millonario en Los Pinos sin licitación pública de por medio, en ese periodo diseñaba y vigilaba los detalles de la construcción del rancho secreto del presidente.

En diciembre de 2000 y enero de 2001, Artigas del Olmo obtuvo un contrato de 61.8 millones de pesos para hacer las remodelaciones en Los Pinos, según información proporcionada por la Unidad de Enlace y Transparencia de la Presidencia en junio de 2003. El contrato le fue dado por adjudicación directa, con el argumento de que era un asunto de "seguridad nacional".

Artigas del Olmo se encargó de remodelar en Los Pinos las cabañas, obras exteriores, la residencia Miguel Alemán y la llama “casa anexa”.

El arquitecto presidencial es conocido gracias a la trayectoria de su padre, don Humberto Artigas, quien en la década de los ochenta era conocido por ser el arquitecto de los ricos. Igualmente tenía la habilidad para hacer ranchos en la Marquesa, en el Distrito Federal, que diseñar espacios comunitarios.

Humberto Artigas fue llevado a Guanajuato por e! ex gobernador Juan José Torres Landa (1961-1967) para hacer trabajos de remozamiento en los subterráneos de la capital del estado, considerada patrimonio de la humanidad, así como para diseñar plazas públicas y culturales que le dieran más vida a la ciudad. Artigas padre hizo plazuelas como la de El Quijote y la Hidalgo. Su hijo heredó el prestigio y el buen gusto.

Según testigos de la construcción, Humberto Artigas de! Olmo diseñó y revisó los trabajos de construcción en La Estancia, pero los ejecutó ]a constructora de! amigo incondicional del presidente, José Cosme Mares Hernández, quien a lo largo de! sexenio ha ganado importantes contratos para la construcción de carreteras y a quien se le señala como prestanombres de Vicente Fox en]a compra de la playa E] Tamarindillo en Michoacán, según denunció la revista Proceso en marzo de 2005.

Con su maquinaria especializada para construir carreteras, Mares Hernández mejoró e! acceso al rancho de su amigo y convirtió ]a brecha lodosa en un camino amplio de terracería, según dijeron testigos de los hechos.

Mares Hernández fue e! encargado de emparejar e! terreno para realizar las construcciones y abrió el monte para construir los caminos de acceso interno hacia las dos cabañas de ]a propiedad.

Artigas de] Olmo y Mares Hernández han sido a lo largo de] sexenio los ejecutores de los proyectos de construcción de la familia presidencial.

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Para todo e! mundo, amigos, colaboradores e incluso para ex funcionarios que trabajaron con él en el gobierno de Guanajuato y que han sido entrevistados es un misterio cómo Vicente Fox pudo comprar la propiedad y convertirla en la prodigiosa finca que es ahora.

Las constantes modificaciones en las escrituras que se encuentran en el Registro Público de la Propiedad de San Francisco del Rincón hacen casi imposible saber con exactitud la fecha y el monto erogado por Fox para quedarse como propietario.

Según e! testimonio dado por quienes estuvieron muy cerca de la adquisición de los terrenos, Vicente Fox se hizo de una parte de La Estancia en 1999. Tal versión fue corroborada por la declaración patrimonial del presidente presentada en 2004, en
la cual se asienta que el mandatario adquirió la propiedad -230 hectáreas- en 1999 por 311, 000 pesos.

De acuerdo con los ingresos y egresos registrados en las declaraciones patrimoniales de Fax, revelados en la página de internet aún existente (vicentefox.org.mx), queda claro que el primer mandatario no tenía dinero suficiente para comprar el terreno.

El entonces precandidato presidencial declaró que en 1998 tuvo ingresos por 1.5 millones de pesos, pero todo lo gastó y sólo pudo ahorrar 10 197 pesos. Dijo que, entre otras cosas, pagó 74, 000 pesos de "hipoteca" y 228, 000 pesos en "tarjetas de crédito"; 379, 000 pesos en "donaciones para adquisiciones de dependientes económicos" y 758, 974 pesos en e! pago de "impuestos, derechos, colegiaturas, manutención y gastos médicos".

En la "última declaración patrimonial" (así dice en el documento), correspondiente a 1999, Vicente Fox informó que no recibió herencias ni do naciones y declaró en ceros la adquisición de bienes inmuebles, y en ceros la adquisición de bienes muebles y/o semovientes. Es decir, según dicha declaración, en ese año no compró La Estancia. Asimismo informó que gastó prácticamente todos sus ingresos del año, 1.2 millones de pesos, y sólo pudo ahorrar 12, 572 pesos.

En mayo de 2004, casi cinco años después de la compra en su declaración patrimonial, Fox declaró que adquirió el terreno de La Estancia el1 de marzo de 1999 y que pagó el valor de adquisición de 311 000 pesos.

Una de las versiones recabadas explica que para adquirir e! terreno, el entonces aspirante a la Presidencia pidió a empresarios amigos suyos que se lo compraran porque él no podía. Sus camaradas le dieron gusto y pagaron la cantidad de poco más de dos millones de pesos al entonces propietario de! terreno, don Alipio Bibriesca Tavares, originario de La Piedad, Michoacán, por medio de cheques que salieron de diferentes cuentas bancarias.

El dinero no fue en calidad de préstamo, sino como un "regalo" de dichos empresarios, según fuentes directamente involucradas. Para aclarar esto, se entrevistó a Alipio Bibriesca Tafoalla, hijo de Bibriesca Tavares. Su padre falleció apenas en diciembre de 2004.
Explicó que su padre vendió e! terreno, pero que éste estaba a nombre de él y un cuñado llamado Antonio Martín del Campo. En entrevista señaló:


Es un terreno que como aprovechamiento no tenía ninguno, es cerril totalmente. Nosotros teníamos previsto en alguna ocasión hacer una granja porcícola por ahí, pero, la verdad, nuestro problema era la deficiencia de agua. Teníamos un ojo de agua, uno pequeñito allá arriba, pero no daba ni media pulgada, no servía para nada, estaba en la parte más alta del terreno.
La propiedad sólo tenía unos cercos viejos para corral, no tenía ninguna construcción. Nunca sembramos nada porque todo era huizache; la bomba del pozo estaba colapsada y se necesitaba hacer una inversión muy grande.


Afirmó que el mediador de la transacción fue José Fox Quesada y que no recuerda en cuánto vendió su padre el terreno, pero aún conserva en la memoria que el pago fue hecho con varios cheques.

“A mí me dieron varios cheques; no supe de quién eran”, aseguró.