Militares acarreados, escenografía para el pelele Calderón Hinojosa
Desde temprana hora llegaron soldados provenientes de varios estados del país para llenar el vació entre las rejas frente a Palacio Nacional que miembros del Estado Mayor Presidencial ocuparon días antes y la planza del Zócalo este 15 de septiembre de 2007. Los acarreados eran fácilmente identificados -aunque vestían de civil- por el corte de pelo estilo militar y porque la mayoróa eran hombres. Casi ninguna mujer de ese lado.
Conforme pasaban las horas y el calor llegaba, algunos tuvieron que despojarse de sus abrigos, uno de ellos, muy joven, lucía en el pecho sin ningún rubor, la placa metálica colgada al cuello que lo identifica como miembro del ejército.
La resistencia civil comenzó a levaltar los campamentos que mantuvieron toda la semana. Algunas mujeres comentaron que en la madrugada de hoy militares intentarron mover o descomponer los altavoces del gobierno del Distrito Federal, que se encuentran en medio de la plancha del Zócalo, pero la movilización ciudadana lo evitó.
En todo festivo la resistencia civil hizo gala de nueva cuenta de consignas en contra del usurpador Felipe Calderón Hinojosa y no faltó quien al encontrar una cucaracha a la hora de levantar su campamento comenzó a gritar que ahí estaba el pelele, lo que ocasionó la risa generalizada, hasta de los propios militares.
Hacia las 14:00 horas comenó el espectáculo en el templete preparado por el gobierno espurio, que contaría con la presencia de "estrellas" de Televisa en un afán de ganar simpatías entre los presentes, pero en ese momento comenzó la guerra de altavoces. Aunque los colocados por OCESA son más potentes que los del gobierno de la ciudad de México, no era posible escuchar con claridad lo que se transmitía por uno u otro. Ese fue el comienzo de la batalla, que aún a las 21: 00 prevalece.
Desde antes de que diera comienzo el "show mediático" del espurio, enfrente del edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del lado de los portales, comenzaron a repartir entre la tropa la consabida torta y refresco. Bueno para ser más precisos en una bolsa de plástico transparente les dieron un refresco, una torta y una fruta.
Como en lo mejores tiempos del PRI ahora los panistas, que siempre criticaron esa práctica y la tacharon de denigrante, hoy 15 de septiembre, la utilizaron, pero no con los pobres que ni siquiera tienen para comer, sino con militares pagados. Mismos que fueron obligados a ser relleno de un "chaparrito, pelón y de lentes", que se cree presidente de México.
Todo se volvió una gran ironía, tener que acarrear soldados rasos a un acto para que las televisoras y radiodifusoras juren y perjuren -como las amañadas encuestas- que el "pueblo adora y ovaciona al pelele Calderón Hinojosa.
La prueba de que lo escrito aquí es verdad, está en las imágenes presentadas y lo estará en unas horas en los canales de televisión, en las estaciones de radio y mañana en los principales diarios del país, quienes cerrarán filas en torno al usurpador. Sin importar lo que hace unas horas defendían con tanto fervor: la libertad de expresión.
Insisto desinformar y mentir es violar en derecho constitucional a la información, a expresar libremente sus ideas y a informar con veracidad.
Conforme pasaban las horas y el calor llegaba, algunos tuvieron que despojarse de sus abrigos, uno de ellos, muy joven, lucía en el pecho sin ningún rubor, la placa metálica colgada al cuello que lo identifica como miembro del ejército.
La resistencia civil comenzó a levaltar los campamentos que mantuvieron toda la semana. Algunas mujeres comentaron que en la madrugada de hoy militares intentarron mover o descomponer los altavoces del gobierno del Distrito Federal, que se encuentran en medio de la plancha del Zócalo, pero la movilización ciudadana lo evitó.
En todo festivo la resistencia civil hizo gala de nueva cuenta de consignas en contra del usurpador Felipe Calderón Hinojosa y no faltó quien al encontrar una cucaracha a la hora de levantar su campamento comenzó a gritar que ahí estaba el pelele, lo que ocasionó la risa generalizada, hasta de los propios militares.
Hacia las 14:00 horas comenó el espectáculo en el templete preparado por el gobierno espurio, que contaría con la presencia de "estrellas" de Televisa en un afán de ganar simpatías entre los presentes, pero en ese momento comenzó la guerra de altavoces. Aunque los colocados por OCESA son más potentes que los del gobierno de la ciudad de México, no era posible escuchar con claridad lo que se transmitía por uno u otro. Ese fue el comienzo de la batalla, que aún a las 21: 00 prevalece.
Desde antes de que diera comienzo el "show mediático" del espurio, enfrente del edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del lado de los portales, comenzaron a repartir entre la tropa la consabida torta y refresco. Bueno para ser más precisos en una bolsa de plástico transparente les dieron un refresco, una torta y una fruta.
Como en lo mejores tiempos del PRI ahora los panistas, que siempre criticaron esa práctica y la tacharon de denigrante, hoy 15 de septiembre, la utilizaron, pero no con los pobres que ni siquiera tienen para comer, sino con militares pagados. Mismos que fueron obligados a ser relleno de un "chaparrito, pelón y de lentes", que se cree presidente de México.
Todo se volvió una gran ironía, tener que acarrear soldados rasos a un acto para que las televisoras y radiodifusoras juren y perjuren -como las amañadas encuestas- que el "pueblo adora y ovaciona al pelele Calderón Hinojosa.
La prueba de que lo escrito aquí es verdad, está en las imágenes presentadas y lo estará en unas horas en los canales de televisión, en las estaciones de radio y mañana en los principales diarios del país, quienes cerrarán filas en torno al usurpador. Sin importar lo que hace unas horas defendían con tanto fervor: la libertad de expresión.
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