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domingo, mayo 20, 2007

Fovissste y la bursatilización de la cartera *



Tomados de La Jornada, Hernández y El Universal, Naranjo.


Mario Di Costanzo


Sin lugar a dudas, una de las vertientes que menos se ha discutido en la malograda Ley del ISSSTE y que hasta ahora los cada vez menos defensores de esta reforma han preferido callar, es el tema relativo a la situación que en la nueva ley tendrían los créditos hipotecarios otorgados por el Fovissste.

La razón de este silencio es que la aprobación prianista de la ley automáticamente abrió la posibilidad de un nuevo negocio para Elba Esther Gordillo y su camarilla.

Para corroborar lo anterior, sólo basta mencionar que el artículo 167 de la ley aprobada establece que será el propio ISSSTE quien administrará el Fondo para la Vivienda, ésto, en otras palabras, significa la desaparición virtual del Fovissste, siendo el ISSSTE, a través de una Comisión Ejecutiva del Fondo de la Vivienda, quien operará y decidirá el manejo de los créditos y los fondos para la vivienda de los trabajadores.

Más aún, el artículo 170 de la Ley establece que serán 18 los miembros integrantes de esta comisión; nueve representantes de los trabajadores, el director del instituto, un vocal propuesto por este último, tres representantes de la SHCP, uno de Sedesol, uno de la STPS, uo de la Función Pública, y uno de la Comisión Nacional de Fomento a la Vivienda.

Por ello esta Comisión Ejecutiva de la Vivienda tiene los mismos vicios en lo que se refiere a su órgano de gobierno, que la Comisión Ejecutiva que manejará las Pensionissste, es decir, que en su composición la maestra Elba Esther tiene de facto la mayoría de los votos en esta Comisión de Vivienda.

De esta manera, al desaparecer prácticamente el Fovissste, y en virtud de lo establecido en el artículo 189 de la ley, será el Banco de México quien lleve las cuentas de la Comisión Ejecutiva del Fondo de la Vivienda y por lo tanto de lo que haya quedado del Fovissste.

En este sentido es importante señalar que actualmente existen grupos y organizaciones como VIMA, que han sido privilegiados por ser protegidos de Elba Esther Gordillo y que adeudan importantes cantidades de dinero al Fovissste, mismas que se estiman en cuando menos 25 mil millones de pesos, adeudos que podrían desaparecer de la misma manera en que se desaparecieron los adeudos de muchos personajes importantes en el rescate bancario.

Sin embargo, lo más grave es que el propio artículo 189 establece la posibilidad de que la cartera de vivienda se bursatilice, y al bursatilizarse originará que los créditos otorgados y que presenten algún atraso puedan ser cedidos en administración, o bien vendidos a las llamadas "administradoras de cartera", como ha sucedido con los deudores de la crisis bancaria, lo que ha permitido que estas administradoras lucren con la deuda de los trabajadores al servicio del Estado, y aquí valdría la pena escuchar las voces de miles de integrantes del movimiento de El Barzón, que han vivido en carne propia las atrocidades cometidas por estas "administradoras de cartera" .

Hay que recordar que las administradoras de cartera han adquirido los derechos de cobro por parte del IPAB en promedio a 10 por ciento de su valor, y le han cobrado a los deudores más de ciento por ciento, al sumar a estos adeudos los intereses moratorios y la usura, esta situación podría repetirse con los deudores hipotecarios del Fovissste, con lo que fácilmente aparecerían más casos como el de los "hermanos Bribiesca-Sahagún y las casas de 3 mil pesos", o cómo el de la "Torre azul", que es el edificio que alberga actualmente a los senadores del PAN.

Pero también puede suceder que la cartera (adeudos) que tienen con el Fovissste los grupos privilegiados, como VIMA, lleguen a la Comisión Ejecutiva de Vivienda y sean declarados como fondo perdido o bien pasen al Banco de México y sean bursatilizados, para que a su vez sean adquiridos por una "administradora" que en colusión a los intereses de Elba Esther Gordillo sea la encargada de revenderlos a los deudores privilegiados originales, pero a un valor sustancialmente inferior a su monto actual.

Así, esta situación abre una gama de posibilidades a través de las administradoras de cartera para que la maestra siga cobrando las facturas del 2 de julio, a costa de dejar en situación de indefensión total a los trabajadores que se atrasen en sus pagos, y pervirtiendo así la política de fomento a la vivienda de los trabajadores de bajos ingresos.

Por otro lado, también hay que observar que el propio artículo 189 establece la facultad discrecional de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que determine en qué tipo de valores se van a invertir los ahorros del Fondo de Vivienda para los Trabajadores del Estado, en tanto no sean utilizados, ya que en su segundo párrafo señala textualmente lo siguiente: "La Secretaría de Hacienda y Crédito Público podrá autorizar que los recursos del Fondo de la Vivienda se inviertan en valores diversos a los señalados, siempre que sean de alta calidad crediticia, o se bursatilice la cartera del Fondo de la Vivienda".

Lo anterior refuerza el carácter confiscatorio de los ahorros de los trabajadores por medio de la Ley del ISSSTE en favor de los intereses particulares del gobierno federal.

mariodc50@yahoo.com

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La debacle de la CNDH


Carlos Beas Torres


En el último año han ocurrido en diferentes lugares del país una serie de hechos que han implicado muy graves violaciones a los derechos humanos de cientos de mexicanos. De estos agravios ha conocido la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), asumiendo ante ellos una posición sumamente cuestionable, la cual la ha llevado a tales niveles de descrédito que algunos sectores sociales están solicitando e incluso exigiendo ya la dimisión de su titular, el doctor José Luis Soberanes Fernández.

Si bien es cierto que en el caso de Atenco la CNDH emitió una recomendación que reconocía las graves violaciones a los derechos humanos y sugería castigo para los responsables, bastó que las autoridades relacionadas con los atropellos se negaran a acatar la mencionada recomendación para que se le diera a ésta el carpetazo y con ello se dejaran impunes la muerte de dos jóvenes y la agresión sexual y maltratos a decenas de detenidos.

En ese mismo asunto, las autoridades señaladas como responsables de los atropellos, en este caso el gobierno del estado de México, investidas de impunidad, promovieron de manera abierta y en un acto de venganza una condena excesiva y desproporcionada en contra de los dirigentes rebeldes de Atenco.

En relación al conflicto que ha sacudido a Oaxaca y a pesar de la gran cantidad de evidencias existentes, la CNDH emitió sólo un informe especial, en el cual se constatan numerosas y graves violaciones a los derechos humanos. Este informe no hace señalamientos directos de responsabilidad y por lo tanto no emite una recomendación. Con esta posición ambigua, vaga y tardía solamente se ha garantizado impunidad a los responsables del asesinato de por lo menos 26 oaxaqueños, y de la detención arbitraria, las golpizas y las torturas en contra de cientos de ciudadanos inermes.

Si bien en los casos anteriores es manifiesta la debilidad con la que actúa la CNDH, será muy diferente su actuación en el caso de la señora Ernestina Ascensión, la anciana nahua muerta en la sierra de Zongolica, donde con una premura sospechosa y una energía inusual, la CNDH exculpó de responsabilidad a los presuntos autores de los hechos, descalificando actuaciones y evidencias de violación obtenidas por las autoridades competentes. Aquí la comisión actuó más para reforzar la posición del presidente Calderón, salvaguardando el nombre del Ejército, que para defender los derechos de la víctima.

La posición de la CNDH en el caso de doña Ernestina forzó al Ministerio Público a cerrar el caso, echando por tierra de manera aberrante e ilegal las primeras diligencias. Con esta actuación la CNDH no sólo suplantó a la instancia legalmente obligada a investigar los hechos de violencia, sino que al obstaculizar la procuración de justicia dejó impune el ataque que le costó la vida a la anciana nahua y que abre la puerta a nuevas agresiones, que lamentablemente ya han ocurrido.

Apenas hace unos días acaba de ser encontrado el cadáver de la señora Adelaida Amayo Aguas, una conocida comunicadora nahua de la sierra de Zongolica, la cual fue asesinada a puñaladas. Sobre este nuevo hecho de violencia las autoridades del estado de Veracruz han guardado un sospechoso mutismo, esperando tal vez que la CNDH dictamine que la señora Amayo "murió a causa de una enfermedad crónica".

Ahora, ante la generalizada y pública violencia con la que han actuado las fuerzas militares en el estado de Michoacán, la CNDH ha tenido que tomar una posición que aparenta energía, cuando reconoce que existen por lo menos 52 quejas promovidas por ciudadanos en contra de los excesos con los que han actuado los militares en la guerra contra el narco. Dentro de esas quejas se reconoce también que en por lo menos cuatro casos hay evidencias de graves abusos sexuales cometidos por soldados. En este caso parece ser que el titular de la CNDH quiere recobrar con declaraciones la credibilidad que ha perdido en los hechos.

Ante esta situación es preocupante la existencia de una CNDH débil y sometida a los designios de un gobierno que, como el de Felipe Calderón, en pocos meses ha enviado ya numerosas señales de desprecio a los derechos ciudadanos y de querer dar una respuesta represiva a las protestas sociales.

La creciente militarización del país, con los riesgos e ilegalidad que ello conlleva, así como la criminalización de la lucha ciudadana, están conduciendo al país a una ruta de colisión; ya que la derecha gobernante está dispuesta a violar derechos con tal de brindar a los inversionistas extranjeros condiciones de gobernabilidad que les den seguridad.

La fascistización de México, con los militares en la calle y con las cárceles atiborradas de presos políticos, es el imperio de la ley sin justicia que nos anuncia el régimen de Felipe Calderón. Ante ello se requiere de un ombudsman que sea realmente un defensor del pueblo ante los atropellos del poder. El doctor Soberanes debe considerarlo y los mexicanos también.


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El poder de la institucionalidad


Arnaldo Córdova


La noción de que el Estado es un poder que se coloca por encima de la sociedad, de sus grupos y de los poderes privados que en ella se dan, idea que debemos a Maquiavelo, el padre de la ciencia política moderna, ayudó no sólo a entender para qué sirve el Estado, sino al desarrollo entero de la ciencia política y, en particular, de la ciencia política del estado de derecho, la forma superior del Estado moderno, el derecho constitucional. Ello dio lugar a excesos teóricos sobre la primacía del Estado en la sociedad y a una ofuscación de la visión de las relaciones del Estado con la sociedad.

Se llegó a pensar, en efecto, que el Estado estaba en los cielos y la sociedad en la Tierra, o que el Estado era un ser incorruptible o incapaz de abusar de su poder o, inclusive, que era un dios bondadoso que sólo estaba dedicado al cuidado de sus criaturas. Habría que leer y releer a Maquiavelo para darse cuenta de que semejantes fantasías fueron totalmente ajenas a los grandes fundadores de la ciencia política moderna. Sólo se quería decir que el Estado es un poder superior y soberano respecto a todos los demás. Cuando los monarcómacos de los siglos XVI y XVII descubrieron que el Estado era una fiera implacable, tiránica y despiadada, predicaron la disolución del Estado y el tiranicidio (de ahí su nombre). Los modernos anarquistas predicarían más tarde lo mismo.

El Estado reside en la Tierra y es asunto de los mortales que en ella viven y es tan mortal como ellos mismos y tan corruptible y feroz como ellos mismos. Inclusive a los "estadólatras", si es que los hay, les aterra el poder del Estado. La evolución del Estado, nos dice la historia, marchó desde el punto en el que el titular de su poder era un individuo (el monarca, el tirano, el dictador) hasta el punto en el que el Estado comenzó a ser decidido en sus funciones y en sus objetivos por los ciudadanos y se logró que tales cosas se inscribieran en el derecho. El Estado evolucionó del poder ejercido por un individuo o un grupo de individuos al poder de sus instituciones. Y todo esto lo hemos vivido en nuestro país.

Pues hay que agregar que incluso el Estado que es plenamente institucional y se rige por los mandatos de la voluntad ciudadana y se somete al derecho no está libre de lo que producen sus contactos con los grupos de poder privados que florecen en la sociedad: compromisos que a veces son violatorios de la ley, corruptelas de sus funcionarios en todos los niveles para favorecer intereses que resultan contrarios al interés público, manipulación ilegal de las políticas públicas, resoluciones judiciales contrarias a la Constitución y sus leyes, colusiones con toda clase de poderosos (incluidos los narcos), una guerra a muerte en contra de enemigos "peligrosos" que anula el arbitraje neutral que el Estado debe ejercer en los conflictos sociales, y así por el estilo.

Que el Estado es un siervo vil de la gran propiedad privilegiada puede ser cierto; que casi siempre vive coludido con los poderosos de adentro y de afuera es indudable; que el Estado se inclina siempre por el lado que sus funcionarios (en primer lugar, su presidente) están comprometidos en lo privado (o en lo oscurito) no parece que pueda ser desmentido. Se podrían agregar muchas más iniquidades y hasta muchos crímenes que nos dirían que el Estado no es lo que soñábamos. Pero, como diría un viejo populista de los años 70: "El Estado es la última esperanza de los pobres y de los jodidos; si eso llega a faltar, entonces todos estamos perdidos, porque el Estado ha dejado de existir".

Antonio Gramsci lo dijo muy bien: "La política es ferina [de fiera] y humana". Todos los que estén pensando que la política es asunto de ángeles y querubines un día se despertarán en el infierno aquí en la Tierra. Por eso me sorprenden quienes hacen todo lo posible por desacreditar a la política, pregonando que fuerzas oscuras y sucias, todas ellas representando intereses muy privados, incluida la derecha que ahora nos gobierna (es un decir), estén pensando en destruir, hacer colapsar, disminuir, desmontar, desactivar, sustituirlo por poderes privados (grandes oligarcas, grandes financieros, grandes prelados de la Iglesia, generales, algún embajador de la mayor potencia del mundo, etcétera), venderlo al mejor postor o cualquier otra atrocidad que se nos pueda ocurrir. Sencillamente no están pisando en este mundo. Como decía un maestro mío en Roma (fascista, por cierto): "Nadie que tenga el poder podrá pensar en desaprovecharlo o dárselo a otro".

Si al Estado moderno (incluido el nuestro) no lo gobiernan arcángeles, sino hombres de carne y hueso y de intereses también de carne y hueso, contantes y sonantes, no podríamos esperarnos otra cosa. Pero todo ese horror no demerita ni desmiente la característica que denota el mayor logro del Estado: su institucionalidad. Nunca será el Estado como lo queremos o lo soñamos. La política no es asunto de buenos deseos ni de sueños. El Estado es como es y, así como es, lo necesitamos todos: unos, para encontrar la última protección que alguien nos puede brindar; otros, para medrar; otros, quizá, para pasar el tiempo o entretenerse. Pensar que los que tienen el poder desean desaparecerlo es no entender el poder de la institucionalidad del Estado.

El narco podrá tener un inmenso poder, pero no tiene institucionalidad; la Iglesia podrá ser poderosa (aunque cada vez menos), pero carece de institucionalidad política (porque la Constitución y sus leyes no se lo permiten); Slim podrá tener mucho dinero e influencias pero, aparte de que su fortuna no se equipara a la del Estado, no tiene nada más, e igual sucede con Televisa y todos sus iguales. El hecho es que, en lugar de "desaparecerlo" o "desmontarlo", todos quieren el poder del Estado, por la sencilla razón de que es el verdadero poder; lo demás son aditamentos aledaños. La derecha lo sabe perfectamente. La izquierda, no lo sé.


* Artículos tomados del diario La Jornada.