progressif

miércoles, mayo 16, 2007

Un México para unos cuantos, visión de la derecha







Tomados de El Universal, Helioflores y Naranjo y La Jornada, Helguera, El Fisgón, Hernández y Rocha.

La “normalidad” en México para por la impunidad y corrupción de las “instituciones”. Ante las evidencias de los arreglos cupulares entre la líder del magisterio, Elba Esther Gordillo Morales y el usurpador Felipe Calderón Hinojosa, los medios electrónicos optan por presentar el cúmulo de elogios entre ambos y dejar a un lado a los decenas de miles que se manifestaron en contra las reformas a la Ley de ISSSTE y a su dizque representante sindical.

Es tan burda la maniobra que el mismo día en que miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) llenaros las calles de la ciudad de México y de 9 estados más del país para exigir la derogación de la mentada ley y la democratización del sindicato de maestros, la Procuraduría General de la República reservó por 12 años el acceso público a las averiguaciones previas en contra de Gordillo Morales porque se "causaría un serio perjuicio a las actividades de prevención o persecución de los delitos".

Sin embargo desde 2003 la misma dependencia decidió no ejercer acción penal por las acusaciones de estar implicada en la desaparición y muerte de 100 profesores, ya que dijo en su momento son “hechos juzgados” y adujo además “carecer de pruebas”. En estos casos la Ley Federal de Transparencia indica que procede la desclasificación, ya que no se optó por el no ejercicio de la acción penal.

No es la primera vez que los PRIANistas utilizan todos los recursos posibles, incluso de manera ilegal, como en el caso anterior, para evitar que la ciudadanía se entere de sus corruptelas, los malos manejos de los recursos públicos y la pésima administración que ejercen.

También en el año de 2003 el entonces secretario de Educación Reyes Tamez Guerra solicitó a RAND Education la evaluación del Programa de Carrera Magisterial. Según nota publicada hoy miércoles por El Universal, la investigación mostró que durante cinco años más de la mitad de los maestros de las primarias y secundarias del país reprobaron los cursos de actualización de dicho programa. Los profesores, dice la nota, faltaron o reprobaron los cursos, por lo que el programa ha tenido "nulo o poco impacto" en los resultados de aprovechamiento escolar.

Ante tremendo revés –pues fue uno de los programas más publicitados por el traidor y ladrón Vicente Foz Quesada- Tamez Guerra clasificó la información como reservada. Si se conoce el resultado es porque RAND Education decidió publicar el estudio.

Pese al pobre desempeño, los profesores continúan recibiendo estímulos a su salario. Una manera de controlar a los maestros por parte de Gordillo Morales, quien es cacique del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde hace 18 años, luego de que fue impuesta ahí por el corrupto Carlos Salinas de Gortari.



En seguida un análisis tomado de la revista Proceso.









TV Azteca, linchamiento a la Corte

jenaro villamil

México, D.F., 15 de mayo (apro).- Como en sus momentos estelares, TV Azteca volvió ayer a exhibir su grosera utilización de la pantalla y de sus espacios informativos para litigar intereses particulares y, en específico, para amedrentar a los ministros y jueces integrantes del Poder Judicial, que en estos días deberán definir la anticonstitucionalidad de la ley Televisa.

El detonante para que la empresa de Ricardo Salinas Pliego volviera a las andadas –en su estilo de escarnio, exageración y alteración de los hechos--, fue el amparo que un juez le otorgó a dos de los exaspirantes a dirigir la Cofetel, Rafael del Villar y Gonzalo Martínez Pous.

Este amparo obligará a una nueva integración de Cofetel, el organismo responsable de regular la televisión, la radio y las telecomunicaciones del país, un sector donde se manejan diariamente intereses que se calculan en mil millones de dólares.

La editorial que leyó el conductor de “Hechos”, Javier Alatorre, anunciaba: “golpe a los organismos autónomos que pone en riesgo a nuestra incipiente democracia”. Durante 20 minutos ininterrumpidos, el noticiario de mayor audiencia de Canal 13 litigó en la pantalla no sólo para defender sus intereses –algo que sería normal en el esquema de impunidad mediática prevaleciente--, sino para denostar a los promotores de la acción de anticonstitucionalidad de la ley Televisa y para inventar que la Suprema Corte amenaza con hacer que México retorne al “presidencialismo autoritario”, “atentando contra organismos autónomos” y estableciendo una “neodictadura”.

La desmesura de TV Azteca incluyó imágenes de los “malos” de su película: los exsenadores Javier Corral y Manuel Bartlett, como si ellos fueran los representantes de un retroceso digno de rasgarse las vestiduras. “Corral y Bartlett buscan regresar el país a 50 años atrás”, recitó el reportero Vicente Gálvez.

No tuvo desperdicio la autojustificación de la televisora del Ajusco, la misma que recibió un módico préstamo de 29 millones de dólares de Raúl Salinas para obtener de manera transparente y nada discrecional la concesión de los canales que formaban parte de Imevisión.

Según el guión de “Hechos”, “nosotros, como parte activa de la industria, nos habíamos quedado al margen” de la discusión sobre la “mal llamada” ley Televisa.

Se envolvieron en la bandera de los defensores de la democracia –algo que no les ha preocupado mucho a la hora de que exista competencia en la televisión abierta--, y señalaron que la ley Televisa es maravillosa porque “da certidumbre jurídica” y “viabilidad financiera” a las empresas mediáticas.

“La nueva ley federal de radio y televisión, tan criticada desde la ignorancia, elimina vicios como el dedazo”, decía otra de las frases editoriales del reporte especial.

Por supuesto, les faltó decir que si antes el dedazo era una regla no escrita del presidente saliente para nombrar a su sucesor, ahora el dedazo es una facultad de los poderes fácticos como la propia televisión.

Algunos esperábamos que Ricardo Salinas Pliego volviera a salir en pantalla –como lo hizo en su célebre filípica en contra de la democracia electoral a raíz del asesinato de Francisco Stanley, en 1999-- para condenar al infierno a los ministros de la Corte que osen votar por la anticonstitucionalidad de la ley Televisa y por la renovación de las atribuciones y de la integración de la Cofetel.

No le faltó razón a Luis Téllez, el secretario de Comunicaciones y Transportes, cuando le declaró a The Financial Times, que el organismo regulador de los medios electrónicos y las telecomunicaciones estaba “capturado” por los intereses de sus propios regulados.

Tampoco estaba lejano de la realidad el diagnóstico de Santiago Creel, actual senador del PAN, cuando insistió que la aprobación de esa ley fue producto de una “imposición” de las empresas televisivas que acostumbran utilizar la vulnerabilidad de una clase política adicta a los spots y a la imagen publicitaria que promueva la televisión.

El uso y abuso unilateral de la pantalla que vuelve a exhibir TV Azteca es una confirmación de que el linchamiento mediático se ha convertido en la principal arma de chantaje, presión e intimidación para quienes osen romper con el pacto de la omertá televisiva.

jenarovi@yahoo.com.mx