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jueves, mayo 17, 2007

Entre los dichos y los hechos. La farsa PRIANista






Tomados de La Jornada, Helguera, Hernández y Rocha y El Universal, Boligán y Naranjo.

Los dichos: El usurpador Felipe Calderón Hinojosa, solicita, pide, clama por ayuda en su “guerra” contra el narcotráfico. Cada vez que puede afirma que el Estado mexicano -¿entonces quién?- no puede con el combate al narco, aunque en seguida aclara: vamos ganando. Ahora dice que esa tarea no le compete solamente a él –¿nos acordamos del “yo porqué”?-que todos hay que entrarle, claro que en el reparto de las ganancias del narcotráfico que invariablemente pasan por las manos de los tres órdenes de gobierno: Federal, estatal y municipal, ni pío dijo.

Los hechos: El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ordenó hoy jueves 17 de mayo de 2007 que se resguardaran los bienes que estén a nombre o personas vinculadas con Ismael Zambada García, integrante del cártel de Sinaloa.

La medida afecta a seis compañías y 12 personas, presuntos prestanombres del conocido narcotraficante mexicano, mismas que son usadas a decir de Adam Szubin, director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, para “lavar dinero de la droga”.

De esta manera se congelaron cuentas y bienes de dicha organización y se prohibió a los estadunidenses realizar transacciones financieras con esas compañías y personas. Quien no acate la disposición podrá sufrir una pena máxima de 30 años de cárcel y una multa de 10 millones de dólares.

Las empresas boletinadas son: Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán, dedicada a la producción de cárnicos y productos lácteos, Establo Puerto Rico, Jamaro Constructores, Multiservicios Jeviz, Estancia Infantil Niño Feliz y Rosario Niebla Cardoza. Las personas que integran la lista negra son: Rosario Niebla Cardoza, ex esposa de Zambada García, además de sus hijas Mónica del Rosario Midiam Patricia, Modesta y María Teresa.

También el gobierno estadunidense ofreció una recompensa de cinco millones de dólares por datos que lleven a la captura de Ismael Zambada García, considerado por las autoridades de aquel país como uno de los narcotraficantes más poderosos de México.

Esas son el tipo de medidas fundamentales para erradicar a los traficantes de drogas. Seguir la ruta del dinero, cortar ese flujo, dar el golpe de muerte al acabar con el negocio. Claro que esto implicaría que empresas “respetables” de “respetables” amigos del pelele, se vieran cuestionadas por el “lavado de dinero” que se hace en ellas. También la fortuna “inexplicable” de no pocos políticos, funcionarios, gobernadores, ex presidentes, empresarios, etc., sufrirían las consecuencias. Ese es el verdadero motivo por el cual tenemos este show del terror en el país, donde a diario hay ejecuciones y venganzas, contra aquellos que una vez dieron el sí incondicional al narco y ahora –con los bolsillos llenos- quieren olvidarse del “trato”.

En tanto, el ejército hace lo que mejor sabe hacer: Reprimir, violentar el Estado de derecho y abusar de la población indefensa, pues a pesar del poder de las armas con las que cuenta, en los encuentros con el narco, no ha salido bien parado.

Los dichos: Dice el pelele que respeta el Estado de derecho, que México es un país de leyes, que las “instituciones” funcionan perfectamente en la nación y que el 70 por ciento de los mexicanos aprueban “su gestión”. Que él gano las lecciones presidenciales, sin lugar a duda. Aunque antes afirmó: “Gané haiga sido como haiga sido”.

Los hechos: Siempre se opuso igual que su partido el PAN al recuento del total de los votos. Utilizó todo lo que estuvo a su alcance –la compra de conciencias con dinero público- para que nunca se llegara al acuerdo de saber la verdad histórica –no legaloide como hasta la fecha- sobre el triunfador de las elecciones más competidas en toda la vida institucional de México.

Ahora el IFE –con el beneplácito del espurio- apronta la rápida destrucción de 41 millones de boletas electorales –como en su momento el PRIAN hizo lo propio en el caso del usurpador y corrupto Carlos Salinas de Gortari-, que confirmarían lo que es vox populi: el ganador y presidente legítimo de México es Andrés Manuel López Obrador.

En el cierre de campaña –ayer- del candidato del PRD a la gubernatura de Yucatán, Héctor “Cholo” Herrera Alvarez, López Obrador afirmó que los panistas y el presidente usurpador consideran que destruyendo, quemando o enterrando las papeletas electorales “van a darle carpetazo al asunto”. Y Agregó: “se le olvida a Calderón y le recuerdo que la mancha de un fraude no se lava ni con toda el agua de los océanos”.



La siguiente es una nota tomada del periódico Milenio.

http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=510524



"Pinches drogadictas putas"

Testimonios: Acusaciones a soldados

Los señalamientos de la CNDH contra soldados tienen origen en los testimonios de cuatro menores detenidas en Michoacán. MILENIO presenta los relatos de estas jovencitas.

17-Mayo-07

No habían pasado ni doce horas desde que cinco de sus compañeros habían muerto acribillados en Carácuaro, cuando un grupo de soldados irrumpió en la casa de Carmela Gamiño, en el municipio vecino de Nocupétaro.

Al tiempo que el presidente Felipe Calderón se alistaba para recordar a los soldados caídos como héroes, el Ejército se llevaba detenida a Gamiño y a otras cuatro mujeres, menores de edad, que laboraban como meseras en el bar La Estrellita. El lugar solía ser frecuentado por el grupo de sicarios que se enfrentó con los soldados en Carácuaro el 1 de mayo.

De acuerdo con las declaraciones de las cuatro menores a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las vejaciones en su contra empezaron desde su retención, siguieron durante el traslado en helicóptero a una base militar y apenas acabaron, dos días después, cuando fueron entregadas por los soldados a la PGR el 4 de mayo.

"Pinches drogadictas putas", solían decirles los soldados a las menores entre golpes, insultos y ultrajes sexuales, según se asienta en el relato que quedó plasmado en documentos cuya copia está en poder de MILENIO. Para resguardar su identidad, las menores serán simplemente X1, X2, X3 y X4.

X1, 16 años. Espuma por la nariz

X1 es la primera en relatar. A las 8 de la mañana del día señalado, llegaron los militares a bordo de tres o cuatro camionetas.

Preguntaron por la señora Carmela, se metieron a la fuerza e interrogaron si la señora tenía mucho dinero. X2 estaba allí pero no respondió.

Luego todas fueron golpeadas con puños cerrados, pies, con las cachas de las armas. Cubiertas de las caras y amarradas de las manos, después fueron trasladadas a los helicópteros, les jalaron el pelo y les dijeron que las iban a lanzar al mar y que iban a ser comida para los tiburones. X1 relata que vio en un lugar, que ella considera es un cuartel, le pusieron algo en la nuca que sintió caliente y sacó espuma por la nariz; enseguida se quedó dormida.

Al despertar la condujeron hasta una habitación donde se encontraban un hombre y una mujer; le dijeron que eran doctores.

La mujer le dijo que se quitara la ropa y, después de hacerlo, sólo la miró sin agregar nada más.

En el cuartel le preguntaron si la señora Carmela tenía algo que ver con Los Zetas. Les dijo que no sabía nada, le mostraron fotos de varias personas para ver si las reconocía. A una persona sí la identificó y se los dijo, la acostaron en el piso, después la levantaron y la enviaron al médico.

Las manos estaban hinchadas y moradas y no sentía sus dedos pulgares; después del cuartel la subieron a una camioneta donde un militar le ofreció una hamburguesa y un refresco, y le dijo: "nada más apúrate para que no te vayan a encontrar".

Luego la llevaron hasta las oficinas de la PGR, donde le tomaron su declaración.

X2, 17 años. "Dame unos mamucos"

Es la segunda menor la que relata. El 2 de mayo, personas que portaban uniformes camuflageados y negros le pegaron en la cabeza, le tiraron de los cabellos, le dieron cachetadas, la aventaron hacia adentro de un helicóptero, le taparon la cara con trapos, le metieron la mano dentro de los calzones y se los jalaron.

También le dijeron que si no quería un cigarrito y una cervecita; "pinches drogadictas putas", les decían burlándose.

La menor les pidió agua y un militar le respondió: "¿Tienes sed?, pues dame unos mamucos, para que se te quite la sed".

X2 y sus compañeras llegaron a un cuartel el cual reconoció al ver los dormitorios.

Les desamarraron sus manos, las interrogaron acerca de Carmela, su relación con Los Zetas y la muerte de cinco militares, la subieron a una cama, le pusieron un trapo en la nuca, le dijeron que se abriera de piernas y se durmió.

Cuando despertó, sintió mojada su vagina; la condujeron hasta una habitación donde se encontraban un hombre y una mujer. También se le dijo que eran doctores, la mujer le dijo que se quitara la ropa y después de hacerlo la miró y le dijo:"estás sangrando", sin agregar nada más. X2 manifiesta que le ardía la vagina y le dolía la rajada de su cesárea, las ingles, así como sus manos, pues estaban hinchadas y moradas y no sentía sus dedos.

Una persona al verlas dijo: "no las traten así porque son mujeres, siéntenlas ahí"; les dio agua y pan. Después las separaron y a ella le dijeron que si la soltaban se fueran lejos porque si no las mataban Los Zetas, las iban a matar ellos, y que también matarían a sus familias. X2 tiene miedo de que cumplan sus amenazas.

X3, 17 años de edad: "está garra"

"Pinches perras aquí ni derechos humanos existen; ni el gobierno nos puede parar", cuenta que le dijeron a X3. Los sujetos portaban uniformes verdes camuflageados y otros vestían de negro, algunos tapados de la cara, con pasamontañas y otros con el rostro descubierto.

Ya en el helicóptero les decían "al cabo y lo que les gusta es que las anden agarrando". Les alzaban las faldas, les daban nalgadas; a ella le metieron la mano dentro de los calzones.

Les dijeron que si no querían un cigarrito y una cervecita "pinches drogadictas putas". En un cuartel le pusieron la mano en la nariz para que oliera algo y se quedó dormida. Al despertar la llevaron hasta donde se encontraban un hombre y una mujer, de quienes les dijeron eran doctoras, la mujer le dijo que se quitara la ropa y después de hacerlo la miró sin agregar nada más. Le dolían las manos, las tenía hinchadas y moradas y no sentía su dedo pulgar izquierdo ni el meñique derecho.

La sacaron del cuartel a bordo de una camioneta en la cual un militar le preguntó a otro si él quería "echarse un palo con ella". El otro respondió: "está bien garra".

X4, 17 años

Se metieron a la fuerza, la patearon, le preguntaron cosas de Carmela que no respondió y entonces le dijeron que la iban a golpear sino decía la verdad.

Luego la trasladaron en heli-cóptero hasta un cuartel donde la acostaron en una cama.

La llevaron a ver a los médicos en un lugar que no era un consultorio. Ellos le indicaron que se quitara la ropa y, después de hacerlo, sólo la miraron desnuda; tomaron apuntes y le taparon la cara con fundas anaranjadas.

Luego la sacaron de la habi-tación y la metieron a una camioneta donde permaneció horas, después la trasladaron hasta las oficinas de la PGR.

Disparos

Interrogatorio
Las interrogaron acerca de Carmela y su relación con Los Zetas

Advertencia
Si te sueltan vete lejos; si no te matan Los Zetas, te matamos nosotros

Diego Osorno/Enviado