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sábado, mayo 12, 2007

Fracasos y mentiras descaradas el resultado del combate al narco






Tomados de La Jornada, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Carreño y Boligán.

Los resultados del dizque combate al narcotráfico y el crimen organizado son espectacularmente ridículos. Pocas personas capturadas, prácticamente nulo el daño a su estructura operativa –producción y distribución de la droga- y mucho menos a la económica, que es la que en realidad importa, pues sin dinero no tendría sentido el narcotráfico.

No pasa un día sin que se tenga noticia de los múltiples asesinatos, como nunca en la historia de México. En ninguna época anterior los criminales organizados habían tenido tanto poder y lo había hecho público y notorio.

Pero al usurpador Felipe Calderón Hinojosa le importa poco la realidad y prefiere vivir –como el traidor Vicente Fox Quesada- en los anuncios publicitarios de radio y televisión, en donde los militares son casi santos y los policías federales, más educados y corteses que meseros de restaurante de lujo. Unos son “solidarios” con los civiles –quien sabe porqué después de un tiempo de ocupar algún lugar son acusados de violaciones, robos y saqueos- y los otros casi reciben propina por parte de los civiles “basculeados”, que están a punto de mirar a la cámara y decir: “así hasta da gusto que lo esculquen a uno”.

Sin embargo la realidad es muy distinta. Las ejecuciones y atentados contra policías, militares y políticos están a la orden del día, sin que nadie acepte que los criminales son los que dictan el cómo y el cuándo.

Y a las pruebas nos remitimos.

La cabeza cercenada de una persona, junto con dos granadas y un mensaje, fue arrojada dentro de una caja a las puertas de un cuartel militar en el Puerto de Veracruz, informaron hoy fuentes oficiales. (Después de que el pasado jueves cuatro escoltas del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto fueran acribillados en el puerto de Veracruz).

El Universal, 12 de mayo de 2007


Tres personas fueron ejecutadas en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y sus cadáveres abandonados cerca de una capilla a la Santa Muerte con un mensaje dirigido presuntamente a integrantes del cártel de Sinaloa. Otras seis personas murieron y dos más fueron levantadas entre jueves y viernes en esa entidad, además de Guerrero, Chihuahua, Baja California y Nuevo León.

La Jornada, 12 de mayo de 2007


El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández, señaló que los casi mil asesinatos perpetrados por el crimen organizado en lo que va del año -un promedio de siete al día- indican que México está entrando en una espiral de violencia muy peligrosa.

De gira por Zacatecas, el ombudsman expresó su rechazo a que los soldados realicen funciones de policías, en referencia a la conformación de un grupo militar de elite para combatir la delincuencia organizada.

La Jornada, 12 de mayo de 2007

La respuesta no se hizo esperar. Como si de cada uno de nosotros dependiera la estrategia del combate al crimen –que como ya escribimos, no toca la parte medular: el dinero- ahora quiere hacernos partícipes de su rotundo fracaso.

Ustedes saben que la tarea de la seguridad pública no es sólo del Gobierno Federal, que es incluso constitucionalmente fundamental en los ámbitos locales y yo estoy decidido a que sumemos fuerzas, a que sumemos esfuerzos, a que vemos como entre todos podemos resolver, enfrentar y resolver este problema”. Felipe Calderón Hinojosa.

Milenio, 12 de mayo de 2007


Mientras, las ejecuciones, levantones, atentados e inseguridad se acumulan. Tanta negligencia no puede quedar impune.


En seguida un análisis tomado de la revista Proceso.






Zedillo, a escena

carlos acosta córdova


México, D.F.(apro).- Ernesto Zedillo, personaje emblemático de la política y la economía nacionales recientes, artífice del cambio económico desde la perspectiva neoliberal en boga en el mundo, ha vuelto a los reflectores. Y no faltará quien ponga el grito en el cielo.

Último de los presidentes de la extensa era del PRI en el gobierno, ha sido ubicado en una lista de candidatos no estadunidenses para suceder a Paul Wolfowitz, en el cargo de presidente del Banco Mundial, a quien se ha acusado de favorecer laboral y económicamente a su novia y, con ello, crear una crisis de liderazgo y de imagen en el organismo.

Aunque capacidad no le falta, en realidad son pocas las posibilidades de que el expresidente Zedillo pueda llegar al puesto. Difícilmente Estados Unidos, que es el principal contribuyente del BM y origen natal de los dirigentes del organismo –los diez presidentes que ha tenido el banco, desde 1946, han sido estadunidenses--, va a ceder una plaza desde la que se decide en buena parte el rumbo económico de las naciones, sobre todo de las más urgidas de recursos.

México, para no ir tan lejos, por décadas fue víctima de condicionamientos severos –drástica austeridad presupuestal, presencia magra del Estado en la economía, contenciones salariales recurrentes, privatizaciones, las más de las veces-- para poder acceder a los financiamientos del banco que, paradójicamente, llevaron al país –cuando más se necesitó del BM-- a periodos largos de alto desempleo, mayor pobreza y bajos salarios. Todo en aras de los famosos equilibrios macroeconómicos que, sí, nos tienen como una de las 15 economías más importantes del mundo, pero con niveles de bienestar social indignos de esa posición.

Otro punto que hace improbable la llegada de Zedillo a esa instancia internacional es la propia resistencia que él mismo pone. De hecho, cuando antiguos colaboradores suyos –muy cercanos-- le llamaron para felicitarlo, él les dijo que agradecía a quienes pensaron en él para incluirlo en la lista de presuntos sucesores de Wolfowitz, pero que en realidad no le interesaba. Igual como pasó cuando se le mencionó como posible reemplazo, en 2005, de Supachai Panitchpakdi al frente de la Organización Mundial del Comercio, organismo con el que Carlos Salinas soñó con dirigir –y cabildeó duro para ello--. Zedillo, de plano, se descartó públicamente.

De cualquier manera resulta interesante esa precandidatura de Zedillo no solicitada para dirigir al Banco Mundial. Obviamente, puede suscitar los sentimientos más encontrados. La presidencia de Zedillo en México no fue precisamente muy brillante. Su eficiencia como técnico de la economía está fuera de duda e internacionalmente se le reconoce. Cómo olvidar el alarde mostrado para superar –realmente en poco tiempo-- la más grave crisis en la historia económica del país, que se inició con la dramática devaluación del peso en diciembre de 1994. De un desplome de la economía de más de más del 6% en 1995 y una inflación de 52%, el sexenio concluyó con un crecimiento del PIB de casi 7% y una inflación de 9%.

Para más, el gobierno de Zedillo pudo pagar, anticipadamente incluso, el extraordinario costo del rescate de la economía mexicana --producto de la devaluación, que llegó a ser de 60% y desquició el sistema financiero nacional--, que requirió de cerca de 52,000 millones de dólares, que lograron reunirse con préstamos del tesoro estadunidense, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, de gobiernos e instituciones crediticias europeas.

El manejo de la crisis económica de esos años le valió a Zedillo el reconocimiento internacional. Grandes consorcios internacionales se lo pelean. Hoy es miembro de los consejos de administración de Procter & Gamble, Union Pacific y Alcoa; es asesor de Daimler-Chrysler y Coca-Cola; también, miembro activo de organizaciones internacionales dedicadas a la reflexión y el debate sobre el futuro del mundo, y a las que sólo pertenecen expresidentes y exprimeros ministros, como es el caso del Club de Madrid y el Consejo Interacción. Zedillo, además, forma parte del Consejo Asesor de la Initiative for Policy Dialogue de la Universidad de Columbia.

Más: es profesor visitante del London School of Economics; miembro del Consejo de Presidentes y Primeros Ministros del Centro Carter for the Study of Globalization de la Universidad de Yale, cuna académica donde se doctoró. Escribe regularmente en la revista Forbes sobre temas de globalización. Acude a invitaciones de cuanta organización internacional le hace para dictar conferencias y, como se recordará, tuvo un papel relevante en la organización y conducción de la célebre Conferencia Internacional sobre Financiación del Desarrollo --por invitación de Koffi Annan, el entonces secretario general de la ONU--, que se realizó en Monterrey en febrero de 2002, aquella del igualmente célebre “comes y te vas” que Vicente Fox le endilgó a Fidel Castro.

Por supuesto, son muchos los pendientes que dejó la presidencia de Ernesto Zedillo: inconcluso el caso Chiapas con la irrupción zapatista; la absoluta opacidad en muchas de las grandes privatizaciones; la presunta complicidad de funcionarios de su gobierno en el atraco que significó el rescate de los bancos a través del Fobaproa; la incapacidad para avanzar más decididamente en el combate a la pobreza…

La lista puede ser larguísima --que no se mitiga ni con el hecho de haber sido un presidente priista que permitió la alternancia en el poder y esbozó líneas para una transición democrática que no llega--, pero ante las corruptelas del gobierno de Carlos Salinas, la petulancia y el egocentrismo de éste; el desastre y las desvergüenzas de Vicente Fox; y el inicio desesperanzador del cuestionado gobierno de Felipe Calderón, la de Ernesto Zedillo Ponce de León, es una figura que sin duda crece, al tiempo que frente a los otros resulta mejor evaluado su trabajo al frente de la Presidencia de la República. Y eso, por mucho que le guste mantenerse en un perfil bajo. (11 de mayo de 2007)

Comentarios: cgacosta@proceso.com.mx