progressif

lunes, diciembre 11, 2006

Rompen oaxaqueños cerco de miedo




Miles desafían nuevamente al pelele Calderón y al asesino Ulises Ruiz.

Se acumulan los testimonios de personas -que a decir del diario La Jornada el 80 por ciento de los presos no tiene ligas con la APPO- detenidas arbitrariamente por la PFP en Oaxaca que fueron torturadas, golpeadas, violadas, denigradas, y violados sus derechos fundamentales sin mediar siquiera orden de aprehensión, lo que no fue obstáculo para que los “imparciales jueces” dictaran formal prisión. Del total de 214 detenidos el 25 de noviembre pasado solamente tres han obtenido su libertad bajo una fianza de 108 mil pesos cada uno al haber acreditado que pertenecen a organizamos defensores de derechos humanos. Para los restantes se impuso una caución superior a los cuatro millones de pesos, cifra que ni a los narcotraficantes y mucho menos a los delincuentes de cuello blanco se les pide.

En esta medida se deja ver la burla y saña con la que los “impartidores de justicia” acorralan a sus víctimas. Los obligados a defender el enlodado Estado de derecho abusan de él y utilizan los vacíos de la ley para castigar cualquier nota discordante. Por ello reciben jugosos salarios y la impunidad como pago.

También demuestra el discurso hueco del pelele, quien al igual que su antecesor, prefiere los reflectores de la Televisión –Robatón- y la chabacanería a afrontar con justicia el conflicto en Oaxaca. Los pactos entre su partido el PAN y el PRI para sostener al asesino Ulises Ruiz Ortiz son aberrantes, pero al cobijo cómplice de las televisoras y radiodifusoras, pretenden pasar por una política de altura donde se “llegan a acuerdos” en beneficio del país. “Tenemos un nuevo presidente, otro rumbo... muchas cosas van a suceder para que vivas mejor”, repite el spot que salió en los momentos en que se violaban los derechos humanos de cientos de oaxaqueños, ese es el “nuevo presidente”, al que muchos atolondrados –por la televisión y la radio- piden –como hace seis años con el traidor de Fox- darle una oportunidad. De veras que no aprenden.

En tanto miles de personas volvieron a salir ayer a las calles de Oaxaca para romper la estrategia del miedo implementada por el espurio Felipe Calderón Hinojosa. Con una mejor organización que impidió la infiltración de provocadores las consignas de "¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!" y "¡presos políticos, libertad!", antecedieron a las de "codo por codo, hombro, con hombro, la APPO somos todos". "Lo quiera o no lo quiera, Ulises va pa' fuera!". La lucha sigue vigente lo que demuestra otro descalabro al régimen autoritario del chapelén y al de URO, quien –en el colmo del cinismo- “reconoce” que hay gente honesta presa y anunció que solicitará que trasladen a los presos a cárceles oaxaqueñas.


En seguida algunos de los testimonios que aparecen en la edición de hoy del diario La Jornada.

Las historias de abusos en contra de ciudadanos comunes se repiten, como el caso de Guadalupe Orea, un ama de casa de 40 años. Ella salió a la parada del camión a esperar a su hijo, estudiante del tecnológico de esta capital, cuando un grupo de policías federales la "levantaron" junto con su hijo, Gonzalo Santiago.

"A mi mamá la acusan de delincuencia organizada y vandalismo, ¡pero nunca ha participado en una marcha! Esto es una pesadilla", expresó una de las hijas de Guadalupe Orea, quien no ha podido viajar a Nayarit para verla porque carece de recursos.

De otros, también encerrados desde el 25 de noviembre, se describen la tortura física y sicológica de la que fueron o son víctimas. Como se ha difundido, el calvario de los familiares no sólo es para llegar a Tepic, sino para ingresar al Cefereso.

"Tardamos semana y media para ver a mi hermano Reynaldo Contreras, un arquitecto que iba a una reunión con la proveedora (de material de construcción). Por fin, tras muchas revisiones con cámaras y rayos X, pude platicar 15 minutos con él, a través de un vidrio. Me encontré con que tiene huellas de golpizas y camina con dificultad", relata Rosa María.

También, muy lejos de participar en movimiento sociales, Vladimir Márquez, ayudante de arquitecto, fue detenido tras una reunión con sus amigos.

"Era el día de su cumpleaños, fue con unos amigos y se tomó unas cervezas y pensó que por eso lo agarraron, por andar en estado inconveniente."

Ahora Vladimir está en el penal de Nayarit y su madre, al borde del llano, relata la forma en que lo halló: "él presenta muchos golpes, las dos cejas rotas, heridas en la cabeza, una rodilla herida a punto de infectarse. En el rato breve que me dejaron verlo, alcanzó a platicarme que los golpearon, les pusieron la bota sobre la cabeza.

"Me dijo que cuando estaban en el helicóptero (en el traslado a un penal estatal), los federales los amenazaban: 'qué te parece si aquí te quedas'... Mamá, yo creí que me habían llevado por (haber tomado) las cervezas, me comentó".

A continuación una colaboración tomada del diario La Jornada.

http://www.jornada.unam.mx


La (des) ilustración

León Bendesky

Luego del resultado de las pasadas elecciones presidenciales decretado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se insiste desde diversos ámbitos en que la oposición de izquierda debe adoptar posiciones que puedan considerarse más ilustradas. Vaya, eso quiere decir que acepte las condiciones que de hecho existen y actúe en consecuencia. Pero la misma exigencia debe hacerse a la derecha en el poder. Y aún más enérgica. Precisamente porque ahora tiene el gobierno habría de mostrarse ilustrada. Sin embargo, le cuesta mucho trabajo siquiera intentarlo. México padece una clara falta de ilustración emanada de la derecha en general y en especial de la que se agrupa actualmente en el Partido Acción Nacional. La desilustración como modo de pensamiento y forma de acción se va convirtiendo también en método para mandar.

Ya nos hemos enterado con quién se va a gobernar este sexenio, ahora va a ir quedando más claro cómo y para quién. Una de las expresiones directas que tiene el gobierno para mostrarlo es el presupuesto, cuya propuesta para 2007 ya se envió al Congreso.

Los supuestos económicos que soportan la propuesta presupuestal son prácticamente los mismos que predominaron en el gobierno anterior, con los ajustes necesarios para cerrar las cuentas, como es el caso de un menor precio esperado del petróleo de exportación. No obstante, el criterio sigue siendo el derivado de las tendencias de desempeño observadas, y hay poco espacio en la concepción de Hacienda para figurar algún rompimiento de ellas. Eso no sería ocioso debido a la fragilidad intrínseca de las condiciones de la "tan anhelada estabilidad macroeconómica", como dice el lenguaje oficial en esta materia.

En ese terreno debería haber un mayor debate entre los grupos políticos representados en el Congreso y no sólo derivado de distintas concepciones sociales o, incluso, de diferentes ideología políticas, sino como un acto mínimo de responsabilidad. No parece que lo habrá.

Uno de los temas que ha desatado fuerte controversia es el relativo a la asignación de los recursos a la educación, sobre todo la de nivel superior, y a la cultura. Al proponer esta reducción se equivoca crasamente el nuevo gobierno. Una decisión de ese tipo va en contra no de la responsabilidad presupuestal que arguye, sino de las pocas posibilidades efectivas que hay de recomponer una sociedad que ha sido fuerte y largamente castigada por la falta de crecimiento económico y de fuentes de empleo, las crisis financieras y, en general, de oportunidades.

Al parecer hay consenso en el país sobre el efecto perverso que tiene la enorme desigualdad social que prevalece y que tiende a ampliarse. Cualquier desviación de una política encaminada a ir reduciendo esa desigualdad, proceso que no se puede dar por decreto y cuyos resultados requieren de tiempo para alcanzarse, sólo irá exacerbando las condiciones que generan conflictos, que hoy son tan evidentes y que se irán multiplicando. Esas condiciones las ha expuesto el nuevo Presidente y se resumen en grandes conflictos: incapacidad de crecer de modo sostenido y suficiente, enorme pobreza en la que vive la mitad de la población y la cada vez mayor inseguridad pública.

Para aminorar esas cuestiones, el nuevo Presidente debería "rebasar por la izquierda", como él mismo dice a sus opositores, pero no puede hacerlo, pues ello significará cambiar las premisas con las que ha mandado su primer presupuesto, y ahí su margen de maniobra política es muy pequeño. También son exiguas sus convicciones.

Esto se advierte en la propuesta de reducir los recursos a la educación superior. Equivale al inicio de una privatización de facto. Entraña una confusión muy grave de lo que es del dominio privado y lo que pertenece a lo público. Uno de los diputados en los que se apoyará el gobierno para pasar el presupuesto, que preside la Comisión de Presupuesto, lo sentenció a las claras al decir que le daba gusto la rebaja de 10 por ciento de los recursos de la UNAM. Así, no sólo manifiesta sus fobias, sino que exhibe aquel dicho de que la cultura es como la mermelada: mientras menos se tiene, más se esparce.

A largo plazo no hay mejor inversión que la educación pública con suficientes recursos; esa es una forma de ampliar las oportunidades de la población, de sustentar mayor equidad e igualdad, y también de elevar el conocimiento y las capacidades que promuevan la productividad y, con ella, la expansión productiva.

Se equivoca el Presidente en cómo concibe la sociedad que ahora gobierna; muestra una gran limitación de su perspectiva sobre lo que es este país y sus verdaderas necesidades. La educación es el mayor patrimonio que tienen las familias y no se puede limitar ni regatear bajo ningún argumento presupuestal que, en cambio, fija así cuáles son sus verdaderas prioridades. Sin una derecha ilustrada en sus miras, el país seguirá haciéndose más pequeño y sólo quedará el recurso de la fuerza para controlar, que no someter, la inconformidad y los conflictos sociales que ya están al ras de la calle.

leon@jornada.com.mx