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sábado, diciembre 09, 2006

Mentiras, represión y recorte; primer semana del espurio


Tomados de La Jornada, El Fisgón y Helguera.


El uso faccioso del poder y de la fuerza policial y militar en contra de la población como lo está haciendo el fascista pelele de Felipe Calderón Hinojosa no tiene comparación en la historia reciente del país. Y es que mientras por un lado recula en su palabras de privilegiar programas sociales, intenta imponer un presupuesto que recorta gastos en salud, campo, educación e incrementa los recursos para la seguridad (léase tanquetas, equipo antimotines, sueldos de los golpeadores y violadores) y el Ejército.

Mientras que el espurio hace un llamado a la caravana con sombrero ajeno que es el Teletón -donde quienes gana son quienes se promocionan a expensas de unos impuestos que no llegarán a Hacienda- y aparece el televisión, su aparato represor sigue guardando las espaldas al asesino de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz. El operativo para retener armas de la policía ministerial no es más que atole con el dedo para dar una imagen de equidad. Pero si de equidad se tratara debieron detener a toda la policía local y a gran número de los elementos de la PFP, golpearlos hasta el cansancio, violarlos y trasladarlos a penales alejados de sus lugares de origen. Eso sería equidad. No el show ejecutado para la televisión y los medios paleros.

En tanto el coordinador de los diputados del PRD, Javier González Garza, indicó que el Presupuesto de Egresos para el próximo año que propone el Ejecutivo federal se prevé una reducción importante de recursos para el campo y el sector cultural. Asimismo, señaló que los recursos sugeridos para la educación media superior y superior sean menores a los que se aprobaron para el presente año, por lo que a su juicio no puede pasar como está. También cuestionó que la propuesta de paquete económico no explique sobre dónde se van a sacar más impuestos ni tampoco algo que permita vislumbrar que se pueden corregir las desigualdades y la falta de atención a los más pobres.

González Garza señaló que en la medida en que se pueda llegar a acuerdos con el PRI se tendría la mayoría suficiente para impedir que se apruebe el presupuesto tal y como está y se modifique, sobre todo en lo referente a los ramos de desarrollo social, campo y educación superior.

En seguida una colaboración tomada del periódico La Jornada.

http://www.jornada.unam.mx


Desfiladero
Jaime Avilés

Torturadas en Oaxaca, humilladas en Nayarit
Calderón amenaza con encarcelar a AMLO
El presupuesto de 2007, evidencia de pánico
Darán más dinero a las armas que a la gente

A las 34 mujeres que la Policía Federal Preventiva arrestó el sábado 25 de noviembre en Oaxaca las raparon al llegar al penal de El Rincón, en Tepic. A todas ­¿hay que repetirlo?­ las raparon en forma humillante, inclusive a la profesora de la UAM-Xochimilco a quien le cortaron dos dedos de una mano en medio de la golpiza en que se produjo su detención; y también a la joven de 21 años a quien los soldados de gris le pegaron hasta que se desmayó y cuando volvió en sí le dijeron que iban a violarla ahí mismo, en la calle Juárez, delante de su mamá; y desde luego a la señora de 53 años que mientras era apaleada con la misma saña veía cómo los pefepos arrastraban por el pavimento a su hija inconsciente y la sacudían para despertarla y decirle que la iban a violar.

Sí, a todas, por maltrechas, enfermas y asustadas que estuvieran, las raparon en Tepic para que no se les olvide quién manda en México, y las raparon después de someterlas a interrogatorios ultrajantes en la cárcel femenil de Tlacolula, Oaxaca, donde los policías las iban metiendo, de una por una, en cuartuchos infectos y, sentadas y esposadas, y aun sabiendo que sufrían con el dolor de todos los golpes encima, les pasaban el tolete por entre las piernas insinuando, una vez más, que las iban a violar. Incluso a las más viejas.

Pero eso no es todo. Después de viajar a Tepic a entrevistarse con ellas y recabar estos y otros indignantes testimonios, a la presidenta de la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), sección Oaxaca, Jéssica Sánchez Maya, el "gobierno" de Ulises Ruiz Ortiz acaba de girarle orden de aprehensión dentro de la causa número 104/2006, radicada en el reclusorio de Etla. Y así, mientras el nuevo "presidente" de la "República" come y brinda con un "gobernador" asesino al que se le imputa la muerte de al menos 20 personas, la represión federal alcanza ya el siguiente saldo: más de 60 desapariciones forzadas, cerca de 300 presos políticos y más de 300 buscados por la "justicia".

Con esto, más la captura de Flavio Sosa, el más visible líder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, a quien la PFP atrapó gracias a una trampa de la Secretaría de Gobernación, Felipe Calderón ya se considera suficientemente fuerte como para enviarle una amenaza directa a su crítico más severo. Otra lectura no tiene la "noticia" que el miércoles filtró la Procuraduría General de la República en el sentido de que siguen "vivas" 79 averiguaciones previas en contra de Andrés Manuel López Obrador. En otras palabras, el que la semana pasada se autoimpuso la banda tricolor rodeado de militares, ahora necesita comunicarnos que a su ex contrincante en las "elecciones" de julio ­al que supuestamente le "ganó" por apenas medio punto­, también lo puede mandar a la cárcel en el instante en que se le antoje.

El presupuesto del pánico

Al optar por la represión, el gabinete de choque cierra las puertas de la política y abre las del infierno. Pero mientras acarician deslumbrados los instrumentos del poder y lanzan bravuconadas a los cuatro vientos, los jóvenes neofranquistas que intentarán dominar a más de cien millones de mexicanos insatisfechos e inconformes, no logran disimular que en realidad los habita el pánico. Así lo delata el presupuesto de egresos que acaban de proponer.

Que les inspira terror el pueblo lo sugiere el hecho de que ante tantas y tan grandes carencias en el área social aumentan exponencialmente el dinero para las fuerzas armadas y reducen, en consecuencia, los gastos en materia de educación, cultura, alimentación y salud. No hace falta ser brujo para adivinar que tras el recorte a los recursos de las universidades públicas más temprano que tarde estallarán nuevos movimientos de estudiantes y maestros.

O que algo similar ocurrirá en el ámbito de los hospitales, donde médicos y enfermeras pelearán por sus derechos. O que tras la disminución de los ya de por sí castigados apoyos al campo, será cada día mayor el número de hombres y mujeres del medio rural que se irán a Estados Unidos o, en su defecto, al narcotráfico o, en su defecto, a las guerrillas que están en fase de acumulación de fuerzas o, antes de cualquiera de esas tres opciones, a la lucha política, civil y pacífica. Es decir, a las carreteras y a las ciudades.

Y no harán menos los artistas: pese a que Calderón les ofreció las perlas de la virgen en su campaña, ahora les bajará aún más las ayudas para el desarrollo del teatro, la pintura, la creación musical, las letras y el cine. Y sin duda la suma de todas esas mentes inquietas y furiosas nutrirá las diversas expresiones del descontento general que no tardará en manifestarse.

Para la izquierda política, pero también para la gente de a pie que aspira a vivir en un país administrado por el sentido común y no por la pequeñez mental de quienes lo llevan con tanta prisa al desbarrancadero, los meses que vienen serán los de identificar los nuevos problemas específicos de los grupos y los retos comunes de la nación, que definirán la agenda de los grandes cambios sociales que fueron interrumpidos momentáneamente por esta especie de neofranquismo tardío. Un gran paso en este sentido fue la marcha de anteayer, del Zócalo a la Cámara de Diputados, por una mejora esencial en los salarios.

Que renuncie Ramírez Acuña

Los jóvenes que en mayo de 2004 sufrieron en Guadalajara las torturas ordenadas por el ahora secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, desfilarán este miércoles 13, del monumento de la Revolución hasta la oficina central de la PGR, para exigir la renuncia del ex gobernador de Jalisco... Y mientras Carmen Aristegui, José Gutiérrez Vivó y Ricardo Rocha sufren nuevos embates de la censura, porque el neofranquismo no les perdona que piensen con ideas propias, otros abandonan el periodismo porque no aguantaron el trote, que no es fácil, y se retiran al grito de ¡sálvese el que pueda! Tal es el caso de Víctor Hernández, creador de El sendero del peje, blog que dejará de existir el próximo jueves, exactamente dos años después del día en que nació... Pronto surgirán otros y aprenderán de los errores de su precursor.
jamastu@gmail.com

A continuación un análisis tomado de la revista Proceso.

http://www.proceso.com.mx


El uso de la fuerza
jorge carrasco araizaga

México, D.F., 8 de diciembre (apro).- Hay que ejercer la autoridad ganada, le dijo el secretario de Marina, almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, a Felipe Calderón poco antes de que jurara como presidente constitucional de México.

El mensaje del jefe militar fue contundente: la próxima administración no dudará para ejercer el "uso legítimo de la violencia", pues de acuerdo con el nuevo comandante de la Armada de México la seguridad nacional "está en juego".

Saynez evitó explicar por qué la seguridad de la nación mexicana está en riesgo. La delincuencia organizada –en especial el narcotráfico– y los movimientos armados, son, sin duda, asuntos que entran en esa lógica; pero la seguridad pública no lo es.

Si bien hay una profunda crisis en la capacidad del Estado mexicano para garantizar la integridad de los mexicanos y la posesión de sus bienes, no es sólo con la fuerza dirigida por los militares como se va a solucionar.

En su primer discurso como presidente constitucional, Calderón ordenó al gabinete de seguridad nacional, en el que participan las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, que a más tardar en febrero presenten un programa de seguridad "para renovar los mecanismos de procuración e impartición de justicia".

Su intención, en pocas palabras, es que los militares mexicanos se involucren directamente en el "fortalecimiento de nuestros cuerpos policíacos", pero también en la administración de la justicia en México.

Si esto es así habrá que esperar si los soldados y marinos comparten en plan del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, de unificar las policías del país. Puede que comulguen con la idea, la pregunta es qué podrán hacer para enfrentar las seguras y numerosas resistencias que tendrá ese plan en las diferentes policías del país.

Habrá que ver también si los gobernadores, como jefes políticos de los estados, aceptan ser mutilados de ese poderoso instrumento de control caciquil.

De cumplirse, la propuesta calderonista significará también que los militares mexicanos –que tienen uno de los códigos de justicia más atrasados del mundo– estarán definiendo "sistemas" para aplicar la justicia a los civiles.

Calderón se encamina a repetir el error de su antecesor Vicente Fox al designar a un militar, el general Rafael Macedo de la Concha, al frente de la procuración de justicia civil. El resultado está a la vista.

Esa decisión significó un retroceso en la democratización del país, pues en ese proceso los militares deben ser totalmente ajenos a la administración del poder civil, al que deben estar completamente subordinados.

Esta vez Calderón no designó a un militar al frente de la Procuraduría General de Justicia –sino a un empresario venido a poderoso funcionario público en materia de seguridad– pero está pidiendo que los uniformados diseñen la manera en que la institución debe administrar y procurar justicia. La lógica detrás de esa decisión no es otra que el uso de la fuerza.

Calderón anunció también en su primer discurso que propondrá al Congreso reformas legales con el propósito de "aumentar las penas para quienes más agravian a la sociedad".

Como abogado y exlegislador, Calderón sabe que incrementar las penas no lleva a ningún lado. En países donde eso ha ocurrido, la inseguridad se detiene sólo momentáneamente y después regresa a sus anteriores niveles.

Sin duda, uno de los principales retos del Estado mexicano al comienzo del siglo XXI es garantizar niveles aceptables de seguridad a sus ciudadanos.

La fuerza no lo es todo. Lo grave es que con el pretexto de la inseguridad se use el aparato de fuerza del Estado para ganar la legitimidad no obtenida en las urnas.

No sólo la delincuencia organizada y los movimientos armados son los que de forma explícita están en la mira. También, implícitamente, lo está todo movimiento y expresión social que la nueva administración considere como una amenaza al "Estado de derecho".

Para esa labor estará el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, que por definición es actor central del gabinete de seguridad nacional y cuya intolerancia no está en duda.

Si Calderón pretende construir su liderazgo con el uso de la fuerza del Estado y sin mayores avances en materia de seguridad, al final de su sexenio no habrá hecho otra cosa que revivir el autoritarismo mexicano del siglo XX.