progressif

martes, julio 15, 2008

Las transas de la "democracia" marca PRIAN







Tomados de La Jornada, El Fisgón, Hernández y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.


Se acerca el final de los debates en el Senado de la República y con ello se recrudece la campaña de desprestigio de todo aquel que no esté de acuerdo con vender Pemex a los capitales privados. Como estaba previsto y a pesar de las descalificaciones se ha informado sobre la consulta a la ciudadanía que se llevará a cabo el próximo 27 de julio. Las preguntas podrían ser:

"Actualmente la explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinación de los hidrocarburos son actividades exclusivas del gobierno, ¿está de acuerdo o no está de acuerdo que en esas actividades puedan ahora participar empresas privadas?"

"En general, ¿está de acuerdo o no está de acuerdo con que se aprueben las iniciativas relativas a la reforma energética que se debaten actualmente en el Congreso de la Unión?"

Las mismas tienen que ser aprobadas por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, aunque el puede objetarlas.

De esta manera se continúa en la lucha por la defensa de los bienes de la nación que al final son del pueblo de México.

No importa que el PRI diga que no aprobará la privatización del petróleo, o que las iniciativas de reforma del pelele Felipe Calderón Hinojosa no pasarán. La historia del PAN y el PRI habla de las concertacesiones, los acuerdos en los “oscurito” y la traición a los intereses de México. Baste recordar que en el pasado reciente aprobaron incrementar los impuestos a los trabajadores y dejar en la impunidad a los grandes empresarios, que de esta manera siguen defraudando a Hacienda al no pagar los impuestos que les corresponden.

Una muestra de la forma en que actúan las cúpulas mafiosas del PAN y el PRI es la elección del pasado domingo en Nayarit. El senador del PRD en la entidad, Francisco Castellón denunció que en el municipio de San Blas el PAN utilizó pornografía para descalificar a los candidatos del sol azteca. La mecánica fue colocar la imagen de los candidatos del PRD en fotografías con desnudos totales, como una nueva “estrategia de guerra sucia”.

La pregunta lógica es ¿por qué lo hizo contra el PRD, la segunda fuerza política en la entidad y no contra el PRI que es la primera? La respuesta es simple: se trataba de acotar la presencia del PRD en la entidad y que el PRI saliera favorecido. En los hechos es el bipartidismo consumado. Se pasan el poder entre ellos, no porque el electorado lo decidiera, sino por la violación sistemática del mentado Estado de derecho.

De esta manera el PAN y PRI (PRIAN) hacen “ejercicios” a fin de preparar el fraude electoral que los lleve al control absoluto del Congreso en el 2009, el que les permita modificar la Constitución cuantas veces quieran a favor de sus intereses y los de sus patrones: los poderes fácticos.

La declaración –tardía- del hombrecito Santiago Creel de que fueron las cadenas de televisión Televisa y TV Azteca, quienes pidieron su cabeza por haber votado a favor de la reforma electoral, da un nuevo ejemplo de quienes son los que realmente mandan en México, por encima del Congreso, del gobierno, de los jueces de la Suprema Corte y de las leyes.



El siguiente análisis fue tomado de la revista Proceso.



http://www.proceso.com.mx/




Calderón y sus mafiosos

Álvaro delgado

MÉXICO, D.F., 14 de julio (apro).- Se denomina capo al jefe de una organización mafiosa y ese es, precisamente, el nombre que le da Manuel Espino a cada uno de los miembros del grupo compacto de Felipe Calderón, una imputación que revela el nivel de la disputa interna en el Partido Acción Nacional (PAN), pero que implica --también-- conductas delincuenciales de la facción gobernante.

Tildar de "capos" a miembros de su propio partido no parece ser un acto irreflexivo de Espino --político profesional que conoce lo que significan las palabras--, sino resultado de una decisión deliberada, que inequívocamente alcanza a Calderón: El jefe de jefes de la facción del PAN que se autodenomina "calderonista".

Pero si son de interés público las revelaciones que hace Espino sobre los "capos del calderonismo" en su libro Señal de alerta. Advertencia de una regresión política --como el ilegal espionaje a que fue sometido antes de la toma de posesión de Calderón y cuyos detalles ahora se tratan de ocultar mediante un operativo instrumentado desde el gobierno federal, como lo publica el semanario Proceso--, lo son también las imputaciones que hace sobre la concertacesión de Calderón con el senador Manlio Fabio Beltrones, a su vez el jefe de facto en el PRI.

Espino, quien llegó a la presidencia del PAN en marzo del 2005 luego de que se observaron "actitudes sesgadas y comportamientos subrepticios que en nada corresponden con las normas de transparencia" del PAN --como dijo el burocratizado prócer Luis H. Alvarez--, y echado del cargo por los "capos del calderonismo" antes de concluir su periodo, alerta sobre los "arreglijos" de Calderón y Beltrones, cuya connivencia actualiza la complicidad que, desde 1988, se estableció entre Carlos Salinas y, justamente, "don Luis".

A lo largo de las 213 páginas del libro, Espino intercala su experiencia como enviado del CEN del PAN presidido por Calderón a Sonora, a partir de 1996 --donde Beltrones gobernaba con métodos que ahora repudia, como el espionaje--, con la que tuvo como presidente de su partido y los continuos choques con los "capos del calderonismo", entre ellos Juan Camilo Mouriño, y Germán Martínez, que prevalecen hasta ahora.

Espino, quien dedica su libro a Vicente Fox, a Calderón y a su familia, narra cómo --ya con Calderón en Los Pinos-- padeció el uso de la estructura gubernamental para que los "capos del calderonismo" lograsen apoderarse de la instancia que elige al presidente nacional, que incluyó la memorable rechifla en León, Guanajuato, en junio del año pasado, y que fue el paso previo a la imposición de Martínez como presidente del PAN.

Y son, justamente, Mouriño y Martínez --aun con sus propios pleitos por disputarse la preferencia de Calderón para ser a uno como candidato presidencial en el 2012-- los que operan la complicidad con Beltrones, con la fe de que cumpla con el apoyo para aprobar la reforma petrolera:

El primero de ellos, con acuerdos desde la Secretaría de Gobernación que le confieren al priismo un poder que no tiene por ser la tercera fuerza política del país, y el segundo enalteciendo inclusive a los gobernadores priistas, como Mario Marín y Ulises Ruiz.

En realidad, es preciso recordarlo, esta complicidad viene desde el proceso electoral del 2006, cuando Beltrones le garantizó a Calderón el quórum para la toma de posesión en la sesión de Congreso General, en la Cámara de Diputados, a donde llegó por una puerta trasera y envuelto en nubes de soldados.

Un personero de Beltrones, el senador bajacaliforniano Fernando Castro Trenti --miembro de una cofradía del mismo signo ultraderechista a la que pertenece Espino, sólo que antagónica, incrustada en el priismo--, lo reconoció sin sonrojo: "Nos vimos obligados a aceptar los resultados de una elección fraudulenta en 2006, que impuso a un presidente en donde estábamos nosotros en la disyuntiva de reconocerlo o desconocer las instituciones."

Por eso, y no por otra cosa, se explica la impunidad de ejemplares de la talla de Marín y Ruiz --déspotas y corruptos---, así como de Elba Esther Gordillo y Romero Deschamps, emblemas del cacicazgo sindical, educativo y electoral.

A la par que se estrechaban alianzas entre estos grupos mafiosos priistas en la campaña presidencial del 2006, algunas de ellas tejidas por el propio Espino –como con Marín--, Calderón y sus operadores incurrían en otras conductas delictuosas, por ejemplo el trasiego de recursos en efectivo de los grandes consorcios gasolineros relacionados con Mouriño.

Y, claro, el pacto con los grupos empresariales que lo impusieron y que le exigen más concesiones, como Televisa, uno de cuyos ejemplos de poder más recientes es la destitución de Santiago Creel como coordinador de la bancada del PAN en el Senado, dócilmente operada por Martínez.

Así lo dijo Creel, este lunes 14: "Uno de los argumentos que dio el presidente de mi partido fue precisamente el del conflicto que yo tenía con las televisoras. Me parece un argumento igualmente reprobable por agraviante. Es lamentable que se haya utilizado un argumento como el del conflicto con las televisoras para proceder a hacer un cambio de la naturaleza como el que se dio."

Esos son los "capos del calderonismo". ¿Hay también "capos" en la facción antagónica a Calderón? Por lo que murmuran los que están en las nóminas del gobierno federal y del PAN, sí. Y pronto se verá…



Apuntes

Pero si así proceden los jerarcas del PAN en el gobierno a nivel nacional, elevados a rango de próceres por autocomplacencia, de igual y peor manera proceden los gobernantes en estados y municipios: En León, Guanajuato, donde el PAN-gobierno ejerce el poder desde hace dos décadas, se multiplican las conductas delincuenciales de los cuerpos policíacos y de sus superiores, el gobernador Juan Manuel Oliva y el alcalde Vicente Guerrero Reynoso, colocados al mismo nivel de primitivismo que Marín y Ulises. A la sevicia se suma la impunidad, antivalores contrapuestos a la "inminente dignidad de la persona humana (sic)", la proclama enlodada del PAN. Qué clase de seres humanos son los policías que juegan con un agónico delincuente sometido a balazos, muchacho que les sirve para bromear. Y la repugnancia: Vicente Guerrero arma una reunión con 300 incondicionales para la quema de incienso. Ese acto y los mítines del delegado perredista Francisco Chiguil son la misma cosa… En León, como en todo Guanajuato, hay mujeres y hombres que no se someterán jamás a los dogmas de la derecha: Son hombres y mujeres libres, como Yazmín, que exigen la renuncia de Guerrero, algo que lamentablemente no ocurrirá porque este personaje carece de una cualidad fundamental: Respeto a sí mismo y a su comunidad.

Comentarios: delgado@proceso.com.mx