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lunes, julio 07, 2008

Chantaje entre mafiosos






Tomados de La Jornada, Hernández, Helguera y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.


Los muertos por la “guerra” del pelele Felipe Calderón Hinojosa contra el narcotráfico suman más de cinco mil, sin que hasta la fecha ninguno de los “independientes” lectores de noticias de radio y televisión o las plumas “libres” de la prensa escrita pidan la cabeza del usurpador. Violaciones de los derechos humanos y asesinatos de civiles por parte de militares tampoco han servido para que se pida la cabeza del “defensor” de los derechos humanos nacional, José Luis Soberanes.

Sin embargo, el lucrar con el dolor de los familiares de las doce personas muertas tiene el objetivo –más que de buscar la necesaria e inobjetable justicia- el de desacreditar la consulta ciudadana sobre la privatización de Pemex que se llevará a cabo el próximo 27 de julio en del Distrito Federal.

Qué se puede esperar de los medios electrónicos, si reciben año con año miles de millones de pesos en publicidad oficial –de nuestros impuestos- y aparte les dan “créditos fiscales” por otros tantos miles de millones para que al final no se les cobren impuestos. Estos “paladines” de la libertad de expresión estarán actuando conforme a sus conciencias y ética o moverán las voces de sus lectores de noticias a favor de quien reciben tantos y tan jugosos contratos y condonación de impuestos. No se necesita ser un analista económico para saber la respuesta.

En medio del sainete surgió la denuncia del capo del PRI Manlio Fabio Beltrones, quien denunció espionaje por parte del desgobierno pirata del espurio Calderón Hinojosa, para presionarlo a que cumpla su palabra de apoyar el atraco a los mexicanos que significa la privatización del petróleo. Una vez puesto el grito en el cielo y negadas las culpas por parte del traficante de influencias Juan Camilo Mouriño, todos se dieron por satisfechos. Vamos, se trató sólo de una pataleta entre familias –mafiosas claro- que por el momento no tendrá como final el descabezamiento de ninguno de sus miembros.

El agua sigue llegando a los aparejos del pelele Calderón Hinojosa. Ahora es por parte del militante del Yunke, Manuel Espino, quien también denunció no sólo espionaje por parte del usurpador, sino un complot para que no llegara a la presidencia de la ODCA –la organización que aglutina a los partidos de derecha en América Latina-, por “venganzas” políticas. Se ve que todavía los medios electrónicos y escritos le deben facturas a la ex pareja presidencial de corruptos Fox-Sahagún, pues primero desplegaron sus declaraciones hace unos días sobre las llamadas de Espino Barrientos a gobernadores del PRI para que inclinaran la balanza a favor del pelele en 2006 y luego dan cobertura a su libro de próxima aparición: Señal de alerta, advertencia de regresión política en México. En él considera a Beltrones como “un peligro para México”.

Es decir, el espurio Calderón Hinojosa no siente lo duro sino lo tupido. Y los ataques son de los mismos que lo impusieron en Los Pinos. Aún así dicen que los comicios de 2009 serán disputados solamente por el PAN y el PRI (PRIAN). Apuestan a una desmemoria que poco a poco va cediendo a una conciencia colectiva.



Los siguientes materiales fueron tomados de la revista Proceso.








Conflicto en ciernes…


José Gil Olmos y

Conocido por su actitud negociadora ante el gobierno de Felipe Calderón, el líder de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, estalló el jueves 3 al denunciar que él, su familia y algunos de sus correligionarios son espiados por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Este desencuentro de Beltrones con el gobierno calderonista podría reventar las negociaciones para la reforma energética, sobre todo si se considera que el priista es uno de los más influyentes interlocutores políticos frente el actual régimen. En entrevista con este semanario, sostiene que el gobierno de Felipe Calderón está confundido porque, dice, los aparatos de inteligencia no deben ser utilizados para espiar a los opositores políticos; mucho menos para investigar su vida privada.

Los señalamientos hechos el jueves 3 por el senador Manlio Fabio Beltrones contra el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) por el presunto espionaje que este organismo realiza en torno al legislador y su familia podrían acarrear una crisis política al gobierno calderonista.

Documentos obtenidos por Proceso y atribuidos al Cisen indican que no es sólo el priista quien supuestamente está en la mira del Cisen, sino también otros legisladores, algunos gobernadores, el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, y el propio Andrés Manuel López Obrador, excandidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos.

Con fichas e información personales cuya veracidad es, por su naturaleza anónima, difícil de confirmar, el propósito de los documentos mencionados es desacreditar a todos esos personajes en vísperas de las elecciones de 2009.

Y aunque el director del Cisen, Guillermo Valdés Castellanos, exdirector de la empresa de encuestas GEA-ISA, rechazó el mismo jueves 3 ser el responsable del espionaje denunciado por Beltrones, otros documentos atribuidos al Cisen revelan que aun personajes ligados al propio gobierno, como el recientemente nombrado coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado, Gustavo Enrique Madero, presuntamente son objeto de investigación por parte del organismo que dirige Valdés.

Las fichas de los senadores del PRI, PAN y PRD, y la del jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, están fechadas entre mayo y junio de este año y tienen el mismo formato: cada una incluye una carátula con la fotografía del funcionario o político en cuestión, una biografía completa que incluye datos personales, trayectoria política, administrativa y empresarial, según sea el caso, así como una lista de los negocios propios y los de sus familiares.

En el expediente de López Obrador, fechado el martes 1, se incluye un análisis en el que se esbozan los posibles vínculos del tabasqueño con Barack Obama, el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos.

El escándalo del espionaje a los senadores reventó el jueves 3 de julio, aunque desde una semana antes Beltrones había pedido al secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, una explicación al respecto.

Ante el silencio oficial, el exgobernador de Sonora dio a conocer a la opinión pública que es sujeto de espionaje gubernamental; incluso amagó con romper las negociaciones con el gobierno de Felipe Calderón, algo que no ha hecho en lo que va del sexenio.

De confirmarse, el espionaje denunciado por Beltrones indicaría que el gobierno calderonista torpedea incluso a sus aliados para la reforma energética. Llama la atención el que haya sido el coordinador del PRI en el Senado quien efectuó la denuncia pública, sobre todo porque es uno de los principales interlocutores del gobierno federal. De hecho, Beltrones ha apostado todo su capital político para que la reforma energética sea aprobada. Su primera reacción política ante el hecho que denuncia consistió en determinar que se cancelara el período extraordinario de sesiones del Congreso de la Unión, en el cual el gobierno y el PAN tenían prevista una discusión amplia sobre la reforma mencionada.

A su vez, la fracción del PRD en el Senado, en voz de su coordinador Carlos Navarrete, insistió en que Valdés Castellanos renuncie a la dirección del Cisen, pues, afirma, con los actos de espionaje que se le atribuyen incurrió en diversas responsabilidades en demérito del servicio público.

El pasado 12 de junio el senador priista Carlos Lozano presentó ante la Comisión Permanente del Congreso un punto de acuerdo, firmado por todas las bancadas de oposición, en el que demandó la renuncia de Valdés Castellanos al Cisen por el presunto espionaje a los diputados federales. La denuncia de Beltrones reactivó esta petición.

Los expedientes

A raíz de la denuncia del senador Manlio Fabio Beltrones, Proceso tuvo acceso a dos expedientes fechados en mayo de este año, cada uno de 30 páginas, que incluyen la leyenda “confidencial”. El primero de estos legajos se titula Plan Ejecutivo de Acción, y el segundo Relación de Vulnerabilidades /Líneas de Acción. Ambos son atribuidos al Cisen.

Contienen información sobre el sonorense desde que trabajó en la Secretaría de Gobernación bajo el mando de Fernando Gutiérrez Barrios, su paso por la gubernatura de Sonora, sus supuestos negocios, algunos aspectos de su vida privada y familiar, así como un seguimiento que presuntamente hace el Cisen a su equipo de trabajo.

Los reportes referidos incluyen “recomendaciones” para que a cada uno de los colaboradores de Beltrones le sean intervenidas sus conversaciones telefónicas o por internet para tener su perfil financiero, nivel de vida, cuentas bancarias, sociedades mercantiles e inversiones.

En el expediente de Relación de Vulnerabilidades /Líneas de Acción se menciona la supuesta vinculación de Beltrones con el narcotráfico, difundida en 1997 por el corresponsal de The New York Times, Sam Dillon. El sonorense desmintió entonces al periódico y a las autoridades estadunidenses. En el documento también se cita la presunta intervención de Beltrones en un interrogatorio a Mario Aburto, el homicida confeso de Luis Donaldo Colosio.

De igual manera se señalan los presuntos negocios del senador del PRI con sus hermanos Alcides y Orestes, en Sonora; con Jorge Hank, en Tijuana; con dos supuestos medios hermanos de apellido Brown, en Puerto Peñasco, y se desliza una sospechosa vinculación de Beltrones con Miguel Nazar Haro y con el exsubprocurador Javier Coello Trejo.

En entrevista, el senador priista asegura al respecto que el espionaje denunciado por él es un acto lamentable que indigna a cualquiera, porque un gobierno y un Estado que se dicen democráticos en realidad están actuando de manera facciosa.

“Debemos cuidar que esas cosas no se repitan en el futuro, que no detengan al país en su conjunto. Debemos ver (este asunto) de manera responsable y con frialdad”, e insiste en que el documento atribuido al Cisen tiene “huellas y sellos claros de elaboración gubernamental”. Así, señala que toca al gobierno federal hacer la investigación correspondiente y dar una respuesta satisfactoria.

Beltrones admite que el espionaje político practicado por los regímenes priistas “era reprobable”; pero sostiene que el gobierno de Felipe Calderón está confundido porque, dice, los aparatos de inteligencia no deben ser utilizados para espiar a los opositores políticos; mucho menos para investigar la vida privada de éstos.

Expone: “Los aparatos de inteligencia tendrían que estar trabajando para detectar a los verdaderos enemigos del país, a las amenazas del exterior o al crimen organizado y al narcotráfico, no para perseguir políticamente a los adversarios”.

Pero ante todo advierte que este hecho puede derivar en una crisis política porque, arguye, “se trata del espionaje de un poder, el Ejecutivo, al Poder Legislativo; no se puede desvincular este hecho del proceso electoral de 2009”.

La historia de Ebrard

La investigación sobre el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, está fechada el 21 de mayo pasado. Comienza con una breve historia familiar y a continuación desarrolla su trayectoria de 20 años en política, en la cual destaca que Manuel Camacho Solís apoyó a Ebrard desde que éste era estudiante en El Colegio de México.

Según el documento, cuando Marcelo Ebrard fue designado secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal en 2002, además de establecer un centro de información y monitoreo de las actividades delictivas en la Ciudad de México, le propuso a López Obrador la creación de un centro de espionaje político, proyecto que aceptó el entonces jefe de gobierno del Distrito Federal.

Ese centro, conocido por la clave La Fábrica, supuestamente había sido instalado como una empresa “pantalla”, denominada JAV, en Avenida Reforma 76, a un costado del Hotel Fiesta Americana. Lo manejaba Miguel Amelio Gómez, hombre de confianza de López Obrador y quien hoy se desempeña como jefe de la Policía Judicial en la administración de Ebrard. Dicho centro, señala el documento, sirvió para dar seguimiento a las actividades de Roberto Madrazo en la campaña de 2006. Cuando fue descubierto, Ebrard decidió cerrarlo.

El expediente asegura que algunos de los hermanos de Marcelo Ebrard, como Verónica Magdalena, quien es socia de la empresa de programas de cómputo DSS de México, S.A. de C.V., ha recibido jugosos contratos del gobierno capitalino desde la administración de López Obrador; también afirma que el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal durante la administración lopezobradorista, Gabriel Regino García, dio protección al cártel colombiano Norte del Valle hasta que dejó el cargo en 2006 luego de que se descubrieron dichos vínculos.

“Todas estas irregularidades cometidas por Gabriel Regino fueron siempre del conocimiento pleno de Ebrard, quien lo protegió debido a que recibió buena parte de las utilidades generadas (por esos vínculos)”, agrega.

En tanto que de Ricardo MacGregor Mestre, jefe del Estado Mayor de la Policía Judicial capitalina hasta finales de 2007, sostiene que tenía nexos con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, a quienes por dinero les daba protección, de lo cual supuestamente estaba enterado el responsable de la Policía Judicial, Miguel Amelio Gómez, y el propio Ebrard.

“Se tiene conocimiento de que Mac-Gregor compartía con Miguel Amelio las utilidades que le generaban estas actividades ilícitas, ignorándose si parte de las mismas llegaban hasta el procurador Rodolfo Félix Cárdenas o incluso al propio Marcelo Ebrard.”

El documento de 20 páginas atribuido al Cisen no sólo pretende mostrar como verdades lo referido con anterioridad, sino que va más allá: a la intimidad y costumbres de las personas. Por ejemplo, en el texto se citan “versiones sobre la sexualidad” del jefe de gobierno capitalino, así como una lista de presuntas propiedades, y se afirma que recursos de la Red de Transportes de Pasajeros (RTP) son utilizados “para cubrir la mayor parte de los gastos generados por las constantes movilizaciones que encabeza López Obrador”.

De acuerdo con los anónimos autores de esta investigación, cada semana se le entregan al tabasqueño 150 mil pesos y otra parte se destina a engordar el “cochinito” para la campaña de los candidatos del PRD de 2009 y la del propio Ebrard para 2012.

Los nexos de López Obrador

Entre los expedientes que se hicieron llegar al reportero se encuentra una ficha titulada “Vínculos de Andrés Manuel López Obrador con organizaciones sociales y partidos políticos de los Estados Unidos”, entre los que se menciona al candidato demócrata a la presidencia de ese país, Barack Obama.

Uno de los escritos señala que hasta el momento se desconoce si ambos políticos tienen vínculos directos; sólo se indica que los contactos se hacen a través de Cuauhtémoc Figueroa, director general de Operaciones de Campo del equipo de Obama.

Así mismo, destaca que para dar seguimiento a la campaña presidencial de Obama, López Obrador designó a Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho Solís, Claudia Sheinbaum, Saúl Escobar y Ricardo Monreal, quienes tienen la encomienda de reunirse con congresistas estadunidenses, pero sobre todo “buscar mecanismos efectivos de acercamiento con Barack Obama, a quien considera como el seguro ganador de las elecciones presidenciales de ese país”.

Cita el documento que López Obrador tiene apoyo y simpatía de algunos dirigentes de las organizaciones latinas más importantes de Estados Unidos, entre ellas Janet Murguía, líder del Consejo Nacional de La Raza; las congresistas de California Linda Sánchez e Hilda Solís; Joe Baca, presidente del Caucus Congresional Hispano; Trey Martínez Fisher, vicepresidente de ese organismo legislativo, y con el alcalde de Los Ángeles, Antonio Ramón Villaraigosa.

En tanto que de las organizaciones destaca la relación con la Liga Unida de Ciudadanos Latinoamericanos, la organización más antigua a favor derechos humanos de los hispanos en Estados Unidos, que actualmente preside Rosa Rosales.

Pero la investigación más extensa a la que tuvo acceso este semanario es la dedicada al senador Ricardo Monreal, uno de los colaboradores más cercanos de López Obrador. Al igual que los otros documentos, éste incluye datos sobre la carrera del zacatecano cuando aún militaba en el PRI; también menciona un desvío de 90 millones de dólares durante su gestión como gobernador de Zacatecas y supuestos vínculos con el narcotráfico.

Sobre este último aspecto, el escrito relata que el presidente Ernesto Zedillo –molesto porque Monreal renunció al PRI y se afilió al PRD para contender por el gobierno de Zacatecas– ordenó filtrar a los medios una versión según la cual la familia de Monreal tenía nexos con el narco.

“Como parte de esta estrategia –sostiene el texto elaborado presuntamente por el Cisen– se solicitó al entonces embajador de los Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, que simplemente confirmara ante los medios que tanto la DEA como el Departamento del Tesoro de ese país estaban llevando a cabo investigaciones que involucraban a la familia Monreal por sus nexos con el narcotráfico y el lavado de dinero a nivel internacional. Esta solicitud habría sido formulada directamente por Jorge Madrazo, titular de la PGR”.

Sin embargo, de acuerdo con el escrito obtenido por Proceso, el diplomático estadunidense se negó. Davidow manifestó que efectivamente “tenía conocimiento de que existían esas investigaciones, pero que él no contaba con autorización de su gobierno para publicitarlas en los medios de comunicación, debido a la confidencialidad de las mismas y a que aún no habían sido concluidas, tratándose simplemente de información preliminar”.

Davidow terminó por incluir este episodio en su libro El oso y el puercoespín, en el que relata su estancia en México.

El mismo documento cita también que Monreal hizo innumerables negocios durante su gobierno a través de contratos con la Constructora Grupo Plata y con el Grupo Profrezac, así como con sus hermanos Rodolfo, Cándido y David.

En entrevista, el senador Monreal asevera al respecto que los documentos con los que el gobierno de Felipe Calderón trata de ensuciar a sus adversarios políticos son indicios de un “régimen fascista y dictatorial”.

Dice: “Es parte de la desacreditación que intenta hacer el gobierno federal por esta vía del espionaje político y mediante la elaboración de fichas falsas para amedrentar a los opositores. Es una señal de desesperación porque sabe que el PAN no va a ganar la mayoría del Congreso por más que (sus legisladores y militantes) intenten desacreditar a la oposición”.

También a los de casa

El jueves 3, cuando estalló el escándalo del espionaje a Manlio Fabio Beltrones, el coordinador del PAN en el Senado, Gustavo Enrique Madero Muñoz, negó que esa práctica haya sido auspiciada por el gobierno. Pero entre los legajos conseguidos por Proceso también hay una ficha en la que se habla de los jugosos negocios que hizo Madero durante el gobierno de Vicente Fox a través de la empresa Electronic Publishing, S.A. de C.V., de la que él es presidente.

También se revelan los presuntos planes del panista para llegar a la gubernatura de Chihuahua en 2010 mediante el apoyo de empresarios locales y de políticos de ultraderecha vinculados al Yunque, “y por supuesto con la aprobación del presidente Calderón”.

Fechado el 23 de junio, el expediente fue elaborado dos semanas después de que Madero tomara posesión como coordinador de la bancada panista en el Senado; incluso se retoma la información publicada el 15 de junio por el reportero Álvaro Delgado (Proceso 1650) en la que se detallan los negocios irregulares de Madero a través de la venta de equipos de computación y programas de alta tecnología a dependencias gubernamentales, como la Secretaría de Transportes y la Procuraduría General de la República, mediante contratos que nunca fueron licitados como se establece en la Ley de Adquisiciones.

Otro dato que incluye la ficha sobre Madero indica que éste ha lucrado con su posición política, pues en mayo de 2007 “logró que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores le extendiera una autorización a su hijo mayor, Alejandro, como ‘apoderado para operar acciones de sociedades de inversión a nombre de intermediarios del mercado de valores, de asesores de inversión y para celebrar operaciones de arbitraje internacional’. Esa concesión fue extendida por un término de tres años”.

Entre los documentos obtenidos también se encuentran “informes de inteligencia” sobre los gobernadores priistas de Campeche, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Quintana Roo y Yucatán, así como del exmandatario de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel.

Se trata de fichas políticas que contienen datos generales sobre su vida partidista y el papel que han jugado como mandatarios en sus respectivas entidades. Incluso se citan los conflictos en que algunos de ellos se han visto inmersos: son los casos de Ulises Ruiz y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en 2006, y el de Mario Marín y sus vínculos con el empresario Kamel Nacif, acusado de pertenecer a la red de pederastia encabezada por Jean Succar Kuri.


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Los “padrinos”


Jenaro Villamil

La noche del 28 de junio, una boda bien pudo refundar una república o simplemente demostrar lo lejos que estamos de ella. El enlace matrimonial de Sylvana Beltrones Sánchez, hija del poderoso jefe de los senadores priistas Manlio Fabio Beltrones, y de Pablo Escudero Morales, oficial mayor de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, le agregó una página más a la leyenda de hombre de poder, de operador político de altos vuelos que caracteriza la trayectoria del exgobernador de Sonora y actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.

Sólo la incesante labor de uno de los invitados estelares, Carlos Salinas de Gortari, estuvo a punto de opacar no sólo a los novios sino al propio suegro, quien orgulloso presumió la reconciliación pública, después de 14 años de distanciamiento, entre Emilio Gamboa Patrón y el expresidente. Éste acusó de “traidor” a Gamboa, quien ya era su exsecretario de Comunicaciones y Transportes cuando Luis Echeverría lo propuso en Los Pinos como candidato sustituto tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994.

Cuentan varios de los asistentes a la fiesta que Salinas quiso recuperar la década perdida fuera de los reflectores, acudiendo de mesa en mesa a saludar a cada uno de los presentes como si fuera el anfitrión o el padrino de la boda. Ávido de reconocimiento, el exmandatario se dejó fotografiar con Enrique Peña Nieto, el gobernador del rating, más pendiente de si esa noche aparecía en el infomercial acostumbrado de Canal 2 a cuenta de TV Promo; saludó a Beatriz Paredes que llegó, como paloma de la paz, con un blanquísimo vestido de una pieza, y brindó con Diego Fernández de Cevallos, el ex Jefe que tantos y tan buenos servicios le brindó en su sexenio.

Pasada la medianoche, cuentan algunos asistentes, Salinas de Gortari se reunió en un privado durante no más de media hora con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño. Ellos dos solos, refundando tal vez la república energética.

Mouriño llegó con su joven esposa campechana María de los Ángeles Escalante al festejo, que al principio parecía ser un acto de las fuerzas vivas priistas, pero se transformó en el Olimpo de la Grilla, ese sitio privilegiado al que sólo tienen acceso quienes conocen los entretelones y están enterados de los códigos y hasta de los mínimos gestos de reconciliación o desapego político.

No era sólo la “república de Beltrones”, como la bautizó el periodista Joaquín López Dóriga, invitado y testigo privilegiado, junto con su esposa Adriana Pérez Román y sus dos hijas, del encuentro entre los hijos desperdigados de ese Olimpo.

La boda fue para otros observadores la gran sesión de autoindulgencia que se recetaron a sí mismos los que no quieren ser como Los Soprano pero mucho se les parecen.

Basta observar las fotos de los asistentes. El líder de los petroleros, Carlos Romero Deschamps, tan poco cercano a los afectos de Beltrones, llegó con su esposa Blanca Durán, a quien cubría un abrigo gris, elegante y nada proletario. “Ya sabemos dónde quedaron los excedentes petroleros”, comentó un maledicente al ver entrar a la pareja. El excandidato presidencial priista Roberto Madrazo, rival de Beatriz Paredes, llegó sin ostentación, sin bigote y acompañado por su hija Daniela. No tenía prisa por ganar ningún maratón. También se dejó ver ahí el excandidato presidencial y ahora senador priista Francisco Labastida, quien ha presidido los debates sobre la reforma energética y promovió el acercamiento con el gobierno de Calderón.

Los gobernadores priistas invitados desfilaron sin pena ni gloria: el de Veracruz, Fidel Herrera, que confundió el smoking con la gabardina; la de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco; el de Chihuahua, José Reyes Baeza; el de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, y el multifotografiado mexiquense Enrique Peña Nieto.

Fueron pocos, pero selectos, los miembros del entorno calderonista que acudieron a la boda. Además del titular de Gobernación, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, famoso comedor de Dunkin donuts, el procurador Eduardo Medina Mora, el exprocurador Daniel Cabeza de Vaca y el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos.

Llamó la atención la buena química y los saludos afectuosos en torno de Santiago Creel, presidente del Senado y excoordinador de la bancada del PAN, quien llegó acompañado de la joven Paulina Velasco Salcido.

La pluralidad en el Olimpo de la Grilla es un signo de elegancia e inclusión. El coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete; el senador Graco Ramírez, viejo conocido de Beltrones, al igual que Dante Delgado, coordinador de Convergencia, estuvieron presentes en el festín de Las Vizcaínas. Navarrete evitó al máximo la foto con Salinas de Gortari o con alguno de los miembros de su familia que acudieron: Raúl Salinas, Adriana Salinas, Juan José Salinas Pasalagua y hasta Paulina Castañón (abrigadísima, como si fuera de nuevo a los Alpes suizos).

Los empresarios cercanos a la órbita salinista ahí estuvieron: Carlos Hank Rohn, el hijo del profesor, y Roberto González Barrera. Ninguno de los magnates de Televisa o TV Azteca acudieron a perdonarle a Beltrones el agravio por la reforma electoral de 2007, pero sí estuvo presente Esteban Moctezuma, de Fundación Azteca. Por supuesto, no podían faltar a la convocatoria: Olegario Vázquez Raña, dueño del actual Excélsior y del Grupo Empresarial Los Ángeles; Juan Francisco Ealy Ortiz, de El Universal, y Mario Vázquez Raña, de la Organización Editorial Mexicana.