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miércoles, noviembre 14, 2007

Verdadera cara del PRIAN






Tomados de La Jornada, El Fisgón, Helguera y Hernández y El Universal, Helioflores y Naranjo.


La ayuda a los damnificados de Tabasco es lenta por el entramado de corrupción por el que hay que pasar y por los “rígidos” controles gubernamentales que sin embargo no evitarán que mucha de la ayuda enviada por la sociedad civil engrose las carteras de unos cuantos vividores.

La secretaria de Desarrollo Social del desgobierno pirara, Beatriz Zavala anunció que la ayuda material para las víctimas de la negligencia PRIANista será de cinco mil pesos por familia. Para aquellos hogares que lo perdieron todo, no les alcanzará ni siquiera para repintar las negras paredes de sus viviendas, mucho menos para reponer el inmobiliario y mucho menos para reconstruir lo derrumbado. Mientras, los anuncios publicitarios en radio y televisión siguen gastando el dinero de los mexicanos que bien podrías ser usado para apoyar –como es obligado, pues para eso se pagan impuestos- a quienes los perdieron todo.

En vez de destinar los millonarios recursos que se erogan cada año en los abultados sueldos de los llamados “legisladores” en ayuda a los damnificados de Tabasco y Chiapas, los diputados del PAN derrochan el dinero en la construcción de un bar privado instalado en la propia Cámara de Diputados, en donde podrán beber sus tragos preferidos, al tiempo que disfrutan de programas de televisión en grandes pantallas de plasma. De esta manera no serán sorprendidos en franca borrachera en lugares públicos. Ya se sabe que para el PRIANismo reza la frase de vicios privados virtudes públicas. O lo que es lo mismo una doble moral.

Por otro lado el cinismo del pelele Felipe Calderón Hinojosa y del gobernador PRIANista de Tabasco Andrés Granier Melo no tiene límite, mientras que ellos hacen clara campaña proselitistas y con sombrero ajeno –dado que los impuestos son de todos, no de ellos- ofreciendo ayuda, impiden que el equipo de trabajo del gobierno de la Ciudad de México reparta los víveres donados por los capitalinos. El llamado “Químico” Granier acusó a Marcelo Ebrard de ofrecer sólo la ayuda en los municipios gobernados por el PRD. Ante los hechos de que la mayor cantidad de apoyo material y humano se ha concentrado en Villa Hermosa –gobernada por el PRI- y la posibilidad de retirarse si Granier se los pedía, éste tuvo que recular y solicitar que siga la presencia del apoyo del Distrito Federal. Los hechos derrumban cualquier discurso, máxime si –como es el caso- se trata de lucrar políticamente con la tragedia que el PRIANismo provocó, por más que quiera negarlo.


El siguiente materia fue tomado de la revista Proceso.



http://www.proceso.com.mx/




“Fox tomó partido y se burló de la Constitución”*



Me alegra sobremanera encontrarme entre ustedes y desearía abrazarlos. Razones me sobran para expresarme de esta manera. Ni en uno que otro de mis sueños narcisistas habría imaginado una feria del libro que se ocupara de mi trabajo como escritor. Viejo como soy cabe en mí el estupor, un aliciente para continuar la crítica al poder impune que nos asfixia.

Salvo “El Indio que mató al padre Pro” y un primer intento fallido de “La Piel y la Entraña”, mis libros han sido escritos en el marco humano y profesional de “Proceso”. No podía ser de otra manera. Las amplias líneas que recorren las páginas de la revista y la línea que me recorre, marcan una vía congruente. Hemos hecho nuestras las ideas de don Daniel Cosío Villegas, pensador contemporáneo. Decía que si la hubiéramos emprendido contra la corrupción del poder, la batalla habría tenido por sí misma el valor eminente de una revolución social. Don Daniel se expresaba así a mediados del siglo pasado y de entonces para acá no ha dejado de caernos lluvia ácida. Nunca pensó en la violencia como solución, nunca en las armas.

En la Presidencia de la República hemos tenido de todo: perversos, falsarios, ladrones, traidores, asesinos. Juntos, cómplices en el silencio, han matado a disidentes políticos, han masacrado estudiantes, han arrebatado a la nación sus mejores tierras, han exprimido al erario, han vulnerado la prístina concepción del Estado, han arrasado pueblos enteros, han empobrecido nuestros recursos no renovables, han asistido a la extinción de algunas etnias, han propiciado un éxodo que no cesa y han culminado su tarea colectiva en el dato que más duele: en la misma geografía y en la misma historia, lado a lado conviven sesenta millones de mexicanos sin recursos con fortunas cotizadas entre las más altas del mundo. La salvaje inequidad cobra aquí su verdadero carácter: ruin, infame.

Vicente Fox ha labrado su estigma indeleble. No le recuerdo un acto de grandeza, la noble actitud que conmueve y persevera. Sus seis años resumen necedades, desplantes, degradación propia y del gobierno, exhibicionismo con una mujer hoy cercada por su personal bajeza. Ya como ex Presidente asestó un golpe a Felipe Calderón. Ocurrió el día en que él, él, él declaró que había derrotado a Andrés Manuel López Obrador. Frase tan breve trajo de vuelta la turbiedad en la elección de 2006. Ya sabemos que contra hechos no hay argumentos y Fox, Presidente de todos por mandato supremo de nuestras leyes, tomó partido en la contienda política, hizo burla de la Constitución y alteró para mal la ya difícil convivencia entre los mexicanos.

Dividido el país, en declive la economía, imbatible el narco, en bancarrota la educación, en su ocaso la seguridad social, Felipe Calderón tiene ante sí, además de problemas de esta magnitud, la inocultable riqueza de Vicente Fox y un criminal tráfico de influencias que se va develando poco a poco. Si deja correr los días como hasta ahora y se lava las manos en “el agua sucia” de que hablaba Jesús Reyes Heroles, vestido de azul terminará en línea con los priístas más distinguidos, cómplices todos, corruptos por omisión o por comisión en el despojo a la República.

Algo más. Oaxaca se me impone como un deber de conciencia. Inmensamente rico e inmensamente pobre, el estado padece por un gobierno sin honor. Fortalecido por la impunidad e insensible a la desdicha que siembra, seguirá en lo que está: el poder a costa de lo que sea.

La tragedia se ahonda, tarda la solución civilizada y no cabe olvidar, menos desdeñar, que la desesperación nace de situaciones extremas.

Me conmueve el trato amable y la generosidad con la que me ha recibido la Feria. Sin palabras que pudieran dar cuenta de mis sentimientos, he de llevarlos a todos ustedes en la memoria. l





*Discurso íntegro de Julio Scherer García en el homenaje que se le ofreció el 4 de noviembre en la ciudad de Oaxaca.



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Por la verdad, para la verdad

Pedro Matías


El teatro Macedonio Alcalá, en Oaxaca, fue el escenario del homenaje que se le rindió el domingo 4 a Julio Scherer García, por su obra de escritor, en el marco de la XXVII Feria del Libro de esa ciudad. En su discurso de agradecimiento, fiel a su estilo claridoso, el fundador de Proceso y autor de La terca memoria, entre más de una decena de libros, colocó a Felipe Calderón en el dilema clave del momento: o se decide a investigar la inocultable riqueza de Vicente Fox o pasará a formar parte, “vestido de azul”, de la enorme línea de priistas corruptos, por omisión o comisión.

OAXACA, OAX.- Todos están de pie. Los aplausos cimbran el teatro Macedonio Alcalá. Los elogios son abrumadores, y eso, en cierta forma, incomoda al periodista y escritor Julio Scherer García.

“Es su homenaje”, le recuerdan al fundador de la revista Proceso.

El domingo 4 de noviembre en el marco de la XXVII Feria del Libro, Oaxaca 2007, el escritor Juan Villoro define: “No hay oferta o halago que altere” el tono del periodista y recuerda que, tanto en Excélsior como en Proceso, “construyó un espacio para la verdad”, para un periodismo que “es rudo por naturaleza”, de manera que don Julio, “al modo de los grandes del box, está más orgulloso de sus heridas que de sus trofeos”.

Al invitar a Julio Scherer a subir por los tres reconocimientos que recibirá, se escucha una cerrada ovación. A sus 81 años, don Julio sube lentamente la estrecha escalera hasta el escenario acompañado de su hija, María Scherer Ibarra, y del director del semanario, Rafael Rodríguez Castañeda.

Van a entregarle la edición del volumen Rudo por naturaleza, una compilación de fragmentos de los libros que Scherer ha publicado; un diploma de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y una escultura en vidrio y oro, denominada Pescado, que diseñó el pintor oaxaqueño Francisco Toledo.

Cuando el autor de libros como La piel y la entraña (1965), Los presidentes (1986), El poder. Historias de familia (1990), Estos años (1995) Salinas y su imperio (1997), Cárceles (1998) y La terca memoria (2007), se para ante el atril, se hace un silencio profundo…

“Me alegra sobremanera encontrarme entre ustedes y desearía abrazarlos. Razones me sobran para expresarme de esta manera. Ni en uno que otro de mis sueños narcisistas habría imaginado una feria del libro que se ocupara de mi trabajo como escritor. Viejo como soy cabe en mí el estupor, un aliciente para continuar la crítica al poder impune que nos asfixia.”

En su intervención (ver texto íntegro), Scherer hace una demoledora descripción de los abusos y crímenes cometidos desde la Presidencia de la República durante las sucesivas administraciones priistas.

Particularmente enfático aborda el caso de Vicente Fox: “Ha labrado su estigma indeleble. No le recuerdo un acto de grandeza, la noble actitud que conmueve y persevera. Sus seis años resumen necedades, desplantes, degradación propia y del gobierno, exhibicionismo con una mujer hoy cercada por su personal bajeza”.

Con voz firme y diáfana, el doctor honoris causa por la Universidad de Guadalajara mira hacia el futuro:

“Dividido el país, en declive la economía, imbatible el narco, en bancarrota la educación, en su ocaso la seguridad social, Felipe Calderón tiene ante sí, además de problemas de esta magnitud, la inocultable riqueza de Vicente Fox y un criminal tráfico de influencias que se va develando poco a poco.”

Para de inmediato advertir: “Si (Felipe Calderón) deja correr los días como hasta ahora y se lava las manos en ‘el agua sucia’ de que hablaba Jesús Reyes Heroles, vestido de azul terminará en línea con los priistas más distinguidos, cómplices todos, corruptos por omisión o por comisión en el despojo a la República”.



Periodismo trascendente

Prevista para realizarse entre el 4 y el 18 de noviembre, con el tema “Literatura y periodismo”, la XXVII Feria del Libro de Oaxaca convocó a 80 personajes de los ámbitos periodístico y literario.

En ese ambiente, el novelista y cuentista Juan Villoro recordó los tiempos en que Julio Scherer dirigía el periódico Excélsior. Dijo que don Julio no pensó entonces lo que hoy ve en retrospectiva: que ese periodismo “era un milagro”, ya que “durante ocho años una obra maestra llegaba a la casa con el sencillo aspecto de un periódico”.

Autor de libros como Los once de la tribu, Albercas, La noche navegable y Safari accidental, Juan Villoro confesó ante el nutrido público que aquel periodismo trascendió a otras generaciones, pues él creció leyendo los artículos de Daniel Cosío Villegas, Miguel Ángel Granados Chapa, Heberto Castillo, Enrique Maza y Carlos Monsiváis; las caricaturas narrativas de Abel Quezada; las crónicas deportivas de Manuel Seyde y Ramón Márquez; los reportajes de José Reveles y Ricardo Garibay, así como los comentarios sobre cultura de José Emilio Pacheco y José de la Colina.

Además, el Premio Xavier Villaurrutia (1999, por La casa pierde) no puede olvidar que aquel Excélsior “hacía publicaciones adicionales de alta temperatura intelectual. Vicente Leñero se hacía cargo de Revista de Revistas; Octavio Paz, de Plural; Ignacio Solares, de Diorama de la Cultura”.

En suma, “para mi generación el Excélsior de Julio Scherer fue la universidad abierta en la que ni siquiera supimos que estábamos inscritos (…) Sólo en 1976, con el golpe orquestado por el presidente Luis Echeverría, entendimos que la destreza informativa (…) había sido un excepcional acto de valentía y desacato al poder autoritario”.

De acuerdo con Manuel Vázquez Montalbán, abundó Villoro, hay dos tipos de periodistas: “los que trepan en un helicóptero, descienden en paracaídas a una selva, arriesgan la vida en la línea de fuego y regresan para ganar el Premio Pulitzer, y los que escriben o corrigen artículos desde una sombría oficina saturada de humos y sospechas de mala muerte; ambos son imprescindibles”.

Pero, acotó, “hay un tercer tipo de periodistas que acaso sólo encarna Julio Scherer, el que asume su vida como una misión gregaria, donde cada máquina de escribir depende de otra y transforma su carisma en recurso informativo. Alguien, en algún momento, debe ordenar que se detenga la rotativa y el periódico pierda millones de pesos a cambio de mejorar la primera plana, pero sobre todo alguien debe descubrir el talento de los otros. Olfatear las virtudes que el colega no ha advertido en sí mismo, revelarle que su oficio es una misión con una moral inquebrantable”.

Tras señalar que “no hay forma de que Scherer deponga su gusto por sugerirle temas a los colegas (…) Su entrega al periodismo es adictiva”, aseveró que la única noticia falsa que ha dado Scherer es la de su retiro “como guía de esfuerzos ajenos cuando dejó la conducción de la revista Proceso, que hoy dirige con acierto Rafael Rodríguez Castañeda”.

En referencia al libro más reciente de Julio Scherer, La terca memoria (2007), Villoro expresó que el reportero incansable que siempre procura arrancarle respuestas a la realidad “recorre pasajes de los que ha sido testigo”, y observó: En esa obra, “el presente Scherer cuestiona al Julio que estuvo ahí, pone en tela de juicio al que vio aquello, le exige razones y respuestas”.

Aunque gente que conoce muy bien a don Julio insistía en compararlo con el Quijote, el autor de Pinochet. Vivir matando, quien “jamás actúa por pose”, tenía recelos por “los desvaríos de un enfermo de literatura”. El recelo de Scherer “no podía ser más comprensible: el caballero de la triste figura vive inmerso en la mentira y el reportero de raza persigue la verdad”.

Pero, al mismo tiempo, insistió, “no hay personaje que se le parezca más en el combate contra las desmesuras del poder…”. Con algunas diferencias: Mientras el héroe de Cervantes “pone la espada al servicio de su delirio”, Scherer “asume el riesgo superior de no confundir a los molinos de viento con gigantes y enfrentar al huésped que no paga alquiler en Los Pinos”.

En un mundo donde, de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras, México es el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo, continuó, “Scherer prolonga una saga de caballería. Si critica al Quijote es porque no le gusta que un colega se extravíe en la magia de las palabras en vez de vigilar los hechos”.

Juan Villoro terminó su discurso con estas palabras: “Pronuncio el nombre de quien ha vivido para la verdad pero muy a su pesar ya se inscribe en la leyenda: Julio Scherer García”.



Osadía, ética y pasión

Los reunidos, escritores, académicos, intelectuales, periodistas e indígenas de diferentes generaciones escucharon en primer lugar al director de la Feria del Libro, Guillermo Quijas, quien exaltó la figura del “maestro” Julio Scherer y su trayectoria periodística al frente del periódico Excélsior y la revista Proceso:

“Si el señor Julio Scherer no hubiese dirigido el periódico Excélsior y la revista Proceso durante algunos decenios decisivos de la historia reciente, sus lectores lo recordarían por su obra literaria”, resaltó.

En tanto que el rector de la UABJO, Francisco Martínez Neri, quien siguió en el turno, definió al homenajeado como “un ejemplo de osadía, ética y pasión por el oficio periodístico”.

“Desde antes de cumplir la mayoría de edad –añadió–, ya había dado el paso decisivo de su vida al abandonar la carrera de leyes para tocar las puertas de Excélsior, y el crucial año 1968 llegó a ocupar el puesto de director general. Y 1968 fue crucial no solamente porque ese año marcó el principio de un largo proceso para acotar el autoritarismo presidencial y democratizar nuestras instituciones, sino porque con Scherer García en la dirección de Excélsior se inauguró una nueva etapa en la historia del periodismo mexicano.”

En tercer lugar habló el autor de la columna Plaza Pública, Miguel Ángel Granados Chapa, quien después de haber acompañado a Scherer en las actividades periodísticas de Excélsior y Proceso, expresó que desde hace muchos años está preparado para hablar de él, porque ha trabajado bajo sus órdenes.

Calificó como un acierto el haber hecho girar la 27 edición de la Feria del Libro de Oaxaca hacia los temas “periodismo y literatura”, porque son estos los modos en que se encarna la personalidad pública de Julio Scherer.


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Andrade y Fox: juntos en el desastre


Armando Guzmán, Pedro Zamora y Rosalía Vergara


Si bien están politizadas, las opiniones sobre la inundación de Tabasco coinciden en un punto: si se hubiera cumplido el plan hidrológico trazado desde hace más de tres décadas, o incluso si se hubiera concluido la compuerta El Macayo para distribuir las aguas de la presa Peñitas, como ofreció Fox, la entidad no estaría arrasada. Esto y la actuación del exgobernador Manuel Andrade confirman que el desastre se debió a la falta de inversión y de responsabilidad.

VILLAHERMOSA, TAB.- Ante las catastróficas inundaciones que azotaron al estado, el 31 de octubre pasado, el gobernador Andrés Granier Melo denunció ante el presidente Felipe Calderón que la compuerta El Macayo, una obra hidrológica impulsada por su antecesor Vicente Fox y que pudo ser “la salvación de esta tierra”, no fue terminada.

Era parte de un gran proyecto que la administración foxista presumió “sin pensar en encauzar las aguas para la seguridad de los tabasqueños”, señala Granier.

El Macayo se ubica en la bifurcación de los ríos Carrizal y Samaria y debía distribuir las aguas de la presa Peñitas en los dos ríos. Su construcción inició en 2005 y, de acuerdo con el proyecto, debió concluir en mayo de 2006. No sucedió así, por lo que ahora exgobernadores, exlegisladores, funcionarios, diputados y senadores la cuentan entre las obras inconclusas que provocaron la desgracia.

Granier Melo relata a Proceso, en entrevista, que en enero pasado visitó El Macayo con el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, a quien alertó sobre “la urgente terminación” de la compuerta para regular el cruce de agua de la presa Peñitas hacia el río Carrizal, que atraviesa Villahermosa y la planicie tabasqueña. Además, el gobernador solicitó mil 700 millones para esta obra y otras más.

Luege, que en el sexenio de Fox fue procurador federal de Protección al Ambiente y secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, se justificó: la compuerta no se terminó por problemas con la empresa constructora. Granier Melo le pidió investigar ésta y otras obras inconclusas porque “son dineros federales” los que en ellas se invierten.

“Obras hidráulicas no hay. No es culpa de Manuel Andrade –su antecesor en la Quinta Grijalva–, no hay que buscar culpables. Las obras que se plantearon en el pasado, en el plan hidráulico original, no se han hecho”, asegura.

Para él, la Federación “no miró a Tabasco con seriedad” y no concluyó el programa hidráulico, sólo levantó 110 kilómetros de muros de contención y bordos que fueron rebasados por las aguas. Si se hubiera aplicado el plan hidráulico como se planeó en los años noventa “el daño hubiese sido menor”, añade.



Obras en papel



Además de El Macayo, la administración foxista dejó otras obras inconclusas.

En su sexto informe de gobierno, en el capítulo “Infraestructura portuaria”, Vicente Fox afirmó que en la ciudad de Frontera, Tabasco, se habían construido dos escolleras y se había dragado el Grijalva. A un año de que dejó la Presidencia, la obra de escolleras apenas lleva 8% de avance. Sin embargo, la compañía constructora Tradeco Industrial, S.A. de C.V., cobró 70% de su costo y abandonó la obra.

En el capítulo “Infraestructura para la prevención y protección contra las inundaciones” del mismo informe, Fox dijo que se destinaron mil 462 millones de pesos a 14 estados, entre ellos Tabasco, para incrementar la infraestructura hidráulica. En 2006 el presupuesto fue de mil 210 millones de pesos para siete estados, entre ellos Tabasco.

“Al mes de julio se han aplicado recursos para el desarrollo de las siguientes obras: se construye la estructura de control sobre el río Carrizal, en Tabasco”, aseveró el entonces presidente. También mencionó la creación de cinco Consejos de Cuenca en 2005 –son 25 en total– y que se promovió la transformación de seis Comités Técnicos de Aguas Subterráneas (Cotas) en asociaciones civiles. Al cierre de 2006 había 47 Cotas, “cifra superior a la meta establecida en el Programa Nacional Hidráulico 2001-2006”.

Por su parte, la única referencia a Tabasco en el primer informe de gobierno de Felipe Calderón se encuentra en el capítulo “Sector hidráulico” y consiste en marcar como “pendiente” la integración de la entidad en los convenios de participación estatal del Programa para la Modernización de los Organismos Operadores de Agua (Promagua).

El 3 de noviembre de 2006, el diario tabasqueño La Razón informó que el 27 de junio anterior Fox le había ofrecido al entonces gobernador Manuel Andrade el Programa Integral Contra las Inundaciones (PICI), que contempla la construcción de la compuerta El Macayo.

El 30 de octubre pasado, tras la primera reunión del gabinete calderonista para evaluar el desastre, el incumplimiento de la anterior administración federal fue expuesto ante el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña. Éste se comprometió el 1 de noviembre a indagar el asunto, pero siete días después declaró que eso estaba “en manos” del Congreso del estado.

Sin embargo, el alcalde priista del municipio de Centla, Nicolás Bellizia Aboaf, exige ahora a Calderón y a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que investigue “las mentiras” de Fox, pues no terminar la obra impidió que los ríos Grijalva y Usumacinta fluyeran con rapidez hacia el mar y en vez de eso se desbordaron en las comunidades.

Bellizia declaró al diario Presente que la segunda etapa de la obra se iba a realizar con un presupuesto de 102 millones de pesos, dinero que la Federación nunca entregó.

Al respecto, en la Quinta Grijalva, el gobernador Granier Melo confirma que “hay una obra de escolleras no concluidas, pero igualmente hay dinero no ejercido. Lo tiene la Federación, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes”.

Niega que en el sexenio pasado se desazolvaran ríos: “Tengo entendido que las obras están paradas, es dinero federal. Había un dinero...”, comienza a decir. Complementa el dato su secretario de Obras Públicas, Héctor López: “103 millones de pesos”.



Estado vulnerable



Si se hubiera concluido la construcción del canal de alivio Samaria-Golfo de México que se planeó desde 1975 y por el cual correrían mil metros cúbicos de agua por segundo, incorporando los excedentes del río Grijalva, “habría mermado el impacto del desastre natural”, afirma en entrevista Leandro Rovirosa Wade, quien gobernó el estado de 1977 a 1983.

Con base en su experiencia –fue secretario de Obras Hidráulicas en el gobierno de Luis Echeverría, de 1970 a 1976– comenta que Tabasco es inundable de origen, y sin embargo no se han destinado presupuestos para dragar sus ríos azolvados. Además, dichos ríos no tienen capacidad de conducción, excepto el Mezcalapa, que tiene cuatro presas. Los demás “no tienen nada que los detenga”, agrega Rovirosa, por lo que no duda que pronto sobrevenga otra inundación.

Tres factores propiciaron la tragedia en Tabasco, resume: el cambio climático, la operación de las presas y la carencia de infraestructura adecuada.

Y relata que en 2005 el Colegio de Ingenieros Civiles de México pidió a la 59 Legislatura más presupuesto para obras hidrológicas en Tabasco, y que se aprobaron 11 mil millones de pesos para bordes y drenados. Pero al final la Secretaría de Hacienda, entonces encabezada por Francisco Gil Díaz, autorizó la entrega de sólo 2 mil millones de pesos, y eso hasta octubre de aquel año.

Sin embargo, justifica: los grandes problemas siempre carecen de presupuesto, por lo que la Federación no es culpable de carecer de dinero para construir infraestructura hidrológica.

Sobre el mismo problema, el exlegislador Humberto Hernández Haddad considera que el problema de la Federación no es la falta de dinero, sino “el modelo económico neoliberal que impide destinar recursos para este tipo de obras en los estados”.

De esta tragedia, “que era previsible y evitable”, debe aprenderse que es urgente reconstruir la entidad con obras de ingeniería y planeación urbanística. Por ejemplo, comenta, el Alto Grijalva opera con cuatro presas pero necesita ocho para trabajar con eficiencia, y en el Usumacinta están pendientes las decisiones sobre la construcción de presas.

Por eso, añade, “será indispensable una auditoría técnica para saber por qué ocurrió esta inundación”. Sin embargo, todavía “falta lo peor” en materia de inundaciones, comenta, ya que en México hay 120 presas, de las cuales 60 son obsoletas; además, el Valle de México y el río Pánuco en Tuxpan, Veracruz, son susceptibles de inundarse con aguas negras o ríos desbordados.

El viernes 9 se dio a conocer el primer nombre de una persona fallecida en Villahermosa: era Rosa Cortina, amiga “de toda la vida” de la madre de Hernández Haddad. De acuerdo con el periódico Reforma, el cuerpo fue encontrado en su inundada casa de la calle Madero. Murió al desbordarse el río Carrizal.



Faltan presas



Hace unos días, el Colegio de Ingenieros Civiles de México elaboró el informe “Inundaciones en la planicie costera de los estados de Tabasco y Chiapas en octubre y noviembre de 2007”, en el que destaca las posibles causas de la inundación.

Las presas sobre el Grijalva (La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas) tienen 50 años de antigüedad y son las únicas de su tipo.

“Hasta el año 2007 –se dice en el documento– en el río Usumacinta no se han construido presas para el control de avenidas, por lo que el río y sus afluentes descargan totalmente sus escurrimientos a la planicie costera de Tabasco sin ninguna regulación, lo que influye en forma importante en las inundaciones de las partes bajas, agravándose la situación cuando sus escurrimientos coinciden con los del río Grijalva.”

En el río La Sierra, que pasa por Villahermosa, tampoco se han construido presas para el control de avenidas. Además, la cuenca del Grijalva representa sólo 27% de la superficie sujeta a lluvias intensas, mientras que la cuenca del Usumacinta y otros ríos independientes suman el 73% restante, destaca el colegio.

“En resumen, de los ríos que tributan a la planicie costera de Tabasco, sólo el Grijalva tiene controlados sus escurrimientos; y otros ríos, incluido el Usumacinta, sus afluentes y el río La Sierra, no tienen ningún control descargando libremente a dicha planicie”, detalla.

Continúa el estudio: Las precipitaciones fluviales provocadas por los frentes fríos de los últimos días de octubre y primeros de noviembre, así como la afluencia simultánea de las avenidas de los ríos Grijalva, Usumacinta y La Sierra, precipitaron el desastre.

El desbordamiento de los ríos fue mayúsculo porque antes de llegar al mar el cauce del Usumacinta se une con el del Grijalva y éste no tiene capacidad de conducir ambas corrientes, lo que produjo un “tapón” hidráulico.

La Angostura, Chicoasén y Malpaso trabajaron a toda su capacidad y no contribuyeron a la inundación.

Por esas razones, el Colegio de Ingenieros Civiles recomendó destinar más recursos a la prevención de desastres por inundaciones y manifiesta su esperanza de “que las condiciones macroeconómicas lo permitan”.



Había dinero



El jueves 8, el legislador perredista Silvano Aureoles informó que el Senado citaría a comparecer a funcionarios de la Conagua, la Comisión Federal de Electricidad, Protección Civil y la Secretaría del Medio Ambiente, para “conocer las causas que propiciaron la desgracia en Tabasco y Chiapas”.

Como presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, el senador Aureoles anunció que propondría la creación de un grupo de trabajo que se sume a las pesquisas, conformado por legisladores de las comisiones de Energía, Medio Ambiente, Gobernación y de la Subcomisión de Desastres Naturales.

El mismo día, el coordinador de la bancada perredista, Carlos Navarrete, informó que su partido impedirá “que la tragedia de Tabasco quede impune” y también culpó al exgobernador priista Manuel Andrade por no liberar recursos presupuestales para construir obra hidrológica.

“Bastaría echar un repaso a las cantidades que Tabasco gastó en los últimos 12 años para exigirle que responda dónde quedaron todas las inversiones que se programaron para trabajos que no se hicieron, pese a que había dinero en manos del gobierno del estado”, criticó Navarrete.

En entrevista con Proceso, el senador Arturo Núñez Jiménez acusa a Andrade de “negligencia criminal”, pues durante su gobierno manejó más de 100 mil millones de pesos, el presupuesto más alto de la entidad en 14 años.

Según el “Informe de resultados de la cuenta pública 2006”, elaborado por el Órgano Superior de Fiscalización de la Cámara de Diputados, tan sólo en los últimos tres meses de su gobierno (de octubre a diciembre de 2006) Manuel Andrade ejerció cerca de 10 mil millones de pesos, para lo cual incurrió en un déficit de 3 mil 535 millones.

El perredista Núñez Jiménez asegura que el presupuesto del gobierno de Andrade el año pasado fue de 21 mil 873 millones de pesos, pero erogó 31 mil 184 millones de pesos. Ese excedente de casi 10 mil millones de pesos lo pudo usar para obra hidráulica y luego cobrarlo a la Federación, observa.

En medio del desastre y de las críticas, en un comunicado difundido el jueves 8 el exgobernador Manuel Andrade Díaz responsabilizó a la Conagua de no aportar dinero para el PICI porque la Federación le recortó recursos.

Explicó que el PICI se echó a andar en 2001 para construir 120 kilómetros de bordos y 100 drenes en los sistemas Mezcalapa-Samaria y Carrizal-Medellín, que impedirían escurrimientos de Chiapas y de la presa Peñitas; se protegería así a Villahermosa y a los municipios de Jalpa de Méndez y Nacajuca.

Hasta el año pasado, señaló Andrade, se invirtieron en el PICI mil 331 millones de pesos de un total inicial de 2 mil 60 millones, de los cuales la Federación aportó 72% y el gobierno estatal 28%. A decir del exgobernador, los recursos se destinaron a regular los sistemas hidrológicos, incluyendo el río Grijalva.

De acuerdo con el “Diagnóstico integral de la situación actual de las haciendas públicas estatales y municipales 2006”, Tabasco ocupó el primer lugar de participaciones federales, en dinero y a precios constantes por habitante, en cada uno de los 16 años comprendidos entre 1990 y 2005.

Este año, dicha participación llegó a 6 mil 487 pesos con 60 centavos por tabasqueño.




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Yucatán y Michoacán, las derrotas de Solá


jenaro villamil

México, D.F., 13 de noviembre (apro).- Ante la derrota electoral en Michoacán, los panistas tendrán, por lo menos, que relevar a su asesor estrella en marketing político: el consultor español Antonio Solá. Dos fracasos al hilo lleva el artífice de las campañas de guerra sucia –Yucatán y Michoacán--, además de un abultado presupuesto de honorarios, con cargo al erario de municipios o estados panistas, disfrazadas de “asesorías en comunicación”.

El paso de Solá por Michoacán fue menos documentado que el de Yucatán, pero en ambos casos los resultados fueron desastrosos ante la misma medicina. Especializado en lo que él llama “campaña de contrastes”, en realidad, el sembrador de guerras sucias electorales sólo ha resultado eficaz para polarizar, inducir un elevado abstencionismo y transformar las contiendas en un despilfarro, en favor de las grandes televisoras.

Desde la última semana de septiembre, el dueño de la consultoría Ostos & Solá estuvo en Morelia, para asesorar a Salvador López Orduña, amigo personal de Felipe Calderón y de César Nava. Su gestión fue significativa para arreciar la campaña de spots que, según los monitoreos del organismo electoral de Michoacán, fue de una profusión de 4 a 1 en relación con los del candidato del PRD, Leonel Godoy.

Después del mal desempeño de Salvador López Orduña en el debate con Leonel Godoy, el primer círculo calderonista-panista decidió, a fines de octubre, aplicar la misma receta que les dio resultado en la campaña de 2006: la guerra sucia a todo lo que diera. Ya no fueron sólo inserciones en prensa, ni inducción de rumores vía internet, sino la utilización de la pantalla.

Solá ideó un mecanismo muy caro e ineficaz: ante la prohibición expresa en la ley local para que se transmitan spots de guerra sucia, se convino con Alejandro Quintero, el vicepresidente de comercialización de Televisa, que se difundieran a través de la señal de la cadena en las emisoras regionales de Guanajuato y Jalisco, estados colindantes con Michoacán, para tener un impacto en la región del Bajío y la ciénega michoacanas. Televisa vendió al equipo de López Orduña el “paquete Peña Nieto”; es decir, un millonario convenio de publicidad, que incluyó gacetillas electrónicas, menciones en programas de espectáculos al candidato del PAN, incluida una referencia en el programa Juan Querendón. Obviamente, todo esto a un precio elevado.

El contenido de los spots panistas cambió. La imagen de Godoy se transformaba gradualmente hasta convertirse en el mismo rostro del “peligro para México”, Andrés Manuel López Obrador. La referencia resultó ridícula. ¿No fueron los mismos panistas y comunicadores afines quienes promovieron la idea de un pleito, de una ruptura entre Godoy y López Obrador en Michoacán?

La campaña del miedo redujo de 10 a 6 puntos la ventaja inicial de Godoy frente a López Orduña en las encuestas. No les dio tiempo para arreciar este método heredado de la contienda de 2006.

El problema con Antonio Solá y sus recetas no radica sólo en su insistencia en estigmatizar al perredismo o al priismo (como ocurrió en Yucatán). Lo que han generado es descontento, desconcierto e inequidad al interior de las propias filas panistas.

En Baja California, argumentan los defensores de la guerra sucia, les funcionó en contra de Jorge Hank Rohn, el candidato del PRI. Sin embargo, evaden mencionar que la fama pública del dueño de los hipódromos y de las casas de apuesta Caliente pesó mucho más que los ofensivos spots de la campaña panista que pretendían indignarse reproduciendo la misma inmoralidad de la que acusaban a la campaña del PRI.

En Yucatán, la presencia de Solá y la mala estrategia del candidato panista Xavier Abreu, así como la renuncia de Ana Rosa Payán a las filas de Acción Nacional, provocaron lo increíble: que Acción Nacional redujera su ventaja de 20 puntos iniciales hasta perder la gubernatura, frente a la priista Ivonne Ortega Pacheco. Evidentemente, hubo un duelo de despilfarro y de malas mañas en materia de publicidad política, pero lo que quedó claro es que la guerra sucia se transforma en un peligroso boomerang para quienes la promueven, financian y protagonizan.

Al menos, esa lección puede aprenderse de la derrota reciente en Michoacán. La otra lección, no menor, es que la vendedora estrella de “favores políticos”, la profesora Elba Esther Gordillo, resultará cada vez más incómoda como aliada para el PAN de la era Calderón.

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