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viernes, junio 15, 2007

De las corruptelas del "preso político" Ahumada






Tomados de La Jornada, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Boligán y Carreño.

Durante mucho tiempo se especuló que el corrupto empresario Carlos Ahumada Kurtz, quien tiene como norma llevar una agenda –escrita y videograbada- de sus transas mantenía en sus listas a personajes diversos de todos los ámbitos de la actividad política y social en México.

En la agenda que llevaba su secretaria en 2003 se encuentran los nombres –pese a que en su momento lo negaron hasta con lágrimas en los ojos- de los ex perredistas Rosario Robles Berlanga Y Ramón Sosamontes, a quienes el “bondadoso” Ahumada les entregaba mensualmente cantidades que van desde los 50 mil hasta los 85 mil pesos, además de otros “regalitos”. Los hampones de la política insistieron en negarlo y cobijados por la complicidad de la dirigencia perredista optaron por “renunciar”. Nunca les siguieron procesos ni se les investigó al interior del PRD, mucho menos se ventiló de forma clara y abierta el daño que habían causado a ese instituto político.

Pese a todo ahora queda claro qué tipo de personajes son los mentados Robles y Berlanga, que no se cansaron de repetir que todo lo hicieron por el bien del partido, de la izquierda. Tal vez se refieran a esa “izquierda moderna”, que tanto desean los empresarios rapaces.

Sin embargo, los implicados en las corruptelas de Ahumada Kurtz son más y abarcan a otros partidos políticos y otros tantos personajes. También, dice la nota del diario La Jornada, que la agenda señala a seis periodistas a quienes Ahumada les pagó en efectivo, y ''les agradeció las publicaciones'', además los felicitó ''por su trayectoria''.

Por eso queda claro por qué algunos de ellos se rasgan las vestiduras y hasta lo catalogaban como “preso político”. Lo deseable es que el periódico informe sobre el nombre de estos “campeones de la libertad de expresión” y defensores de tan “ilustre personaje”.



A continuación una nota del periódico La Jornada.


http://www.jornada.unam.mx/




Lista de ''favoritos'' de Ahumada, en agenda secretarial de 2003

Plasmadas, ''entregas de dinero'' y regalos, favores varios, así como sus reuniones
Funcionarios, políticos, periodistas y árbitros, en sus páginas
Rosario Robles, muy citada


AGUSTIN SALGADO, GABRIELA ROMERO SANCHEZ



Los escritos comprometedores La manera en que operaba Carlos Ahumada Kurtz quedó plasmada en la agenda que su secretaria le llevó durante 2003: ''entregas de dinero'' y regalos, favores varios, así como citas y reuniones que mantuvo con funcionarios, actores políticos de diferentes partidos, periodistas y personalidades del mundo futbolístico fueron registrados por su asistente en el documento referido, del cual La Jornada posee una copia.

Para registrar las ''entregas de dinero'' el dueño del grupo Quart elaboró un sistema basado en claves. Un listado de más de 50 personas, entre las que se encuentran los entonces jefes delegacionales, presidentes municipales, periodistas e integrantes de la Contaduría Mayor de Hacienda de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), así como los nombres de la ex perredista Rosario Robles e Ignacio Morales Lechuga, arriba del cual aparece la denominación: gastos de promoción de venta (GPV).

Un número para cada persona

A cada persona le correspondía un número bajo el rubro de gasto. Por ejemplo, ''la clave'' de Rosario Robles era GPV08; la del hoy ex perredista Ramón Sosamontes, GPV09; del entonces jefe delegacional blanquiazul en Alvaro Obregón, Luis Eduardo Zuno, GPV22; la del que fue candidato del Partido de la Revolución Democrática a la jefatura delegacional de Miguel Hidalgo, Agustín Barrios Gómez, GPV52, y la del ex presidente municipal de Chalco, Jaime Espejel (PRD) era GPV45.

En la agenda también aparecen los nombres del ex gobernador panista de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks; Manuel Bribiesca; el ex director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado Benjamín González Roaro; los árbitros Edgardo Codesal y ''Ramos Rizo'' (presuntamente Felipe Ramos Rizo), y también de seis periodistas, además del ex dueño de una empresa televisiva. Estos últimos no están en la lista de GPV. Tampoco está el del presidente ejecutivo de Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA), Ricardo de la Peña, sin embargo, de acuerdo con la agenda, durante un lapso de dos meses se le entregaron alrededor de 700 mil pesos.

Los ''regalos'', como un Neon y una camioneta que Carlos Ahumada presuntamente les obsequió a Luis Eduardo Zuno y Ramón Sosamontes, tampoco se encuentran bajo el rubro GPV.

Mariana Moguel es una de las personas que más aparecen en la agenda. La hija de Rosario Robles aparece como destinataria de ''regalos'' que iban desde flores o boletos para espectáculos, hasta dinero en efectivo. En el documento se incluyen los gastos corrientes de la familia Ahumada Gurza y erogaciones ''extras'', como pagos de predial, luz y teléfono del inmueble ubicado en la calle Reforma 9, colonia Tizapán, San Angel, que Carlos Ahumada le ''rentaba'' a Rosario Robles.

A GPV22 (Luis Eduardo Zuno), presuntamente le entregó más de 3 millones de pesos y 103 mil dólares en por lo menos ocho remesas, que comenzaron en mayo y finalizaron días antes de que el ex panista fuera aprehendido en el aeropuerto internacional de Toluca, cuando intentaba ingresar armas de fuego prohibidas a bordo de un avión del grupo Quart.

En tanto, el candidato perredista perdedor de la jefatura de Miguel Hidalgo, Agustín Barrios Gómez (GPV52), habría recibido cerca de 4 millones de pesos entre mayo y junio. Luego de que Barrios Gómez perdiera la contienda electoral, éste ya no aparece en la agenda.

Una cantidad similar fue asignada al jefe delegacional perredista de Tláhuac, Francisco Martínez Rojo (GPV20), en un lapso de ocho meses. De Leticia Robles (GPV41), se tiene registrada una sola entrega por más de 150 mil pesos, así como el préstamo de dos camionetas.

La ex jefa de Gobierno, Rosario Robles (GPV08), tiene cada mes entre 45 mil y 50 mil pesos, además del mantenimiento de la casa de Reforma 9 y algunos boletos de avión.

Mención especial merecen el ex presidente municipal de Chalco Jaime Espejel (GPV45) y Jesús Orozco (GPV48), cuyo nombre coincide con el del candidato del PRD al gobierno de Colima en 2003. Ambos habrían recibido, en junio de 2003, 75 mil dólares cada uno. Luego de las elecciones de dicho año, Espejel resultó victorioso, con lo cual se reportan nuevas las ''entregas'' por otro medio millón de pesos.

Al igual que Rosario Robles, Ramón Sosamontes (GPV09) contaba con una cantidad mensual fija de 85 mil pesos, que al parecer se le entregó hasta septiembre de 2003. Con respecto a los periodistas, únicamente uno está en la lista de ''Gastos de Promoción de Venta'', a quien se le tenían programadas 12 entregas de 100 mil pesos cada una y quien recibió siete de los pagos prometidos.

En la agenda, cuya copia tiene La Jornada, aparecen los nombres de otros periodistas a quienes Ahumada hizo pagos en efectivo, ''les agradeció las publicaciones'' y los felicitó ''por su trayectoria''.




El siguiente es un análisis tomado de la revista Proceso.







Narcotienditas, proletarización de las drogas

josé gil olmos

México, D.F., 13 de junio (apro).- Se encuentran en la esquina de una calle, la casa de un vecino, el departamento contiguo, en el viejo callejón o en supuestas bodegas. Las narcotienditas son el fenómeno más claro de la proletarización de las drogas en México.

Niños y ancianos son los principales contactos en la venta de estupefacientes en las llamadas narcotienditas, un concepto nuevo en el slang de las drogas en México que refleja la manera en que éstas han penetrado hasta en la “cocina de las casas”.

Un día cualquiera en el callejón de Oyameles, Azapotzalco, un par de niños juegan a las canicas frente a su casa de roídos ladrillos. Una anciana sentada en la acera los vigila. Los niños son el contacto, hacen como que las canicas rueden hacia uno y ahí empieza la negociación. Una vez que se hace el pedido ellos van con la anciana que entra a la vecindad junto con el niño, quien entregará la “grapa” o el crack.

Oficialmente la PGR tiene identificados 4 mil 725 puntos en el país, en donde cualquiera puede conseguir alguna droga a cualquier hora del día. La cifra podría ser del doble.

Apenas en abril pasado, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal informó que se tienen detectados en la ciudad más de 2 mil puntos de venta de droga, denunciados de manera anónima en cada una de las 16 delegaciones políticas.

Jalisco es el segundo estado con mayor número de puntos de venta de droga al menudeo con mil 500, tan sólo en el área metropolitana de Guadalajara. Nuevo León es la tercera entidad con 555 sitios, seguida de Sonora, con 539; Tabasco, con 456; Michoacán, con 316, y Sinaloa, con 256.

En el caso del Distrito Federal no se tiene con precisión el número total de puntos de venta de droga; y aunque se menciona un registro de 2 mil narcotienditas, la cifra seguramente es mayor, pues hay colonias en las que en una sola calle pueden detectarse dos o más de estos lugares.

Joel Ortega, secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, informó que ya se tienen ubicados cinco mil 174 puntos de venta de droga, el doble de lo que se registró el año pasado.

El aumento es tan grave que el funcionario reveló que el mayor número de detenidos que hace diariamente la policía ya no es por robo a transeúntes, sino por distribución de droga.

“Estamos deteniendo ya un promedio que oscila entre 24 y 27 diarias. En lo que va del año se han capturado a tres mil 754 presuntos narcomenudistas, de ellos sólo el tres por ciento están en la cárcel”, informó Ortega en una conferencia reciente.

Un dato simple nos da el panorama del aumento del consumo de las drogas “duras” entre los jóvenes de la Ciudad de México: Según las propia Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, al mes se venden, al menudeo, dos toneladas de cocaína que son rebajadas y de las que podrían sacarse hasta 4 millones de dosis que se comercializan entre 50 y 100 pesos la “grapa” que contiene no más de un gramo.

Frente a la pobreza que sufre el país, la narcotiendita es, quizá, la única opción de ingresos para muchas familias urbanas, así como el cultivo en el campo lo es para miles de campesinos. Y eso tiene que ver más con el modelo económico neoliberal que ha fracasado arrastrando a más de 50 millones de mexicanos a la pobreza, que con un asunto de seguridad.

Las narcotienditas no son entonces sólo un problema de seguridad, sino también de economía y de salud pública. Refleja los niveles de estancamiento económico, la falta de nuevos empleos y el creciente consumo de las drogas entre los jóvenes de todo el país.

Ante este fenómeno la decisión del gobierno de Felipe Calderón de enfrentar al narcotráfico simplemente con el uso del Ejército, se topa con las razones de su fracaso.

El combate no es sólo con las armas, sino mediante una estrategia integral que contempla labores de investigación entre el sistema financiero, programas de salud, educación y, sobre todo, de inteligencia para detectar qué funcionarios y políticos están metidos en este millonario negocio.