progressif

miércoles, abril 11, 2007

Falsas expectativas sobre cambios a favor de las mayorías en México








Tomados de La Jornada, El Fisgón, Hernández, Ahumada y Rocha y El Universal, Naranjo, Omar y Palomo.

Son buenos para las promesas, para las frases robadas del extranjero como “la tolerancia cero” o las acuñadas por el PRI como “hasta las últimas consecuencias” o aquella de “todo el peso de la ley”. También lo son para aplaudir las campañas empresariales dirigidas a engañar a una sociedad poco informada o de plano desinformada como “tienes el valor o te vale”, “al que roba llámalo por su nombre”, etc.

Sin embargo a la hora de llamar por su nombre a los hechos, los políticos siempre caen en ambigüedades. “Medida dolorosa pero necesaria”, “legal pero inmoral”. ¿Entonces estamos hablando de que los “representantes populares” reconocen que existen leyes inmorales? ¿No se trata de una gran contradicción, ya que se define lo legal como correcto, honrado, leal, de fiar? ¿Cómo se puede ser de fiar, honrado y leal, al mismo tiempo inmoral?

La única manera es siendo cínico y mentiroso. Los legisladores aprueban leyes que ni ellos mismo saben de qué tratan y los que las impulsan a sabiendas que son contrarias al bien común, que son inmorales, las votan a favor para satisfacer sus intereses particulares y de grupo. ¿Qué importa si después dicen que son inmorales? Lo importante es que sean Ley y que los beneficien, a ellos o a sus protectores. Y si no les gusta, dicen, pues cámbienlas, pero mientas estén vigentes se aplicarán de “manera irrestricta”, porque ese es el Estado de derecho.

De qué manera podemos cambiar las leyes que están hechas a modo para que los “representantes populares”, sigan legislando a favor de ellos y de los grupos de poder. Si todo el sistema político mexicano está construido para que unos cuantos decidan por la inmensa mayoría. Si los votos –único camino dejado a los ciudadanos, ya que no existe manera de quitar a ningún político, por medio de consultas o referéndum- emitidos son falseados y siempre salen favorecidos los poderes fácticos. Entonces nos queda claro que los ciudadanos somos rehenes de la mafia política mexicana, a saber: diputados, senadores, gobernadores, presidentes municipales, jueces, Poder Ejecutivo, empresarios, medios de comunicación, etc.

Por ello es prácticamente imposible que ellos mismos decreten la muerte de las estructuras que los mantienen en el poder devengando salarios millonarios y obteniendo recursos y prebendas de los demás grupos de poder. Todo el parloteo sobre la reforma del Estado es atole con el dedo.

A manera de ejemplo tomemos los comentarios de los ilustres priístas sobre la reforma hacendaria y la escandalosa realidad de que empresas como Telmex, Televisa, Kimberly, Wal-Mart, Bimbo, Cemex, Televisa, TV Azteca y Grupo México, no paguen los impuestos que por ley están obligados. Recordemos que estas empresas fueron las que financiaron el fraude electoral de 2006.

Jorge Estefan Chidiac, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados afirmó que la devolución de miles de millones de pesos por concepto de IVA a los grandes empresarios mexicanos –una de las maneras de defraudar al fisco- es un acto “legal, pero inmoral”.

Para el nefasto ex gobernador de Oaxaca José Murat a la bancada del PRI, no le “temblará la mano a la hora de emprender una reforma hacendaria a fondo” –ven a lo que nos referíamos más arriba- y se revisará punto por punto para que los empresarios paguen lo que les corresponde. Me imagino que será de la misma manera en que lo hicieron durante los 72 años que estuvieron en el poder. ¿Cuánto cuesta llamar a los ladrones por su nombre, verdad?


En seguida algunas opiniones de Giovanni Sartori -maestro en ciencia política, quien recibirá de la UNAM el doctorado honoris causa- sobre el sistema político mexicano.


Sobre los partidos “morralla”, calificados así por el panista corrupto Diego Fernández de Cevallos.

"No veo el caso de tener un sistema que con el tiempo llevará a la fragmentación, y es que si un partido pequeño con 2% del voto aparece en escena, irá con el PRI o con el PAN o con alguno de los tres grandes, y dirá: ´Sé que no puedo ganar la elección, que no puedo ganar un asiento uninominal, pero puedo hacer que pierdas; así que o me das algunos lugares gratis en otros distritos o vas a perder ese asiento´. Eso es chantaje, simple y llanamente",


Sobre el poder compartido en México.


"En México hay una cohabitación muy cercana entre empresas privadas, gente adinerada y actores políticos. Todo el sistema es un conglomerado que de cierta manera es resultado del pasado porque el PRI fue un partido muy absorbente".


Sobre la reforma política pactada para realizarse en un año.


"Las promesas son promesas; puedo prometer enviarles flores y estoy seguro que no lo haré. Hay mucha carne en el asador, no estoy convencido de algunas de las sugerencias (...); en su mayoría, las nuevas reformas de los últimos 30 años en Latinoamérica han sido peores que las anteriores. No es ley de la gravedad, es la ley de la decadencia humana.

“Tradicionalmente, las constituciones han sido elaboradas por expertos que luego van al Parlamento para que se aprueben y se obtenga una buena Constitución, tal como la mexicana de 1917, que era básicamente una buena Constitución.

"Ahora, los legisladores quieren hacer ellos mismos las constituciones, eventualmente con cierta ayuda, aunque tienen los objetivos en mente, pero también tienen grandes cosas en mente, como bienestar, salud y riqueza. Así que las constituciones recientes han sido, en Latinoamérica, bastante terribles. Un buen caso es la Constitución de Brasil, elaborada bajo Lula da Silva, quien ha sido acusado hasta de soborno, y si uno analiza su Constitución, se observa que está obligado a conseguir dinero para tener una mayoría.

"Evidentemente escasean los buenos políticos y no podemos esperar milagros. Así que si un chivo es chivo, seguirá siendo un chivo (...); la idea es que en las elecciones debe haber una presión relacionada con el valor, es decir, que realmente se debe seleccionar y no sólo contar votos.


"Si examina todos los estudios electorales, no hay ni un solo estudio que diga qué hay con hacer una buena selección. La vieja disputa sobre la representación proporcional, sobre una representación igualitaria y equitativa ha desaparecido; y si no hay esa preocupación no hay nada.

"Yo sugiero reforzar sus poderes para hacer las cosas simples, reforzar el poder del Parlamento, lo cual sé que es impopular, pero ¿qué no es impopular? No me gusta el sistema electoral mixto que tienen porque no creo en la idea de que si se juntan una rana y una vaca se pueda obtener lo mejor de los dos mundos; lo que se tiene es una rana y una vaca".