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miércoles, marzo 28, 2007

Leyes corruptas para beneficios particulares, especialidad del PRIAN





Protestas y represión ante ley Gordillo.




Reencuentro de complicidades, tomadas de Milenio y El Universal.




Tomados de La Jornada, Hernández y Helguera y El Universal, Naranjo.


En su campaña para la presidencia de México el traidor Vicente Fox Quesada repetía ante cualquier provocación que sacaría al PRI de Los Pinos y no se cansaba de llamar orejón, pelón o chorejas al corrupto Carlos Salinas de Gortari. Todo esto cambió cuando él llegó a Los Pinos, no sólo no los corrió sino que dejó que ellos hicieran lo que quisieran en el desbarajuste que significaron los seis años de su desgobierno.

De esta manera y a los pocos meses de haber llegado, cambió todo su discurso y los priístas corruptos de antaño pasaron a ser políticos honestos y comprometidos con el país. El pelón Salinas así pasó a ser el ex presidente Salinas.

El viernes de la semana pasada ambos personajes –corruptos y ladrones por igual- tuvieron la oportunidad de reunirse en público –ya lo habían hecho en privado, fuera de los reflectores- en la boda de Liliana Sada, celebrada en Monterrey. Ahí quedó claro que el “salvaje de Guanajuato”, pertenece a la misma ralea que el ratero de Agualeguas, Nuevo León. La imagen publicada en portada por el diario Milenio y las fotos de El Universal son más que elocuentes.

La forma en que el PRIAN maneja tanto la aprobación de las leyes como después su ejecución es síntoma de que la democracia en México es una mera palabra, que en los hechos no existe. Para algunos el debate se centra en que la mayoría de “representantes populares” –que sólo representan sus intereses y los de los sectores poderosos- tienen el derecho de aprobar las leyes que quieran. La minorías no cuentan en ningún caso y a eso le llaman la modernidad democrática y argumentan que “eso pasa en todo el mundo”, así que llaman a no “asustarse”.

Lo que dejan de señalar quienes mantienen esta posición es que ese tipo de situación se da en países con sistemas de gobierno consolidados, es decir donde la democracia funciona de alguna manera. Pero en México la situación es contraria. Existen una infinidad de candados y leyes que impiden la participación de la ciudadanía y por lo mismo su representación cabal en los órganos de dirección del país: Congreso, Presidencia, Poder Judicial. ¿Quiénes legislaron de tal manera? Pues los mismos que se reparten el botín nacional. Los mismos partidos políticos.

Los legisladores hacen leyes –contrarias al interés público y a la nación- y las mismas son refrendadas y respaldadas por los jueces, que reciben su parte del pastel. De esta manera una ley aunque sea contraria a la población es impuesta a la misma desde el poder.

Un ejemplo reciente es la reforma a la ley de pensiones del IMSS hace tres años. Esa vez se argumentó lo mismo que ahora con la Ley de ISSSTE. Que habría mejores pensiones, atención, medicinas, hospitales, médicos, etc. Nada de eso se ha cumplido, los hospitales siguen abarrotados, no hay medicinas y las consultas para especialidades tardan hasta seis meses, a menos que alguien llegue al borde de la muerte. Los pensionados sufren cada mes para cobrar el raquítico dinero del nuevo sistema de pensiones.

Ahora como ayer los mismos PRIANistas van a contrapelo de los ciudadanos, sin importar las decenas de miles de personas que rechazan la llamada ley Gordillo. Otra vez de espaldas a la nación a los ciudadanos que dicen representar. Esa es la realidad, de ese tamaño es el descaro de las llamadas “instituciones” mexicanas.

Pero no todo queda ahí. Cuando alguna ley no les conviene, simplemente no la aplican y hacen “interpretaciones” completamente falsas. De mala leche pues. Ese es el caso de la ley que regula las relaciones de las iglesias con el Estado mexicano. La misma le reconoce personalidad jurídica, para que pueda poseer bienes y realizar ceremonias en los recintos provistos para ello. Queda estrictamente prohibido por la misma hacer misas fuera de los centros de culto e inmiscuirse en política. Esa es la ley. Cuando fue aprobada en el sexenio del infame Carlos Salinas de Gortari, se dijo que la separación Iglesia-Estado y el carácter laico de éste último estaban resguardados.

Ahora resulta que un ignorante panista, Florencio Salazar –secretario de Trabajo del ladrón Fox, durante la muerte de 65 mineros en Pasta de Conchos, Coahuila- y ahora subsecretario de Gobernación, dice que la iglesia Católica tiene todo el derecho de hablar de política, porque a nadie se le puede callar en este país.

Así es se trata de un derecho consagrado en la Constitución, respecto a la libertad de expresión y al derecho a la información –a pesar que desde el gobierno federal se ataque y pretenda silenciar a las pocas voces que no están en la misma línea que Televisa y TV Azteca, como Carmen Aristegui, José Gutiérrez Vivó o Ricardo Rocha-, pero este derecho es para los individuos. En ningún momento se coarta el derecho de expresarse de los sacerdotes, pero lo que si esta prohibido por la misma Constitución es que lo hagan desde el púlpito, en ceremonias y como representantes de la iglesia. Y eso es precisamente lo que hacen. Se trata pues de pasarse la Constitución por el arco del triunfo y tratar de sorprender a la ciudadanía con aquello de que no se calla a nadie.

De otra manera, tendríamos el caso de que se estarían violando –como siempre- las leyes mexicanas y que los sacerdotes estarían por encima de los demás ciudadanos, cuando expresamente la Carta Magna dice que todos somos iguales ante la ley. También se estaría violando la ley de Dios al considerar que un ministro de culto sea superior a los demás, pues es dogma de fe que todos somos iguales ante el Señor. Así que por donde le veamos los panistas son quienes no acatan la ley cuando no les conviene y las que acatan son porque ellos mismos las hicieron para sacarles provecho.

Otro ejemplo más es la denuncia que hicieron diputados federales del PRD quienes advirtieron que legisladores del PRIAN pretenden “reventar” una iniciativa de ley aprobada por el Senado de la República que restringiría los comerciales en los medios electrónicos de la llamada comida “chatarra”.

Alejandro Sánchez Camacho y Octavio Martínez afirmaron que empresas como Bimbo, Coca-Cola, Sabritas y Nestlé –patrocinadoras del fraude electoral contra Andrés Manuel López Obrador en julio de 2006- están presionando a diputados priístas y panistas para que en la Comisión de Economía se vote en sentido contrario de la iniciativa y de esta manera mandarla a la “congeladora”.

Pese a reportes de la OCDE que señalan que en México los casos de obesidad entre menores y adultos se multiplican y representan un problema de salud, puede más el poder del dinero de estos “ilustres” mexicanos y sus industrias “chatarra”. De nuevo queda demostrado quienes mandan de verdad en México. Después que reviente el sistema de salud por la incapacidad para atender a las personas enfermas por el sobre peso, obesidad y enfermedades ligadas a esto como las cardiovasculares, de huesos y diabetes, ¿quién piensan que pagarán los platos rotos? ¿los empresarios que ensancharon su fortuna y ocupan los primeros puestos en la lista de los más ricos del mundo de la revista Forbes o la inmensa mayoría de los mexicanos que tendrán que pagar un rescate de los centros de salud nacionales, al estilo del Fobaproa?


En seguida una nota tomada del diario La Jornada.


http://www.jornada.unam.mx







Foro de Telmex devino rechifla a Felipe Calderón

''Espurio'', ''¡ya cállate!'', ''mentiroso'', le gritaron jóvenes becarios

El Presidente llamó a dejar atrás ''complejos y primitivismos''


CLAUDIA HERRERA , VICTOR CARDOSO



Los abucheos, silbatinas y descalificaciones arrancaron con la sola mención de la presencia del ''presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón''. Aleatoriamente, del graderío del Auditorio Nacional, lleno de estudiantes de alto rendimiento, beneficiarios de las becas Telmex, surgieron algunos gritos de ''¡espurio!'', al paso del mandatario rumbo al presidium, a donde lo acompañaba el empresario Carlos Slim.

El dueño del Grupo Carso respiró con tranquilidad cuando finalmente se escucharon sonoros aplausos que buscaron opacar las muestras de desaprobación al jefe del Ejecutivo y arroparlo. Ante ese grupo juvenil, polarizado, Calderón llamó a dejar atrás ''complejos y primitivismos'' y apostar por un ''México ganador''.

Lejos quedó la celebración del primero de diciembre de 2006, cuando en este mismo escenario el michoacano fue recibido con ovaciones de un panismo desbordado y satisfecho de que, minutos antes, su abanderado había rendido protesta en San Lázaro, a pesar de la oposición perredista.

Ayer, el mandatario regresó al Auditorio Nacional, pero no con la familia blanquiazul, sino con alumnos de escuelas y universidades públicas y privadas que dividieron opiniones en torno suyo y que lo hicieron batallar. Pasadas las nueve de la mañana, todavía con la sonrisa en el rostro, el Presidente entró por el corredor central acompañado de la plana mayor de Teléfonos de México (Telmex). El tercer hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú; su hijo Carlos Slim Domit; su sobrino Héctor Slim, y Arturo Elías Ayub.

Los esperaban 10 mil jóvenes talentosos, que ya habían pasado por los filtros de seguridad del Estado Mayor Presidencial para participar en el quinto Foro México Siglo XXI. Jóvenes construyendo el futuro, cuyo plato fuerte era el discurso del Presidente dentro de un programa que incluyó al corredor Carl Lewis, la cantante Gloria Stephan y ejecutivos de empresas como Hewlett Packard.

Sin importar el llamado que el maestro de ceremonias, el actor Bruno Bichir, hizo para que los jóvenes entonaran ''respetuosamente'' el Himno Nacional, continuaron las expresiones de inconformidad provenientes sobre todo de la parte alta del recinto. Hasta un recordatorio familiar surgió, cuando se entonaban las primeras estrofas. A partir de ese momento, Calderón no tuvo un ambiente cómodo.

Por un largo rato se calmó el barullo, cuando concluyeron las notas del himno y Carlos Slim tomó la palabra para dar un amplio reconocimiento a la firmeza del mandatario y asegurar que están ''incondicionalmente'' con su esfuerzo por generar oportunidades y bienestar. Pero apenas el copresidente del Consejo de Administración de Telmex terminó su mensaje, y el presidente se acercó al estrado, sonaron de nuevo las rechiflas.

En ese momento, los organizadores apagaron las luces -al parecer en previsión de que aparecieran pancartas de protesta-, lo que provocó que los asistentes mostraran mayor inconformidad, pero también sirvió para que algunos aprovecharan la oscuridad para lanzar sus consignas con mayor fuerza. ''Buuuu, buuu'', gritaban algunos asistentes desde diversos puntos del auditorio, mientras el jefe del Ejecutivo citaba los nombres de sus anfitriones y expresaba su alegría por estar con un grupo de jóvenes que son un ''ejemplo de empeño, de éxito en su mayoría''.

Hasta ese momento parecía que las expresiones de protesta se detendrían, pero en cuanto el mandatario citó los pronósticos de la empresa Goldman Sachs, que ubican a México dentro de las cinco principales economías del mundo dentro de 30 o 40 años, éstas volvieron a arreciar. ''¡Ya cállate!'', lanzó alguien. A pesar del ambiente hostil, el invitado principal continuó con su discurso, pero su gesto se fue endureciendo.

Y es que desde distintos puntos del auditorio era increpado. En las butacas del lado izquierdo se escuchaba una voz femenina que no dejaba de exclamar: ''¡espurio!'', ''¡pelele!'' Esto llevó a que de inmediato se subiera el volumen del micrófono del mandatario, lo que no impidió que de otro sector le reclamaran ''Presidente del empleo, mentiroso'' y 'no a la ley del ISSSTE'', cuando Calderón aseguraba que México cuenta con ventajas que no tienen otros países, como recursos naturales, una posición geográfica estratégica de cercanía con Estados Unidos, y donde la mayor parte de la población está por debajo de los 30 años de edad. Así, a medida que continuaban las protestas, el michoacano fue subiendo su tono de voz y su hablar fue más rápido. Ni siquiera se detuvo para tomar agua, lo que habitualmente hace.

''Yo quiero, amigas y amigos, que pensemos claramente qué queremos que sea México, porque podemos ser, sí, podemos seguir siendo un país subdesarrollado permanente, un país que siempre se lamente de su mala suerte, un país que siempre busque culpar a los demás o encontrar pretextos a lo que no hacemos'', afirmó ya con una risa nerviosa. Y llamó a los jóvenes a superar una ''serie de prejuicios, de complejos, de primitivismos, de ser capaces de entender que son más los mexicanos que quieren que este país salga adelante''.

Ese señalamiento hizo que en las butacas más cercanas al escenario estallaran los aplausos en un intento por sobreponerse al griterío, acción a la que se sumaron Slim Helú y los otros ejecutivos de Telmex. Pero no dejaron de oírse otras expresiones críticas como ''ladrón'', ''ratero'', ''estás bien feo'', ''delincuente''. Abajo, el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Maximiliano Cortázar, observaba nerviosamente cómo su jefe seguía con su discurso, aunque por momentos titubeaba.

Ya casi al final, Calderón lanzó una velada crítica a Telmex, al señalar que su gobierno dialoga con las empresas del sector telecomunicaciones para buscar la manera de hacer más competitiva y eficiente la economía. ''Es una verdad fundamental que ha dicho aquí también Carlos Slim, la cual es que el consumidor decida entre varias opciones cuál le gusta más y cuál es la mejor'', dijo.

Por la noche, la Presidencia emitió un comunicado donde aseguró que el michoacano había hecho un llamado a las empresas a buscar un ''mercado más abierto'', no obstante que ese no había sido su mensaje. Así, con un ''muchas gracias y que tengan buen día'', el Presidente concluyó su intervención en medio de aplausos y exclamaciones de ''bravo'' de un sector del auditorio, pero en su premura por abandonar el lugar se le olvidó hacer la declaratoria de inauguración.

Su jefe de ayudantes le hizo ver la omisión y regresó al estrado. En una operación que duró apenas unos cuantos segundos, Slim le entregó un reconocimiento y finalmente el mandatario pudo dejar el auditorio por una puerta lateral y en medio de abucheos y porras de ''¡Felipe, Felipe!''

De este hecho, la agencia estatal Notimex difundió que el presidente Felipe Calderón escuchó rechiflas y consignas durante y después de su discurso en el Auditorio Nacional, pero que ''éstas fueron contrarrestadas por aplausos de la mayoría de los asistentes''.