Palabras que desmienten los hechos
Tomados de La Jornada, Helguera y El Fisgón.
Muy a pesar de lo que el usurpador Felipe Calderón Hinojosa pretende hacernos creer de que se preocupa por el bienestar de la población, un estudio del Centro de Documentación, Información y Análisis de la Cámara de Diputados señala que las familias con menos recursos deberán reducir en un tercio el consumo de tortilla por los elevados precios, lo que traerá como resultado disminuir la ingesta calórica de los mexicanos pues Héctor Bourges, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, estima que “desde el punto de vista de la nutrición, la tortilla de maíz es la razón por la que ha sobrevivido la gente de escasos recursos en este país”. Es decir que con el incremento oficial de la tortilla a 8.50 pesos por kilo se afecta la salud de los mexicanos y se favorece al monopolio encabezado por Roberto González Barra, amigo y patrocinador de la campaña del pelele y dueño de Gruma, que integra a Maseca, uno de los grandes especuladores y culpables del encarecimiento artificial de la tortilla.
Otra de las pifias del espurio fue la promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y no porque ésta sea contraria a los intereses de la mujeres, sino porque no cuenta con presupuesto para poder llevarse a cabo. Axela Romero de la organización Salud Integral para la Mujer (Sipam), aclaró que la puesta en vigor de la ley tardó mucho por la presión de grupos conservadores, pero ahora que está vigente se enfrenta a la falta de presupuesto, mismo que fue reducido en los recortes presentados en la Ley de Presupuesto 2007 enviada por el chapelén y aprobada –con bombo y platillo por los legisladores. Sí esos mismos del spot de que a “Patricia ya nadie le pegará nunca más”, por favor si en este país las leyes nacen muertas-, pues como señaló Romero los recursos para los refugios de las mujeres ya existentes han sufrido una "gran merma" y el problema ahora será cómo "se reglamenta y se destinan los pocos recursos con los que se cuenta", indicó.
El usurpador no se cansa de “cumplir su palabra”, con el seguro para los hijos nacidos en su “sexenio”, o el del primer empleo donde los empresarios no pagarán el IMSS, o el del seguro popular, o el de la guarderías para madres trabajadoras. Todos con el mismo problema: nacen sin presupuesto, porque él mismo se encargo de recortarlo antes de iniciar el cumplimiento de sus “promesas”. Se trata pues de atole con el dedo. Mucha foto, mucho video para la televisión, pero los programas carecen de dinero para funcionar, todo es de oropel.
En seguida un análisis tomado de la revista Proceso.
http://www.proceso.com.mx
Jeff Anderson vs. Norberto Rivera
rodrigo vera
México, D.F., 1 de febrero (apro).- ¿Logrará el abogado estadunidense Jeff Anderson meter a la cárcel al cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera? ¿Podrá, por lo menos, hacer que el cardenal desembolse una multimillonaria cantidad en dólares?
En los círculos eclesiásticos estadunidenses surgió esta incógnita tan pronto Jeff demandó ante la Corte de Los Ángeles, en septiembre pasado, al cardenal Rivera Carrera, por haber protegido al sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, quien abusó en esa ciudad de 26 menores de edad y, en México, de por lo menos 60 niños más.
Jeff Anderson es bien conocido en Estados Unidos porque se ha especializado en defender a menores de edad que han sido abusados sexualmente por sacerdotes católicos. Su bufete de abogados ha interpuesto alrededor de 400 querellas contra ministros de culto pederastas, y muchas de ellas las ha ganado, por lo que logra que la Iglesia estadunidense desembolse millones de dólares para indemnizar a las víctimas.
Obispos, arzobispos y cardenales de Estados Unidos ya han sido demandados por el exitoso litigante, quien no se conforma con llevar a juicio a los sacerdotes violadores, sino que ataca siempre a sus superiores jerárquicos, cuyos bolsillos se han visto muy menguados por las indemnizaciones que deben pagar. Jeff tiene atemorizada a la jerarquía de ese país.
El especialista en asuntos religiosos Carlos Fazio, en su libro En el nombre del Padre --en el que aborda el problema de la pederastia sacerdotal--, proporciona algunas claves que explican el éxito de Jeff: en sus demandas, el litigante siempre equipara a la Iglesia “con las organizaciones del crimen organizado”; tiene su “cuartel general” en Roma, posee amplios recursos económicos y está bien estructurada jerárquicamente.
Cuando algún sacerdote comete un delito, la estructura vaticana ve amenazado su prestigio e inmediatamente lo protege. En consecuencia, aquí su comportamiento es similar al de las organizaciones mafiosas.
De ahí que Jeff Anderson se valga del mismo recurso jurídico para combatir al crimen organizado, el estatuto Racketeering Influence and Corrupt Organizations (RICO), que se ha utilizado contra las “familias” de la mafia estadunidense y su ramificaciones en otros países.
El abogado intenta ahora aplicar este estatuto de alcance internacional, puesto que Rivera Carrera y el arzobispo de Los Ángeles, Roger Mahony, están involucrados en la protección del padre Nicolás, buscado por la justicia estadunidense desde los años ochenta. A ambos, Jeff los acusa de “conspiración a la pederastia”.
La carta fuerte del abogado es el joven Joaquín Aguilar, un ciudadano mexicano que, siendo niño, fue abusado por el padre Nicolás, en el Distrito Federal, y se atrevió a dar su testimonio en la revista Proceso y luego ante la Corte angelina. Jeff es hoy su defensor, en alianza con la Red de Sobrevivientes de Abusos Sexuales de Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), una organización estadunidense que defiende a este tipo de víctimas.
Tan pronto demandó al cardenal Rivera, Jeff y su equipo de abogados viajaron a la Ciudad de México para dar una conferencia de prensa sobre el asunto. Pero inmediatamente, el entonces secretario de Gobernación, Carlos Abascal, les envió a agentes de Inmigración que intentaron arrestarlos, puesto que traían visa de turistas.
Tuvo que intervenir la embajada de Estados Unidos, que impidió el arresto. A punto estuvo de surgir un conflicto diplomático. Actualmente, el abogado ya no puede internarse en México; fue el castigo que le impuso el Instituto Nacional de Migración (INM).
Este hecho demostró que el actual gobierno panista mexicano, de inspiración católica, también protege al cardenal. No está dispuesto que en una Corte extranjera se enjuicie al arzobispo de la Ciudad de México, el jerarca católico más importante del país.
El próximo 20 de febrero, Jeff y los abogados del cardenal tendrán que encararse, por primera vez, en la Corte de Los Ángeles. El abogado de la arquidiócesis de México, Bernardo Fernández, ya adelantó que no caerá en los “chantajes” multimillonarios a los que Anderson está acostumbrado.
Así, el litigio contra un jerarca mexicano no será nada fácil para el abogado estadunidense, puesto que aquí no sólo es la Iglesia, sino también el aparato estatal el que está en su contra.
Jeff Anderson intenta dar el gran golpe que acrecentará su prestigio. ¿Lo logrará?... esa es la incógnita.
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