progressif

domingo, diciembre 24, 2006

Atole con el dedo recetado por el Congreso de la Unión



Tomados de El Universal, Naranjo y Palomo.


Las negociaciones de grupo entre los legisladores de todos los partido políticos engendraron un mamotreto de presupuesto que quedó muy lejos de lo prometido y difundido por los medios comparsa del gobierno federal. En el caso de ciencia y tecnología no hubo ningún tipo de aumento y en términos reales es el peor presupuesto en cuatro años. Pese a saber con certeza que un país que no invierte en ciencia y tecnología está condenado a la dependencia externa y a la tecnología chatarra, los legisladores mexicanos optaron por hacerse de la vista gorda y festejar "sus acuerdos por el bien de México". Otra vez nos volvieron a mentir y a pactar con los poderosos intereses empresariales y extranjeros para evitar el crecimiento real del país, que necesariamente tendrá que pasar por el desarrollo tecnológico.

Pese a la marcha de miles de integrantes de la comunidad intelectual y ciudadanos preocupados por la drástica reducción a la cultura presentado por el espurio de Felipe Calderón Hinojosa en el presupuesto para 2007, a los legisladores les pareció que con siete mil 448 millones de pesos era suficiente, pero el realidad son 14 millones de pesos menos que lo ejercido en el presente año. Es decir la reducción pese a lo prometido se llevó a cabo. Así que no nos dejemos engañar con los festejos de que este sector recibió más de dos mil millones por arriba de lo establecido en el proyecto.

En el ramo educativo no fue mejor la cosa si bien es cierto que se elevó de 0.51 a 0.58 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), quedó muy lejos de lo sugerido por organismos internacionales y a mucha distancia inclusive de lo prometido, llegar al 1 por ciento.

Sin embargo lo más grave es que las sospechosas "prisas" dejaron a la deriva más de 82 mil millones de pesos, que la víspera se habían comprometido a reasignar para programas sociales, de salud, campo, educativos y científicos. Ahora será la Secretaría de Hacienda la encargada de decidir en que se gastan esos recursos. Queda claro pues que las negociaciones cupulares y en lo oscurito se llevaron a cabo y de espaldas a los electores. El hecho no es algo menor si tomamos en cuenta que se trata de dinero de nuestros impuestos y que es utilizado para beneficio de quienes detentan el poder real en México. Mentira fueron y lo son los spots del Congreso de la Unión de que cada acuerdo, cada voto, cada ley es en beneficio nuestro. No trabajan para nosotros sino para sus intereses y los de los poderosos que financias sus campañas políticas.

Un comentario en el foro del columnista Enrique Galván Ochoa publicado este domingo 24 de diciembre de 2006 en el diario La Jornada es más que elocuente:

Asunto: los dos PRD

Me interesó y ciertamente me preocupó el tema del impuesto a los refrescos. Un PRD aprobó un gravamen y otro PRD lo rechazó. Diputados los de uno y senadores los del otro. Dos PRD, en suma, y yo, como votante, ya no sé por cuál de los dos voté. Escuché y leí algunos de los argumentos en favor del impuesto. Básicamente se reducen a que como el refresco ha sido un producto generador de males para la salud de los mexicanos, es justo que las empresas refresqueras reduzcan sus utilidades y paguen algo de lo malo que han provocado. Entiendo entonces que el PRD de los diputados lo ve como una cuestión justiciera. Además suponen que no ocurrirá que las empresas del oligopolio refresquero impactarán en el precio el impuesto de 5 por ciento. Simple hipótesis que cuestiona lo que sabemos de cómo funciona la economía de los monopolios, pero en fin. El diputado Luis Sánchez Jiménez, en la página web de la fracción perredista, dice, con datos del INEGI, que la población con menores ingresos (deciles del 1 al 3) consume sólo 16 por ciento de los refrescos en México, y que los deciles del 6 al 10 (los más ricos) consumen 66 por ciento. Eso, afirma, echa por tierra la idea de que los pobres son los que más refrescos consumen. No, señor, son los ricos. Así lo ve el PRD de los diputados. Pero el PRD de los senadores no lo vio así. Y no aceptó el impuesto especial a las empresas de refrescos. Argumentó justo lo inverso: este aumento de costos se trasladará al consumidor. Los diputados sugirieron entonces que los senadores fueran convencidos al estilo "compra-venta". Así, hay dos PRD trabajando en el Poder Legislativo. Unos no parecen saber de economía y otros parecen haber sido comprados, según los primeros. ¿Cuál de los dos va a impulsar la propuesta de ley de precios competitivos?

Jordy Micheli/Distrito Federal


Claro que no se trata sólo del PRD, los demás partidos (PRI,PAN, etc.) no pintan mejor, todo lo contrario. Pero se supone que los perredistas harían su trabajo y garantizarían –al menos- su oposición a la corrupción y acuerdos contrarios al bien de la sociedad.

Dentro del mismo mamotreto llamado Ley de Egresos 2007 se establecen reasignaciones por seis mil millones de pesos para la educación, pero los mismos no fueron negociados por los legisladores, se trató dicen los alegres representantes "populares", de un acuerdo previo entre el gobierno federal y la líder del gremio magisterial Elba Esther Gordillo. ¿No fue suficiente con las carteras otorgadas, ahora hay que pagar en metálico? Recordemos que hace unos días el periódico Reforma publicó sendas notas con fotografías donde se mostraban a dirigentes del SNTE en su crucero por el Caribe con cargo al sindicato, amén de las cuantiosas propiedades de la corrupta "profesora". ¿Cómo es posible que no incrementen los recursos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología y entreguen seis mil millones al transa sindicato de los maestros? La corrupción, cinismo e impunidad continúan con el usurpador que en acaramelados spots desea felices fiestas "donde quiera que se encuentren". Por nuestra parte reciba el chapelén nuestro más decidido repudio a sus medidas dictatoriales y que sus felicitaciones se las meta donde le quepan.

En seguida un análisis tomado de la revista Proceso.

http://www.proceso.com.mx


Operativo en Michoacán, dudas razonables
jorge carrasco araizaga

México, D.F., 22 de diciembre (apro).- Comenzaron las discrepancias oficiales en torno a la Operación Conjunta Michoacán. Las suspicacias que generó la primera acción del gobierno de Felipe Calderón contra el narcotráfico crecieron ante las contradicciones del Ejército al momento de informar de los resultados del operativo.

La noche del pasado jueves 21, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó sobre la detención de 10 personas y la incautación de un considerable arsenal y de marihuana en Aguililla, Michoacán.

Nada extraordinario en el contexto de la información difundida por la Sedena desde que el 11 de diciembre comenzó el operativo en la tierra del presidente.

Pero a la luz de lo reportado previamente por el mando único de la Operación, el general de división Manuel García Ruiz, lo informado por la oficina de Comunicación Social de la Defensa Nacional no sólo contradice al responsable de las acciones en el terreno, sino que introduce la sospecha.

El general García Ruiz, en efecto, había declarado a la prensa por la mañana del jueves que, además de la marihuana y del arsenal, una de las incautaciones más importantes del 2006, había detenido a 12 personas, cuyos nombres entregó a los periodistas.

Inexplicablemente, horas después la Sedena aseguró que eran sólo diez los detenidos. Sin dar ninguna razón de la diferencia, se limitó a enlistar los nombres, el arsenal y la cantidad de estupefaciente asegurada.

La diferencia es más que de una cifra, pues es difícil pensar que el mando único del operativo proporcione de forma deliberada datos equivocados de su trabajo o que la oficina de Comunicación Social del Ejército y la Fuerza Aérea tenga información más precisa.

El general García Ruiz, comandante de la XII Región Militar, con sede en Irapuato, Guanajuato, fue comisionado por el secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, para estar al mando de los casi cinco mil militares, incluidos dos mil 500 marinos.

Desde los primeros días del operativo, en el que participan también las secretarías de la Marina y la de Seguridad Pública, así como la Procuraduría General de la República, el general divisionario García Ruiz empezó a dar cuentas de las detenciones, incautaciones y cumplimiento de varias órdenes de aprehensión en distintas poblaciones michoacanas. Pero pronto comenzó a hacer declaraciones grandilocuentes como aquella en la que decretó la virtual desaparición de Los Zetas, el brazo armado del cartel del Golfo escindido de una unidad de elite del Ejército y responsable de numerosas ejecuciones en distintas partes del país.

Los Zetas, dijo, ya son un mito, pues del grupo original ya no queda ninguno, pues están muertos o encarcelados. También decretó la inexistencia de kaibiles guatemaltecos entre los narcotraficantes mexicanos. Es decir, que ese que fuera también grupo de elite del ejército de Guatemala nada tiene qué ver con los degüellos de operadores del narcotráfico que se empezaron a registrar este año.

Más triunfalista, declaró: "nosotros no vamos a la guerra si no estamos seguros de ganar".
Según el divisionario, quien se reforzó la semana pasada con dos mil 500 militares de Querétaro y Guanajuato, el Ejército Mexicano no habría entrado a combatir el narcotráfico de no haber estado seguro de que derrotaría a los poderosos carteles de la droga en México.

Son ya varias décadas de esa guerra y nadie, muchos menos el general García Ruiz, se puede engañar de que se ha ganado, por más acciones espectaculares como la de Michoacán o la ahora tan recordada Operación Cóndor de 1977, hace tres décadas, en el llamado triángulo dorado que forman los fronteras de Sinaloa, Durango y Chihuahua.

Esa acción tuvo el mismo efecto que ahora se está viendo en Michoacán, los capos de entonces se trasladaron a otro sitio, sobre todo en Jalisco.

Las detenciones que se están practicando en Michoacán son de narcotraficantes pequeños y medianos, un pálido resultado ante la dimensión del problema que viene a mostrar lo obvio, que no basta con la represión y con campañas mediáticas como se estará en mejores condiciones de enfrentar el narcotráfico.

jcarrasco@proceso.com.mx