Lobos con piel de oveja
A unas horas de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) inicie el proceso de calificación de la elección presidencial -con la clara intención de declarar "presidente" electo a Felipe Calderón- se multiplican los llamados a la prudencia y conciliación. Quienes los hacen son los mismos que tensaron el clima político con la descalificación del adversario mediante una guerra sucia en todos los niveles, principalmente los medios de comunicación electrónicos.
No les bastó con el desafuero, la abierta y grosera intervención de las cúpulas empresariales en favor del candidato de la derecha gastando cientos de millones e pesos. Tampoco fue suficiente la campaña de Vicente Fox a toda hora a favor del PAN. Luego de las votaciones han seguido con los spots, que si fueron limpias y claras las elecciones, que si el Trife defiende el voto, que si las instituciones son inmaculadas.
Ahora los lobos con piel de oveja pretenden apagar el enojo y rabia populares con sendos llamados a la paz y reconciliación. Después de que ayer la Coalición Por el Bien de Todos manifestara su unidad y anunciara que la misma sería llevada a la LX Legislatura, la derecha vuelve a intercambiar sus máscaras, primero la de abierta confrontación, ahora la de la mano extendida. Sin embargo, la falta credibilidad en las instituciones -incluidos los partidos políticos- hacen difícil que con la mera intención baste. Serán necesarias pruebas fehacientes de parte del Trife para que esto se pueda dar.
Una muestra de las mentiras, la falta de tacto y el cambio de caretas que acostumbran los miembros del poder la encontramos en la siguiente nota tomada de Proceso.
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Ana Cristina: Frivolidad frente a la irritación
* Sus gustos por la moda, sus fiestas, sus viajes y la asesoría que recibió para vestir mejor, son narradas sin pudor por la hija del presidente Fox, en una entrevista con la revista Caras, donde admite que le molestan las críticas hacia su padre y asegura que la mayoría de las cosas que se dicen de él no son ciertas
México, D.F., 4 de septiembre (apro).- En medio del crispado ambiente postelectoral, Ana Cristina Fox, habla de sus gustos por la moda y las fiestas, de sus viajes, de cómo fue asistida por un diseñador profesional para mejorar su forma de vestir y de la cirugía estética a la que se sometió; de sus amores y de su futuro una vez que abandone la residencia oficial de Los Pinos, el 1 de diciembre próximo.
En una larga entrevista a la revista Caras que edita el grupo Televisa, la hija mayor del presidente Vicente Fox y de Lilian de la Concha revela también que le disgusta de sobremanera que hablen mal de su padre, confiesa que ella ideó el proyecto de la cabaña que ocupa y que un arquitecto diseñador profesional se encargó de ejecutar la obra y acondicionarla; y señala que la mayor parte de las cosas que se publican sobre su familia no son ciertas.
Publicada en la edición de septiembre, que comenzó a circular, Ana Cristina Fox, la más entrevistada y fotografiada de la familia, junto con su madrastra, Marta Sahagún, refiere en la entrevista que cuando pisó por vez primera Los Pinos se deslumbró, pero aclara que su papá siempre le hizo ver que su paso por ahí sería temporal.
Llama “leyendas urbanas” a lo que se dice o se escribe sobre los privilegios y el lujo que la rodea: “No me tratan bien en los antros porque soy hija del presidente, sino porque soy cliente asidua; el otro día fui a un antro nuevo y tuve que esperarme en la cadena.
“Realmente soy normal, pero la gente tiene esas ideas, mal concebidas, o que se les quedaron en la mente de los que estaban acostumbrados a ver, lo que se oía o se escuchaba de otros hijos de presidentes, pero en este caso no fue así.”
Cuenta, incluso, que en su casa de Los Pinos sólo le permiten hacer fiestas el día de su cumpleaños y con pocos invitados. “A mi papá no le gustan los escándalos ni las fiestas grandes ni lo ostentoso.”
Redondea su idea:
“Creo que cuando ves a alguien sudar como vi a mi papá luchar en su carrera política, partirse el lomo, desvelarse, pasar por situaciones políticas difíciles, entonces creas conciencia de que una estupidez tuya no merece la pena como para destruir lo que le ha costado tanto trabajo; son demasiados sacrificios como para estar haciendo escándalos o provocando que la gente hable mal de mí y, por consiguiente, de mi papá.”
Después de casi seis años con los reflectores encima, Ana Cristina dice que ya está curtida en esos menesteres. Afirma que en ese juego de la imagen pública hay que conocer las reglas. Aunque pondera:
“La gente siempre va a hablar y va a decir cosas, va a emitir opiniones; entonces, uno tiene que estar preparada para eso, porque definitivamente la mayor parte de las cosas que se dicen no son verdad. Conmigo se meten en que si la ropa, que si… en cosas superficiales, afortunadamente no he tenido escándalos.”
Ana Cristina habla luego de su papá. Confiesa que no soporta que lo critiquen. “Es difícil ver cómo, por intereses políticos, muchas veces no se llegan a concretar los planes que él tiene. O cuando la gente lo critica porque se esperaba más de él.”
Según la joven, Fox remó a contracorriente: “No la ha tenido fácil, tenía el Congreso en contra.”
Como hija del presidente de la República, Ana Cristina menciona que se ha visto sujeta a múltiples presiones: “A veces la gente cree que puedes resolver problemas o que tienes algún tipo de obligación cuando realmente ni yo ni mis hermanos la tenemos. El presidente es mi papá, no nosotros.”
En otra parte de la entrevista que le hizo el reportero Luis Díaz, la primogénita de Vicente Fox confiesa que tuvo que ser asistida por profesionales para armar su guardarropa y que se operó la nariz al comienzo del sexenio.
También niega que haya querido asumir funciones como “primera dama” (sic) antes de que su padre se casara con Marta Sahagún. “No fui ‘primera dama’ ni nada por el estilo. Sí me enfoqué a ayudar a ciertas instituciones, pero nunca estuve al frente del DIF ni fui presidenta honoraria o algo así. Realmente lo que estuve haciendo fue ayudar a las personas que me lo pidieron.”
Afirma que tampoco se alejó cuando apareció su madrastra, con quien, asegura que se lleva muy bien, que convive con ella siempre que salen de viaje con su padre.
Lo que más disfrutó en el sexenio, dice, fueron los viajes. Sobre todo, conocer a personalidades de la talla de Fidel Castro y la princesa Rania de Jordania. Indica que ambos personajes fueron los que más la impresionaron.
Directora de Relaciones Públicas de la cadena de hoteles Camino Real, propiedad Olegario Vázquez Raña, el empresario consentido de la administración Fox, Ana Cristina también tiene bien claro lo que hará una vez que deje Los Pinos:
“Quiero lo que quiere toda mujer: Algún día –no sé cuándo—casarme, tener hijos…”
Además, anticipa que se quedará a vivir en el Distrito Federal, en un departamento ubicado en la colonia Polanco y seguirá trabajando en lo suyo, las relaciones públicas.
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