De gran ignorante a gran estadista*
Tomados de La Jornada, El Fisgón, Hernández y Rocha y El Universal, Helioflores.
Jesusa Cervantes
Un día después, en parte de la prensa mexicana Peña Nieto
apareció como estadista, como el hombre que en tan sólo unas horas logró
apaciguar la furia del gobierno francés por el trato jurídico que se le ha dado
al caso de su ciudadana Florence Cassez.
En el resolutivo del Instituto Federal Electoral (IFE) se
argumenta que las frases utilizadas por la izquierda en el spot “miles de
pruebas” no pueden estar amparadas en el derecho a la libertad de expresión.
Quizá habría que explicarles a los consejeros electorales
que fue “el derecho a la verdad” a lo que recurrió la izquierda, pues en el
spot se daba cuenta de testimonios vertidos por gente a la que el PRI pidió su
voto a cambio de “tarjetas Soriana”. La operación fue de tal burla hacia la
ciudadanía que al día siguiente de las elecciones, el 2 de julio, hubo
manifestaciones de gente a la que los priistas no había cumplido, pues las
“tarjetas Soriana” no tenían el dinero prometido o era, con mucho, menor al ofrecido.
Cuando aún no terminan las “investigaciones” de la autoridad
electoral a las denuncias por la compra y coacción del voto; cuando aún no se
indaga sobre las ganancias “atípicas” de dos mil millones de pesos que Soriana
obtuvo entre los meses de abril a junio (tiempo de la campaña electoral), el
Tribunal Electoral le ordena al IFE que multe al PRD y al PT por haber
“difamado” a Soriana abusando de la libertad de expresión.
Toda la fuerza de la ley para multar a quien se atrevió a
cuestionar a los aliados de Peña Nieto; así como toda la fuerza de la ley para
los jóvenes en Michoacán que “violan” los derechos de los particulares.
A los priistas les sobra espacio para sostener que no son
autoritarios ni represores, sino que, por el contrario, sólo buscan el
restablecimiento de la normalidad y para ello recurren a la ley, porque son
respetuosos de la ley.
En realidad, los priistas no son respetuosos de la ley, sólo
la usan dependiendo de sus intereses; así lo demostraron en la campaña
presidencial, así en el actuar abusivo de gobernadores y como muestra ahí esta
el exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, quien endeudó al estado
torciendo la ley, usando documentos apócrifos. Este caso parece haberse
olvidado, incluso nadie pregunta en qué se uso ese dinero ni se verifican las
supuestas obras. Lo que sí ha habido es recorte de la burocracia estatal para
“obtener ahorros”.
En el caso del tema electoral parece que la ciudadanía ya
olvidó el insulto, la burla, el cinismo, la violación a la ley, el traficó de
la pobreza, y todas las mañas a las que recurrió el PRI para que hoy, Enrique
Peña Nieto ande en Europa, en Sudamérica, y ofrezca resolver crisis económicas
ajenas.
El gran “ignorante” de la Feria Internacional del Libro de
noviembre de 2011 es hoy, el gran estadista.
A quién le importa si Peña Nieto transgredió la ley y
recibió el beneplácito de las autoridades electorales, a quién le importa,
pues, si el IFE realmente está investigando el caso Soriana, a quién le
importan las más de 20 empresas utilizadas para triangular recursos; quién se
ocupa hoy de la historia negra que hay detrás de cada uno de los integrantes
del equipo de trabajo de Peña Nieto. Parece ser que nadie.
Si al PRD y al PT se le multa hoy con 1.5 millones de pesos
por actuar con forme al derecho a la verdad y Peña Nieto sabe hasta cómo
resolver la crisis económica de los españoles, el día de mañana sus hombres
pasarán de ser simples asesores financieros de gobernadores a grandes
operadores políticos de la Presidencia, como por ejemplo Luis Videgaray o
Miguel Ángel Osorio Chong que, de ser la pieza clave de Elba Esther Gordillo en
el peñismo, será convertido en el gran policía que el país requiere para meter
en cintura a capos de la droga.
Cuando uno hojea los periódicos puede leer claramente que el
PRI le apuesta al olvido de la ciudadanía, que aplaude el silencio de su
principal crítico: Andrés Manuel López Obrador, pero mantiene su objetivo
anularlo; que busca acabar con legisladores que se dicen de izquierda ya sea
ofreciéndoles presidencias de comisiones o secretarias de estas. Pero sí aun
con esto quedan algunos críticos de Peña Nieto y su PRI, tiene el último y
mejor recurso que conocen: ofrecer puestos de asesores.
Así, eliminados los críticos de Peña Nieta y descartada
cualquier indagatoria seria en el IFE, el SAT, la PGR u otras autoridades, Peña
Nieto se prepara para ser entronizado y pasar de ignorante de la Feria
Internacional del Libro 2011 al estadista del próximo sexenio. Vaya días
aciagos que seguirá viviendo México.
Txt @jesusaproceso
Comentarios mjcervantes@proceso.com.mx
*Tomado de la revista Proceso.
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