¿Dónde está el muerto?
Tomados de La Jornada, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Helioflores.
José Gil Olmos
MÉXICO, D.F. (apro).- Dicen que estaba viendo un partido de
béisbol cuando lo sorprendieron. Dicen que andaba solo y que trató de huir pero
en la refriega con marinos resultó muerto. Dicen que le tomaron huellas,
muestras de sangre para el ADN y fotos para identificarlo. Dicen que era el
líder de Los Zetas y que lo dejaron en una funeraria. Dicen que el cuerpo fue
rescatado por un grupo armado que se lo llevó. Ahora El Lazca es el muerto más
buscado del país.
La Secretaría de Marina ha inaugurado un nuevo género de
información oficial a partir de la supuesta muerte de Heriberto Lazcano
Lazcano, en el que la veracidad y la credulidad están en juego.
El pasado lunes en la noche sacó el boletín número 196/12 en
el cual señaló: “El día de ayer, durante una agresión con granadas y armas de
fuego contra personal naval, fueron abatidos dos presuntos delincuentes.
Posteriormente, se supo que existen fuertes indicios de que uno de ellos
corresponde al cuerpo de Heriberto Lazcano Lazcano (a) ‘El Lazca’, líder principal
de la Organización Delictiva de Los Zetas.”
La frase “se supo que existen fuertes indicios” no puede ser
más que elocuente de las dudas que desde el principio existen sobre la muerte
del famoso narcotraficante, principalmente porque ahora resulta que su cuerpo
está ausente.
Esta frase quedará para la posteridad tanto en las oficinas
de prensa oficial como en los medios, porque antes de difundirse seguramente el
comunicado de la Marina pasó por la oficina de prensa de la Presidencia de la
República y luego se difundió llevando consigo uno de los errores que en el
periodismo se aprende a evitar, suponer cosas y darlas como un hecho.
Según la información oficial el domingo recibieron llamadas
anónimas sobre la presencia de personas armadas “integrantes del crimen
organizado” en el poblado de Progreso, Coahuila.
A plena luz del día acudieron los marinos para verificar la
información y se toparon con un grupo que los agredió con granadas “desde un
vehículo en movimiento, razón por la cual se procedió a repeler la agresión,
habiendo resultado herido por proyectil de arma de fuego un elemento de esta
institución, con heridas que no ponen en riesgo su vida”.
Indica el parte informativo que durante el enfrentamiento,
“dos presuntos delincuentes fueron abatidos”, asegurándose además dos armas
largas, un tubo lanzagranadas, con 12 granadas útiles, además de un tubo
lanzacohetes con dos cohetes, cargadores y cartuchos para arma de fuego
diversos.
Los cuerpos de los dos “delincuentes abatidos” y el material
asegurado fueron puestos a disposición de las autoridades locales
correspondientes, informa el boletín que se difundió la noche del lunes.
Lo que ya no informa es dónde está el cuerpo de El Lazca.
Supuestamente se lo llevó un grupo de hombres armados de la funeraria García en
el pueblo de Sabinas, Coahuila.
Hoy el líder fundador de Los Zetas es el muerto más buscado
en el país y a partir de la desaparición de su presunto cuerpo –¿o cómo
llamarle a un cuerpo que desapareció y que dicen que era El Lazca?– comenzarán
a crearse los mitos de qué fue lo que pasó realmente con este personaje de 37
años, uno de los más buscados por el gobierno de México y de Estados Unidos.
Ante la versión increíble de la Marina de haber perdido el
cuerpo inerte de El Lazca surgirán especulaciones de si realmente fue abatido
al ser descubierto disfrutando de un juego de béisbol, sin más escoltas que
otro hombre armado.
Seguramente habrá versiones de que nada de esta historia es
real, pues no es creíble que El Lazca estuviera solo con uno de sus hombres, a
pesar de que, según algunas versiones, muchas veces pasó desapercibido viajando
en autobús con una mochila al hombro.
Tampoco se puede creer que la Marina lo haya dejado en ese
pueblo coahuilense, sin resguardo. Y si lo hicieron así, tendrá que haber un
castigo ejemplar contra los responsables de este error.
La desconfianza que hay en todas las instituciones del
gobierno va a crear múltiples historias, entre ellas que pudo haber pactado con
el gobierno saliente de Felipe Calderón y con el entrante de Enrique Peña
Nieto, y que a cambio de su libertad e impunidad el líder de Los Zetas se
comprometió a dejar de actuar sin el sello de violencia que lo ha
caracterizado.
Habrá sospechas sobre todo el operativo, incluyendo el de
identificación, realizado a destiempo, pues las huellas y muestras de sangre
seguramente ya se tenían en los archivos de la Secretaría de la Defensa
Nacional, a la cual El Lazca sirvió varios años como soldado.
Al menos desde mediados del 2011 El Lazca ya era objeto de
especulaciones. Univisión presentó entonces un reportaje basado en testimonios
de dos presuntos colaboradores de la DEA de origen cubano que aseguran que el 4
de julio El Lazca fue entregado en aguas internacionales al gobierno de Estados
Unidos y que desde entonces está colaborando para detener a otros de sus
compinches.
Con el paso de los días, otras historias irán surgiendo.
Habrá corridos, cuentos y crónicas que narren otra versión. Y seguramente El
Lazca se transformará en un mito porque, aun muerto, el líder de Los Zetas se
le escapó al gobierno de Felipe Calderón.
*Tomado de la revista Proceso.
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