El fraude de la superación personal*
Tomados de La Jornada, Helguera y El Fisgón y El Universal, Helioflores y Naranjo.
Juan Pablo Proal
La clave de felicidad es muy simple y se consigue en tres
pasos. El primero es convertirte en millonario; el segundo, dejar de enterarse
de las noticias, y el tercero, practicar la poligamia.
México no es un país de lectores. Los pocos que compran un
libro, en su mayoría, buscan recetas inmediatas para dejar de tener problemas
con un tronar de dedos. Nada de esto tendría un inconveniente mayor, de no ser
por el tipo de consejos de estas obras y los intereses que esconden sus
autores.
Apaga la televisión,
apaga el radio.
Sandy Forster. “Cómo ser muy muy rico”.
Las parejas que se aman deberían tener de vez en cuando
alguna aventura amorosa. Esas aventuras renovarán su relación, la refrescarán.
Osho. “Aprender a amar”.
El empleo científico del pensamiento consiste en formarse
una imagen clara y distinguible de lo que quiere; en abrazar rápidamente el
propósito de obtenerlo y en darse cuenta con fe agradecida de que sí lo
obtendrá.
Wallace D. Wattles. “La ciencia de hacerse rico”.
Ronald
Hubbard. Osho. Sai Baba. Ellos
tienen mucho en común: además de ser autores de best sellers, han sido acusados
de utilizar sus obras para crear negocios directamente vinculados con la
operación de sectas.
Platiqué con dos libreros con años de experiencia en el
mercado para saber cómo es el comportamiento de la cultura de la “superación
personal”. A su criterio, hay dos tipos de lectores: las personas muy ricas o
las muy pobres. En ambos casos, ninguno compra obras de ensayo, poesía,
filosofía o literatura de calidad.
“Los libros que más se venden son recomendados en la
televisión (…) Por cada diez libros, que se venden, seis son de autoayuda (…)
El lugar más pequeño de la librería era el dedicado a la poesía, casi no se vende”:
Daniel Hernández, extrabajador de Gandhi.
“Estos libros se aprovechan de los problemas de la gente
necesitada. Se venden muchos y a
diario”: Federico Flores, librero desde 2007 con experiencia en Gandhi,
Profética y librerías independientes.
De acuerdo con las estadísticas más actuales de la OCDE, los
mexicanos leemos un promedio de 2.8 libros al año, lo que sitúa al país en el
número 107 de una lista de 108 naciones. Entre los libros con más demanda de
este mes en la lista de Sanborns, una de las compañías que más obras coloca en
el mercado, se encuentran: El ABC para rejuvenecer, Me vale madres, Por el
placer de vivir, El secreto de Adán, Tú puedes sanar tu vida, Actúa como dama
pero piensa como hombre…
La inmensa mayoría de las librerías del país vende los
libros de autores acusados de delitos sexuales y negocios ilícitos, entre ellos
Osho, Sai Baba y Ronald Hubbard, fundador de la “Cienciología”. Están
catalogados como obras de “desarrollo humano”, pero en realidad son las puertas
de entrada a grupos sectarios.
Los grandes monopolios de los medios de comunicación también
promueven a sus estrellas como autores de libros. El problema es que tocan
temas básicos en la educación del país, entre ellos la sexualidad (Quiúbole
con… de Yordi Rosado y Gaby Vargas).
Muchos de estos autores ofrecen consejos exprés para
cualquier problema de la vida: dinero, amor, sexualidad, crecimiento
profesional y curar enfermedades. Sólo que para el grueso de ellos, no es más que
una forma de ganarse la vida: vender libros, impartir conferencias, fundar
sectas… En tanto, los lectores de este género, generalmente con poco criterio
para identificar a un charlatán, añaden a su vida rutinas que pueden resultar
peligrosas y poco sanas.
En contraste, las obras literarias de mayor calidad se
venden a cuentagotas. Los novelistas, filósofos, historiadores, académicos y
poetas del país permanecen, casi por regla general, en el anonimato. La mayoría
sufre años de espera para publicar una obra, pues ante la poca demanda, las
editoriales limitan su impresión. En cambio, las estrellas de Televisa, los
cantantes pop y comediantes misóginos son las figuras públicas con más
influencia entre los mexicanos. Basta echar un vistazo a la lista de los diez
usuarios de la red social Twitter con más seguidores en el país: Anahí, Paulina
Rubio, Thalia, Chespirito, Dulce María, Julieta Venegas, Polo Polo, Yordi
Rosado, Omar Chaparro y Gloria Trevi (twitter-mexico.com/ranking).
La cultura de los librosrecetasexprésdefelicidad incluso
llegó a la campaña presidencial. Uno de los candidatos, Josefina Vázquez Mota,
se hizo popular gracias a la escritura de libros de superación personal (Dios
mío hazme viuda por favor) y otro de ellos, Enrique Peña Nieto, ni siquiera
atinó a precisar los nombres de tres libros y sus respectivos autores cuando un
periodista le preguntó por sus lecturas predilectas.
Las políticas de promoción de cultura fracasaron. Las
librerías pequeñas desaparecen, los grandes monopolios comienzan a dominar el
sector y los escritores serios tienen poca influencia social. Por ende, los
ciudadanos son menos críticos, con poca comprensión de los fenómenos políticos
que les afectan y con escasa conciencia de la situación social del país en que
viven. Si a eso le sumamos que los libros más vendidos contribuyen a mantener
en la ignorancia a los ciudadanos, conformamos una fórmula química cuya suma no
abona a que México salga del infierno en que se ha convertido.
Salvo contadas excepciones, los libros del catálogo
“superación humana” no son simples frivolidades para no tomar en serio, se
trata de fraudes millonarios que timan a la población más desprotegida.
Contacto: www.juanpabloproal.com
Twitter: @juanpabloproal
*Tomado de la revista Proceso.
1 Comments:
Hola, muy interesante y atinado.. ya has expuesto la problemática, ahora en tu opinión, ¿cual seria una solución?
saludos
By iortas, at 9:48 a.m.
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