Oponerse al PRI puede significar la muerte*
Tomados de La Jornada, Helguera y El Fisgón.
Juan Pablo Proal
No hay cosa tan cruel como el miedo, cuando tiene el miedo
las armas en la mano:
Rafael Barreto.
“Fíjate con quien te metes si no quieres terminar así, perro
pendejo”. Clemente Castañeda, coordinador de campaña de Ismael del Toro,
candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Tlajomulco de Zúñiga,
encontró este mensaje afuera de su casa, al lado de una cabeza de perro.
En este proceso electoral, oponerse al PRI conlleva riesgos:
Simpatizantes de candidato del PRI asesinan a panista en
Chiapas: Proceso, 11 de junio.
Porros de Peña Nieto amenazan, roban y agreden al #YoSoy132
en Coatzacoalcos: Diario Presencia, 17 de junio.
Asesinan a líder de Morena en Michoacán: Proceso, 17 de
mayo.
Hidalgo: amenazan de muerte a candidato de PRD-PT-MC: La
Jornada, 26 de mayo.
Amenazan de muerte al candidato del PSD: El Sol de Morelos,
15 de junio.
Asesinan en San Luis Potosí a aspirante del PRD: Excélsior,
11 de marzo.
Autoridades de Tlalnepantla detienen y golpean a integrantes
de #YoSoy132: Proceso, 15 de junio.
Amenazan de muerte a la periodista Katia D’Artigues por
criticar a Peña Nieto: Emeequis, 9 de junio.
Los presentadores de noticias afines al PRI dedican gran
parte de sus programas a advertir de la hipotética amenaza de un estallido de
violencia en caso de que Andrés Manuel López Obrador no reconociera su eventual
derrota ante Peña Nieto el próximo primero de julio, pero rara vez los
escuchamos hablar de esta estrategia de intimidación contra los opositores al
Revolucionario Institucional.
En este proceso electoral nos hemos enterado con frecuencia,
sobretodo en provincia, de un candidato asesinado, principalmente del PAN o del
Movimiento Progresista. En la mayoría de las notas se menciona como sospechoso
a algún militante activo del PRI. Se ha vuelto cotidiano leer sobre aspirantes
amenazados, golpeados o que súbitamente suspenden sus giras proselitistas ante
intimidaciones.
Los integrantes del movimiento estudiantil #Yosoy132,
declarado abiertamente opuesto a Peña Nieto, han sido perseguidos y calumniados
como si fuesen los peores traidores de la patria. Paradójicamente, este grupo
nació como una protesta ante las acusaciones del presidente del PRI, Pedro
Joaquín Coldwell, quien los tildó de “porros” y pidió un castigo en su contra
por protestar contra el candidato presidencial del tricolor.
Los jóvenes del #132 han recibido llamadas telefónicas a su
casa, con voces cobardes que les recuerdan los datos personales de sus
familiares. Los militantes de este movimiento en el extranjero fueron
amenazados con que la Secretaría de Relaciones Exteriores no les renovaría su
pasaporte en caso de continuar sus críticas a Peña Nieto. Los han detenido y
golpeado. Los han acusado de ser financiados por el PRD y les han robado sus
datos personales.
Jóvenes de #YoSoy132 denuncian amenazas ante Derechos
Humanos: CNN, 12 de junio.
Partido Verde amenaza de muerte a jóvenes que asistan a
marchas anti-Peña: Revista Emet, 8 de junio.
Amenazan con ‘tronar’a alumnos antipeñistas en el Tec de
Acuña: Vanguardia, 10 de junio.
Amenazan de muerte a estudiantes que integran marchas a
favor de #Yosoy132 de Zacatecas: Notientelevisión, 5 de junio.
Con un alud de grosera mercadotecnia, el PRI ha pretendido
imponer la idea al electorado de que ya cambió, que “es nuevo”. Una “nueva
generación de priistas”, la llamó el expresidente Vicente Fox en su afán de
convencernos de votar por Peña Nieto. Nada más alejado de la realidad. De
acuerdo con un reporte de la organización Artículo 19, en los estados
gobernados por el PRI han sido asesinados 51 periodistas, el equivalente del 70
por ciento de homicidios contra reporteros.
Ningún nuevo PRI. Es el mismo que mató a mansalva a
estudiantes en 1968 y 1971 por oponerse a su régimen; el mismo que desapareció
militantes de izquierda y derecha durante su periodo al frente del país; el
mismo acusado por el PRD de asesinar a 500 de sus simpatizantes en 1988; el
mismo que dejó la sospecha colectiva de acabar con su candidato presidencial en
1994; el mismo que ahora tiene como operador de sus redes sociales a Enrique
Aquino, un mercenario cazador de opositores.
Si el Revolucionario Institucional se comporta así en tiempo
electoral, cuando los candidatos muestran su cara más amable, no quiero pensar
qué ocurrirá si ganan los próximos comicios. Aún tenemos el primero de julio
para evitarlo.
Contacto: www.juanpabloproal.com
Twitter: @juanpabloproal
*Tomado de la revista Proceso.
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