Funcionario y cabildero mayor*
Tomados de La Jornada, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Helioflires.
ESTEBAN DAVID RODRíGUEZ
De él puede decirse que es un virtuoso en la política, la economía, el servicio público… y el cabildeo. Durante lustros, Jesús Reyes Heroles González Garza, director general de Pemex, se ha dado tiempo –y mañas– para alternar la función pública con negocios altamente lucrativos, de manera particular mediante el conglomerado de empresas StructurA, fundado a mediados del sexenio foxista. Su especialidad: promover, defender e incrustar intereses privados en el ámbito de las políticas públicas. El investigador y periodista Esteban David Rodríguez, autor de Los dueños del Congreso, revela en este trabajo –parte de un libro de próxima publicación–, el modus operandi de este conjunto de empresas, que no sólo tiene entre sus principales clientes a dependencias públicas, sino que también ha reclutado a exfuncionarios de los últimos cinco sexenios, incluido el de Felipe Calderón.
En los años del foxismo, Jesús Reyes Heroles González Garza, hoy director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), articuló StructurA, un conglomerado de empresas que se especializa en promover, defender e instalar intereses privados en las políticas públicas dentro y fuera del país.
El modus operandi de esta compañía cabildera es muy peculiar: en su cartera de clientes tiene a numerosas entidades del gobierno federal, y en los últimos años incrustó a varios de sus ejecutivos en el equipo directivo de Pemex. También ha reclutado a excolaboradores del calderonismo que en su momento ocuparon puestos estratégicos en la administración pública.
Entre estos nuevos ejecutivos de StructurA destaca Armando Salinas Torre, quien ingresó al directorio de la empresa en marzo de 2008, dos meses después de dejar la Subsecretaría de Enlace Legislativo en la Secretaría de Gobernación. Desde ese cargo público, él trabajó en estrecha colaboración con el actual director general de Pemex para promover en el Congreso la iniciativa presidencial de reforma energética.
Otros socios del conglomerado son Ángel González Rul Alvídrez, quien fungió como director de Puertos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en los dos sexenios panistas; Nicolás Licona Spíndola, titular de Enlace Legislativo de la Secretaría de Salud hasta 2008, y Manuel Álvarez, quien se desempeñó como director de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) durante los dos primeros años del calderonismo.
Los exfuncionarios calderonistas se sumaron a la plantilla de StructurA, donde interactúan con antiguos colaboradores de los expresidentes Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Juntos, todos ellos representan, de manera simultánea, a entidades del gobierno federal y a poderosos emporios trasnacionales.
Relaciones constructivas
La presente investigación periodística en torno al conglomerado que ha venido articulando Reyes Heroles –hijo de quien, como priista eminente, también fue director de Pemex– fue iniciada hace dos años, período durante el cual el autor dio seguimiento a la página electrónica de StructurA (www.structura.com.mx), consultó a exfuncionarios de dependencias como la Secretaría de Hacienda, revisó los directorios de los clientes de la empresa y consultó la cuenta pública de la Cámara de Diputados.
El autor de este trabajo también se apoyó en páginas electrónicas gubernamentales para conocer las aplicaciones, adquisiciones y compras para conocer la evolución de esta próspera empresa fundada por Reyes Heroles.
Hasta noviembre de 2006, según su página electrónica, StructurA se componía de “cinco empresas de servicios profesionales con personalidad propia y capacidades complementarias”: GEA, GAE, MBD, MxV y PROA. Reyes Heroles tuteló el conglomerado durante gran parte del sexenio foxista.
En el Grupo de Economistas Asociados (GEA), fundado en 1990 y especializado en el “análisis de políticas públicas, desregulación y privatización”, el director era Mariano Ruiz Funes Macedo.
En la década de los ochenta, Funes fue director de Organización Somex; después trabajó en Hacienda. Entre 1982 y 1983 vivió tanto la estatización como parte de la reprivatización de la banca. Después se separó de la función pública pero volvió 20 años después, cuando Calderón llegó al poder.
El Grupo de Asesoría Estratégica (GAE), constituido en 1998 y especializado en “relaciones gubernamentales y desarrollo de instrumentos jurídicos, legislativos y normativos”, tenía como director a finales de 2006 a Roberto Ortega Lomelín, militante priista desde 1971.
En 1995, ya en la administración de Ernesto Zedillo, cuando su socio Reyes Heroles fue nombrado secretario de Energía, Ortega Lomelín pasó a ser oficial mayor de esa dependencia. Al terminar su gestión, se fue a encabezar GAE.
Por lo que atañe a MBD Desarrollo de Negocios, esta empresa se fundó en 2001. Entre sus ofertas destacan las soluciones integrales para el establecimiento de negocios, así como due diligence industrial, financiero, legislativo, ambiental laboral. Su director hasta el 30 de noviembre de 2006 fue Reyes Heroles, quien dos días después ocupó la dirección general de Pemex. Tiempo antes, en 1997, cuando dejó la Secretaría de Energía (Sener), Reyes Heroles se fue a la legación del gobierno mexicano en Washington; al terminar esa encomienda diplomática regresó directamente a su empresa cabildera.
El escándalo chino
Reyes Heroles ingresó a la administración pública en la década de los setenta como asistente de Miguel Mancera Aguayo en el Banco de México (Banxico). Entre 1983 y 1988 ocupó la dirección general de Planeación Hacendaria en la SHCP.
Al término del sexenio de De la Madrid, Fernando Solana –ahora también cabildero– fue nombrado canciller por Salinas de Gortari y se llevó a Reyes Heroles a Tlatelolco como coordinador de asesores.
Con Zedillo, Reyes Heroles dirigió Banobras, fue secretario de Energía y embajador en Estados Unidos. En 2001 volvió a México y, por primera ocasión en 26 años, quedó fuera de la administración pública federal. Su amigo Roberto Ortega Lomelín, quien estaba al frente del GAE, lo invitó a la cabildera.
Desde ahí, Reyes Heroles impulsó una alianza de MBD con sus amigos de Cassidy & Associates, “líder en relaciones gubernamentales” y cuya sede se encuentra en la capital de Estados Unidos. En 2002 esta empresa se vio envuelta en un escándalo de corrupción que involucró a las altas esferas del poder de Washington y del gobierno de Taipei.
En la primavera de ese año, el diario China Times, de Hong Kong, y la revista Next, de Taiwán, informaron sobre la serie de acciones ilícitas de Lee Teng-hui durante su gestión como presidente de la República de China entre 1988 y 2000.
Según la información publicada, durante su administración Teng-hui creó un fondo secreto de recursos públicos destinado a financiar actividades de espionaje y cabildeo. Los fondos sucios habían servido para remunerar a cabilderos estadunidenses de Cassidy & Associates como Carl Ford Jr. y James Nelly.
Ford Jr. y Kelly se incorporaron más tarde a la administración de George W. Bush; el primero como secretario de Estado asistente para Inteligencia e Investigación; el segundo como secretario de Estado asistente para Asuntos del Este de Asia y el Pacífico.
Ford Jr. había sido cabildero de Cassidy & Associates, y al parecer siguió trabajando para la empresa después de su nombramiento en el gobierno de Bush. Tanto él como la cabildera habían sido gratificados con recursos del fondo sucio bajo el rubro de “servicios de inteligencia” prestados al gobierno de Teng-hui.
Kelly, por su parte, había recibido las retribuciones económicas siendo miembro de The Pacific Forum, reputada institución académica de Honolulu, rama del Center Strategic International Studies (CSIS) de Georgetown, organismo asesor del Departamento de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Ese antecedente no impidió que Reyes Heroles continuara impulsando la sociedad MBD-Cassidy & Associates, pues para él constituía el primer paso para la expansión de sus proyectos internacionales. Ese mismo año, 2002, Reyes Heroles incluso animó a su antiguo colaborador Raúl Livas Elizondo para que se incorporara a su negocio.
Así se fundó MxV México Capital Ventures que se especializa en “ingeniería financiera, tecnología, energía, servicios financieros y sector público”. Livas Elizondo, quien había sido asesor de Zedillo durante su campaña en 1994 y uno de los muchachos consentidos de Pedro Aspe Armella en aquella época, quedó como director de la nueva empresa.
Los operadores nacionales
Al amparo de Reyes Heroles y posteriormente de Luis Téllez, Livas pasó por Banobras, la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos, donde fue director de Pemex Petroquímica (1997-98); coordinador general de la Unidad de Planeación Corporativa (1998-99), y director corporativo de Operaciones (1999-2000).
Tras el arribo del PAN al poder, Livas volvió a los negocios por un tiempo. Fue director de Análisis y Estrategia de Inversión de la Casa de Bolsa Vector, que dirigía su antiguo protector, Pedro Aspe, desde 1996. Vector formaba parte del Grupo Pulsar Internacional –Cigarrera La Moderna (Savia), Seguros Comercial América, Empaques Ponderosa, Aluprint–, fundado en 1981 por Alfonso Romo Garza.
Sin embargo, en 2001, Aspe rompió su sociedad con Romo, por lo que sus amigos salieron de Vector. Y mientras el exsecretario de Hacienda se fue a Volaris, la única opción que tuvo Livas fue la que le ofreció Reyes Heroles: la dirección de MxV.
A finales de 2002, cuando Reyes Heroles ya fungía de facto como líder del grupo de las empresas cabilderas, nació PROA Mensaje y Comunicación, dedicada “a diseñar estrategias efectivas de comunicación y relaciones públicas”. En la dirección quedó Marco Provencio, director de Comunicación Social y vocero de la Presidencia de la República en la administración de Zedillo. Al igual que Livas, Provencio era del equipo de Aspe en Hacienda.
Ese mismo año, StructurA reclutó a los exfuncionarios foxistas Alejandro Hope (GEA), quien fue asesor del comisionado para Seguridad Nacional en la presidencia de Fox, Adolfo Aguilar Zinser, así como coordinador de asesores de Reyes Heroles en Banobras y en la Sener, y Alejandro Ferro Negrete, excoordinador general Jurídico de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que se colocó en GAE.
La cabildera también contrató a Armando Salinas Torre, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos en la gestión de Santiago Creel, y subsecretario de Enlace Legislativo de Gobernación con Juan Camilo Mouriño.
Otros ejecutivos recientemente reclutados por StructurA son Ángel González Rul Alvídrez, director general de Puertos (SCT) desde 2003 y hasta las primeras semanas de 2008, ahora socio de GEA; Nicolás Licona Spíndola, exsecretario de Salud del gobierno priista de Hidalgo y titular de Enlace Legislativo de la Secretaría de Salud en el gobierno de Calderón hasta 2007, cuando se volvió cabildero y socio de GAE.
A la consultora PROA llegó como director asociado Manuel Álvarez, director jurídico de la Unidad de Inversiones de Hacienda, tanto en la era de Gil Díaz como en el primer año de Agustín Carstens. Como gerente de cuenta está Rafael Rendón, exdirector de Información de la Presidencia de la República, exsubdirector de Información de la SHCP, y exasesor en comunicación del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
*Tomado de la revista Proceso.
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Servicios mutuos*
ESTEBAN DAVID RODRíGUEZ
Meses antes de fusionar su equipo de cabilderos con el equipo de transición de Felipe Calderón, en el otoño de 2006, el entonces presidente y director ejecutivo de StructurA, Jesús Reyes Heroles González Garza, representaba en oscuros negocios a empresas relacionadas con Petróleos Mexicanos (Pemex), la paraestatal que muy pronto dirigiría.
A comienzos del foxismo, Felipe Calderón condenaba “la brutal presión” que ejercían cabilderos para “obtener subsidios oficiales”. Sin embargo, cuando fue secretario de Energía contrató a los “expertos en privatizaciones” de StructurA y lo siguió haciendo como presidente electo e incluso como presidente constitucional.
Además de su nutrida clientela de la iniciativa privada, en la actualidad StructurA brinda servicios a la Presidencia de la República, por lo menos a nueve secretarías de Estado, a numerosos organismos desconcentrados y a gobiernos estatales. ISA, su socia, cubre un espectro similar. Entre ambas venden servicios a 11 secretarías de Estado, a un tercio de los gobiernos estatales y a una decena de organismos descentralizados. Es, sin lugar a dudas, todo un éxito.
Expertos privatizadores
Antes de la llegada de Reyes Heroles a la cabildera, ésta tenía pocos contratos con el gobierno. Al inicio de la era Fox, por ejemplo, GEA trabajaba para el entonces director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y hoy procurador general de la República, Eduardo Medina Mora. Reyes Heroles y su equipo tomaron medidas para ganar la confianza oficial: StructurA empató su discurso con las inclinaciones del gobierno, sintonizado a su vez con los intereses de algunos de sus clientes potenciales.
A principios de 2002, Jonathan Heath –entonces ejecutivo de la cabildera y ahora economista en jefe de HSBC– y Ernesto Cervera (GEA) plantearon la urgente necesidad de abrir Pemex a la inversión privada porque la paraestatal no tenía “ni el efectivo ni la tecnología para desarrollar nuevos yacimientos” (El Universal, 01-02-02).
Al inicio de 2003, en referencia a los servicios de StructurA para el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Intelite, empresa especializada en procesamiento de información y servicios, anunció: “Entre septiembre y diciembre de 2002 el grupo desarrolló el que bien podría ser considerado su primer proyecto conjunto: una propuesta de relanzamiento de la iniciativa oficial para reformar la legislación en materia eléctrica”.
Ese fue un año excelente para StructurA. La Presidencia de la República le encargó dos proyectos y Carlos Abascal, entonces secretario del Trabajo, le solicitó la realización de tres trabajos.
Para 2004, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), por medio de la Dirección General de Puertos, a cargo de Ángel González Rul, ahora socio de StructurA, pidió a la empresa la elaboración de un “Programa de Gran Visión para el Desarrollo Litoral 2007-2030”.
En 2005, Transportación Marítima Mexicana (TMM), consorcio cuestionado por sus relaciones con el gobierno de Vicente Fox, y en especial con la administración de Luis Ramírez Corzo en Pemex (El Universal, 30-10-07), contrató a StructurA para que renegociara ante la SHCP un certificado de IVA por más de 2 mil millones de pesos a favor de Transportación Marítima Mexicana (TMM). La gestión concluyó de manera exitosa el 12 de septiembre de ese año.
En el sector privado, StructurA cobró prestigio por su efectividad ante el gobierno. La contrataron entonces las empresas Mexssub, “líder en transporte y en energía”, con sede en Houston y operaciones en Canadá, Estados Unidos y México, así como la canadiense Embridge, operadora de ductos. Estas compañías se asociaron en julio de 2005, a fin de obtener un contrato de Pemex para “el aseguramiento e integridad de ductos” en el sureste del país.
El director de la cabildera, Jesús Reyes Heroles, actuó con diligencia. Elaboró estudios, promovió reuniones de los ejecutivos de las empresas que representaba con directivos de la paraestatal y se entrevistó con Ramírez Corzo para presentar el proyecto (La Jornada, 21-09-07, 11-07-08). La licitación –18575111/06/07– fue liberada a mediados de 2007, cuando Reyes Heroles ya era director de Pemex. Todo indicaba que el contrato se asignaría a Mexssub-Embridge, pero no ocurrió así.
Según el economista Mario Di Costanzo, Reyes Heroles tuvo tiempo de arreglar el proceso de licitación y reasignar el contrato a una empresa diferente de las que él había representado. Ante los señalamientos en su contra, el funcionario se defendió diciendo que había cabildeado el asunto “de manera gratuita”.
Alfiles
En enero de 2001, el parto de la alternancia aún estaba fresco. Cuatro periodistas, entre ellos el autor de este texto, se reunieron con Felipe Calderón, entonces coordinador parlamentario del PAN en San Lázaro, para averiguar cómo cambiarían las relaciones entre poderes en la “nueva era”.
A pesar de la abundancia de temas, Calderón se limitó a uno solo: “Hay que definir lo que es ético y lícito y lo que no lo es, en el Congreso. No podemos permitir que los cabilderos presionen de tal forma a los legisladores para conseguir subsidios para los grupos económicos que representan”. Incluso señaló “incautos”, con nombres y apellidos: “Estos lobbyistas quieren aplicarnos ‘manita de puerco’ a través de legisladores que actúan de buena fe, como Natividad González (PRI) o Fernando Margáin (PAN)”.
Esta posición no duró mucho tiempo. En diciembre de 2003, ya como secretario de Energía, Calderón contrató a StructurA para que realizara un análisis de las perspectivas económicas y políticas del año que se avecinaba.
Durante la sucesión presidencial, las relaciones de Calderón con StructurA se consolidaron. En febrero de 2006, StructurA-GEA-ISA publicó su encuesta electoral dando a Calderón la delantera. El PAN se apresuró a difundir los resultados del sondeo. Vendrían otros sondeos con resultados parecidos, así como la llamada “guerra sucia” del Consejo Coordinador Empresarial, sólido cliente de la cabildera.
El fideicomiso del Banco del Ejército (Banjército) que administró los recursos del equipo de transición de Calderón (El Universal, 29-10-07) registró que éste erogó, en sólo tres meses, al menos 2 millones de pesos que fueron a parar a la caja de StructurA.
En cuanto asumió la Presidencia, Calderón designó a Reyes Heroles director de Pemex. MBD desapareció, pues ya no era necesaria. Julio Carrasco (ISA) asumió la dirección del Cisen, y otros ejecutivos fueron emigrando en los meses subsecuentes. Raúl Livas Elizondo, de MxV, que también fue liquidada, ocupó diversos cargos en Pemex. Roberto Ortega Lomelín (GAE) llegó a la coordinación ejecutiva de la dirección general de la petrolera, y Mariano Ruiz Funes Macedo (GEA) a la Coordinación General de la misma paraestatal.
La cabildera abrió sus puertas con mayor generosidad a numerosos exfuncionarios calderonistas.
*Tomado de la revista Proceso.
De él puede decirse que es un virtuoso en la política, la economía, el servicio público… y el cabildeo. Durante lustros, Jesús Reyes Heroles González Garza, director general de Pemex, se ha dado tiempo –y mañas– para alternar la función pública con negocios altamente lucrativos, de manera particular mediante el conglomerado de empresas StructurA, fundado a mediados del sexenio foxista. Su especialidad: promover, defender e incrustar intereses privados en el ámbito de las políticas públicas. El investigador y periodista Esteban David Rodríguez, autor de Los dueños del Congreso, revela en este trabajo –parte de un libro de próxima publicación–, el modus operandi de este conjunto de empresas, que no sólo tiene entre sus principales clientes a dependencias públicas, sino que también ha reclutado a exfuncionarios de los últimos cinco sexenios, incluido el de Felipe Calderón.
En los años del foxismo, Jesús Reyes Heroles González Garza, hoy director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), articuló StructurA, un conglomerado de empresas que se especializa en promover, defender e instalar intereses privados en las políticas públicas dentro y fuera del país.
El modus operandi de esta compañía cabildera es muy peculiar: en su cartera de clientes tiene a numerosas entidades del gobierno federal, y en los últimos años incrustó a varios de sus ejecutivos en el equipo directivo de Pemex. También ha reclutado a excolaboradores del calderonismo que en su momento ocuparon puestos estratégicos en la administración pública.
Entre estos nuevos ejecutivos de StructurA destaca Armando Salinas Torre, quien ingresó al directorio de la empresa en marzo de 2008, dos meses después de dejar la Subsecretaría de Enlace Legislativo en la Secretaría de Gobernación. Desde ese cargo público, él trabajó en estrecha colaboración con el actual director general de Pemex para promover en el Congreso la iniciativa presidencial de reforma energética.
Otros socios del conglomerado son Ángel González Rul Alvídrez, quien fungió como director de Puertos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en los dos sexenios panistas; Nicolás Licona Spíndola, titular de Enlace Legislativo de la Secretaría de Salud hasta 2008, y Manuel Álvarez, quien se desempeñó como director de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) durante los dos primeros años del calderonismo.
Los exfuncionarios calderonistas se sumaron a la plantilla de StructurA, donde interactúan con antiguos colaboradores de los expresidentes Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Juntos, todos ellos representan, de manera simultánea, a entidades del gobierno federal y a poderosos emporios trasnacionales.
Relaciones constructivas
La presente investigación periodística en torno al conglomerado que ha venido articulando Reyes Heroles –hijo de quien, como priista eminente, también fue director de Pemex– fue iniciada hace dos años, período durante el cual el autor dio seguimiento a la página electrónica de StructurA (www.structura.com.mx), consultó a exfuncionarios de dependencias como la Secretaría de Hacienda, revisó los directorios de los clientes de la empresa y consultó la cuenta pública de la Cámara de Diputados.
El autor de este trabajo también se apoyó en páginas electrónicas gubernamentales para conocer las aplicaciones, adquisiciones y compras para conocer la evolución de esta próspera empresa fundada por Reyes Heroles.
Hasta noviembre de 2006, según su página electrónica, StructurA se componía de “cinco empresas de servicios profesionales con personalidad propia y capacidades complementarias”: GEA, GAE, MBD, MxV y PROA. Reyes Heroles tuteló el conglomerado durante gran parte del sexenio foxista.
En el Grupo de Economistas Asociados (GEA), fundado en 1990 y especializado en el “análisis de políticas públicas, desregulación y privatización”, el director era Mariano Ruiz Funes Macedo.
En la década de los ochenta, Funes fue director de Organización Somex; después trabajó en Hacienda. Entre 1982 y 1983 vivió tanto la estatización como parte de la reprivatización de la banca. Después se separó de la función pública pero volvió 20 años después, cuando Calderón llegó al poder.
El Grupo de Asesoría Estratégica (GAE), constituido en 1998 y especializado en “relaciones gubernamentales y desarrollo de instrumentos jurídicos, legislativos y normativos”, tenía como director a finales de 2006 a Roberto Ortega Lomelín, militante priista desde 1971.
En 1995, ya en la administración de Ernesto Zedillo, cuando su socio Reyes Heroles fue nombrado secretario de Energía, Ortega Lomelín pasó a ser oficial mayor de esa dependencia. Al terminar su gestión, se fue a encabezar GAE.
Por lo que atañe a MBD Desarrollo de Negocios, esta empresa se fundó en 2001. Entre sus ofertas destacan las soluciones integrales para el establecimiento de negocios, así como due diligence industrial, financiero, legislativo, ambiental laboral. Su director hasta el 30 de noviembre de 2006 fue Reyes Heroles, quien dos días después ocupó la dirección general de Pemex. Tiempo antes, en 1997, cuando dejó la Secretaría de Energía (Sener), Reyes Heroles se fue a la legación del gobierno mexicano en Washington; al terminar esa encomienda diplomática regresó directamente a su empresa cabildera.
El escándalo chino
Reyes Heroles ingresó a la administración pública en la década de los setenta como asistente de Miguel Mancera Aguayo en el Banco de México (Banxico). Entre 1983 y 1988 ocupó la dirección general de Planeación Hacendaria en la SHCP.
Al término del sexenio de De la Madrid, Fernando Solana –ahora también cabildero– fue nombrado canciller por Salinas de Gortari y se llevó a Reyes Heroles a Tlatelolco como coordinador de asesores.
Con Zedillo, Reyes Heroles dirigió Banobras, fue secretario de Energía y embajador en Estados Unidos. En 2001 volvió a México y, por primera ocasión en 26 años, quedó fuera de la administración pública federal. Su amigo Roberto Ortega Lomelín, quien estaba al frente del GAE, lo invitó a la cabildera.
Desde ahí, Reyes Heroles impulsó una alianza de MBD con sus amigos de Cassidy & Associates, “líder en relaciones gubernamentales” y cuya sede se encuentra en la capital de Estados Unidos. En 2002 esta empresa se vio envuelta en un escándalo de corrupción que involucró a las altas esferas del poder de Washington y del gobierno de Taipei.
En la primavera de ese año, el diario China Times, de Hong Kong, y la revista Next, de Taiwán, informaron sobre la serie de acciones ilícitas de Lee Teng-hui durante su gestión como presidente de la República de China entre 1988 y 2000.
Según la información publicada, durante su administración Teng-hui creó un fondo secreto de recursos públicos destinado a financiar actividades de espionaje y cabildeo. Los fondos sucios habían servido para remunerar a cabilderos estadunidenses de Cassidy & Associates como Carl Ford Jr. y James Nelly.
Ford Jr. y Kelly se incorporaron más tarde a la administración de George W. Bush; el primero como secretario de Estado asistente para Inteligencia e Investigación; el segundo como secretario de Estado asistente para Asuntos del Este de Asia y el Pacífico.
Ford Jr. había sido cabildero de Cassidy & Associates, y al parecer siguió trabajando para la empresa después de su nombramiento en el gobierno de Bush. Tanto él como la cabildera habían sido gratificados con recursos del fondo sucio bajo el rubro de “servicios de inteligencia” prestados al gobierno de Teng-hui.
Kelly, por su parte, había recibido las retribuciones económicas siendo miembro de The Pacific Forum, reputada institución académica de Honolulu, rama del Center Strategic International Studies (CSIS) de Georgetown, organismo asesor del Departamento de Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Ese antecedente no impidió que Reyes Heroles continuara impulsando la sociedad MBD-Cassidy & Associates, pues para él constituía el primer paso para la expansión de sus proyectos internacionales. Ese mismo año, 2002, Reyes Heroles incluso animó a su antiguo colaborador Raúl Livas Elizondo para que se incorporara a su negocio.
Así se fundó MxV México Capital Ventures que se especializa en “ingeniería financiera, tecnología, energía, servicios financieros y sector público”. Livas Elizondo, quien había sido asesor de Zedillo durante su campaña en 1994 y uno de los muchachos consentidos de Pedro Aspe Armella en aquella época, quedó como director de la nueva empresa.
Los operadores nacionales
Al amparo de Reyes Heroles y posteriormente de Luis Téllez, Livas pasó por Banobras, la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos, donde fue director de Pemex Petroquímica (1997-98); coordinador general de la Unidad de Planeación Corporativa (1998-99), y director corporativo de Operaciones (1999-2000).
Tras el arribo del PAN al poder, Livas volvió a los negocios por un tiempo. Fue director de Análisis y Estrategia de Inversión de la Casa de Bolsa Vector, que dirigía su antiguo protector, Pedro Aspe, desde 1996. Vector formaba parte del Grupo Pulsar Internacional –Cigarrera La Moderna (Savia), Seguros Comercial América, Empaques Ponderosa, Aluprint–, fundado en 1981 por Alfonso Romo Garza.
Sin embargo, en 2001, Aspe rompió su sociedad con Romo, por lo que sus amigos salieron de Vector. Y mientras el exsecretario de Hacienda se fue a Volaris, la única opción que tuvo Livas fue la que le ofreció Reyes Heroles: la dirección de MxV.
A finales de 2002, cuando Reyes Heroles ya fungía de facto como líder del grupo de las empresas cabilderas, nació PROA Mensaje y Comunicación, dedicada “a diseñar estrategias efectivas de comunicación y relaciones públicas”. En la dirección quedó Marco Provencio, director de Comunicación Social y vocero de la Presidencia de la República en la administración de Zedillo. Al igual que Livas, Provencio era del equipo de Aspe en Hacienda.
Ese mismo año, StructurA reclutó a los exfuncionarios foxistas Alejandro Hope (GEA), quien fue asesor del comisionado para Seguridad Nacional en la presidencia de Fox, Adolfo Aguilar Zinser, así como coordinador de asesores de Reyes Heroles en Banobras y en la Sener, y Alejandro Ferro Negrete, excoordinador general Jurídico de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que se colocó en GAE.
La cabildera también contrató a Armando Salinas Torre, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos en la gestión de Santiago Creel, y subsecretario de Enlace Legislativo de Gobernación con Juan Camilo Mouriño.
Otros ejecutivos recientemente reclutados por StructurA son Ángel González Rul Alvídrez, director general de Puertos (SCT) desde 2003 y hasta las primeras semanas de 2008, ahora socio de GEA; Nicolás Licona Spíndola, exsecretario de Salud del gobierno priista de Hidalgo y titular de Enlace Legislativo de la Secretaría de Salud en el gobierno de Calderón hasta 2007, cuando se volvió cabildero y socio de GAE.
A la consultora PROA llegó como director asociado Manuel Álvarez, director jurídico de la Unidad de Inversiones de Hacienda, tanto en la era de Gil Díaz como en el primer año de Agustín Carstens. Como gerente de cuenta está Rafael Rendón, exdirector de Información de la Presidencia de la República, exsubdirector de Información de la SHCP, y exasesor en comunicación del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
*Tomado de la revista Proceso.
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Servicios mutuos*
ESTEBAN DAVID RODRíGUEZ
Meses antes de fusionar su equipo de cabilderos con el equipo de transición de Felipe Calderón, en el otoño de 2006, el entonces presidente y director ejecutivo de StructurA, Jesús Reyes Heroles González Garza, representaba en oscuros negocios a empresas relacionadas con Petróleos Mexicanos (Pemex), la paraestatal que muy pronto dirigiría.
A comienzos del foxismo, Felipe Calderón condenaba “la brutal presión” que ejercían cabilderos para “obtener subsidios oficiales”. Sin embargo, cuando fue secretario de Energía contrató a los “expertos en privatizaciones” de StructurA y lo siguió haciendo como presidente electo e incluso como presidente constitucional.
Además de su nutrida clientela de la iniciativa privada, en la actualidad StructurA brinda servicios a la Presidencia de la República, por lo menos a nueve secretarías de Estado, a numerosos organismos desconcentrados y a gobiernos estatales. ISA, su socia, cubre un espectro similar. Entre ambas venden servicios a 11 secretarías de Estado, a un tercio de los gobiernos estatales y a una decena de organismos descentralizados. Es, sin lugar a dudas, todo un éxito.
Expertos privatizadores
Antes de la llegada de Reyes Heroles a la cabildera, ésta tenía pocos contratos con el gobierno. Al inicio de la era Fox, por ejemplo, GEA trabajaba para el entonces director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y hoy procurador general de la República, Eduardo Medina Mora. Reyes Heroles y su equipo tomaron medidas para ganar la confianza oficial: StructurA empató su discurso con las inclinaciones del gobierno, sintonizado a su vez con los intereses de algunos de sus clientes potenciales.
A principios de 2002, Jonathan Heath –entonces ejecutivo de la cabildera y ahora economista en jefe de HSBC– y Ernesto Cervera (GEA) plantearon la urgente necesidad de abrir Pemex a la inversión privada porque la paraestatal no tenía “ni el efectivo ni la tecnología para desarrollar nuevos yacimientos” (El Universal, 01-02-02).
Al inicio de 2003, en referencia a los servicios de StructurA para el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Intelite, empresa especializada en procesamiento de información y servicios, anunció: “Entre septiembre y diciembre de 2002 el grupo desarrolló el que bien podría ser considerado su primer proyecto conjunto: una propuesta de relanzamiento de la iniciativa oficial para reformar la legislación en materia eléctrica”.
Ese fue un año excelente para StructurA. La Presidencia de la República le encargó dos proyectos y Carlos Abascal, entonces secretario del Trabajo, le solicitó la realización de tres trabajos.
Para 2004, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), por medio de la Dirección General de Puertos, a cargo de Ángel González Rul, ahora socio de StructurA, pidió a la empresa la elaboración de un “Programa de Gran Visión para el Desarrollo Litoral 2007-2030”.
En 2005, Transportación Marítima Mexicana (TMM), consorcio cuestionado por sus relaciones con el gobierno de Vicente Fox, y en especial con la administración de Luis Ramírez Corzo en Pemex (El Universal, 30-10-07), contrató a StructurA para que renegociara ante la SHCP un certificado de IVA por más de 2 mil millones de pesos a favor de Transportación Marítima Mexicana (TMM). La gestión concluyó de manera exitosa el 12 de septiembre de ese año.
En el sector privado, StructurA cobró prestigio por su efectividad ante el gobierno. La contrataron entonces las empresas Mexssub, “líder en transporte y en energía”, con sede en Houston y operaciones en Canadá, Estados Unidos y México, así como la canadiense Embridge, operadora de ductos. Estas compañías se asociaron en julio de 2005, a fin de obtener un contrato de Pemex para “el aseguramiento e integridad de ductos” en el sureste del país.
El director de la cabildera, Jesús Reyes Heroles, actuó con diligencia. Elaboró estudios, promovió reuniones de los ejecutivos de las empresas que representaba con directivos de la paraestatal y se entrevistó con Ramírez Corzo para presentar el proyecto (La Jornada, 21-09-07, 11-07-08). La licitación –18575111/06/07– fue liberada a mediados de 2007, cuando Reyes Heroles ya era director de Pemex. Todo indicaba que el contrato se asignaría a Mexssub-Embridge, pero no ocurrió así.
Según el economista Mario Di Costanzo, Reyes Heroles tuvo tiempo de arreglar el proceso de licitación y reasignar el contrato a una empresa diferente de las que él había representado. Ante los señalamientos en su contra, el funcionario se defendió diciendo que había cabildeado el asunto “de manera gratuita”.
Alfiles
En enero de 2001, el parto de la alternancia aún estaba fresco. Cuatro periodistas, entre ellos el autor de este texto, se reunieron con Felipe Calderón, entonces coordinador parlamentario del PAN en San Lázaro, para averiguar cómo cambiarían las relaciones entre poderes en la “nueva era”.
A pesar de la abundancia de temas, Calderón se limitó a uno solo: “Hay que definir lo que es ético y lícito y lo que no lo es, en el Congreso. No podemos permitir que los cabilderos presionen de tal forma a los legisladores para conseguir subsidios para los grupos económicos que representan”. Incluso señaló “incautos”, con nombres y apellidos: “Estos lobbyistas quieren aplicarnos ‘manita de puerco’ a través de legisladores que actúan de buena fe, como Natividad González (PRI) o Fernando Margáin (PAN)”.
Esta posición no duró mucho tiempo. En diciembre de 2003, ya como secretario de Energía, Calderón contrató a StructurA para que realizara un análisis de las perspectivas económicas y políticas del año que se avecinaba.
Durante la sucesión presidencial, las relaciones de Calderón con StructurA se consolidaron. En febrero de 2006, StructurA-GEA-ISA publicó su encuesta electoral dando a Calderón la delantera. El PAN se apresuró a difundir los resultados del sondeo. Vendrían otros sondeos con resultados parecidos, así como la llamada “guerra sucia” del Consejo Coordinador Empresarial, sólido cliente de la cabildera.
El fideicomiso del Banco del Ejército (Banjército) que administró los recursos del equipo de transición de Calderón (El Universal, 29-10-07) registró que éste erogó, en sólo tres meses, al menos 2 millones de pesos que fueron a parar a la caja de StructurA.
En cuanto asumió la Presidencia, Calderón designó a Reyes Heroles director de Pemex. MBD desapareció, pues ya no era necesaria. Julio Carrasco (ISA) asumió la dirección del Cisen, y otros ejecutivos fueron emigrando en los meses subsecuentes. Raúl Livas Elizondo, de MxV, que también fue liquidada, ocupó diversos cargos en Pemex. Roberto Ortega Lomelín (GAE) llegó a la coordinación ejecutiva de la dirección general de la petrolera, y Mariano Ruiz Funes Macedo (GEA) a la Coordinación General de la misma paraestatal.
La cabildera abrió sus puertas con mayor generosidad a numerosos exfuncionarios calderonistas.
*Tomado de la revista Proceso.
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