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viernes, octubre 03, 2008

Economía en picada al igual que "respeto" por el espurio




Tomados de La Jornada, Rocha y El Fisgón y El Universal, Helioflores.


Ni la votación a favor del megafobaproa estadunidense salvó a los mercados financieros del mund. Como se esperaba la promulgación del plan para rescatar a los millonarios especuladores de Estados Unidos no causó una mejora en la bolsa de valores de Nueva York, cuyo índice Dow Jones cerró con una pérdida de 1.5 por ciento, mientras que el de tecnologías Nasdaq, retrocedió 1.48 por ciento.

El caso de la Bolsa Mexicana de Valores resultó más patético. al terminar la jornada con una pérdida de 4.32 por ciento y cerrar la semana con una baja de 10.18 por ciento. En lo que va del año acumula pérdidas por más del 22 por ciento. De nada sirvieron los llamados a la tranquilidad hechos por los compinches del pelele Felipe Calderón Hinojosa, la crisis económica también recrudece en México.

Como los miembros del gabinetazo padecen el síndrome de la Chimoltrufia –como digo una cosa digo otra- ya anunciaron que mandarán un nuevo proyecto de presupuesto que estime a la baja los rubros de crecimiento económico, creación de empleos y precio de la mezcla mexicana del petróleo. El vocero priísta del usurpador, Emilio Gamboa, fue quien declaró que en breve entregarán la nueva iniciativa de ley.

Y es que los analistas de diversos bancos habían pronosticado ya una baja en el crecimiento para el presente año y una disminución para el próximo. De tal manera que otra vez se demostró que el espurio Calderón Hinojosa y su camarilla sólo son buenos para hacer negocios al amparo de la impunidad y la ilegalidad.

Hablando de espurios el joven Andrés Gómez estudiante del bachillerato y ganador del Premio Nacional de Juventud –junto con otros 18 estudiantes- interrumpió hoy el discurso del pelele Calderón Hinojosa al llamarlo “espurio”, por lo que fue detenido por soldados del Estado Mayor Presidencial junto con Mario Virgilio Santiago Jiménez, otro joven que protestó por la actitud de los militares y gritaó “no hay libertad”. Horas después ambos fueron liberados pues el usurpador decidió no “presentar cargos”.

El día de ayer el espurio Calderón Hinojosa había dado clases de civismo a estudiantes reunidos en el Sexto Parlamento de Niñas y Niños ante quienes afirmó que la primera regla de la democracia es respetar a los demás “se puede pensar distinto, pero hay cosas en las que uno debe estar unido, como mexicano o mexicana”. Y sin mencionarlo por su nombre criticó a Andrés Manuel López Obrador –sepultado desde hace dos años por él y por los medios electrónicos paleros de su desgobierno- al asegurar que “hay quien, teniendo ya muchos años, y diciéndose muy demócrata, la verdad no respeta las ideas básicas de la democracia, y puede hacerle mucho daño al país”.

En su desesperación el nefasto personaje quiere resucitar aquello de que “es un peligro para México”, sólo que las catástrofes que pronosticó en caso de que llegara el tabasqueño a la presidencia de México ya se cumplieron, pero con él usurpando la silla presidencial. La crisis económica se profundiza, los mexicanos que viven en Estados Unidos son deportados cada vez en mayor número, el dinero que envían es cada vez menos, la cartera vencida de los bancos crece, el desempleo es mayor, el crecimiento económico es de los peores de América Latina, los precios de los energéticos –luz, gas, gasolinas- aumentan cotidianamente y los alimentos cuestas cada día más. Así que ya no hay petate del muerto para espantar a una sociedad, que en esos dos años se ha organizado y está dispuesta a dar la batalla por la defensa de las riquezas del país y por el futuro de los mexicanos. Se le acabó el tiempo. Demostró a cabalidad por que fue impuesto; es completamente manejable por los poderes fácticos, pero también de una gran avaricia.


Las siguientes colaboraciones fueron tomadas del periódico La Jornada.










El rescate


Luis Javier Garrido

La crisis económica y política de México parece ahondarse y un hecho aparece ya como determinante de lo que viene, pues el país no tiene un gobierno capaz de enfrentar los gravísimos problemas que aumentan todos los días.

1. México está viviendo una situación de incertidumbre a 40 años de 1968, pues el impacto de la crisis financiera de Estados Unidos empieza a golpear al país en medio de una crisis de naturaleza política derivada de las acciones equivocadas del gobierno espurio en materia económica y de seguridad pública y, sin embargo, no parece haber una reacción del grupo gobernante, que es acusado ya abiertamente de inepto desde todos los sectores.

2. La apuesta de Juan Camilo Mouriño y de Felipe Calderón de que el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, iba a sufrir un desgaste, lo que confiaban les daría manos libres para las privatizaciones, ha fracasado por completo. La marcha y el mitin del domingo 28 en la Plaza de la Constitución mostraron que hay en el país una movilización consciente y comprometida de cientos de miles de mexicanos dispuestos a impedir cualquier proyecto entreguista, y que en estos momentos de crisis lo mejor que pueden hacer las autoridades de facto es dar marcha atrás en su intentona.

3. Las vías que tiene el gobierno calderoniano para enfrentar la situación crítica no son muchas, y de no aceptar la realidad de las cosas y la circunstancia de que no tiene un sustento social para entregar Pemex a las trasnacionales ni un margen de maniobra para seguir imponiendo al país las medidas privatizadoras, se reducen a lo que al parecer van a intentar: una maniobra de fuerza legislativa para, por la vía del albazo, imponer un marco legal de simulación (que avalaran los priístas y el sector más corrupto del perredismo) que no engañaría a nadie ni podría tener viabilidad en los hechos, y que sólo agravaría a niveles impredecibles el desastre nacional.

4. La privatización de Pemex supone un negocio multimillonario, entre otros, para la trasnacional hispana Repsol YPF y para Calderón y sus amigos, y parece como un indicador de la necedad calderoniana de proseguir en esa tesitura el que en estos momentos críticos haya logrado que viniese a México para apoyarlo el último de los desprestigiados borbones, el príncipe Felipe de España, personero también de esos intereses, quien en una mascarada bochornosa pronunció el martes 30 en Morelia una alocución tratando de levantar a Calderón de su postración política y sin importarle su injerencia en asuntos privativos de los mexicanos.

5. Las dudas e indecisiones de Calderón y de sus allegados y la falta de inteligencia política en el gobierno se han manifestado como pocas veces ante la crisis económica y política que se ahonda y el repunte de la inconformidad social. Y si ante la debacle financiera estadunidense el equipo calderoniano se contradice todos los días y no halla como caracterizar la gravedad de la situación ni tiene más plan para México que aquel que le están dictando a Agustín Carstens en Washington, ante su ambición de privatizar los hidrocarburos no ve más salida que la de seguir tratando de obligar al PRI a asumir el costo de la traición a México. Y no se diga frente a la propuesta de López Obrador del día 28, que dejó pasmados a los panistas, incapaces hasta ahora de elaborar ninguna respuesta política coherente.

6. La iniciativa de López Obrador de un diálogo si no se atenta contra Pemex fue, sin embargo, muy clara, pues para que el país pueda salir adelante, les dijo, se requiere un plan anticrisis que suponga un golpe de timón en materia económica para frenar el empobrecimiento y la inseguridad de los mexicanos a que están conduciendo las políticas actuales.

7. La disyuntiva de Calderón y de quienes lo manejan es por lo tanto muy clara: consiste en aceptar dialogar o tratar de continuar imponiéndose por la fuerza. Los signos de que estas gentes, lejos de actuar con cordura, asumiendo que es imprescindible corregir el camino, pretenden, por el contrario, irse por la línea dura, como Díaz Ordaz en el 68, no hacen más que multiplicarse: la mascarada de la supuesta lucha contra el narco prosigue todos los días con nuevas deserciones y militares enfrentados a ex militares y a ex policías vueltos narcotraficantes, en un baño de sangre, mientras el mercado florece, los sistemas de salud y de seguridad social se siguen desmantelando, como el de la educación pública, y los recursos del Estado se hallan volcados más que nunca en la insensata pretensión calderoniana de imponer por todos los medios al PAN en 2009.

8. Los panistas en el gobierno no parecen haber entendido las lecciones de la Historia, y actúan tanto o peor que los priístas del pasado. En 2008, como en 1968, se gobierna por encima y en contra de la Constitución; el gobierno carece de autoridad moral y no tiene más fuerza que la del Ejército, hay decenas de presos políticos, el fraude electoral es moneda corriente y la mayoría de los medios, aunque bajo otras reglas, siguen mintiendo sistemáticamente al pueblo.

9. El gobierno de facto no ha dejado en estos meses, en que ha ido agravando la crisis por su torpeza y su perversidad, de invocar una y otra vez al Estado, al que paradójicamente ha continuado desmantelando, entregando sus recursos y sus funciones esenciales a corporaciones privadas (cuando no a entidades del extranjero), en materia de educación, salud, seguridad social e incluso de gobierno, hasta el punto de que de seguirse así, el Estado no será más que una entelequia, pues hasta las funciones de seguridad pública y de regulación bancaria las llevarán a cabo fuerzas del exterior.

10. A 40 años del 68, México sigue en una pendiente por la ineptitud, el entreguismo y la corrupción de la clase dirigente, pero algunas cosas han cambiado. Hoy existe también, como entonces, un pueblo en movimiento, pero con una mejor organización para la resistencia.


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EU: fin del imperio


Jorge Camil

Los signos son ominosos, pero no se limitan al tema económico. ¿Estados Unidos en quiebra? Sí, como México en 94, pero sin “error de diciembre”. Allí, en el caso del imperio, aunque el “error” haya sido del tamaño de una montaña, resultó invisible para ciudadanos idiotizados por los medios electrónicos, porque el spin mediático (que significa “revolver el tema”) se encargó de convencerlos de que George W. Bush era un regalo del cielo. Y por eso, merced a los medios electrónicos, y a la ayuda de los evangélicos, se religió en 2004.

Pero como las guerras (reales o inventadas) jamás han sido gratuitas, el costo del conflicto en Irak, la desregulación financiera (que es una especie de hacerse de la vista gorda) y la ineptitud del “comandante en jefe” arruinaron la economía. Dicen que cuando el gato se ausenta los ratones se ponen a retozar, y en este caso, mientras el jefe, que es escaso de entendimiento, se entretenía con una “guerra” que únicamente ha enriquecido a la pandilla de Dick Cheney, los especuladores financieros otorgaron millones de créditos garantizados con hipotecas basura (“tóxicas”, les llaman ahora, reconociendo que envenenaron el sistema financiero).

En el colmo de la avaricia convirtieron los créditos hipotecarios de alto riesgo en instrumentos financieros, y los colocaron como si fuesen bonos de tesorería entre bancos nacionales, europeos e incautos fondos de pensiones escandinavos. Para atraer más inversionistas extranjeros y garantizar los instrumentos hipotecarios (que era como llover sobre mojado), los especuladores ofrecieron “productos derivados”, unos enigmáticos contratos de “cobertura de riesgo” que Warren Buffet calificó en 2003 como “armas financieras de destrucción masiva”. Y todos contentos se fueron de la mano a una crisis generalizada de pagos que está hundiendo la economía del planeta, disparada por una reacción en cadena que se inició con el incumplimiento de deudores que jamás deberían haber sido sujetos de crédito, y alcanzó a los bancos más grandes del mundo: ¡digno fin de fiesta para la funesta administración de George W. Bush!

Hoy, el gigante de la riqueza interminable se tambalea en una vorágine de falta de liquidez, paralización del crédito, bancarrotas, desempleo y caída de las bolsas de valores. Aunque se teme una crisis peor que la del 29, sería injusto culpar únicamente a petroleros y especuladores financieros, porque Bush contribuyó con su granito de arena incrementando exponencialmente el déficit público para financiar la guerra en Irak con deuda interna y empréstitos de China, Japón y Arabia Saudita. (¡El costo de Irak supera ya los 3 billones de dólares!) ¿Recuerda los argumentos contra el salvamento bancario mexicano? Pues hoy, irónicamente, cuando Bush propone la compra masiva de créditos incobrables, “para dar liquidez a los bancos y reactivar el mercado”, se escuchan los mismos argumentos en boca de los renuentes congresistas estadunidenses: “¿invertir 700 mil millones de dólares para salvar a los especuladores que ocasionaron la debacle? ¿Comprar con fondos públicos activos incobrables?” Del lado de Bush se emplea el mismo argumento esgrimido por el presidente Ernesto Zedillo en su momento: “hay que rescatar a los bancos a cualquier precio” ¡Bienvenidos al tercer mundo!

El gigante que salvó a la economía mexicana en 94 se desmorona hoy en medio de una crisis ocasionada por los especuladores de Wall Street y la falta de regulación gubernamental (¿dónde quedaron las supuestas “bondades” de la autorregulación del mercado y la “mano invisible” de Adam Smith?) Sólo que en esta ocasión el Tío Sam no pudo salvarse a sí mismo, porque los ciudadanos, otrora animados por la arrogancia típica de los estadunidenses, dejaron de creer en su presidente, su gobierno, su sistema financiero, sus mercados y sus partidos políticos. Miles de electores pidieron a sus congresistas el fin de semana que, no obstante las graves consecuencias, rechazaran la ayuda propuesta por la Casa Blanca.

Y en este clima de incertidumbre enfrentan las elecciones más importantes de su historia. El carismático candidato demócrata asegura el cambio, pero no repunta en los sondeos porque el país parece no estar preparado para un presidente negro en la Casa Blanca. Y el candidato republicano es un anciano chapado a la antigua, con todo el apoyo de la ultraderecha porque promete las mismas políticas de Bush. Para colmo de males McCain escogió una inverosímil compañera de fórmula que fue alcalde de Wassila, un pueblo rabón al que representó como belleza local.

Sarah Palin lleva dos años como gobernadora de Alaska, pero es un engendro mediático sin ideas ni experiencia política. En una de sus primeras entrevistas declaró que tiene “experiencia internacional” porque gobierna un estado ubicado entre Rusia y Canadá, “dos países extranjeros”. Si McCain, de 73 años y con cuatro incidentes de cáncer, no termina su mandato, el país quedaría en manos de una presidenta más ignorante y derechista que Bush, que se refiere al marido como el “primer macho estatal”: ¡Dios nos ampare!