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domingo, agosto 31, 2008

Protestan clases media y alta contra su pelele Felipe Calerón Hinojosa


Tomado de La Jornada, Hernández.

Los ricos y las clases medias altas salieron a manifestarse en contra de la incompetencia del pelele Felipe Calderón Hinojosa, de la falta de tino en su “guerra” contra el narcotráfico y el crimen organizado, que va perdiendo por “goleada”, muy a pesar de tanto anuncio publicitario que llena los espacios en radio y televisión. La marcha de “de clase media para arriba” como definiría una muchacha participante, según reportes de La Jornada no fue silenciosa, ni se cumplieron los tiempos, ni las previsiones ni las formas establecidas por el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex, por medio de caras visibles como la de Laura Elena Herrejón candidata del Panal de Elba Esther Gordillo al Senado por el Distrito Federal para el próximo año. ¿No que no habría partidos políticos, ni que se sacaría raja política? Pues la tal Herrejón ya tiene su tajada de la indignación ciudadana. Otra de las caras visibles de “Iluminemos México” es la pro empresarial “Sociedad en Movimiento”, dirigida por el ex presidente de la Coparmex Alberto Núñez Esteba.

Entonces resulta que los mismos que impusieron mediante el fraude electoral en 2006 al espurio Calderón Hinojosa son los que ahora le reclaman su negligencia y corrupción para cumplirles las promesas de seguridad y combate al crimen organizado.

La marcha organizada originalmente silenciosa y sin pancartas –como en 2004- no fue así. Las frases más coreadas fueron las palabras del empresario Alejandro Martí . “Si no pueden renuncien”. Informaciones de La Jornada indican que en una pancarta se podía leer: “Reiteramos: que nos gobiernen, juzguen y cuiden las putas, ya que sus hijos nos han fallado”. Ese es el ejemplo claro que ni los que eligieron al usurpador y lo impusieron en Los Pinos están conformes con su estúpido y negligente comportamiento. “Estamos hasta el copete de que no haya seguridad”, exclamó otro de los participantes, quien dijo que había participado en la marcha de 2004, pero no supo contestar si se había logrado algo con esa movilización.

En otras mantas el diario consignó que se podía leer: Me secuestraron”, “Asesinaron a mi hijo y no hay justicia”, “Devuélvanme a mi mamita”, “No mantengas a los criminales, apoya la pena de muerte”.

Como siempre que sus empresas les ordenan, los “actores y actrices”, además de comentaristas y “líderes de opinión” –la de los empresarios- estuvieron presentes en la marcha. Sin el menor remilgo se dejaron apapachar por los concurrentes, que ni tardos ni perezosos les pidieron autógrafos y la consabida foto.

A la convocatoria a la marcha se unieron todos los grandes empresarios y todos los medios electrónicos y no pocos impresos como El Universal, Milenio y Reforma. Cada media hora en la radio se escuchaba la convocatoria. Los lectores de noticias y animadores de los programas de chismes y entretenimiento hacían su parte, así durante las dos últimas semanas. Su capacidad de convocatoria no llegó a más de 200 mil personas –que sí son muchos ciudadanos indignados- “hartas” de las mentiras del pelele Calderón Hinojosa, pero que no representan a los millones de ciudadanos agraviados no sólo por el secuestro y los asaltos, sino por el desempleo, por el alto precio de combustibles y alimentos, por la injusticia y la desigualdad. Ayer unos pidieron castigos de hasta pena de muerte para los secuestradores. ¿Qué castigo merecen quienes tienen secuestrado al país desde hace décadas? ¿Qué castigo merecen los grandes empresarios que no pagan impuestos y se quedan con la grandes ganancias a costa de salarios de hambre para los trabajadores? ¿Qué castigo merecen los jueces que a cambio de dinero liberaran desde un asaltante hasta un ladrón de cuello blanco que robó miles de millones de pesos al erario nacional? ¿Qué castigo merecen los medios electrónicos que mienten y desinforman manipulando a sus televidentes –mediante el pago de prebendas y dinero por parte de los gobiernos en turno y de los grandes empresarios- y consiguiendo con ello que no defiendan sus legítimos intereses de una vida mejor? ¿También la pena de muerte?

Con todo se trató –no como en 2004 que incluyó gran cantidad de pobres- de una marcha de las clases media y alta que “exigen” seguridad, pero que también “exigen” que las cosas sigan igual para que no pierdan los privilegios que el corrupto sistema político mexicano les concede. Sí que se haga la voluntad de los de Dios en los bueyes de mi compadre. Castigo para todos, menos para ellos. Sin embargo, no queda la menor duda que la corrupción e impunidad de las “instituciones” terminó por lastimas a quienes la propiciaron: los grandes empresarios.