Mismos embustes, mismos rateros, mismo PRIAN




Tomados de La Jornada, El Fisgón, Hernández, Helguera y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.
A poco más de 16 meses de haberse instaurado el usurpador Felipe Calderón Hinojosa en Los Pinos la debacle en todos los ámbitos nacionales es más que evidente. Si para el 1 de septiembre de 2007 hasta los medios oficiales y oficiosos señalaban que no había nada que festejar en el primer año del espurio Calderón Hinojosa, ahora enfrentan la cruda realidad de tener que deformar diariamente la información para “salvarle” –al menos en pantalla- la imagen a otro inepto de la misma calaña que el ladrón Vicente Fox Quesada.
Y es que lo menos que se dijo del corrupto Fox Quesada fue que evitó por todos los medios crearse conflictos, solucionar problemas nacionales y mucho menos poner en juego la imagen conseguida mediante miles de millones de pesos gastados en publicidad, claro todo a cargo de los impuestos que pagan todos los mexicanos.
La situación se vuelve a repetir, por un lado se tiene un gabinetazo –igual que con el traidor Fox Quesada- de kinder, donde abunda la impericia, falta de oficio, de preparación y con una alta dosis de prepotencia y cinismo. Para ellos nunca pasa nada malo y el país está mejor que nunca “... y si seguimos por este camino”. No hay desempleo, mucho menos violencia, aunque en los primeros meses del presente año ya sumen más de mil los muertos a causa del ajuste de cuentas entre el crimen organizado y narcotráfico. Tampoco hay incremento de precios, pese al gasolinazo impuesto por el pelele Calderón Hinojosa y luego negado por él mismo.
Ahora que se trata de presentar la mentada reforma energética el usurpador Calderón Hinojosa ha evitado a toda costa anunciar la solución al problema que representa la ordeña indiscriminada –por Hacienda- de los recursos de Pemex. Ha optado por presentar “un análisis”, destrozado ayer por los del PRI, pero nada de solución. Eso sí ayer mismo se llenó la boca de decir que no ha eludido los problemas y su solución.
De la misma forma en que el ladrón Fox Quesada se dejaba llevar por las encuestas –algunas de ellas efectuadas cada tercer día, como fue publicado por la revista Emeequis el año pasado- el pelele Calderón Hinojosa hace lo propio. Lo que le preocupa –eso ha quedado claro por su actuar- es mantener una imagen de aceptación, pese a que no puede pisar ninguna plaza pública por temor al repudio popular, como ha sido recurrente desde hace mas de un año.
La demagogia que acompañó al putrefacto Fox Quesada es la misma que utiliza el espurio Calderón Hinojosa. El parche llamado reforma fiscal implicaba la recaudación de más impuestos –para mejorar la calidad de vida de los que menos tienen, aseguró-, por obra y milagro de San Felipe Usurpador los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) serán privilegiados con el no cobro de impuestos sobre sus prestaciones. Se trata pues de otro pago a la mafiosa “maestra” Elba Esther Gordillo, una de las participantes –junto con miembros corruptos del sindicato- en el fraude electoral de 2006. ¿Entonces no se trataba de recaudar más impuestos? ¿Por qué no se aplica este criterio a todos los trabajadores? ¿Cuál Estado de derecho? Cinismo y corrupción, eso y nada más.
El siguiente análisis fue tomado de la revista Proceso.
http://www.proceso.com.mx/
Que nadie se asuste!
josé gil olmos
México, D.F., 2 de abril (apro).- “Que nadie se asuste cuando las masas tomen por asalto las calles exigiendo sus derechos conculcados por este régimen de ultraderecha”, es la advertencia que el EPR lanzó el pasado martes 1, metiéndose de lleno entre los actores que debaten la reforma energética impulsada por Felipe Calderón.
El EPR difundió un comunicado en cuyo parte final deja ver que está dispuesto a combinar las acciones militares que ha venido desplegando desde el año pasado, como los bombazos a los gasoductos de Pemex con las movilizaciones de masas, si es que persiste la intención del gobierno calderonista y del PAN, de realizar una reforma al sector energético, con la posibilidad de que se permita a empresas trasnacionales la explotación petrolera en aguas profundas.
Hasta este momento, Calderón y el PAN sólo tenían previstas las movilizaciones pacíficas que Andrés Manuel López Obrador ha anunciado para defender la “soberanía petrolera”, así como las negociaciones que necesariamente tendrá que hacer con el PRI para que dicha reforma salga avante.
Sin embargo, ahora tendrá que tomar en cuenta la amenaza del EPR de combinar las acciones militares desplegadas desde el año pasado en demanda de que sean presentados con vida dos de sus compañeros, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, con las movilizaciones sociales que seguramente habrá si se acepta la entrada de las trasnacionales en la explotación del llamado “oro negro”.
El EPR ya demostró que tiene capacidad operativa y de armamento para dañar puntos estratégicos de áreas consideradas de seguridad nacional, como son las instalaciones de Pemex. De igual manera, han mostrado que tienen presencia en zonas rurales y urbanas en algunos estados del bajío, centro y sur del país.
Mientras que de su vinculación o apoyo a movimientos sociales, también ya ofreció señales de que está en condiciones de reforzar a algunos de ellos, sin involucrarse orgánicamente, como fue el caso de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), organización que recibió no sólo su apoyo, sino también su protección en los momentos más tensos.
La amenaza del EPR no puede ser soslayada por el gobierno, pues aunque lo minimicen se trata de un grupo armado con una experiencia acumulada de casi cuatro décadas si tomamos en cuenta que sus orígenes están en el Partido Revolucionario Obrero Clandestino–Unión del Pueblo (PROCUP) y en el Partido de los Pobres (Pdlp).
Con el anuncio de la intervención eperrista, el escenario para Felipe Calderón se complica aún más para lograr la reforma energética, iniciativa que, al parecer, es la principal propuesta de su gobierno y a la que le ha apostado todo su capital político.
Ya no se trata de negociar sólo con el PRI y enfrentar al PRD en el Congreso de la Unión y a Andrés Manuel López Obrador en las calles, sino a todo un movimiento de masas protegido o apoyado por este grupo guerrillero considerado por los órganos de inteligencia del Estado como el de mayor peligro por el uso de explosivos.
En su comunicado, el EPR deja ver otra cosa: que ante la posibilidad de que se apruebe la reforma, no dejará que ninguna empresa trasnacional trabaje libremente la explotación del petróleo. Es decir, que realizarán acciones para impedir que se establezcan en el país para explotar las reservas marítimas.
Hasta ahora el EPR es el primer grupo armado que ha manifestado abiertamente la posibilidad de actuar si se aprueba la privatización de Pemex. Pero existen una decena de agrupaciones más que posiblemente seguirán el mismo ejemplo y declaren abiertamente su oposición al afán privatizador de Calderón.
Esto daría un escenario de confrontación muy difícil de resolver porque sería un nuevo flanco, un nuevo frente de lucha que únicamente con el Ejército se puede enfrentar, pero resulta que las fuerzas armadas ahora están muy ocupadas en combatir el narcotráfico en todos los rincones del país y no puede combatir a tantos enemigos al mismo tiempo.
Y es que lo menos que se dijo del corrupto Fox Quesada fue que evitó por todos los medios crearse conflictos, solucionar problemas nacionales y mucho menos poner en juego la imagen conseguida mediante miles de millones de pesos gastados en publicidad, claro todo a cargo de los impuestos que pagan todos los mexicanos.
La situación se vuelve a repetir, por un lado se tiene un gabinetazo –igual que con el traidor Fox Quesada- de kinder, donde abunda la impericia, falta de oficio, de preparación y con una alta dosis de prepotencia y cinismo. Para ellos nunca pasa nada malo y el país está mejor que nunca “... y si seguimos por este camino”. No hay desempleo, mucho menos violencia, aunque en los primeros meses del presente año ya sumen más de mil los muertos a causa del ajuste de cuentas entre el crimen organizado y narcotráfico. Tampoco hay incremento de precios, pese al gasolinazo impuesto por el pelele Calderón Hinojosa y luego negado por él mismo.
Ahora que se trata de presentar la mentada reforma energética el usurpador Calderón Hinojosa ha evitado a toda costa anunciar la solución al problema que representa la ordeña indiscriminada –por Hacienda- de los recursos de Pemex. Ha optado por presentar “un análisis”, destrozado ayer por los del PRI, pero nada de solución. Eso sí ayer mismo se llenó la boca de decir que no ha eludido los problemas y su solución.
De la misma forma en que el ladrón Fox Quesada se dejaba llevar por las encuestas –algunas de ellas efectuadas cada tercer día, como fue publicado por la revista Emeequis el año pasado- el pelele Calderón Hinojosa hace lo propio. Lo que le preocupa –eso ha quedado claro por su actuar- es mantener una imagen de aceptación, pese a que no puede pisar ninguna plaza pública por temor al repudio popular, como ha sido recurrente desde hace mas de un año.
La demagogia que acompañó al putrefacto Fox Quesada es la misma que utiliza el espurio Calderón Hinojosa. El parche llamado reforma fiscal implicaba la recaudación de más impuestos –para mejorar la calidad de vida de los que menos tienen, aseguró-, por obra y milagro de San Felipe Usurpador los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) serán privilegiados con el no cobro de impuestos sobre sus prestaciones. Se trata pues de otro pago a la mafiosa “maestra” Elba Esther Gordillo, una de las participantes –junto con miembros corruptos del sindicato- en el fraude electoral de 2006. ¿Entonces no se trataba de recaudar más impuestos? ¿Por qué no se aplica este criterio a todos los trabajadores? ¿Cuál Estado de derecho? Cinismo y corrupción, eso y nada más.
El siguiente análisis fue tomado de la revista Proceso.
http://www.proceso.com.mx/
Que nadie se asuste!
josé gil olmos
México, D.F., 2 de abril (apro).- “Que nadie se asuste cuando las masas tomen por asalto las calles exigiendo sus derechos conculcados por este régimen de ultraderecha”, es la advertencia que el EPR lanzó el pasado martes 1, metiéndose de lleno entre los actores que debaten la reforma energética impulsada por Felipe Calderón.
El EPR difundió un comunicado en cuyo parte final deja ver que está dispuesto a combinar las acciones militares que ha venido desplegando desde el año pasado, como los bombazos a los gasoductos de Pemex con las movilizaciones de masas, si es que persiste la intención del gobierno calderonista y del PAN, de realizar una reforma al sector energético, con la posibilidad de que se permita a empresas trasnacionales la explotación petrolera en aguas profundas.
Hasta este momento, Calderón y el PAN sólo tenían previstas las movilizaciones pacíficas que Andrés Manuel López Obrador ha anunciado para defender la “soberanía petrolera”, así como las negociaciones que necesariamente tendrá que hacer con el PRI para que dicha reforma salga avante.
Sin embargo, ahora tendrá que tomar en cuenta la amenaza del EPR de combinar las acciones militares desplegadas desde el año pasado en demanda de que sean presentados con vida dos de sus compañeros, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, con las movilizaciones sociales que seguramente habrá si se acepta la entrada de las trasnacionales en la explotación del llamado “oro negro”.
El EPR ya demostró que tiene capacidad operativa y de armamento para dañar puntos estratégicos de áreas consideradas de seguridad nacional, como son las instalaciones de Pemex. De igual manera, han mostrado que tienen presencia en zonas rurales y urbanas en algunos estados del bajío, centro y sur del país.
Mientras que de su vinculación o apoyo a movimientos sociales, también ya ofreció señales de que está en condiciones de reforzar a algunos de ellos, sin involucrarse orgánicamente, como fue el caso de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), organización que recibió no sólo su apoyo, sino también su protección en los momentos más tensos.
La amenaza del EPR no puede ser soslayada por el gobierno, pues aunque lo minimicen se trata de un grupo armado con una experiencia acumulada de casi cuatro décadas si tomamos en cuenta que sus orígenes están en el Partido Revolucionario Obrero Clandestino–Unión del Pueblo (PROCUP) y en el Partido de los Pobres (Pdlp).
Con el anuncio de la intervención eperrista, el escenario para Felipe Calderón se complica aún más para lograr la reforma energética, iniciativa que, al parecer, es la principal propuesta de su gobierno y a la que le ha apostado todo su capital político.
Ya no se trata de negociar sólo con el PRI y enfrentar al PRD en el Congreso de la Unión y a Andrés Manuel López Obrador en las calles, sino a todo un movimiento de masas protegido o apoyado por este grupo guerrillero considerado por los órganos de inteligencia del Estado como el de mayor peligro por el uso de explosivos.
En su comunicado, el EPR deja ver otra cosa: que ante la posibilidad de que se apruebe la reforma, no dejará que ninguna empresa trasnacional trabaje libremente la explotación del petróleo. Es decir, que realizarán acciones para impedir que se establezcan en el país para explotar las reservas marítimas.
Hasta ahora el EPR es el primer grupo armado que ha manifestado abiertamente la posibilidad de actuar si se aprueba la privatización de Pemex. Pero existen una decena de agrupaciones más que posiblemente seguirán el mismo ejemplo y declaren abiertamente su oposición al afán privatizador de Calderón.
Esto daría un escenario de confrontación muy difícil de resolver porque sería un nuevo flanco, un nuevo frente de lucha que únicamente con el Ejército se puede enfrentar, pero resulta que las fuerzas armadas ahora están muy ocupadas en combatir el narcotráfico en todos los rincones del país y no puede combatir a tantos enemigos al mismo tiempo.
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