progressif

sábado, abril 19, 2008

Guerra de odio del que siembra tempestades y quiere cosechar petrodólares



Tomados de La Jornada, Helguera y El Fisgón.


La estrategia de la ultradedecha del PRIAN es siempre la misma. Acusar a los otros de actuar como ellos actúan. Es decir señalaros como intolerantes, antipatriótas, peligro para el país, etc. Adjetivos que les pertenecen, pues a lo largo de la historia en México y el mundo este comportamiento fascista ha sido acompañado por las peores dictaduras que se recuerdan, Como ayer lo expresamos, su cinismo queda expuesto, cuando de entre todos los dictadores mencionados, dejan fuera al que duró más en el puesto -hasta que se murió-, el dictador Francisco Franco, en España. Estos falsos defensores de la libertad de expresión no podrían tocarlo ni con el pétalo de una mención, no sea que les retirara su apoyo la derecha del Partido Popular de España, y su principal líder José María Aznar. Es de dar vergüenza, pero como no la conocen...


En seguida un compendio de materiales tomados del perródico La Jornada y que abundan sobre este y otros temas.



http://www.jornada.unam.mx/




“Estúpida y vergonzante” nueva campaña de odio contra AMLO

■ Reprueban intelectuales espot que lo compara con Hitler y Huerta

■ Es una orgía de la venganza pueril, advierte Carlos Monsiváis

■ Se trata, una vez más, de la política del miedo, señala Poniatowska



Á. Vargas, F. Camacho, A. Jiménez y E. Montaño


De abyecta, estúpida y vergonzosa califican intelectuales la nueva “campaña de odio” emprendida contra Andrés Manuel López Obrador, mediante la transmisión de un espot televisivo en el que se le compara con Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Augusto Pinochet y Victoriano Huerta.

“Este comercial de la ignominia ofende lo que queda del proceso democrático”, sostiene el escritor Carlos Monsiváis, mientras su colega Elena Poniatowska afirma que “se trata, una vez más, de la política del miedo” ante la defensa que el líder social hace del petróleo. En tanto, el poeta Juan Bañuelos asegura que esta campaña es la evidencia del derechismo al tope: “estamos volviendo a la época de Santa Anna”.

A continuación, las opiniones recogidas por La Jornada.

Carlos Monsiváis, escritor: Esta campaña de odio sólo admite un calificativo: abyecta; en este caso, sinónimo de estúpida, moralmente monstruosa y típica de un afán de destrucción del enemigo. Es, en sí misma, una orgía de la venganza pueril. Ya ensayaron, con cierto éxito, la absoluta falta de escrúpulos con su “es un peligro para México”. Ahora, los patrocinadores de esta andanada necesitan ir más a fondo: crear no sólo las condiciones de una derrota, sino de una ejecución puntual. Su mente no da para mucho. Son niños de edad considerable que han oído hablar de los villanos (me extraña que no hayan puesto a Francisco Franco, debe ser por el respeto que le tienen a su socio y líder José María Aznar). Una vez con la idea de los efectos que logra la “asociación delictuosa”, se van contra López Obrador y el Frente Amplio Progresista, sin justificar, ni poder hacerlo, por qué lo consideran a la par de los anteriores. Este comercial de la ignominia ofende lo que queda del proceso democrático, ofende las reglas del trato civilizado que, no obstante todo, deben prevalecer, y no digo que ofenden la inteligencia de sus autores porque todavía no la localizo. El crispamiento nos hace daño a todos, y esta operación de la malevolencia ramplona debe eliminarse porque no corresponde a libertad de expresión alguna, sino al afán de lograr lo imposible: con unas cuantas imágenes declarar a una persona un dictador en su país. A menos de que alguien me demuestre lo contrario, en México no hay dictadura, y lo que este episodio reitera es que lo que sí hay es la prepotencia difamatoria que quiere hacerse pasar por libertad de expresión. Si el Instituto Federal Electoral y las autoridades correspondientes no defienden lo que nos queda de civilidad, lo que viene es el linchamiento en nombre de los poderes que, por supuesto, “no se hacen responsables”.

Elena Poniatowska, escritora: Es la política del miedo, una vez más, ante la lucha que López Obrador hace en defensa del petróleo. Decir que es Mussolini o Hitler es un ataque directo. No es la primera vez que López Obrador enfrenta algo así. Desconozco hasta qué grado tenga impacto ese spot, pero creo que al lado de él está la movilización social: las adelitas y la gente que reacciona a pesar y en contra de la televisión. Hay un movimiento en la opinión pública que va por encima de la televisión y esos anuncios y que, desde luego, está con López Obrador.

Esos miles y miles de mexicanos que llegan al Zócalo no lo hacen porque haya un llamado por la tele; por el contrario, hay corrientes alternas que hay que tomar en cuenta.

Paco Ignacio Taibo II, escritor: Me parece ridícula esta campaña, que demuestra que cada vez se está envileciendo más la propaganda política en México. El que hoy Andrés Manuel se haya puesto a la vanguardia del debate nacional sobre el petróleo no lo convierte en figura autoritaria, ni en Mussolini ni en Hitler. Además de la mala fe, envilecimiento y marranería en los comportamientos mediáticos, tengo la sensación de que hay intereses poderosísimos en la desnacionalización del petróleo. Esto significa que se están moviendo para desactivar la contracampaña que se ha producido para defenderlo. Hay muchos negocios en juego y muchos millones de dólares en camino.

Hugo Gutiérrez Vega, poeta: Esta campaña me parece absolutamente ridícula. Forma parte de la estrategia del miedo que desde antes de las elecciones echó a andar el PAN. Los que se parecen a Hitler y Mussolini son los fascistas, y los fascistas en México son los derechistas. El ataque es tan burdo que no debe ser tomado en cuenta; es una estupidez. Estoy seguro de que no surtirá ningún efecto, aunque si lo repiten y lo repiten, no faltará algún idiota que se lo crea. Pero pienso que no tendrá mayor repercusión, ya que el ataque es demasiado burdo, demasiado idiota. Perdón por estas palabras, pero me subleva que lleven a cabo una campaña de este tipo. La vergüenza deberían sentirla los dueños de los medios que manejan este tono de la campaña, por ser tan incondicionales.

Juan Bañuelos, poeta: Esta campaña es la evidencia del derechismo en todas sus funciones, al querer acabar con una persona que, podemos estar o no de acuerdo con ella, ser o no sus partidarios, pero que tiene una conducta siempre en favor del país y los ciudadanos. A una persona con todo el pasado de López Obrador no se le puede acusar así; es demasiado estúpido. La campaña está armada por gente de tercera, la Secretaría de Gobernación u otra instancia federal, porque no hay ningún funcionario inteligente. Es una vergüenza que un partido como Acción Nacional no haya preparado a gente realmente conocedora del país. Aclaro que no soy precisamente partidario de López Obrador, pero esto rebasa los límites del insulto.

Federico Campbell, escritor: Esa campaña es parte de la defensa de los partidarios de la privatización del petróleo mediante el complejo propagandístico empresarial, para dar la impresión de que todos los que se oponen a la desnacionalización de Pemex forman parte de esa militancia que sigue a López Obrador. Sin embargo, creo que somos muchos millones los mexicanos que desconfiamos de la privatización y de los empresarios nacionales que siempre son serviles con las compañías extranjeras. Quienes integramos el sector de la opinión pública que se opone a la anulación del artículo 27, no necesariamente somos seguidores de López Obrador. La posición de las adelitas y de éste no es la única, porque somos millones los mexicanos sin partido político, al no identificarnos con ninguno, ya que consideramos que existe una homologación entre los tres principales.

Mardonio Carballo, actor, periodista y escritor nahua. Esto es parte de las descalificaciones de “Andrés Manuel es un peligro para México”. La reforma energética no es un asunto de generar opinión a través de los medios de comunicación, sino de discusión. No valen las descalificaciones, sino los argumentos. Nos enseñaron que el petróleo es nuestro, como nación. Ahora nos dicen que tiene que ser nuestro en tanto esté en manos extranjeras. Tendríamos que escuchar todas las voces que se esconden detrás de la apariencia que los medios electrónicos han mal presentado, y que las adelitas han resignificado. Hay un amplio grupo de mexicanos que piensa que este país anda mal, que no se escucha a los 80 millones de pobres, que hay una estridencia de los medios de comunicación respecto a este tema nodal. Tendremos que decir que, en un momento en que el precio del barril de petróleo ha superado los 100 dólares, y si Pemex se ve como una gallina de los huevos de oro, se tiene que alimentar para que siga produciendo. Comparar a López Obrador con Hitler o Mussolini es preocupante, porque las campañas de odio ya probaron en 2006 que dividieron a México. Se cree que aquel que piensa diferente, que tiene una disidencia, es enemigo. No, creo que habría que escucharlo. Lo que ahora hemos visto en las calles de la ciudad de México y otras del país pone en entredicho lo que el gobierno dice respecto al petróleo. ¿Por qué la gente se tira en las calles para impedir que los panistas o los priístas ingresen al Senado? Hay un sector de la sociedad mexicana que sólo descalifica, pero no argumenta. No toma en cuenta que la ciudadanía ha madurado y que ya no se las cree tan fácil. Y mi opinión, como la de los mixes, los zapotecos y los nahuas, cuenta como la de Slim. Y en este engaño de los bonos petroleros, ¿quién puede comprarlos?

Francisco de la Cruz, escritor zapoteco y presidente de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas. En un país democrático debe haber respeto a la pluralidad de ideas. Es condenable la creación de una campaña de linchamiento contra quien sea. Preocupa esta campaña de odio y alteración de la realidad, porque ya vimos los efectos negativos en la sociedad de la empleada en 2006, durante las campañas presidenciales. Hay que reconocer que el país está dividido como resultado de una confrontación política, de las elecciones federales, y no ha habido el ánimo de resolver esta herida, al contrario. Se está en el legítimo derecho de defender lo nuestro, la soberanía, el petróleo.



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Liga directa de AN y promotores del espot contra López Obrador


■ El diputado Fraile García, fundador y operador de Mejor Sociedad, Mejor Gobierno

■ Guillermo Velasco Arzac y Antonio Ortega, miembros del grupo, vinculados a Fox y Sahagún

Roberto Garduño

La asociación civil Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, promotora del espot que compara a Andrés Manuel López Obrador y a los tres partidos que integran el Frente Amplio Progresista (FAP) –PRD, Convergencia y PT– con dictadores y fascistas, está directamente vinculada con el Partido Acción Nacional (PAN), al descubrirse que Francisco Antonio Fraile García, diputado panista por Puebla, es uno de sus fundadores y actual promotor. A éste se suman Guillermo Velasco Arzac y José Antonio Ortega, de evidentes ligas con el panismo radical.

Tal organización abrió la noche del jueves pasado una campaña de linchamiento contra López Obrador y el FAP, al asociar la toma de las tribunas de la Cámara de Diputados y del Senado con acciones dictatoriales adoptadas por Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Augusto Pinochet y Victoriano Huerta.

Horario estelar

El corto fue transmitido por vez primera en Televisa, a manera de noticia en el programa de Joaquín López Dóriga, por Canal 2, en horario estelar.

Inicia con un rótulo que reza: “¿Quiénes clausuran los congresos?” Después aparece una serie de imágenes de dictadores, hasta llegar a la de López Obrador acompañado del senador perredista Carlos Navarrete durante una movilización en el Zócalo de la ciudad de México.

Editado el sonido, con la misma voz del locutor que grabó los espots que en 2006 calificaron a López Obrador de ser “un peligro para México”, se escucha lo siguiente:

“¿Quiénes clausuran los congresos? En 1933, Adolfo Hitler, en Alemania; 1939, Benito Mussolini, en Italia; 1973, Augusto Pinochet, en Chile; 1913, Victoriano Huerta fue el último que había clausurado el Congreso en México. Ahora en 2008, PRD, PT y Convergencia ¡han clausurado el Congreso! Nuestra democracia está en peligro, nuestra paz está en riesgo. México no merece esto”.

También se observa la imagen de López Obrador cuando se mencionan los nombres de los dictadores. Dicho promocional también fue difundido en la programación matutina del viernes.

La autoría de este mensaje corresponde a la asociación Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, fundada, entre otros, por Fraile García, según reveló el coordinador perredista en San Lázaro, Javier González Garza. Panista, ex senador y actual diputado panista, Fraile García, paradójicamente, forma parte de las comisiones de Asuntos Indígenas, de Trabajo y Previsión Social, de Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, y es presidente en turno de la Cocopa.

Además, la asociación patrocinadora del espot contra López Obrador está presidida por Guillermo Velasco Arzac, quien tiene estrechos vínculos con el PAN, con Vicente Fox y la esposa de éste, Marta Sahagún Jiménez. Sus relaciones con el PAN se complementan con la participación de su hijo, Guillermo Velasco Barrera, quien fue director de relaciones públicas de la cuestionada fundación Vamos México.

Pese a la inmediata condena que produjo el espot en el país, la organización mantuvo el mensaje al aire.

Incluso, en entrevista radiofónica, Velasco Arzac afirmó que la agrupación no retirará el espot hasta que el FAP abandone las tribunas del Congreso. “Se va a seguir transmitiendo mientras tengamos dinero, mientras el IFE no me lo prohíba y mientras no devuelvan la tribuna. Cuando el PRD y sus aliados devuelvan la tribuna y respeten la libertad del Congreso ya no tiene razón de ser el espot. Lo retiramos”, señaló.

Velasco Arzac participó en la década de 1960 como redactor de la revista Puño que publicaba el MURO, grupo estudiantil de derecha de aquella época. Fue fundador también de la asociación México Unido contra la Delincuencia, auspiciado por empresarios que de tiempo atrás simpatizaban con la idea de militarizar el país.

En 2004, Velasco Arzac y José Antonio Ortega, presidente del consejo ciudadano de Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, organizaron la denominada “marcha contra la inseguridad”, que sirvió para tratar de vilipendiar a López Obrador, entonces jefe de Gobierno de la ciudad de México.

Además de participar activamente en la campaña electoral de Felipe Calderón en 2006, Velasco Arzac y Ortega fueron descubiertos por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en un hecho singular.

Durante la participación de Uribe en el Foro Económico Mundial recién celebrado en Cancún, se reveló que los dirigentes de dos organizaciones civiles mexicanas habían presentado una denuncia penal, por terrorismo internacional y otros delitos, contra los jóvenes estudiantes mexicanos que se encontraban en el campamento bombardeado por el ejército colombiano en territorio ecuatoriano el pasado 1º de marzo. Tales personas son Velasco Arzac y José Antonio Ortega.

A todo esto se suma que su asociación civil justifica la campaña de linchamiento de la siguiente forma: “Exigimos se devuelva la libertad al Poder Legislativo: los legisladores del PRD, ante la impotencia de los legisladores del PRI, del PAN y de Nueva Alianza, han tomado por la violencia (sic) la tribuna de la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores, con el pretexto de imponer sus condiciones para el debate sobre la reforma de Pemex y con una campaña nacional que afirma, sin probar nada, que se pretende privatizar Pemex para vender parte del mismo a los extranjeros en contra de los intereses del pueblo de México.

“En 2006, López Obrador y demás radicales presionaron al tribunal electoral y desacreditaron hasta donde pudieron el proceso electoral y proclamaron a López Obrador como ‘presidente legítimo’. Muchos pensaron que eran efectos pasajeros de la amarga derrota. Ahora, de espaldas a la nación, el PRD y otros partidos del ‘Frente Amplio Progresista’ tienen secuestrado al Poder Legislativo, uno de los tres fundamentos del Estado mexicano, sin importarles que violan claramente el código federal electoral.”

Los valores de la agrupación

En su presentación, Mejor Sociedad, Mejor Gobierno establece su paradigma: actitud positiva, compromiso y mejora continua.

“Somos un movimiento ciudadano integrado por asociaciones, redes de grupos y sitios de Internet que pugnan por influir en actores sociales y políticos.”

Su misión, dice, es “renovar la política y el civismo como los principios y valores del humanismo solidario, orientarlos al servicio del bien común, con el paradigma de actitud positiva, compromiso y mejora continua en la vertebración social y democracia participativa”.

Sus objetivos cubren tres áreas: impulsar el nuevo sistema político tras la transición; formar líderes ciudadanos para renovar y generar grupos y redes de formación y participación, y conjuntar el cabildeo y las campañas ciudadanas directas para influir en leyes y políticas públicas y en decisiones de partidos y gobierno.


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Como siempre la doble moral aflora en el PAN, avienta la piedra y esconde la mano. Por eso es que se escuda en estas fachadas “ciudadanas”, patrocinadas por los grandes empresarios de la ultraderecha, como Lorenzo Servitje del Grupo Bimbo. La siguiente nota los describe de cuerpo entero. ¿Recuerdan los spots de “es un peligro para México, porque traerá desempleo, aumento de precios, de la luz, el gas, los alimentos? Y después de casi dos años ¿cómo está el país con el pelele Felipe Calderón Hinojosa y sus PRIANistas de las manos "limpias"?



El blanquiazul se deslinda del ataque
De la redacción

La dirigencia del PAN se desmarcó ayer del espot donde se compara la toma de las tribunas del Congreso con actos golpistas del pasado, al exigir al Instituto Federal Electoral (IFE) que de manera pronta y expedita ordene el retiro del anuncio, investigue los hechos y deslinde las responsabilidades correspondientes.

Aunque dicho anuncio es promovido por una organización de derecha, en la que se encuentran algunos panistas, la cúpula del blanquiazul determinó condenar enérgicamente dicho promocional, que se encuentra fuera de la ley.

Recordó que este partido respaldó la reforma electoral que prohíbe la contratación de tiempos en radio y televisión para asuntos político-electorales.

Por congruencia, destacó su oposición a que las asociaciones civiles compren tiempos televisivos, pues ello vulnera la legislación vigente.

En un comunicado de prensa, la dirigencia de AN enfatizó que mantiene vigente su compromiso de respeto a la ley, a las instituciones de la República y al debate pacífico y democrático como método para resolver las controversias sociales.

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Desfiladero

Jaime Avilés

■ Uribe se tambalea en Colombia como la reforma petrolera en México

En 1999, Bill Clinton auspició un estudio llamado Tendencias globales al 2015 (TG15) en el que intervinieron la CIA, el Departamento de Defensa, el Colegio de Guerra y las principales universidades de Estados Unidos para imaginar, con base en proyecciones científicas, cómo sería nuestro mundo en 2015. Hoy conviene volver a leerlo (está en Internet) para apreciar mejor el compromiso que Felipe Calderón contrajo con la Casa Blanca, durante su encuentro con Jeffrey Davidow en California en 2003, a raíz del cual llegó fraudulentamente al poder para cumplir la misión de entregar la industria petrolera mexicana a Washington.

Divulgado en diciembre de 2000, el análisis predijo que “en 2015, sólo una décima parte del petróleo de Medio Oriente irá a los mercados occidentales” (Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Europea) y “tres cuartas partes irán directamente a Asia” (sobre todo China e India). Estados Unidos y la Europa desarrollada, agregaba, seguirán abasteciéndose “de los yacimientos del subsuelo del Atlántico”, es decir, del petróleo del Mar del Norte, el Golfo de México, el Caribe venezolano y la costa brasileña.

George WC Bush recibió el diagnóstico y en alianza con Inglaterra invadió Irak para tratar de revertir la tendencia. Pero falló: perdió la guerra y la posibilidad de aumentar la participación de Occidente en el disfrute de las reservas petroleras del Golfo Pérsico. Hoy, tras la resistencia del pueblo iraquí, la que se alza como potencia vencedora en ese conflicto estratégico es China y detrás de ella India. Ambos gigantes, según TG15, “absorberán (dentro de siete años) más de la mitad del consumo de la energía del planeta”.

Tras la derrota en el campo de batalla y la amenaza económica y militar que se cierne desde el Lejano Oriente –agravada por el hecho de que Rusia se ha convertido en la mayor reserva de gas natural del orbe–, Estados Unidos vuelve los ojos con angustia hacia los yacimientos de hidrocarburos de su patio trasero (México, Venezuela y Brasil) y no oculta su intranquilidad frente al hartazgo de los pueblos de la región que claman por un modelo económico distinto al que los tecnócratas implantaron desde 1973.

En una primera etapa, los anhelos de cambio de los más pobres y de las clases medias devastadas por el neoliberalismo generaron gobiernos tan decepcionantes como los de Lula en Brasil, Tabaré Vázquez en Uruguay, Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Lagos y Bachelet en Chile y Vicente Fox en México. Pero al mismo tiempo desataron procesos mucho más radicales como los encabezados por Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.

Si calcáramos el esquema estadunidense que prevalece en Medio Oriente, los mandatarios del primer grupo –el que va de Lula a Fox– jugarían el mismo papel que Egipto y Arabia Saudita (amigos leales a Washington), mientras los del segundo vendrían a ser los palestinos, iraníes e iraquíes de Sudamérica, para controlar a los cuales la Casa Blanca necesitaba un policía como Israel y ese resultó ser Colombia.

Gracias al Plan Colombia, ese país cuenta hoy con un ejército de 230 mil soldados y armas altamente sofisticadas –las bombas que mataron a los estudiantes del Poli y de la UNAM e hirieron a Lucía Morett eran idénticas a las que Bush lanzó sobre Saddam Hussein–, y constituye una amenaza para sus vecinos, especialmente para Venezuela, que posee las mayores reservas probadas de petróleo en América.

Hoy, al frente de esa maquinaria de guerra se encuentra un asesino de altos vuelos, un “pacificador” desalmado que en 1991 fue clasificado por la DEA como el número 82 en la lista de los 100 mayores narcotraficantes de Colombia y que ahora funge como hombre fuerte de Washington en el área. Hijo de un ganadero vinculado con el cártel de Pablo Escobar Gaviria, Álvaro Uribe Vélez estudió en Harvard y dio sus primeros pasos arruinando a campesinos y mineros que perdieron todo gracias a él; después fue director de Aeronáutica Civil, cargo desde el cual expidió incontables licencias de vuelo para los transportistas de cocaína, y por último, mientras crecía en la política como diputado, alcalde y gobernador en la provincia de Antioquia, ayudó a formar un ejército paramilitar, llamado Autodefensas Unidas de Colombia, que bajo el pretexto de luchar contra las FARC provocó la muerte de miles de inocentes y lo catapultó a la presidencia en 2002 y a la relección en 2006.

Tras la renuncia de su ministra de Relaciones Exteriores, María Consuelo Araújo, que dimitió el 18 de abril de 2007, ayer hizo un año, luego de que su hermano, el senador Álvaro Araújo, y su padre cayeran presos, acusados de ser jefes de los paramilitares, Uribe ha sufrido un revés detrás de otro al grado que, en la actualidad, la justicia mantiene en cárceles de máxima seguridad a 18 senadores y 12 diputados, investiga a 34 senadores más (de un total de 102) y a 26 (de 126) diputados, casi todos ellos miembros del partido del gobierno. Anoche, para no ir más lejos, ordenó someter a indagación a Norma Patricia Gutiérrez, la mismísima presidenta del Senado colombiano.

Agobiado por esa crisis política que puede costarle el puesto y la libertad, Uribe llegó a Cancún el martes y se puso a escupir sobre la memoria de los estudiantes del Poli y de la UNAM que su ejército asesino en Ecuador. Pero mientras los tachaba de “delincuentes, narcotraficantes y terroristas”, ¡él, nada menos!, Calderón ratificaba su debilidad política y su pequeñez interior pidiendo tímidamente “mesura”, en señal de respeto a un mafioso mayor que vino a traerle un mensaje elocuente de parte de Bush, de Cheney y de Halliburton, y a mostrarle qué actitud debe asumir ante la resistencia popular que se opone a su propuesta de reforma energética.

Sin embargo, ridiculizado por la enjundia de Uribe, a quien no le atinó a responder sino con balbuceos propios de un subalterno, Calderón trataba de acallar el nuevo escándalo provocado por la fuga de información sobre los petrobonos ciudadanos que alertó a los banqueros y que va a originar tal vez la caída del presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, al tiempo que en las cámaras y en las calles se consolidaba la primera victoria del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, que frustró la intentona de privatizar Pemex mediante la conocida práctica del madruguete, mientras sentadas en el asfalto alrededor del Senado, las adelitas coreaban con toda razón: “¡No, no, no! ¡No nos da la gana! ¡Ser una colonia/ norteamericana! ¡Sí, sí, sí! ¡Sí nos da la gana! ¡Ser una nación/ libre y soberana!”.

Para comunicarse con esta columna jamastu@gmail.com

*Todos los materiales fueron tomados del periódico La Jornada.