progressif

martes, abril 15, 2008

Tramposa "oferta" del PRIAN






Tomados de La Jornada, Hernández, El Fisgón y Rocha y El Universal, Helioflores.


La manera tramposa en que el pelele Felipe Calderón Hinojosa y el PRIAN han manejado el tema del sector energético tienen como objetivo la distracción, mientras los levantadedos de siempre aprueban la venta de Pemex, sin siquiera leer lo que votan.

Durante meses negaron que la iniciativa sea privatizadora, también negaron que les urgiera la reforma, El PRIAN se ufanaba de que no corría prisa. El PAN y el usurpador Calderón Hinojosa se pasaron la bolita de quien sería el que la presentaría. El PRI entró al juego al exigir que se presentara o que ellos lo harían.

Hasta el día anterior a que se llevara el proyecto al Senado de la República el espurio Calderón Hinojosa negaba saber nada al respecto. Luego de presentarlo les entró la “urgencia”, se están perdiendo días valiosísimos, gritan al unísono televisoras, radiodifusoras, grandes empresarios, gabinete pirata y el PRIAN. En impostergable su aprobación, sentencian. ¿Entonces cuál debate, profundo y sereno? Eso es lo que ofrecieron.

Tras la toma de las tribunas el jueves 10 de abril y de la masiva participación el siguiente domingo en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, de pronto quieren “conceder” 50 días seguidos, pero sin concretar la forma, el cómo, el qué, el para qué y quienes serían los invitados y de qué serviría ese debate. Nada de eso, sólo los 50 días con una agenda generalizada y la “promesa” de palabra –infinidad de veces la han traicionado- de que se tomarán en cuenta las otras opiniones.

Por su parte el Frente Amplio Progresista contestó con la propuesta que toma en cuenta 120 días de debate en el que se tocarían 14 temas y 62 subtemas, que analizan el papel de Pemex como palanca de desarrollo además de los relacionados a exploración, explotación, refinación, yacimientos trasnfronterizos y de aguas profundas, generación de empleo, transporte y distribución, régimen fiscal, y autonomía, entre otros.

Se propone invitar a personalidades distinguidas para que sean ellas las que normen los temas y coordinen la profundidad de los mismos. También que en tiempos oficiales los mismos sean transmitidos por el duopolio televisivo con el objetivo de acabar con la desinformación cotidiana que llevan a cabo estos concesionarios.

La respuesta de los poderes fácticos no se hizo esperar y de nuevo vino la avalancha de descalificaciones, de llamarlos energúmenos y faltos de razón y de propuestas. En el colmo dijeron que si a los constitucionalistas les llevó 30 días escribir la Carta Magna, porqué el FAP quiere 120. Las mentiras caen por su propio peso, ¿qué prisa les corre por aprobarla si antes decían –y era repetido día y noche por los lectores de noticias de los medios electrónicos- que no se apresurarían, que debatiría a fondo y con “seriedad” como siempre, eso dijeron.

Para cualquiera que haya visto por el Canal de Congreso los debates sobre temas tan importantes como la ley Televisa y la reforma a la ley de pensiones del ISSSTE –o cualquier sesión ordinaria- sabrá que no existe tal debate. En los dos casos citados –ambos de relevancia nacional, el primero dejó con raquíticas pensiones a millones de personas y el segundo fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación- los diputados del PRIAN abandonaron el salón dejando solamente a unos cuantos, mismos que se dedicaron a chacotear, sin dar ningún debate. El PRIAN manifestó su posición a aprobar las reformas y luego dejaron hablar hasta que quisieran a los integrantes del FAP. Cuando se cansaron de la mascarada levantaron la mano para pedir que se “preguntará al pleno de la cámara si el asunto estaba suficientemente discutido”, previamente fueron a traer a todos sus compañeros para que votarán por la “afirmativa” y acto seguido se procedió a la votación de ambas leyes, que ganaron por la aprobación mayoritaria del PRIAN. ¿Entonces cuál debate?

Esa es la representación teatral que tienen destinada para la mal llamada reforma energética, que no es otra cosa más que la privatización de la paraestatal y la dependencia a futuro de México en ese sector, como ya lo es en el de los créditos y servicios bancarios. Un ejemplo claro, palpable y real de las “atinadas" decisiones de los levantadedos, que hinchan sus bolsillos a costa de la pobreza de los mexicanos.

Los hechos son esos, la realidad es así y no la tramposa Fecalandia presentada por los medios electrónicos de desinformación.



A continuación un análisis tomado de la revista Proceso.



http://www.proceso.com.mx/





Abortó el plan de Calderón

alvaro delgado

México, D.F., 14 de abril (apro).- El bajacaliforniano Cuauhtémoc Cardona, subsecretario de Enlace Legislativo de Gobernación, se desplazaba, con sigilo, por las instalaciones del Senado, aun cuando se trata de un funcionario desconocido hasta para muchos legisladores panistas.

--¿A qué hora llega hoy la iniciativa al Senado? --le pregunté.

--No te puedo decir nada.

--¿Usted trae el paquete de iniciativas?

--No, vengo a otra cosa --evadió.

--Pero hoy se entregan --insistí.

Sólo asintió con la cabeza.

Era el mediodía del martes 8 de abril y, una vez hecho el pacto con el priista Manlio Fabio Beltrones, que prácticamente le garantizaba el acceso a Los Pinos, en 2012, Felipe Calderón había ya decidido firmar el proyecto de iniciativas de ley, en vez de los senadores panistas, como había adelantado Santiago Creel y que le valió otro regaño de los jerarcas de su partido, tan severo como cuando acepó debatir sobre el tema con Andrés Manuel López Obrador.

Dos senadores del Partido Acción Nacional (PAN), y uno priista --de la burbuja manlista--, habían confirmado al reportero que, en el curso del día, llegarían las iniciativas firmadas por Calderón y que, aseguraban, serían aprobadas con celeridad en este mismo periodo ordinario de sesiones.

¿Y el debate que, más allá de si lo exigían los partidos que integran el Frente Amplio Progresista (FAP), es indispensable por ser el petrolero un tema fundamental para el país, sobre todo en el contexto de quienes afirman que en México prevalece la democracia?

“Habrá debate en la tribuna del Congreso”, dijo, riéndose, uno de los senadores, en sintonía con la posición de su jefe, Germán Martínez, el gerente en turno del PAN. El otro coincidió: Ya no hay tiempo, porque apenas si alcanza para dictaminar las iniciativas en las comisiones, entre ellas la de Energía.

El arreglo con Beltrones era acelerar el trámite legislativo y aprobar la reforma antes de que López Obrador pudiera activar la resistencia civil pacífica y bloquear los accesos a las dos cámaras del Congreso, sobre todo al Senado, a donde llegaría la iniciativa.

--¿Se reforma la Constitución? --le pregunté a uno de los senadores, que contestó a condición del anonimato.

--No, porque no nos alcanza. Pero el acuerdo con el PRI es que sólo aprueben leyes, inclusive con algunos senadores y diputados que voten en contra para que parezca que hay disidencia.

El otro senador reconoció que las iniciativas garantizan al sector privado nuevos negocios en la industria petrolera, no como lo quería Calderón y lo demandan los magnates, pero era un primer paso para una apertura mayor. “Es como cuando quieres abrir una puerta: a veces no se puede completa, pero al menos logras meter el pie para que esté entreabierta. Pero ya no está cerrada.”

Y sí. Más tarde, y en los días que han seguido al envío del paquete de iniciativas, algo está muy claro: se trata de un proyecto que, en la parte sustantiva, burla el artículo 27 constitucional y confirma lo que tanto negaron y siguen negando quienes consideran estúpidos a los mexicanos: la entrega del petróleo al sector privado nacional y extranjero.

Pero, además de esta mentira, se evidenció otra: la que tiene que ver, como se describió arriba, con el debate sobre una reforma que tiene impacto en la vida cotidiana de las personas y que por tanto les concierne.

Calderón y sus empleados, Georgina Kessel y Jesús Reyes-Heroles, ofrecieron un debate nacional para discutir qué hacer con esta industria que ha sido estratégica durante casi siete décadas y que hoy --renegando del compromiso de la discusión-- se pretende entregar, sin más, a empresas privadas, como si fuese de su propiedad.

Cualquiera que lea el artículo 27 constitucional y su ley reglamentaria sabe que el proyecto de Calderón trastoca esas disposiciones, tal como lo expone Cuauhtémoc Cárdenas en el documento que hizo circular el viernes 11, sobre la “iniciativa entreguista”.

La apertura de áreas estratégicas propuesta por el Ejecutivo representaría la desintegración de las cadenas productivas de la industria, ya de por si erosionadas ante la falta de inversión, el desplazamiento de Petróleos Mexicanos de esas actividades y su substitución, en ellas, por intereses privados, que usufructuarían los mercados correspondientes, y dejar casi como únicos campos de actividad pública la exploración y la extracción, y a ésta como fuente de ingresos casi única también para la industria petrolera nacionalizada.

Pero tanto o más grave que la afectación del interés público, de aprobarse la iniciativa del Ejecutivo respecto a esta ley reglamentaria que pondría en manos de intereses privados la refinación, el transporte por ductos, el almacenamiento y la distribución de hidrocarburos, sería la flagrante violación que se haría a la Constitución. Hacerlo, como plantea la iniciativa, por medio de contratos de maquila o de permisos, sería remachar la violación, pues no por llamar maquila a una concesión o por recurrir al subterfugio de cambiar la palabra concesión por la de permiso, que en este caso resultan equivalentes, dejaría de producirse un serio atropello a la norma constitucional.

Dejar pasar esta reforma sería hacerse cómplice de un atraco a la Constitución. Los legisladores no pueden traicionar la palabra empeñada de cumplir y hacer cumplir la Constitución y la ley.

Tiene razón.

Apuntes

El documento de Cárdenas, que el sábado apenas mereció notas breves y superficiales --que lo devolvieron a la condición de enemigo del régimen, sobre todo en 1988 y 1994--, circuló un día después de que los senadores y diputados tomaron las tribunas de las dos cámaras del Congreso, lo que frustró el plan de Calderón y Beltrones, que montaron en cólera. Otros “pacíficos”, como Felipe González González, exgobernador de Aguascalientes, de plano mostraron su talante frente a los senadores fapistas: “¡Vamos a bajar de ahí a los hijos de su puta madre!”, dijo González, en el lenguaje que usan los panistas en los correos amenazadores que envían a quienes ellos identifican como sus enemigos y en los foros, como los del diario Reforma. Y, cuidado, González es un sujeto que porta armas de fuego y si las trae, él mismo lo dice, es para usarlas.

Comentarios: delgado@proceso.com.mx