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domingo, abril 13, 2008

Decenas de miles reiteran rechazo a venta de Pemex











Imágenes tomadas en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México el 13 de abril de 2008.
Por anticipado y con información privilegiada, banqueros y especuladores se frotan las manos para apropiarse de los bonos petroleros: AMLO


México, Distrito Federal
Domingo 13 de abril de 2008


* Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Asamblea Nacional Informativa para la Defensa del Petróleo, realizada en el Zócalo

Amigas, amigos. Muchas gracias de nuevo por su participación. Esta asamblea fue convocada apenas hace tres días y aquí estamos, todas y todos.

Nuestro movimiento avanza con serenidad y optimismo, porque tenemos la razón y el tiempo lo ha venido demostrando. Este movimiento, de hombres y de mujeres libres y concientes, tiene a su favor el hecho indiscutible de que hablamos con la verdad, ante un adversario que ha optado por el camino trillado de la simulación y del engaño.

En la lucha emprendida en la defensa del petróleo, poco a poco, hemos venido poniendo al descubierto a quienes movidos por la codicia y el afán de lucro, pretenden despojar al pueblo de México de su patrimonio.

El patrimonio de nuestra generación y el patrimonio de las futuras generaciones, de nuestros hijos.

Fuimos los primeros en denunciar que se fraguaba un gran atraco a la Nación. Dijimos con mucha claridad que querían privatizar la industria petrolera y llamamos a debatir a quienes consideramos los principales promotores de este acto de felonía y de traición a la Patria.

Ninguno de ellos respondió abiertamente. Como siempre, le encargaron la palabra a sus incondicionales y lanzaron otra más de sus campañas mediáticas contra nosotros.

Nos acusaron de que alucinábamos, que veíamos fantasmas, que luchábamos contra molinos de viento, que queríamos notoriedad para nuestros fines políticos y se dedicaron a exclamar: ¿Cuál privatización? ¿Cuál reforma? ¿Cuál iniciativa?

Cuando dimos a conocer que preparaban el video del llamado “tesoro escondido en las aguas profundas”, primero lo negaron y luego, cínicamente, lo lanzaron al aire, pretendiendo engañar al pueblo de México.

A partir de entonces, empezaron a manejar eufemismos para tratar de ocultar la privatización que estaban fraguando. Usaron todos los términos y frases, habidas y por haber.

Hablaron de asociación, alianzas, acompañamiento, apertura, maquila, permisos, contratos de riesgo, contratos de servicios múltiples, contratos con terceros, contratos de servicios ampliados, autonomía de gestión; en fin, todo lo que les ayudara a disimular sus verdaderas intenciones.

Luego ya de plano, se arrancaron la máscara y se exhibieron sin tapujos. El miércoles pasado el presidente usurpador mandó sus iniciativas de reforma energética al Senado, y ya es innegable su deseo de privatizar la totalidad de la industria petrolera nacional.

Lo que estaba claro, quedó clarísimo: quieren consumar una de las más grandes afrentas que haya padecido el pueblo de México en toda su historia.

Esto explica el nerviosismo que mostró Calderón cuando apareció en cadena nacional, informando sobre su propuesta. Por eso sudaba y se mostraba inseguro. En su interior sabía que está muy cerca del papel que jugó, en su tiempo, Antonio López de Santa Anna.

¿Cómo se traducen y qué significan realmente estas reformas? Lo que quieren es modificar leyes secundarias que violan la letra y el espíritu del artículo 27 constitucional.

Están proponiendo otorgar permisos a extranjeros y privatizar la exploración, la perforación, la refinación, la petroquímica, el transporte, los ductos y el almacenamiento de productos petrolíferos.

Pretenden dejar a Pemex como simple abastecedora de petróleo crudo.

Nos quieren quitar la posibilidad de utilizar todo el potencial del sector energético para llevar a cabo el desarrollo económico independiente que necesita nuestro país.

Nos quieren condenar a que sólo vendamos materia prima y nunca podamos utilizarla para producir nosotros mismos la gasolina, los productos petroquímicos y la energía eléctrica y, con ello, industrializar a México, crear empleos, fortalecer nuestro mercado interno, reducir los precios al consumidor del gas, la luz y las gasolinas y, sobre todo, elevar los niveles de bienestar de nuestro pueblo.

Por si fuese poco, proponen un andamiaje legal que no sólo otorga derechos a extranjeros y nos obliga a someternos a tribunales internacionales, sino que les permite a los más altos funcionarios públicos actuar con manos libres para hacer jugosos negocios y elevar a rango supremo la corrupción en Pemex.

Por ejemplo, están contemplando que no haya licitaciones públicas y que se entreguen contratos de obras y servicios por asignación directa; es decir, Calderón, Mouriño, Elías Ayub y otros, podrán seguirse despachando con la cuchara grande.

Aquí sólo quiero recordar lo siguiente, quiero recordar hechos irrefutables y los enumero:

1. El primer contrato de servicios múltiples que se otorgó violando la Constitución a una empresa extranjera, se suscribió cuando Felipe Calderón fue secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex. El día 14 de noviembre de 2003, sin que hubiera participado en la licitación ninguna otra empresa, se entregó a Repsol de España un contrato por 2 mil 437 millones de dólares, para explotar yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos. Contrato que, por cierto, se encuentra en litigio en los tribunales, por inconstitucionalidad.

2. Recientemente, la Auditoría Superior de la Federación, denunció un daño patrimonial a Pemex cuando Calderón era Secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex, por haber vendido a bajo precio bonos de las acciones que Pemex posee en Repsol de España. Cabe señalar que meses después esas acciones aumentaron su valor, por lo que se registró una pérdida patrimonial para Pemex por 655 millones de dólares.

3. Está plenamente demostrado que Juan Camilo Mouriño, actual secretario de Gobernación del gobierno usurpador, es un traficante de influencias confeso: Aceptó de manera cínica haber firmado contratos con Pemex para beneficio de su empresa familiar. Y es necesario decir --para llamar a las cosas por su nombre-- que ante este evidente caso de impunidad, nuestros detractores de la televisión y de la radio, que gritan contra nosotros, se han quedado callados como momias.

4. También tenemos pruebas de que el contrato que otorgó la Comisión Federal de Electricidad a Repsol de España, sin que hubiese otra oferta, por 21 mil 650 millones de dólares para la compra de gas del Perú, y cuya ganancia será de 15 mil millones de dólares, fue autorizado desde Los Pinos, en 2007, cuando Juan Camilo Mouriño era coordinador de la Oficina de la Presidencia.

5. Por si fuese poco, obran en nuestro poder, pruebas que demuestran que desde antes de que enviara sus reformas al Senado y de que apareciera Calderón hablando de los bonos petroleros que supuestamente serán adquiridos por el pueblo, ya, antes de ese anuncio, antes de que se presentara la iniciativa y tenemos pruebas,, los banqueros de México y los especuladores financieros, daban a conocer de manera confidencial a los principales integrantes de sus gremios, sobre los pormenores de este asunto. Es decir, por anticipado y con información privilegiada, los banqueros y los especuladores financieros ya se están frotando las manos.

Como es evidente, detrás y adelante del afán privatizador está la voracidad de una minoría de políticos corruptos y de algunos potentados nacionales, asociados con empresas extranjeras.

Estas son las razones que nos han llevado a oponernos a la privatización del petróleo. Esto es lo que explica el por qué de la resistencia civil pacífica. Afortunadamente, pudimos prever lo que vendría y hemos aprovechado el tiempo, no sólo para denunciar la intención del despojo, sino para organizarnos e impedirlo.

El pasado jueves, en forma coordinada, con unidad, y también de manera simultánea, comenzaron las acciones de resistencia civil pacífica.

La primera medida la tomaron los senadores al ocupar la tribuna de ese recinto legislativo. Un aplauso a las senadoras y a los senadores.

Y de inmediato hicieron lo propio, en apoyo a sus compañeros, los diputados del Frente Amplio Progresista. Un aplauso a las diputadas y a los diputados.

Todo esto fue acompañado por la acción extraordinaria, generosa y ejemplar de las mujeres brigadistas. Un aplauso a las mujeres.

Las mujeres brigadistas, a su vez fueron respaldadas por los hombres que forman parte de las brigadas de la Ciudad de México y de la zona conurbada de municipios del estado de México.

Hemos contado con la solidaridad de muchos mexicanos, de millones de mexicanos, mujeres y hombres libres y concientes. Un aplauso para todo el pueblo de México que está participando en este movimiento, para los sectores progresistas.

Por eso no han podido destruirnos políticamente. Aquí repito lo que decía el Presidente Juárez: “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”. En eso radica nuestra fuerza.

Con las primeras acciones de resistencia civil pacífica y con el apoyo de muchos otros, inclusive de aquellos con los que tenemos algunas diferencias, pero con los que coincidimos en la defensa del petróleo, hemos logrado alejar el riesgo del albazo legislativo.

¡Ya no va a haber madruguete!

No olvidemos, tengamos en cuento y que esto sirve para explicar el por qué actuamos como se hizo. ¿Qué es lo que querían? Querían aprobar por la vía rápida, como lo hicieron con las reformas a la Ley del ISSSTE, querían ponerse de acuerdo arriba y dar un madruguete en este tema tan fundamental y tan vital, como el asunto del petróleo.

Pero la acción oportuna de nuestros legisladores y de las brigadas lo ha impedido. Y es casi un hecho que no podrán en este periodo de sesiones, que termina el 30 de abril, aprobar las iniciativas entreguistas.

Ni un paso adelante, amigas y amigos.

Sin embargo, no podemos confiarnos. Sabemos cómo piensan y cómo actúan nuestros adversarios, pero sobre todo sabemos que es mucha su avaricia, su hambre de dinero.

Aquí quiero dejar en claro cuál es nuestra principal demanda en estos momentos. Lo que queremos es algo totalmente racional, pacífico y posible. Repito: racional, pacífico y posible.

Estamos exigiendo que se convoque a un debate nacional. Estamos exigiendo que se convoque a un debate nacional, plural y democrático con toda la sociedad. Un debate sin prisas, no simulado, abierto a todas y a todos los que tengan algo que decir. En el entendido que el petróleo es de todos los mexicanos y, por lo tanto, todas y todos tenemos derecho a opinar.

Puede ser que los senadores y diputados tengan la última palabra, pero la primera palabra la tendrá siempre el pueblo de México.

No podemos, de ninguna manera y por ningún motivo, aceptar que algunos quieran robarse el patrimonio de todos los mexicanos y mucho menos que este robo se lleve a cabo a espaldas del pueblo.

Amigas y amigos:

En tanto no haya respuesta a nuestra petición de que se lleve a cabo un amplio debate nacional sobre el petróleo y lo que implica en cuanto a soberanía, historia, legalidad, corrupción, desarrollo, bienestar y paz social, nosotros continuaremos con la resistencia civil pacífica.

El martes de la semana próxima vamos a estar atentos a lo que suceda en la Cámara de Senadores y de ello dependerán las acciones que llevemos a cabo.

Todos estamos en resistencia civil pacífica, todos atentos y alertas.

También les propongo que todos los brigadistas de los estados, mujeres y hombres, así como quienes se quieran sumar de manera voluntaria, nos dediquemos a informar al pueblo de México y dar a conocer nuestras razones y las gravísimas consecuencias de la privatización de la industria petrolera.

Para ello, a partir de la semana próxima, vamos a distribuir una carpeta con la información básica que servirá de herramienta a las brigadistas, a los brigadistas y a los ciudadanos en general, para ir, todas y todos, a concientizar casa por casa, barrio por barrio, colonia por colonia y pueblo por pueblo.

¿Lo vamos a hacer?

(La asamblea responde sí)

Ante el cerco informativo, cada uno de nosotros será un medio de comunicación. Ante el engaño y la manipulación nos haremos cargo de abrirle paso a la verdad y llegará hasta el último renglón de nuestra Patria.

También les propongo, porque las circunstancias así lo exigen, que el domingo próximo haya asambleas informativas en todas las principales plazas públicas del país. Estas reuniones serán convocadas por la Comisión Nacional en Defensa del Petróleo y por los Comités de Defensa del Petróleo de los estados.

Hago un llamado, de nuevo, amigas y amigos, para no caer en ninguna provocación. Ni un vidrio roto ni una pedrada, sólo recurren a la fuerza los que no tienen la razón, los violentos son ellos, no nosotros.

Este movimiento ha sido, es y seguirá siendo pacífico.

Amigas y amigos:

Como lo sabíamos –aquí lo dijimos varias veces-- y lo habíamos previsto, a partir del pasado jueves se intensificó la campaña en contra de nosotros, es público y notorio, en la mayoría de los medios de comunicación, con honrosas excepciones. Se nos echaron encima con todo.

Con gran hipocresía, con el doble discurso, con la doble moral, con la hipocresía que les caracteriza, se han dedicado a rasgarse las vestiduras y a atacarnos y a ofendernos de manera vulgar.

En medio de ese griterío ¿qué es lo que se alcanza a escuchar, qué es lo que alegan? Veamos: Dicen que nuestros legisladores secuestraron al Congreso.

La pregunta que les hacemos: ¿Qué acaso un senador o un diputado puede permitir con los brazos cruzados que se viole la Constitución, cuando ha jurado respetarla y hacerla cumplir?

¿Qué acaso no son realmente los poderosos, los potentados de este país, los que tienen tomadas las instituciones para su beneficio personal?

¿Qué acaso no han convertido al gobierno de la República en un comité al servicio de unos cuantos?

¿Con qué autoridad moral hablan de democracia, cuando ellos mismos han venido reconociendo públicamente que se robaron la Presidencia de la República “haiga sido como haiga sido”?

Dicen que hay que apegarse a los procedimientos legales, pero deliberadamente olvidan de manera deliberada que la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, no son más que encubridores de políticos corruptos y de delincuentes de cuello blanco.

Claro que sabemos cuál es el procedimiento legal ante una violación a la Constitución, tenemos muy buenos abogados constitucionalistas.

Claro que podemos acudir a la Corte para presentar un recurso de inconstitucionalidad. Pero no somos ingenuos.

Desgraciadamente, esa institución sólo sirve para legalizar los despojos que comenten los poderosos.

En la mayoría de los medios de comunicación, sobre todo en la radio y en la televisión, los conductores también vociferan que tenemos secuestrado el Congreso.

Yo les pregunto: ¿No son ellos los acaparadores de la palabra, de la información y los más tenaces manipuladores de la opinión pública?

Desde aquí les decimos que no nos detendrán con sus campañas de odio y de linchamiento político.

Debe saberse que nada ni nadie nos llevará a convertirnos en cómplices del atraco al pueblo y a la Nación.

Este movimiento, y esto se tiene que saber, que se oiga bien y que se oiga lejos, este movimiento está integrado por mujeres y por hombres dignos que no se miden con el rasero de la política tradicional, sino con el de la historia.

En la vieja política, en donde todos los intereses cuentan, menos el interés del pueblo, la mujer y el hombre público, el político, deben ajustarse a las reglas del juego, no pueden ejercer a plenitud su libertad, no pueden reflexionar en voz alta, están obligados a cuidar su imagen para no afectar su carrera y a someterse al código que exigen los intereses creados.

El caso de nosotros es distinto. Para nosotros lo más importante es mantener nuestra dignidad y nuestros principios. Nos mueven ideales y convicciones, no meros intereses políticos.

Aquí, insisto, no importa que al final de esta jornada patriótica, nos desgastemos políticamente hablando, si logramos no permitir que se entregue el petróleo a extranjeros.

No le hace que nos desgastemos políticamente, si logramos el principal objetivo, que no se entregue el petróleo a los extranjeros.

A diferencia de la derecha, que lo deshumaniza todo, y en pos de lo material actúa con irresponsabilidad e intolerancia, nosotros tenemos nuestra conciencia tranquila.

Nosotros sabemos lo que es el amor al prójimo. Sabemos que amar es luchar por los demás y respetar al diferente.

Y también sabemos que la paz es fruto de la justicia y de la libertad. Sabemos que arrebatar jamás trae nada bueno. Y precisamente por eso sostenemos que el despojo del petróleo creará un ambiente de insatisfacción y farsa y de frustración, y viviremos los mexicanos en constante riesgo de confrontación interna y amenazas de conflictos con el extranjero.

En suma, porque queremos vivir en paz es que estamos defendiendo el petróleo.

Amigas y amigos:

Se trata de crear una nueva política, sustentada en principios, en valores morales y en el respeto al pueblo y donde prevalezca el interés general, por encima de los intereses particulares.

En este camino hacia una nueva forma de hacer política, nos ha tocado enfrentar al poder autoritario, ejerciendo un contrapoder que nos da la autoridad moral y el apoyo del pueblo.

Por ejemplo, en el Congreso de la Unión, los legisladores del Frente Amplio Progresista no tienen el poder cuantitativo de los votos, pero la defensa de causas justas les confiere un importante poder moral, cualitativo: el poder del veto, el poder de oponerse y, en última instancia, el derecho a ejercer la resistencia civil pacífica, cuando sus argumentos no son considerados para la toma de decisiones que atañen al pueblo y a la Nación.

El contrapoder está, también, en no entrar al juego del sistema, de la política tradicional que ha imperado por mucho tiempo en nuestro país, donde todo se resuelve por arriba, en las cúpulas, sin tomar en cuenta los sentimientos y las necesidades de las mayorías.

Amigas y amigos:

La historia nos enseña que los avances de justicia, libertad, democracia y soberanía, sólo se han logrado cuando el pueblo, los obreros, los campesinos, los indígenas, los estudiantes y las mujeres, se han movilizado en contra de los opresores nacionales o extranjeros.

Sólo el pueblo puede salvar al pueblo, sólo el pueblo puede salvar a la Nación.

Sigamos luchando juntos, todas y todos, para defender las aspiraciones libertarias y de justicia del pueblo de México.

¡Viva la Resistencia Civil Pacífica!

¡Vivan las mujeres brigadistas!

¡Vivan los hombres brigadistas!

¡Vivan nuestros legisladores!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!