Mentiras y estupideces del pelele
Tomados de La Jornada, Hernández, El Fisgón y Rocha y El Universal, Omar.
Como en tiempos del PRI el PAN recurre a las mismas mentiras y trampas para intentar ocultar lo evidente. Su incapacidad y negligencia para dirigir los destinos del país, más allá del saqueo, que es su principal objetivo.
La noche de ayer el pelele Felipe Calderón Hinojosa recetó una sarta de mentiras, verdades a medias y estupideces. Las primeras tienen que ver con los “beneficios” del TLCAN a los millones de mexicanos, pues los únicos que se han beneficiado son los grandes empresarios aglutinados en lo que se ha llamado poderes fácticos. Nadie más. Y esto queda claro en los bajos salarios que se pagan en el país, el nivel de desarrollo técnico y tecnológico –sin contar a las telecomunicaciones, principalmente la telefonía celular que pagamos a precio de oro- que está en el sótano, la baja calidad de la educación, la baja calidad de los productos que se venden en el país y lo caro de los mismos. Un ejemplo son los automóviles, que se venden en México a un precio superior al que son ofertados en el extranjero, cuando aquí en donde se ensamblan.
Las verdades a medias son las exportaciones. Estas se dan exclusivamente en los grandes empresarios o aquellos que son beneficiados por el gobierno federal, vía subsidios o el no pago de impuestos. Otros que exportan son las propias empresas ensambladoras como General Motors –que bien paga con hummers a La Presidencia-, Chrysler o Ford. Wal-Mart por ejemplo importa de sus filiales en Estados Unidos y exporta a sus filiales allá. Es decir hace negocio con ella misma evadiendo impuestos.
Las estupideces son que “nosotros los consumidores podamos contar con más productos de mayor calidad y a mejores precios”. Todos sabemos que la mayoría de productos “baratos” son chatarra importada con el beneplácito del pelele Calderón Hinojosa y anexas. La “variedad” no es tal pues sabemos que se trata de monopolios u oligopolios, como Maseca, Bimbo, Coca Cola, Pepsicola, Colgate, etc. No hay tal variedad, no hay calidad y no hay mejores precisos. Todo lo contrario, no existe competencia, y el costo de la canasta básica se incrementó al menos en 35 por ciento el año pasado, a pesar de que la inflación –determinada por quien engendró el Fobaproa- se ubique de manera mentirosa en 4 por ciento.
Para comprobar lo anterior basta con platicar con el vecino, con el compañero de trabajo, con el vecino ocasional del transporte público, etc. No se necesita ser economista, ni analista, es tan solo la realidad actual.
Otras realidades son: El despido de la periodista Carmen Aristegui por órdenes del pelele Felipe Calderón Hinojosa, el veto al ministro Genaro Góngora para dirigir al IFE y las maniobras del PRIAN para imponer –como en 2003- a incondicionales que les garanticen que en los futuros fraudes lectorales resulten “vencedores”.
A continuación un análisis tomado de la revista Proceso.
La noche de ayer el pelele Felipe Calderón Hinojosa recetó una sarta de mentiras, verdades a medias y estupideces. Las primeras tienen que ver con los “beneficios” del TLCAN a los millones de mexicanos, pues los únicos que se han beneficiado son los grandes empresarios aglutinados en lo que se ha llamado poderes fácticos. Nadie más. Y esto queda claro en los bajos salarios que se pagan en el país, el nivel de desarrollo técnico y tecnológico –sin contar a las telecomunicaciones, principalmente la telefonía celular que pagamos a precio de oro- que está en el sótano, la baja calidad de la educación, la baja calidad de los productos que se venden en el país y lo caro de los mismos. Un ejemplo son los automóviles, que se venden en México a un precio superior al que son ofertados en el extranjero, cuando aquí en donde se ensamblan.
Las verdades a medias son las exportaciones. Estas se dan exclusivamente en los grandes empresarios o aquellos que son beneficiados por el gobierno federal, vía subsidios o el no pago de impuestos. Otros que exportan son las propias empresas ensambladoras como General Motors –que bien paga con hummers a La Presidencia-, Chrysler o Ford. Wal-Mart por ejemplo importa de sus filiales en Estados Unidos y exporta a sus filiales allá. Es decir hace negocio con ella misma evadiendo impuestos.
Las estupideces son que “nosotros los consumidores podamos contar con más productos de mayor calidad y a mejores precios”. Todos sabemos que la mayoría de productos “baratos” son chatarra importada con el beneplácito del pelele Calderón Hinojosa y anexas. La “variedad” no es tal pues sabemos que se trata de monopolios u oligopolios, como Maseca, Bimbo, Coca Cola, Pepsicola, Colgate, etc. No hay tal variedad, no hay calidad y no hay mejores precisos. Todo lo contrario, no existe competencia, y el costo de la canasta básica se incrementó al menos en 35 por ciento el año pasado, a pesar de que la inflación –determinada por quien engendró el Fobaproa- se ubique de manera mentirosa en 4 por ciento.
Para comprobar lo anterior basta con platicar con el vecino, con el compañero de trabajo, con el vecino ocasional del transporte público, etc. No se necesita ser economista, ni analista, es tan solo la realidad actual.
Otras realidades son: El despido de la periodista Carmen Aristegui por órdenes del pelele Felipe Calderón Hinojosa, el veto al ministro Genaro Góngora para dirigir al IFE y las maniobras del PRIAN para imponer –como en 2003- a incondicionales que les garanticen que en los futuros fraudes lectorales resulten “vencedores”.
A continuación un análisis tomado de la revista Proceso.
Aristegui: Fue Felipe Calderón
alvaro delgado
México, D.F., 7 de enero (apro).- Salvo que Televisa y Prisa hayan depuesto su principio fundamental de generar ganancias y estén en vías de convertirse en emporios benefactores, al menos en México, el despido de Carmen Aristegui sólo puede entenderse como una maniobra política pactada con el único que puede compensar las pérdidas --económicas, no de credibilidad-- de tamaña decisión: el gobierno de Felipe Calderón.
Porque el solo sentido común indica que nadie, menos una empresa que tiene el lucro como fin --Televisa y Prisa inobjetablemente lo tienen--, se da el lujo de tomar decisiones a sabiendas de que le generarán pérdidas, traducidas en baja en el rating y menores tarifas en el cobro a los anunciantes, salvo que exista la certeza de que habrá utilidades extraordinarias en otros ámbitos, no sólo en materia de medios.
Y ya se sabe: el grupo español Prisa --que emplea a Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, cuñado y confidente de Calderón-- tiene extendidos intereses en México que van más allá del ámbito editorial, que de suyo le reporta fabulosas ganancias a través de Editorial Santillana, el principal proveedor de libros de texto para la educación pública de México.
Y no hay que hacerse tontos: Aristegui no fue echada de W Radio porque el Grupo Prisa la haya abandonado después de ceder a las “presiones” de Televisa, que la abominaba después de que no se alineó en la ofensiva de repudio a la reforma electoral, ni se trata de una decisión que obedezca a la “concentración mediática” y aun a la influencia de personajes exhibidos en una frecuencia de alcance nacional, como los gobernadores priistas Mario Marín y Ulises Ruiz, el cardenal Norberto Rivera o el empresario pederasta Jean Succar Kuri.
Siendo pertinentes las tres interpretaciones, porque existen hechos de sobra que las acreditan, los que las sostienen pasan por alto un elemento fundamental: Aristegui era aborrecida por Felipe Calderón, particularmente después de las elecciones del 2 de julio de 2006, y era un estorbo para el objetivo de uniformar el cuadrante radiofónico, cuyas voces son las mismas que se escuchan en televisión y en un vasto sector de la prensa escrita.
Son las voces y las plumas del oficialismo de siempre --los de la era priista trasmutados a la panista-- y los del nuevo oficialismo, los que han dado forma a un comportamiento de criticar, a coro, a quienes consideran enemigos de México y de sus “instituciones”, con el único fin de obtener ganancias desde el poder.
Es decir: pegan para que les paguen.
Aristegui, como escasos medios y periodistas, no entraba en ese esquema impuesto por la derecha que encabeza Calderón y sus patrocinadores. Y así se lo hizo sentir ese personaje (que quienes lo conocen saben de su talante vengativo) con el circuito de entrevistas que hizo con motivo de su primer año de gestión gubernamental, en diciembre, el mes del golpe.
El objetivo de acallar desde Los Pinos a Aristegui no era sólo por difundir la información que la planta de reporteros de W Radio enviaba a la redacción central, controlada por personeros de Zavala Gómez del Campo, y que con ella podían trascender el tufo oficialista que exigía por ejemplo el locutor Ezra Shabot (que, dicho sea de paso, no dejó la conducción del vespertino por razones editoriales, sino por la promesa que recibió del PAN para ser consejero electoral y ahí está, al acecho), sino evitar que por su iniciativa siguiera recogiendo información de interés público de medios escritos, como el semanario Proceso, que concita la furia de Calderón.
Con el país hecho un caos, exhibida la demagogia de su campaña, que sembró de odio el país, Calderón busca evitar que en los medios audiovisuales se difunda información que escurra la gruesa capa de maquillaje y, además de los 3 mil 700 millones de pesos que dispone para publicidad gubernamental, ha resuelto cerrar cualquier resquicio de información a los mexicanos en los medios audiovisuales.
Calderón ya fracasó y, en su desesperación, se atrinchera en Los Pinos: Nada debe saberse de él, ha dictaminado, y tiene con qué pagar.
Por eso, la salida de Aristegui de la conducción del noticiario matutino de W Radio no se entiende sin la participación directa de Calderón, quien ofreció mejores negocios a quienes a eso se dedican, los empresarios españoles del Grupo Prisa, cuyo representante en México, Antonio Navalón, fue uno de los primeros personajes que se entrevistaron con él después del 2 de julio de 2006.
Y los que leemos El País no tenemos duda, ni entonces ni ahora, de qué intereses se estaban defendiendo: Ese periódico, que en España se hace pasar como cercano a la izquierda, tuvo una cobertura posterior al 2 de julio de 2006 absolutamente deleznable que, como dice Lorenzo Meyer, fue casi como La Crónica de hoy, el periódico insignia de Carlos Salinas.
La colusión de Prisa con Calderón se tradujo, además, en un hecho hasta grotesco: la contratación de Juan Ignacio Zavala, una de cuyas glorias profesionales, además de hacer chistes justamente en el programa de Carmen Aristegui, fue armar en los medios la trama de El Encanto.
En esa finca de las Lomas de Chapultepec, según el cuñado de Calderón basado en la bruja Francisca Zetina “La Paca”, estaba la osamenta del diputado priista Manuel Muñoz Rocha, mediante el cual Raúl Salinas asesinó a su cuñado José Francisco Ruiz Massieu.
Pero todo fue un montaje del también panista Antonio Lozano Gracia, el procurador General de la República con Ernesto Zedillo, de quien Zavala Gómez del Campo era el jefe de prensa y encargado de las filtraciones.
De manera que Zavala, hermano de la mujer de Calderón, podrá decir que nada tiene que ver con el despido de Aristegui –porque estaba en Argentina ejerciendo sus talentos--, pero tiene tanta credibilidad como “La Paca”, y lo que está claro es que, pronto, habrá de verse el pago de Calderón a Prisa. En contratos, claro.
Apuntes
El panista Javier Corral lo sabe: la “cobardía” del Grupo Prisa, como la llama, no es sólo de Televisa, sino de Calderón y Zavala, sus correligionarios y amigos. ¿O será que Zavala presentará su renuncia a Prisa, inconforme con la arbitrariedad contra Aristegui? ¿Y Calderón la invitará para que ejerza su trabajo informativo en una de las estaciones del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), que se supone son de Estado? ¿O nada hará Calderón para que sea contratada?
delgado@proceso.com.mx
En seguida información tomada del periódico La Jornada.
http://www.jornada.unam.mx/
Aristegui se resistió al cambio del modelo de starsystem: directivos
Funcionario de Televisa, “sorprendido” por versiones de censura en medios
En reunión con personal de W Radio, justifican decisión sobre la salida de la conductora
Emir Olivares
Directivos de W Radio señalaron que Grupo Prisa y Televisa Radio –dueños de la emisora– no le apostarán más a lo que denominaron starsystem, modelo en el que el conductor de noticiarios tiene más peso que la información. A este cambio, dijeron, Carmen Aristegui no se pudo adaptar.
En una reunión convocada por Javier Mérida, director de Televisa Radio, y Daniel Moreno, director de contenidos de la empresa –cercano al cuñado de Calderón, Juan Ignacio Zavala, así como a Marta Sahagún de Fox–, con todo el personal de Radiópolis, los directivos insistieron en que la salida de la conductora del noticiario matutino Hoy por hoy se debió al rediseño de la estación y no a motivos de censura.
Asistentes a la reunión revelaron que Mérida se dijo sorprendido de que diversos medios de comunicación y algunos personajes de la política manejaran la versión de que la salida de Aristegui se haya debido a un acto de censura, y aseguró que a la conductora se le permitió hacer su noticiario como ella lo dictara.
Incluso, aseveró que el nuevo objetivo del sistema de noticias de Radiópolis será colocar “como eje central” de sus contenidos a la redacción y a la jefatura de información, con lo que se homologarían los contenidos, ya que con el modelo anterior cada conductor o programa manejaba su propia agenda de temas.
Afirmó que pese a que ya existían contratos de publicidad establecidos, en ocasiones Aristegui no los respetaba, ya fuese porque se alargaban las entrevistas o las mesas de debate en su noticiario, o porque regresaba de los cortes publicitarios antes de lo establecido. Por ello, agregó, la estación tenía que cuidar sus finanzas, ya que en el más reciente año W Radio Noticias resintió pérdidas.
Dijo que de 2006 a 2007 W Radio Noticias obtuvo ingresos por 105 millones de pesos, mientras que los gastos y costos de operación fueron de 129 millones de pesos, por lo que las pérdidas que significa el área de noticias tienen que ser niveladas –dijo– por el resto de las emisoras de Radiópolis, como la Ke-Buena, con “los 40 Principales” y el área de deportes.
Pese a que los directivos mostraron interés mercantil en su nuevo proyecto noticioso y en el objetivo de que la figura starsytem desaparezca, Moreno reconoció que “para llenar el vacío” que deja Aristegui buscan como sustituto a un periodista reconocido, con una visión similar a la de la conductora, “de centro izquierda”.
Asimismo hizo hincapié en que la partición de Zavala en la empresa está ligada a la coordinación de las transmisiones sobre el bicentenario de la Independencia que realizarán Prisa y Televisa en América, con excepción de México, y agregó que su presencia no tiene nada que ver con contenidos editoriales.
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Góngora admite que existe trama para impedirle presidir el IFE, aseguran
“Veto” de PRI y AN imposibilita que sea designado, dicen colaboradores del ministro
Jesús Aranda
“Me siento como un cadáver con olor a santidad”, confió el ministro Genaro David Góngora Pimentel a sus más cercanos colaboradores al referirse a su candidatura a presidir el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE).
Si bien el ex presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) integra formalmente aún la terna de candidatos a suceder a Luis Carlos Ugalde, sabe que el “veto” de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) a su nominación hace imposible que sea designado, afirmaron funcionarios consultados en el máximo tribunal.
Ante la incertidumbre que generó en la SCJN su posible partida, trascendió que Góngora Pimentel ha expresado que no es más que “una ficha política” en el juego entre las tres principales fuerzas políticas –PAN, PRI y Partido de la Revolución Democrática (PRD)– para designar al próximo presidente consejero del IFE.
Según la información recabada, el ministro –que solicitó licencia para separarse de su cargo del 5 al 13 de diciembre pasado, cuando compareció ante la comisión de la Cámara de Diputados encargada de designar al titular del IFE– fue vetado inicialmente por el PAN, pese a que entre los círculos de poder es conocida su amistad con el líder blanquiazul en el Senado, Santiago Creel, quien, se afirmó, se cuidó mucho de ni siquiera buscar telefónicamente a Góngora, con el fin de evitar “malas interpretaciones”.
Mientras, la presión que ejercieron los gobernadores priístas de Puebla, Mario Plutarco Marín Torres, y de Oaxaca, Ulises Ruiz, contra la designación de Góngora fue suficiente para que la bancada del tricolor se negara a respaldar la propuesta del PRD de designar al ministro.
En ese contexto, Góngora ha dicho a personas de su confianza que el golpeteo mediático en su contra luego de hacer público que un grupo de constitucionalistas lo postuló para dirigir el instituto –propuesta a la cual se sumó el sol azteca– le ha servido para conocer “quiénes son mis amigos y quiénes no”, sobre todo porque la embestida se mantiene en diversos medios de información este inicio de año.
Ha señalado que, pese a todo, está tranquilo, pues sabe que sus detractores (que basan sus ataques fundamentalmente en ligarlo con Andrés Manuel López Obrador) lo atacan como “cobro de facturas” por la postura que asumió cuando la Corte resolvió asuntos controvertidos como la ley Televisa y la investigación en contra de Marín Torres (en la que Góngora votó en el sentido de que el gobernador poblano violó gravemente las garantías individuales de Lydia Cacho).
El embate también es respuesta a la intervención del ministro para que la Cor-te investigue la grave violación de garan-tías individuales en Oaxaca, abundaron.
Góngora había dicho a los diputados que su interés por presidir el IFE radicaba en que existe una exigencia inaplazable de luchar en favor de que las elecciones sean “limpias, creíbles, confiables y honestas”.
Cuando se le otorgó el permiso para separarse de su cargo por unos días, en diciembre pasado, el ministro presidente de la SCJN, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, señaló en una misiva dirigida a Góngora que le reconocía “completa idoneidad para el cargo al que aspira, y avalo esta consideración en su actuar de más de 35 años como juzgador federal”.
Sin embargo, en los corredores de la Suprema Corte corre la versión de que dos de sus compañeros ministros se dedicaron el fin de año a cabildear ante diputados, pero en contra de su designación.
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Panistas quieren resucitar candidatos a dirigir el instituto
Convergencia rechaza “borrón y cuenta nueva”
Enrique Méndez
Aun cuando la Cámara de Diputados debe elegir al consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) en febrero –como se comprometieron los grupos parlamentarios–, la Junta de Coordinación Política apenas citó a los líderes de las bancadas para el 15 de enero con el fin de dar inicio a la discusión del mecanismo tendiente a destrabar la designación.
De hecho, la diputación del Partido Acción Nacional (PAN) pretende comenzar de cero y elegir a los candidatos entre 126 finalistas cuyos nombres se publicaron en la Gaceta Parlamentaria, y no de los 30 que tuvieron calificación aprobatoria en las entrevistas personales.
El presidente de la junta y coordinador del PAN, Héctor Larios Córdova, aseveró que su partido no ha vetado a ningún aspirante, pero enseguida admitió que existe “una fuerte duda” en el blanquiazul sobre si el ministro Genaro David Góngora Pimentel podía solicitar licencia a su cargo sólo para competir por la titularidad del IFE.
“Buscamos contar con un Consejo General que responda a las necesidades del país y esté integrado por personas con capacidad y trayectoria en el área electoral, así como reconocimiento, y que conciten el mayor número de voluntades”, declaró ayer en entrevista telefónica.
Por su parte, el coordinador de Convergencia en San Lázaro, Alejandro Chanona, refirió que su grupo presentó en diciembre pasado una propuesta para insacular, de la lista final de 39 aspirantes, los nombres del candidato a presidente del IFE y a dos consejeros más.
Sin embargo, refirió que el 15 de enero se presentará una propuesta para elegir a los tres consejeros, pero advirtió que si se trata –como pretende el blanquiazul– “de un borrón y cuenta nueva, la elección se partidizaría, además de que la imagen del Poder Legislativo quedaría muy lastimada”.
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