Exibe APPO carácter represor del PRIAN
Tomados de La Jornada, Hernández y El Universal, Helioflores.
La anunciada represión contra el movimiento social de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) logró evitarse debido a que la organización decidió no enfrentar a los miles de efectivos de la PFP, el ejército y policía municipal, preparados para usar la “mano firme” del usurpador Felipe Calderón Hinojosa y el garrote de asesino oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz.
Los medios de comunicación prepararan ya sendos programas para llevar hasta las casas de las “familias mexicanas” las noticias adulteradas a favor de los represores “garantes de las libertades”. Los integrantes de la APPO consideraron que la pantomima oficial había sido desenmascarada y el propósito de hacer parecer que en Oaxaca no hay conflictos quedó por el suelo.
El góber asesino gastó millones de pesos en “promocionar la tranquilidad del estado” y la invitación a que se sumaran a la fiesta oficial de la Guelaguetza, sin embargo hoy lunes 23 de julio –primer lunes del cerro- tuvo que recurrir a cientos de burócratas, que bajo la amenaza de perder sus empleos fueron acarreados para llenar un estadio – rodeado por miles de policías y soldados- en el cerro del Fortín para que las cámaras de televisión –Televisa y TV Azteca, ¿quién más?- pudieran “constatar” que la fiesta se llevo en paz. Qué le importa a URO que la ocupación hotelera esté al 35 por ciento de capacidad, si las imágenes dirán que todos eran turistas.
Sin importar la guerra de baja intensidad instaurada por el ejército con las detenciones ilegales y la tortura de dirigentes de la organización, miles de ciudadanos marcharon por las calles de Oaxaca para exigir la libertad de los presos políticos y la salida de URO del gobierno de Oaxaca. Tal y como lo ha hecho desde hace más de un año.
El gabinete pirata del pelele Calderón Hinojosa se afana es deslindarse de Oaxaca, pero como su antecesor el traidor Vicente Fox Quesada, apoya de manera decidida al homicida URO, al mandar miles de efectivos de las fuerzas militares para apuntalar al cadáver político que representa Ulises Ruiz Ortiz.
Esa cara de las derechas yunquistas y PRIANistas es la misma que en los años 70 protagonizó las guerra sucia contra miles de mexicanos violando sistemáticamente la Constitución mexicana. Décadas después los tribunales “imparciales” del Poder Judicial, aceptan lo que en el pasado negaron, que sí existió genocidio, pero no hay culpables. ¿Tendrán que pasar décadas para que se reconozcan los asesinatos orquestados por el Estado contra civiles oaxaqueños? ¿En ese momento dirán que tampoco hay culpables, pese a que hoy actúan a los ojos de todo el mundo y con total impunidad?
En seguida una entrevista a la cacique magisterial y coautora del fraude electoral en 2006 Elba Esther Gordillo, tomada del periódico El Universal.
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/152698.html
"No queremos que se adoctrine"
Opina que Vázquez Mota no sabe nada del tema educativo; de Calderón considera que fue la mejor opción para la Presidencia, aunque no haya un gabinete plural. AMLO prefirió tomar la calle a negociar una agenda social, indica
TEXTO RAYMUNDO RIVA PALACIO • FOTO LUIS CORTÉS /ENVIADOS
El Universal
Lunes 23 de julio de 2007
SAN DIEGO, Cal.— Elba Esther Gordillo acusa: Josefina Vázquez Mota es una ignorante en materia de educación, insensible, doctrinaria y ha politizado a la Secretaría de Educación Pública.
Lapida: Andrés Manuel López Obrador es mesiánico, radical y autoritario.
Lamenta: El gobierno de Felipe Calderón no es plural, es panista, y no responde a lo que el país necesita.
—¿Cuántos políticos piensan realmente en un proyecto de nación?
“Lamentablemente… —duda—, lamentablemente, no lo sé”.
¿Y Elba Esther Gordillo, la maestra todopoderosa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación? Actor político polémico, que ahora se identifica con el “chupamirto”, sistemáticamente criticado, se ha señalado al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que ella preside, como monopolio, parte del corporativismo eterno mexicano, y a ella misma como un cacique del magisterio.
“He remado contracorriente”, responde sin contestar, marcando ligeramente una sonrisa. “Siempre contracorriente”.
Lucía vigorosa durante una entrevista a lo largo de una reciente tarde en la isla Coronado en San Diego, a veces contradictoria, otras con pensamiento inacabado, y luego demagoga, retadora.
“No me ha preguntado por qué estoy acá”, enfrenta al reportero, a quien nunca se le ocurrió esa interrogante. “Imagínese. Con todo eso que sacan en la prensa, que si yo me quedé con tanto dinero, que si yo hice esto, que si soy esto otro, que hice esto y que supuesta o verazmente hice unas llamadas telefónicas y las pone, poniendo en riesgo mi integridad física”.
La maestra se refiere principalmente a López Obrador, quien en la poscampaña electoral dio a conocer unas grabaciones con el gobernador de Coahuila como una prueba del fraude electoral.
—¿Está usted fuera de México por temor a su integridad física?
—No, no, no, no. Estoy comentando qué pasa. (Pero él) está poniendo en riesgo mi integridad física.
López Obrador utilizó el nombre de Elba Esther Gordillo para señalar que fue el factor que le dio la victoria a Felipe Calderón en la elección presidencial.
—¿Cuánto le debe electoralmente Felipe Calderón?
—A mí, nada.
—¿A los maestros?
—Mucho.
—Políticamente.
—Políticamente nos va a deber algo todos los días y estamos dispuestos a contribuir. No vamos a hacer movimientos que desestabilicen a la nación.
—¿Con cuántos votos contribuyeron?
—La verdad, no lo sé. Pero tuvimos un sistema de conteo muy puntual, y me di cuenta de cómo iba la tendencia. Muy relativa, pequeñita, pero nos dimos cuenta que iba ganando el licenciado Calderón. Y sí es cierto que agarré y le hablé a algunos y les dije: ‘Oiga, va así. No que me quieran hacer, no nos hagamos tontos’.
—¿Movilizaron el 2 de julio?
—Ya no se puede, y menos a esas horas.
—Me refiero a la operación política.
—Trabajamos duro porque iba en juego el registro de Nueva Alianza.
Dice, sin que se le pregunte, que ella votó por Roberto Campa, candidato de Nueva Alianza, pero acepta que dos meses antes de la elección presidencial cambiaron la estrategia y lanzaron una campaña de spots, aquella del “uno de tres”, que al final le dio el registro al partido del SNTE.
Pero eso no significa, aclara, que merezca epítetos. “Que yo no esté gritoneando al Presidente, que yo no esté en posiciones altaneras”, añade la maestra sin alcanzar con palabras la crítica a López Obrador. Lo que él hace, afirma, “parece chantaje. Ese es un equívoco.
“La ideología es importante, pero hay que defenderla en la mesa. Andrés Manuel tenía en las manos la agenda social. Un hombre de Estado, sabedor en ese momento que había ganado el otro partido, hubiese pactado y nos hubiera garantizado una agenda social. Prefirió tomar la calle”.
—¿Se siente cómoda con la actual geometría política de México?
—Me siento incómoda por lo que veo en el país. No es sólo un problema de orden ideológico, sino de capacidad y de conciencia.
—¿No se hubieran sentido los maestros más a gusto con López Obrador como presidente?
—Nosotros, no.
—¿Por qué no si ideológica y programáticamente hay más coincidencias?
—No, no, no. Nosotros estamos por una política social de fondo. Yo creo que este neoliberalismo salvaje que viene empobreciendo tanto a los países ya está demostrando su fracaso. Pero para (guiar el cambio) se requiere un hombre realmente líder.
“Estoy convencida que si (Roberto) Madrazo hubiera sido presidente, pobre país. Y si el señor Andrés Manuel hubiera sido presidente, qué dramático. Es muy autoritario; nadie puede pensar diferente a él”, afirma la maestra. “Se atreve a descalificar porque cree que es Dios. Y no existe. Ya no existe ese dios Andrés Manuel”.
No duda que Calderón fue la mejor opción para la Presidencia, pero aún así, ve insuficiencias. “Me hubiera encantado un gobierno plural”, afirma.
—¿No es un gabinete plural?
—Es un gabinete panista.
—¿Y por qué tendría que formar un gabinete con otros partidos si ni siquiera hay un sistema político que se preste a la cohabitación?
—Porque es la necesidad que está exigiendo el país. El país necesita reconciliarse. Estamos en una disputa, soterrada, declarada, permanente.
En esto no ve parcelas. Y aunque no lo admite abiertamente, desliza la crítica a la postura ideológica de la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota.
—¿Por qué trae a cachuchazos a la secretaria de Educación?
—No la traigo. Lo que yo diría es por qué no se entiende que en Educación vaya alguien que conozca el tema. La secretaria es una gente educada, preparada, decente. No tengo nada contra su persona…
—Pero dice que no sabe nada del tema.
—… No sabe nada del tema. Entonces, cuando alguien ignora el tema, hay ciertas dificultades en la comprensión de lo que se está tratando.
—Si es tan vital, pues hay un error de diseño en el gabinete del Presidente.
—Yo diría que hay una responsabilidad constitucional del señor Presidente para nombrar a su gabinete, y nosotros hemos sido respetuosos de ello.
—¿No vetó a Juan Carlos Romero Hicks?
—Yo diría que más que vetarlo, siempre tendremos una objeción.
Y se encarrera: “Si hacemos de la Secretaría de Educación Pública un espacio meramente político o partidista, le vamos a hacer mucho daño a la educación. Ante la búsqueda de la calidad educativa, se debe priorizar que en Educación deba estar un pedagogo, alguien que sepa.
“Yo creo que Romero Hicks, y la propia Josefina, sin ánimos de descalificar, son gente PAN-PAN, y tienen visiones que a lo mejor corresponden al ayer. Nosotros deseamos que la SEP se despolitice, y no queremos que desde la SEP se adoctrine”.
Hace algunos años, en una charla privada, la maestra Gordillo decía, en un balance de los secretarios de Educación priístas con los que había tratado, que eran genéticamente autoritarios.
—¿Han cambiado los panistas?
—Son burocráticos.
—¿Siguen siendo autoritarios?
—Más que autoritarios, burocráticos.
—O sea, dejaron de ser genéticamente autoritarios y se convirtieron…
—Pasaron a ser una burocracia incapaz.
—¿Qué es peor?
—Los dos.
—Pero así como usted le está dando cachuchazos a la secretaria, ella también le responde con cachuchazos y periodicazos.
—Yo diría una cosa. No hay peor cosa que temer, que el miedo nos domine.
—¿Le tienen miedo en la SEP?
—Yo digo que les preocupo, que no confían.
Gordillo sostiene que hay un proyecto educativo nacional que enfrenta presiones de grupos conservadores, como el que representa Lorenzo Servitje, de quien habla bien en lo particular, y ProVida. Pero también identifica a las iglesias, no sólo a la católica, a la Unión de Padres de Familia, a sectores “muy duros” dentro del PAN, y gobernadores, incluidos priístas, que también declina llamar por su nombre.
—¿Siente que la secretaria está en esa línea de pensamiento?
—Si digo lo que ella me ha comentado, no.
—¿Y en su actuación?
—Sí veo cómo se están moviendo los intereses. No puedo admitir que tengo pruebas, pero sí tengo dudas.
—¿Qué intereses se están moviendo?
—Los que creen que la ignorancia es el mejor estado para una sociedad y para sus intereses.
—Medieval la idea.
—Hay visiones y lecturas que pertenecen al medioevo. Sí las hay.
Parece haber una relación civilizada entre la maestra y la secretaria de Educación, pero sólo hay que rascar un poco para comprobar que no es así. La líder sindical la responsabiliza, cuando menos por “descuido”, que de sus oficinas salgan informaciones —que sugiere tendenciosas— para golpearla, lo que le parece una “perversidad”.
—¿No podrá ser que la secretaria le tiene envidia?
—Ese será problema de ella.
—Pero usted está inconforme con el nombramiento.
—Lo respeto, lo acepto y me gustaría que hubiera una mayor sensibilidad para entender que más que política, de la que fuese, pensemos en la educación.
Elba Esther Gordillo dice que la educación es su pasión, y los maestros su amor.
—En política el amor no existe.
—Pero la buena suerte sí.
—No es lo mismo.
—A la política hay que ponerle emoción, porque no la podemos alejar del ser humano.
—Pero esa es pasión, no amor.
—De acuerdo, pero el amor a la gente a la que se sirve, ¿por qué no?
—Porque no se hace política con la gente a la que sirve.
—La verdad es que yo amo a los que están cerca de mí, a la que colabora de toda la vida. Por ejemplo, no lo creerían: amo al sindicato, amo a los maestros.
—Pero no hace política con ellos, ¿para ellos?
—Totalmente para ellos.
—Pero no con ellos.
—Claro que sí. Ya tienen un partido.
Esta es parte de la entrevista que fue transmitida anoche en el programa Código 2007 una producción de EL UNIVERSAL Televisión en Proyecto 40.
Los medios de comunicación prepararan ya sendos programas para llevar hasta las casas de las “familias mexicanas” las noticias adulteradas a favor de los represores “garantes de las libertades”. Los integrantes de la APPO consideraron que la pantomima oficial había sido desenmascarada y el propósito de hacer parecer que en Oaxaca no hay conflictos quedó por el suelo.
El góber asesino gastó millones de pesos en “promocionar la tranquilidad del estado” y la invitación a que se sumaran a la fiesta oficial de la Guelaguetza, sin embargo hoy lunes 23 de julio –primer lunes del cerro- tuvo que recurrir a cientos de burócratas, que bajo la amenaza de perder sus empleos fueron acarreados para llenar un estadio – rodeado por miles de policías y soldados- en el cerro del Fortín para que las cámaras de televisión –Televisa y TV Azteca, ¿quién más?- pudieran “constatar” que la fiesta se llevo en paz. Qué le importa a URO que la ocupación hotelera esté al 35 por ciento de capacidad, si las imágenes dirán que todos eran turistas.
Sin importar la guerra de baja intensidad instaurada por el ejército con las detenciones ilegales y la tortura de dirigentes de la organización, miles de ciudadanos marcharon por las calles de Oaxaca para exigir la libertad de los presos políticos y la salida de URO del gobierno de Oaxaca. Tal y como lo ha hecho desde hace más de un año.
El gabinete pirata del pelele Calderón Hinojosa se afana es deslindarse de Oaxaca, pero como su antecesor el traidor Vicente Fox Quesada, apoya de manera decidida al homicida URO, al mandar miles de efectivos de las fuerzas militares para apuntalar al cadáver político que representa Ulises Ruiz Ortiz.
Esa cara de las derechas yunquistas y PRIANistas es la misma que en los años 70 protagonizó las guerra sucia contra miles de mexicanos violando sistemáticamente la Constitución mexicana. Décadas después los tribunales “imparciales” del Poder Judicial, aceptan lo que en el pasado negaron, que sí existió genocidio, pero no hay culpables. ¿Tendrán que pasar décadas para que se reconozcan los asesinatos orquestados por el Estado contra civiles oaxaqueños? ¿En ese momento dirán que tampoco hay culpables, pese a que hoy actúan a los ojos de todo el mundo y con total impunidad?
En seguida una entrevista a la cacique magisterial y coautora del fraude electoral en 2006 Elba Esther Gordillo, tomada del periódico El Universal.
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/152698.html
"No queremos que se adoctrine"
Opina que Vázquez Mota no sabe nada del tema educativo; de Calderón considera que fue la mejor opción para la Presidencia, aunque no haya un gabinete plural. AMLO prefirió tomar la calle a negociar una agenda social, indica
TEXTO RAYMUNDO RIVA PALACIO • FOTO LUIS CORTÉS /ENVIADOS
El Universal
Lunes 23 de julio de 2007
SAN DIEGO, Cal.— Elba Esther Gordillo acusa: Josefina Vázquez Mota es una ignorante en materia de educación, insensible, doctrinaria y ha politizado a la Secretaría de Educación Pública.
Lapida: Andrés Manuel López Obrador es mesiánico, radical y autoritario.
Lamenta: El gobierno de Felipe Calderón no es plural, es panista, y no responde a lo que el país necesita.
—¿Cuántos políticos piensan realmente en un proyecto de nación?
“Lamentablemente… —duda—, lamentablemente, no lo sé”.
¿Y Elba Esther Gordillo, la maestra todopoderosa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación? Actor político polémico, que ahora se identifica con el “chupamirto”, sistemáticamente criticado, se ha señalado al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que ella preside, como monopolio, parte del corporativismo eterno mexicano, y a ella misma como un cacique del magisterio.
“He remado contracorriente”, responde sin contestar, marcando ligeramente una sonrisa. “Siempre contracorriente”.
Lucía vigorosa durante una entrevista a lo largo de una reciente tarde en la isla Coronado en San Diego, a veces contradictoria, otras con pensamiento inacabado, y luego demagoga, retadora.
“No me ha preguntado por qué estoy acá”, enfrenta al reportero, a quien nunca se le ocurrió esa interrogante. “Imagínese. Con todo eso que sacan en la prensa, que si yo me quedé con tanto dinero, que si yo hice esto, que si soy esto otro, que hice esto y que supuesta o verazmente hice unas llamadas telefónicas y las pone, poniendo en riesgo mi integridad física”.
La maestra se refiere principalmente a López Obrador, quien en la poscampaña electoral dio a conocer unas grabaciones con el gobernador de Coahuila como una prueba del fraude electoral.
—¿Está usted fuera de México por temor a su integridad física?
—No, no, no, no. Estoy comentando qué pasa. (Pero él) está poniendo en riesgo mi integridad física.
López Obrador utilizó el nombre de Elba Esther Gordillo para señalar que fue el factor que le dio la victoria a Felipe Calderón en la elección presidencial.
—¿Cuánto le debe electoralmente Felipe Calderón?
—A mí, nada.
—¿A los maestros?
—Mucho.
—Políticamente.
—Políticamente nos va a deber algo todos los días y estamos dispuestos a contribuir. No vamos a hacer movimientos que desestabilicen a la nación.
—¿Con cuántos votos contribuyeron?
—La verdad, no lo sé. Pero tuvimos un sistema de conteo muy puntual, y me di cuenta de cómo iba la tendencia. Muy relativa, pequeñita, pero nos dimos cuenta que iba ganando el licenciado Calderón. Y sí es cierto que agarré y le hablé a algunos y les dije: ‘Oiga, va así. No que me quieran hacer, no nos hagamos tontos’.
—¿Movilizaron el 2 de julio?
—Ya no se puede, y menos a esas horas.
—Me refiero a la operación política.
—Trabajamos duro porque iba en juego el registro de Nueva Alianza.
Dice, sin que se le pregunte, que ella votó por Roberto Campa, candidato de Nueva Alianza, pero acepta que dos meses antes de la elección presidencial cambiaron la estrategia y lanzaron una campaña de spots, aquella del “uno de tres”, que al final le dio el registro al partido del SNTE.
Pero eso no significa, aclara, que merezca epítetos. “Que yo no esté gritoneando al Presidente, que yo no esté en posiciones altaneras”, añade la maestra sin alcanzar con palabras la crítica a López Obrador. Lo que él hace, afirma, “parece chantaje. Ese es un equívoco.
“La ideología es importante, pero hay que defenderla en la mesa. Andrés Manuel tenía en las manos la agenda social. Un hombre de Estado, sabedor en ese momento que había ganado el otro partido, hubiese pactado y nos hubiera garantizado una agenda social. Prefirió tomar la calle”.
—¿Se siente cómoda con la actual geometría política de México?
—Me siento incómoda por lo que veo en el país. No es sólo un problema de orden ideológico, sino de capacidad y de conciencia.
—¿No se hubieran sentido los maestros más a gusto con López Obrador como presidente?
—Nosotros, no.
—¿Por qué no si ideológica y programáticamente hay más coincidencias?
—No, no, no. Nosotros estamos por una política social de fondo. Yo creo que este neoliberalismo salvaje que viene empobreciendo tanto a los países ya está demostrando su fracaso. Pero para (guiar el cambio) se requiere un hombre realmente líder.
“Estoy convencida que si (Roberto) Madrazo hubiera sido presidente, pobre país. Y si el señor Andrés Manuel hubiera sido presidente, qué dramático. Es muy autoritario; nadie puede pensar diferente a él”, afirma la maestra. “Se atreve a descalificar porque cree que es Dios. Y no existe. Ya no existe ese dios Andrés Manuel”.
No duda que Calderón fue la mejor opción para la Presidencia, pero aún así, ve insuficiencias. “Me hubiera encantado un gobierno plural”, afirma.
—¿No es un gabinete plural?
—Es un gabinete panista.
—¿Y por qué tendría que formar un gabinete con otros partidos si ni siquiera hay un sistema político que se preste a la cohabitación?
—Porque es la necesidad que está exigiendo el país. El país necesita reconciliarse. Estamos en una disputa, soterrada, declarada, permanente.
En esto no ve parcelas. Y aunque no lo admite abiertamente, desliza la crítica a la postura ideológica de la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota.
—¿Por qué trae a cachuchazos a la secretaria de Educación?
—No la traigo. Lo que yo diría es por qué no se entiende que en Educación vaya alguien que conozca el tema. La secretaria es una gente educada, preparada, decente. No tengo nada contra su persona…
—Pero dice que no sabe nada del tema.
—… No sabe nada del tema. Entonces, cuando alguien ignora el tema, hay ciertas dificultades en la comprensión de lo que se está tratando.
—Si es tan vital, pues hay un error de diseño en el gabinete del Presidente.
—Yo diría que hay una responsabilidad constitucional del señor Presidente para nombrar a su gabinete, y nosotros hemos sido respetuosos de ello.
—¿No vetó a Juan Carlos Romero Hicks?
—Yo diría que más que vetarlo, siempre tendremos una objeción.
Y se encarrera: “Si hacemos de la Secretaría de Educación Pública un espacio meramente político o partidista, le vamos a hacer mucho daño a la educación. Ante la búsqueda de la calidad educativa, se debe priorizar que en Educación deba estar un pedagogo, alguien que sepa.
“Yo creo que Romero Hicks, y la propia Josefina, sin ánimos de descalificar, son gente PAN-PAN, y tienen visiones que a lo mejor corresponden al ayer. Nosotros deseamos que la SEP se despolitice, y no queremos que desde la SEP se adoctrine”.
Hace algunos años, en una charla privada, la maestra Gordillo decía, en un balance de los secretarios de Educación priístas con los que había tratado, que eran genéticamente autoritarios.
—¿Han cambiado los panistas?
—Son burocráticos.
—¿Siguen siendo autoritarios?
—Más que autoritarios, burocráticos.
—O sea, dejaron de ser genéticamente autoritarios y se convirtieron…
—Pasaron a ser una burocracia incapaz.
—¿Qué es peor?
—Los dos.
—Pero así como usted le está dando cachuchazos a la secretaria, ella también le responde con cachuchazos y periodicazos.
—Yo diría una cosa. No hay peor cosa que temer, que el miedo nos domine.
—¿Le tienen miedo en la SEP?
—Yo digo que les preocupo, que no confían.
Gordillo sostiene que hay un proyecto educativo nacional que enfrenta presiones de grupos conservadores, como el que representa Lorenzo Servitje, de quien habla bien en lo particular, y ProVida. Pero también identifica a las iglesias, no sólo a la católica, a la Unión de Padres de Familia, a sectores “muy duros” dentro del PAN, y gobernadores, incluidos priístas, que también declina llamar por su nombre.
—¿Siente que la secretaria está en esa línea de pensamiento?
—Si digo lo que ella me ha comentado, no.
—¿Y en su actuación?
—Sí veo cómo se están moviendo los intereses. No puedo admitir que tengo pruebas, pero sí tengo dudas.
—¿Qué intereses se están moviendo?
—Los que creen que la ignorancia es el mejor estado para una sociedad y para sus intereses.
—Medieval la idea.
—Hay visiones y lecturas que pertenecen al medioevo. Sí las hay.
Parece haber una relación civilizada entre la maestra y la secretaria de Educación, pero sólo hay que rascar un poco para comprobar que no es así. La líder sindical la responsabiliza, cuando menos por “descuido”, que de sus oficinas salgan informaciones —que sugiere tendenciosas— para golpearla, lo que le parece una “perversidad”.
—¿No podrá ser que la secretaria le tiene envidia?
—Ese será problema de ella.
—Pero usted está inconforme con el nombramiento.
—Lo respeto, lo acepto y me gustaría que hubiera una mayor sensibilidad para entender que más que política, de la que fuese, pensemos en la educación.
Elba Esther Gordillo dice que la educación es su pasión, y los maestros su amor.
—En política el amor no existe.
—Pero la buena suerte sí.
—No es lo mismo.
—A la política hay que ponerle emoción, porque no la podemos alejar del ser humano.
—Pero esa es pasión, no amor.
—De acuerdo, pero el amor a la gente a la que se sirve, ¿por qué no?
—Porque no se hace política con la gente a la que sirve.
—La verdad es que yo amo a los que están cerca de mí, a la que colabora de toda la vida. Por ejemplo, no lo creerían: amo al sindicato, amo a los maestros.
—Pero no hace política con ellos, ¿para ellos?
—Totalmente para ellos.
—Pero no con ellos.
—Claro que sí. Ya tienen un partido.
Esta es parte de la entrevista que fue transmitida anoche en el programa Código 2007 una producción de EL UNIVERSAL Televisión en Proyecto 40.
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