progressif

miércoles, junio 20, 2007

Parche fiscal del usurpador beneficia a los ricos de siempre







Tomados de La Jornada, Hernández, Rocha, Helguera y El Fisgón y El Universal, Naranjo.


De nueva cuenta el descaro, la verborrea, y la mentira pertinaz de quien el año pasado asaltó Los Pinos, el usurpador Felipe Calderón Hinojosa. De manera tramposa –como siempre actúa el PRIAN- el pelele comenzó una intensa campaña publicitaria para engañar a los mexicanos, “vendiéndoles” la idea de que la “reforma fiscal” diseñada por Agustín “Tonina” Carstens es lo mejor que le puede pasar al país.

Así como el PAN y sus jefes –grandes empresarios, televisoras, bancos, etc.- en 2006 implementaron junto con las “instituciones” la guerra sucia de spots contra Andrés Manuel López Obrador, ahora lo hacen para evitar que la población sepa del engaño que representa la miscelánea fiscal, que no reforma, presentada hoy por el mentado Carstens.

El pelele recurrió este miércoles –como ya lo hizo en la campaña presidencial del año pasado- a utilizar las frases de Jesucristo para llevar agua a su molino. Durante la entrega de apoyos –a los que en el pasado siempre se refirió como limosnas de los populistas- de Indesol afirmó: “La solidaridad, la fraternidad, la caridad son valores y virtudes más poderosas que cualquier otro. Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento y atender al enfermo; al desvalido son tareas poderosas, capaces de mover a la sociedad y por eso deben ser reconocidas y apoyadas”. Todo con el fin de convocar a la sociedad a que apoye el mamotreto de parche fiscal.

Como en el pasado –con el traidor y ladrón Vicente Fox Quesada y los gobiernos del PRI- advirtió que se trata de la última oportunidad –como si el fin del mundo se acercara- “para hacer cambios sustanciales en la manera en que enfrentamos la miseria y desigualdad” y agregó que aunque significará un esfuerzo de los más ricos es indispensable.

Hasta aquí las mentiras del personaje en cuestión. Qué le podemos creer a un tipo que miente y tiene al cinismo como uno de sus principales “valores”. Nada más recordemos el “gané haiga sido como haiga sido”.

La primer mentira que cae por su propio peso es la de que los más ricos pagarán más. El parche fiscal presentado con bombo y platillo deja intactos los privilegios a los grandes empresarios al no modificar los regímenes fiscales especiales. Es decir la forma en que los grandes empresarios –Televisa, Cemex, Telmex, Bimbo, Kimberly, TV Azteca, todos los bancos. Wal-Mart, Coppel, Coca-Cola, etc.- dejan de pagar impuestos. Todo lo señalado por la Auditoría Superior de la Federación referente a la forma en queseas grandes empresas contratan despachos de contadores para evitar pagar impuestos basándose en los regímenes especiales, no fue tomada en cuenta por el usurpador Calderón Hinojosa. Claro como tiene que seguir pagando a quienes lo impusieron, echo al cesto de la basura las pruebas que demuestran que los grandes empresarios no pagan impuestos, paga mucho más cualquier persona asalariada.

Carstens afirmó que con los impuestos contra la informalidad, juegos y sorteos, y a los aerosoles que se utilizan para pintar graffitis y el cambalache del impuesto al activo –queja recurrente de los empresarios y petición eterna de que lo quitaran- or el impuesto único se aumentará la recaudación. Quieren que creamos que con aumentar 50 por ciento a los botes de aerosol, o cobrar 2 por ciento a quienes depositen en efectivo más de 15 mil pesos en los bancos, o el aumento de 3 por ciento a los impuestos ya cobrados se conseguirá sanear las finanzas públicas.

Se trata pues de cobrar más a los ciudadanos, quienes si depositan en efectivo más de 15 pesos en sus cuentas, se harán acreedores a un impuesto de 2 por ciento, sólo por el hecho de sospechar que obtienen sus ingresos de la economía informal. Mientras, los empresarios siguen intocables, los grandes evasores fiscales mantendrán sus privilegios y con ellos la impunidad que los ha cobijado en los gobiernos del PRIAN.

Con este burdo parche fiscal, el pelele Calderón Hinojosa continúa el pago de las facturas a quienes lo impusieron en el poder el año pasado. Y no es poca cosa, según la Auditoría Superior de la Federación los grandes empresarios dejan de pagar 500 mil millones de pesos al año. Les va bien a los que “invirtieron” en el espurio ¿no?



La siguiente colaboración fue tomada del periódico La Jornada.










Felipe Calderón: respuestas sin pregunta


Alejandro Nadal

Si el ejército es la respuesta, ¿cuál era la pregunta? Quizás a Felipe Calderón ya hasta se le olvidó. Acaso se le ocurrió durante la campaña, cuando las encuestas baratas y mal diseñadas le revelaron que "la gente" pedía orden y mano firme. Es posible que esta idea se le haya reforzado en la crisis poselectoral, cuando sintió que "su gente" ya estaba harta de tanta protesta y caos.

Pero ¿cuál es el estado de cosas que el ejército debe proteger y mantener? Vamos a ver. Hoy existe un consenso entre los economistas de todas las filiaciones: la economía mexicana permanece en un letargo peligroso. De ahí se desprenden todo tipo de problemas, desde la desigualdad, hasta la migración y el deterioro ambiental. ¿Podría estar ahí la guerra que el ejército estaría llamado a ganar? Claro que no. El estancamiento económico depende del dogma según el cual en la globalización neoliberal no hay espacio para una política económica para el desarrollo. Así de sencillo. Por eso no hay política para el campo ni para la industria. Por eso se piensa que tampoco es posible una política macroeconómica contra-cíclica para fomentar la actividad económica en épocas de recesión o crisis.

Esa visión dogmática se encuentra ahora plasmada en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. Si ese documento de tanta pobreza conceptual contiene el plan de trabajo de la gestión de Felipe Calderón, estamos en aprietos.

Para muestra basta un botón. El primer eje rector del PND es el estado de derecho y la seguridad, "para que las familias sientan que su patrimonio está seguro". Para eso, alguien de mirada estrecha podría pensar se puede utilizar al ejército. Pero, ¿proteger el patrimonio de quién? No es una pregunta trivial. Una idea de la concentración de riqueza está dada por la estructura de cuentas bancarias. En México, cerca de el 60 por ciento de las cuentas en bancos apenas tienen saldos inferiores a mil pesos y son responsables del 0.4 por ciento del valor de los depósitos bancarios. En el otro extremo, el 0.3 por ciento de las cuentas en bancos tiene saldo promedio de un millón de pesos y acapara el 68 por ciento de todos los depósitos.

El segundo eje rector del PND tiene que ver con el desempeño de la economía. La meta ahora para el crecimiento del PIB es de "5 por ciento al final del sexenio". ¡Qué bueno! Ya le bajamos dos puntos porcentuales a la fanfarronería foxista, aunque el promedio podría ser igual al del sexenio anterior. Lo interesante es que aun con una tasa de crecimiento de 5 por ciento se necesitarían 72 años para que el ingreso del 10 por ciento de la población más pobre en México pueda alcanzar el del 10 por ciento más rico.

Este es un país que le cerró la puerta en las narices a millones de jóvenes que no estudian y que tampoco tienen trabajo. El mensaje que se les dio es claro y terrible: a ver cómo le hacen, porque en este modelo económico no caben. Una bomba de tiempo. ¿Podría desactivarse con retenes del ejército?

El PND afirma que el aumento en la población en edad de trabajar (el llamado bono demográfico) es una gran oportunidad. Pero con las metas del Plan, ese bono sólo va a beneficiar a la economía de Estados Unidos. En efecto, la fuerza de trabajo en el vecino país ya no puede crecer sino a través de la migración. México "resuelve" su problema de empleo expulsando su fuerza de trabajo a Estados Unidos. Adiós al bono demográfico.

¿Será el ejército una respuesta al problema de las finanzas públicas averiadas por las cargas financieras de tanto gobierno incompetente y estúpidamente corrupto? ¿Al riesgo de colapso energético que irremediablemente sufrirá México si no resuelve su transición a una economía baja en carbono y en emisiones de gases invernadero? ¿Al deterioro ambiental que vive nuestro país en todas las regiones y en casi todos sus ecosistemas? No, ¿verdad? Ni siquiera se arreglarán problemas como el de las mafias de la tala clandestina que cobraron la vida de Aldo Zamora, otro joven campesino asesinado por defender el bosque.

Hoy los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación están debatiendo si los retenes militares restringen el libre tránsito de los ciudadanos. Eso es como discutir si el león deshizo el prado antes de devorar al cordero. No se equivoquen, señores ministros de la SCJN, la Constitución es clara: "en tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar". El ejército no tiene funciones de policía y no puede ser utilizado para aplicar la ley de armas de fuego o para combatir la delincuencia.

En la coyuntura actual, el ejército no es la respuesta para ninguno de los grandes problemas nacionales. Felipe Calderón debe entenderlo bien: no hay nada más peligroso que equivocarse de pregunta. Eso no lo cambian ni diez regimientos blindados.



A continuación una nota tomada de la revista Proceso.









Convergen AMLO y Ebrard en la presentación de La guerra sucia de 2006

rosalía vergara

México, D.F., 19 de junio (apro).- La presentación formal del libro La guerra sucia de 2006. Los medios y los jueces, escrito por Julio Scherer Ibarra y Jenaro Villamil, juntó por vez primera en un mismo acto público al “presidente legítimo” de México, Andrés Manuel López Obrador, y al jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón.

El inesperado encuentro causó asombró entre los invitados a Casa Lamm. Más cuando ambos personajes se dieron un efusivo abrazo y se sentaron uno al lado del otro. Ese gesto provocó que el auditorio aplaudiera y gritara “es un honor estar con López Obrador”.

Ni López Obrador ni Ebrard quisieron hablar del libro escrito por Scherer y Villamil, texto que aporta elementos del presunto fraude cometido en las elecciones de julio de 2006.

El periodista Miguel Angel Granados Chapa, colaborador de la revista Proceso, se encargó de leer el prólogo que él mismo escribió para el libro editado por la editorial Grijalbo.

Granados Chapa compartió la mesa con John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, y los historiadores Ignacio Marbán y Carlos Montemayor.

Ackerman habló sobre el trabajo desarrollado por los órganos electorales. Dijo que todo mundo esperaba que el IFE, la Fepade y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) apuntalaran la democracia, pero lamentó se hayan quedado cortos en su tarea y sí formaran parte de la misma simulación de otros años.

Acusó particularmente al Tribunal de haberse dejado llevar por intereses políticos.

Investigador en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Ignacio Marbán sostuvo, a su vez, que el movimiento social que surgió después del proceso electoral sigue presente, y lamentó que los “delincuentes electorales” hayan quedado impunes en sus cargos.

Por su parte, Carlos Montemayor hizo un detallado recuento de los hechos fraudulentos que recogieron en su libro Scherer y Villamil y que, en su opinión, permitieron que el PAN se adjudicara la victoria en los comicios presidenciales de 2006.

Uno de los autores, Julio Scherer Ibarra, habló sobre la parcialidad con que actuó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Dijo que no dictó ninguna sentencia ni emitió opinión jurídica alguna sobre las denuncias que se interpusieron por las irregularidades cometidas durante el proceso electoral del año pasado.

Jenaro Villamil, reportero de la revista Proceso, fungió como moderador en la presentación del libro que reunió por vez primera en un mismo acto público a López Obrador y Ebrard.