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jueves, marzo 08, 2007

Triunfalismo montado en mentiras








Tomados de El Universal y La Jornada, Efrén, Hernández, El Fisgón, Helioflores, Helguera, Naranjo y Rocha.

Las mentiras y corrupción persiguen al traidor Vicente Fox Quesada. En la página de internet sobre el culto a la personalidad que se llama “Centro de Estudios, Biblioteca y Museo Vicente Fox Quesada A. C.”, se informa que esta “institución es una asociación civil sin fines de lucro, financiada con recursos privados, plural, incluyente y universal que tendrá su sede en San Francisco del Rincón, Guanajuato”.

Claro que la realidad es muy distinta porque hasta hace poco más de un mes la ex directora de CONACULTA Sara Bermúdez laboraba como encargada del “apoyo” a los ex presidentes, que en el caso del ladrón de Fox es superior a los cinco millones de pesos anuales –incluida su abultada pensión-, aunque la ex funcionaria afirmó que nada más se encargaba de ordenar miles de documentos para el proyecto de Fox.

Ahora resulta que hay otros servidores públicos –pagados con nuestros impuestos- que trabajan en el descarado proyecto del inculto bravucón ex presidente. De esta forma Jorge Cabrera Bohorques y Gregorio Tancitaro López Maciel, con un salario de directores de área de 47 mil 973 pesos; María Magdalena Aguirre Navarro, Tania Castillo Bernal, Mónica Adriana Guzmán Flores y Alejandro Olalde López, los cuatro en el rango de subdirectores de área, con un salario mensual de 25 mil 254 pesos, y Alberto Guillermo López Ruiz, como jefe de departamento, con una percepción salarial mensual de 17 mil 46 pesos laboran en el rancho San Cristóbal. Es decir que nos cuesta 214 mil pesos mensuales la estúpida idea de un corrupto que robó a manos llenas durante seis años.

Por si esto fuera poco los legisladores que inicialmente dijeron que retirarían la pensión y privilegios a ex mandatarios, ahora nos salen con que sólo se trata de que se elabore una ley para que todo esté en regla. ¿Leyes como las que interpretan a su conveniencia jueces y magistransas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación? ¿Para que después nos digan que podrá ser inmoral el dinero que se les destina, pero que está apegado a derecho y que si no nos gusta pues que cambien la ley? Ese tipo de cinismo ya lo conocemos. La impunidad que lo anida también.




Los coordinadores en el Senado de PRI, Manlio Fabio Beltrones, y PAN, Santiago Creel, coincidieron en que las prestaciones que reciben los ex jefes del Ejecutivo, como la custodia del Estado Mayor Presidencial, no les serán retiradas con la reforma constitucional que pretende normar los salarios máximos de funcionarios, porque éstas no se consideran como sueldo.

A su vez, el perredista Carlos Navarrete señaló que, en todo caso, serían los diputados quienes definan qué partida se otorga al Ejecutivo para ese fin, pero adelantó que su bancada hará lo posible porque terminen esas prerrogativas.

Milenio 8 de marzo de 2007



Mientras, el usurpador Felipe Calderón Hinojosa anuncia con bombo y platillo su estrategia Integral de Prevención del Delito, pues dice la sociedad está “harta de la inseguridad”. Nada más que el problema también fue abordado con igual “fuerza” por el ladrón de Fox Quesada, cuyos resultados son los mismos hoy: mayor inseguridad.

Como “novedad” el pelele dijo que mandará iniciativas para reformar el Código Penal Federal para que los secuestradores de niños, mujeres y ancianos tengan una pena de cadena perpetua.

Nada nuevo en el combate a la inseguridad ni a las bandas de secuestradores que al amparo de la impunidad y de los tres niveles de gobierno gozan de perfecta salud. Para ejemplificar lo anterior, aquí mostramos algunas declaraciones de legisladores y funcionarios que en el pasado dijeron que acabarían con la inseguridad.




Debido a que el secuestro constituye una de las mayores preocupaciones sociales en materia de seguridad, la Conferencia Nacional de Procuradores acordó la creación del grupo nacional antisecuestros, que contará con el apoyo del Ejército Mexicano para operativos de rescate y proporcionará información que recabe mediante su sistema de inteligencia.

En el marco de un proyecto denominado Plan Nacional de Acción Antisecuestro, los procuradores aprobaron la formación del banco nacional de información sobre secuestros, la creación de un grupo interinstitucional y de coordinación de los tres niveles de gobierno y propusieron la homologación de las leyes estatales y federal en la materia, incluida la posibilidad de que las víctimas no sean careadas directamente con los acusados. Se anunció la creación del centro nacional de atención a víctimas del secuestro, con apoyo de empresarios que han sufrido este delito, quienes crearon un fideicomiso para ese fin.

Lima (María de la Luz Lima Malvido, subprocuradora de Coordinación General y Desarrollo de la PGR) destacó la participación del Ejército contra el secuestro, ya que, por su capacidad operativa y despliegue, está en condiciones de apoyar operaciones de rescate en cualquier punto del país, además de la importancia del área de inteligencia militar y su presencia en el país. Lima destacó con satisfacción la integración en este proyecto antisecuestro de la PFP, dependencia con la que son conocidas las diferencias entre sus titulares, Rafael Macedo y Alejandro Gertz.


La Jornada 8 de diciembre de 2001.



"Hay cosas que no me gustan de esta administración, por ejemplo la inseguridad y la pobreza; si gano no daré continuidad al gobierno de Fox, tomaré los elementos buenos y los impulsaré, pero tengo mis propias estrategias, principalmente en el combate a la corrupción, la pobreza y la inseguridad".

Santiago Creel Miranda (hoy senador del PAN), 14 de septiembre de 2005, La Jornada.


A diez días de los asesinatos de dos niñas en Ciudad Juárez, Chihuahua, el presidente Vicente Fox Quesada se refirió por primera vez a ese hecho. Lo utilizó para criticar al Congreso de la Unión por no dotarlo de las herramientas para cumplir con su tarea de brindar seguridad a los mexicanos. ''Hago responsable al Congreso de la Unión... exigiendo a nombre de estas niñas, y de todos quienes sufren violencia e inseguridad en el país, que se apruebe la ley que enviamos hace ya más de un año'', dijo.

La Jornada, 24 de mayo de 2005.


El Congreso de Tamaulipas aprobó un punto de acuerdo con el cual exige al gobierno federal resultados concretos del programa México Seguro en la entidad, y se comprometió a salvaguardar la libertad de expresión "no obstante las presiones criminales", de las cuales sería demostración la agresión armada contra el diario El Mañana de Nuevo Laredo ocurrida el lunes pasado, que dejó gravemente lesionado al reportero Jaime Orozco Tey.

La Jornada 9 de febrero de 2006



En el gobierno de Vicente Fox, en el país se desbordó la inseguridad con ella aumentaron los secuestros y la sociedad "se acostumbró" a las muertes con violencia del crimen organizado, al narcomenudeo, a las decapitaciones, mientras el número de narcoejecuciones rebasó las 8 mil 700, destacó el diputado Francisco Elizondo Garridola, de la fracción parlamentaria del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la Cámara de Diputados.

El legislador del PVEM dijo que de acuerdo con cifras de la Procuraduría General de la República, en 2001 hubo mil 80 casos; en 2002, mil 230; 2003, mil 290; 2004, mil 304; 2005, mil 776, y en lo que va de 2006, más de 2 mil.

La Jornada 4 de diciembre de 2006


¿Entonces, cuál es la “novedad” y la “nueva” estrategia?






En seguida un análisis tomado de la revista Proceso.









El desmentido



josé gil olmos



México, D.F., 7 de marzo (apro).- La semana pasada escribí un artículo sobre la desconfianza y la falta de credibilidad que puede sufrir un investigador cuando miente sobre sus fuentes de información, como es el caso de Carlos Tello Díaz, autor de los libros 2 de julio y La rebelión de las Cañadas.

En ese artículo puse de manifiesto una de las faltas cometidas por Tello Díaz en las dos obras mencionadas, principalmente por haber echado mano de fuentes carentes de credibilidad. Ese fue el punto de discusión y lo sigue siendo.

A raíz de este artículo, el historiador y escritor Héctor Aguilar Camín publicó en el diario Milenio un “desmentido” al siguiente párrafo de mi colaboración:

“La reconstrucción histórica que Tello intentó hacer fue desmentida públicamente por Federico Arreola, Héctor Aguilar Camín y José María Pérez Gay quienes, según Tello, habrían acudido a una cena en la que el equipo de López Obrador habría revelado la confesión del tabasqueño: ‘perdí’”.

El escritor precisa que no desmiente la reconstrucción histórica que hizo Tello de la jornada electoral del 2 de julio del 2006, sino la versión de que fue en una cena en su casa donde se reveló la expresión de López Obrador. Sin embargo, evade opinar sobre el libro de Tello Díaz bajo el argumento de que no se siente cómodo porque el autor se lo dedicó.

Por considerar que se trata de un tema de interés para la opinión pública es que decidí dar a conocer la carta que envié por correo electrónico a Héctor Aguilar Camín, y con ello ofrecer a los lectores los elementos por los que considero necesario hablar de la importancia que tiene para un escritor, periodista o un investigador, contar con la claridad, la confianza y la credibilidad de sus fuentes de información:

Sr. Héctor Aguilar Camín

Leí su artículo publicado en el diario Milenio el pasado 7 de marzo bajo el título “Desmiento”, en el que alude a una colaboración que hice la semana pasada (www.proceso.com.mx, 5/3/07). Centra usted su desmentido en una información que publicó el columnista Salvador García Soto (Universal Gráfico, 15/2/07) y que retomé por considerar que aportaba elementos de análisis al contenido del libro de Carlos Tello 2 de julio, principalmente en lo que se refiere a la existencia de una supuesta reunión donde colaboradores de Andrés Manuel López Obrador habrían revelado la expresión “perdí”, como aceptación de derrota la misma noche de ese domingo. Dato que, por cierto, se ha convertido en la piedra angular del libro.

Su precisión sobre la inexistente cena en su casa, por sí misma, es válida, porque ya el propio Tello dijo que fue en otro lugar, pero si nos vamos a lo importante, que es el libro, como usted mismo lo señala en su artículo, es una lástima que se sienta incómodo en opinar sobre el mismo por el hecho de que el autor se lo dedicó.

Como historiador e investigador, por conocer la forma en que trabaja el autor de 2 de julio, me parece que está en condiciones de hablar o escribir de la forma en que se elaboró dicho libro, y de la importancia de tener fuentes veraces en una investigación histórica.

Ese es el tema central y de eso se trató lo que escribí para la agencia informativa Apro/Proceso, de la credibilidad de Carlos Tello, de quien se tiene como antecedente la polémica que provocó con el libro La rebelión de las Cañadas, precisamente porque mintió en decir que en las comunidades indígenas zapatistas confirmaron la información que él traía.

Hay que decir nuevamente que los reporteros que estuvimos en Chiapas, cubriendo el conflicto, constatamos la imposibilidad que tuvo Tello de entrar a comunidades de base del EZLN para corroborar los testimonios y documentos confidenciales que usó en su libro.

La polémica que provocó La rebelión de las Cañadas duró varios años no sólo por su contenido, sino por las fuentes de información que el autor utilizó.

En noviembre de 1998, en una entrevista publicada en Proceso (1147-29), el escritor Fabrizio Mejía reveló que probablemente una de las fuentes de Tello pudo haber sido los archivos del gobierno de Carlos Salinas, sobre todo en las delaciones que hizo uno de los exfundadores del EZLN, Lázaro Hernández, quien había abandonado las filas del grupo antes del primero de enero del 94. Estas declaraciones le valieron a Fabrizio Mejía una demanda por difamación interpuesta por Tello y que, como usted recordará, no prosperó.

En dicha entrevista, Fabrizio Mejía reveló otras cosas: dijo haber rechazado su ofrecimiento de elaborar un libro sobre la guerrilla chiapaneca, y relató que Tello terminó haciendo dicho libro que se llamaría La rebelión de las Cañadas. Así mismo manifestó la sospecha de que se utilizaron los “expedientes Lázaro Hernández” que varias personas dijeron haber visto en las oficinas de Ulises Beltrán, coordinador de asesores del presidente Carlos Salinas.

Entonces como hoy la crítica en el libro de Tello se centra nuevamente en la falta de credibilidad de sus fuentes de información, en las contradicciones en las que incurre y en la desconfianza que esto imprime no sólo en algunos pasajes clave de los libros, sino en la totalidad de los mismos.

Y de esto hay que hablar públicamente, aunque resulte incómodo.

(Comentarios: gil@proceso.com.mx)