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jueves, octubre 23, 2008

Rápida sesión del Senado valida oculta privatización de Pemex














Tomados de la Jornada, Helguera, Hernández, Rocha y El Fisgón y El Universal, Helioflores.


Como lo pretendían hacer desde el mes de abril los levantadedos del PAN y PRI aprobaron por amplia mayoría los 7 dictámenes que reforman la operación de Pemex y que en la letra pequeña contemplan una privatización paso a paso de la mayor empresa de México. Desde la sede alterna en la llamada Torre del Caballito los senadores –quienes no pudieron acceder a la sede principal ubicada en la calle de Donceles- hicieron gala de la desfachatez que los caracteriza y sin mayor trámite dieron por cerrado otro capítulo más al saqueo nacional.

Por la noche de ayer el representante de los Chuchos del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, aseguró que votarían a favor de los dictámenes a pesar de que en ellos se establece de manera poco clara la forma en que se otorgarán contratos para exploraciones en bloque, lo que representaría una privatización soterrada y la creación en los hechos de un monopolio
privado.

Durante la sesión de hoy que terminó poco después de las 15:00 horas –sólo dieron los trámites sin más, pues los dictámenes ya estaban "planchados" de antemano- los Chuchos cumplieron su palabra de votar a favor y con ello se comprobó de nueva cuenta, que la autollamada "izquierda moderna", aportó su cuota a la rapiña que tiene sumido al país en la miseria desde hace décadas. Donde la desigualdad en el reparto de la riqueza nacional es superior al promedio de los países miembros de la OCDE, según datos de ese organismo.

Poco se puede esperar de semejantes proyectos de reforma si desde antes se contempla la rapiña de los llamados "legisladores" que ven su beneficio personal por encima de cualquier interés nacional.

Después de décadas de transas y embutes, los políticos corruptos de México pretenden que se confíe en su buena voluntad y en las decadentes "instituciones" que hoy de nueva cuenta mostraron la corrupción imperante en el país.

Y no es menor ese apunte, pues aunque los intelectuales que asesoraron al Frente Amplio Progresista dijeron que los dictámenes podrían ser apoyados, también remarcaron una y otra vez que habría que estar "vigilantes, alertas, en pie de lucha" para evitar que en el proceso legislativo se incluyera de nuevo el ánimo privatizador que inició con el priísta Miguel de la Madrid y que tiene su clímax con los desgobiernos rateros del PAN.

Por el momento de nada le sirvió a la Bolsa Mexicana de Valores la aprobación en el Senado de la reforma de marras, su principal indicador cayó 5.26 por ciento, mientras que la cotización del dólar siguió cercana a la barrera de los 14 pesos. Eso a pesar de que el índice Dow Jones del mercado de valores de Nueva York ganó 2.02 por ciento.

Desde un principio –marzo del presente año- se sabía que la batalla por la defensa del petróleo y de México requeriría de esfuerzos adicionales, y aún faltan las sesiones de la Cámara de Diputados, que en vía de mientras ya implementó procesos fast track para aprobar los dictámenes en una sesión. Aunque el intento de privatización generalizada contemplado por el pelele Felipe Calderón Hinojosa quedó disminuido, no es suficiente para el ciudadano común saber que continuarán las transas en Pemex, pero que ahora sólo intervendrán de manera limitada los políticos corruptos, los grandes empresarios mexicanos y el nefasto liderazgo del sindicato petrolero. No están los tiempos para triunfos pírricos, el país ya no aguanta y la ciudadanía menos. Al tiempo.


La siguiente colaboración fue tomada del periódico La Jornada.


http://www.jornada.unam.mx/



El PAN y su matamoscas

Octavio Rodríguez Araujo

Los panistas, incluyendo a los usufructuarios de Los Pinos, están convencidos de que la sociedad es mayoritariamente conservadora y que, por lo mismo, apoyará sus iniciativas y sus políticas sin chistar. Es cierto y no.

La gente en general es conservadora, pues teme a los cambios. El más vale malo por conocido que bueno por conocer es un dicho popular muy arraigado, hasta que se trata de la vulneración del interés de las personas o de quitarles lo poco que tienen. Cuando las políticas públicas y las decisiones de alto nivel afectan a las personas éstas se defienden, sobre todo cuando tienen poco que perder y cuando ese poco es su único patrimonio. Los gobernantes, sin embargo, no lo quieren ver así y rápidamente mueven a quienes todavía son más conservadores (las clases medias, por ejemplo) para, según ellos, contrapesar los movimientos populares defensivos y presentarlos como subversivos, desestabilizadores y víctimas de políticos demagógicos sin escrúpulos que ponen en duda la bondad de las instituciones y la sabiduría de quienes pretenden gobernar el país.

Cuando a los gobernantes no les salen bien sus cálculos y las respuestas sociales los rebasan, usan la fuerza pública, federal y estatal, con la intención de someter y de acabar (si fuera posible) con esos movimientos. Son tan torpes que no se dan cuenta de que con sus acciones intimidantes y represivas lo único que logran es que las contradicciones se agudicen y que las instituciones –que se supone fueron creadas para atender a la población– sean, más que cuestionadas, enfrentadas o, en el mejor de los casos, esquivadas como quien se aparta de un perro con rabia.

Los verdaderamente subversivos no son los que levantan la voz para defender lo suyo, lo que les llevó años conquistar, lo poco que han ganado. Son los gobernantes miopes, sordos y, por si no fuera suficiente, bisoños. Éstos son los subversivos porque queriendo gobernar lo que hacen es querer imponer lo que sus "sabios tecnócratas" acordaron desde sus oficinas como políticas de gobierno. Sacuden el avispero, como han hecho con el crimen organizado, y luego se quejan de que las avispas los piquen. Y en lugar de reconocer que lo hecho ha sido improvisado, sin planeación y sin prospección, dan más palos a diestra y siniestra y, para colmo, se sienten muy satisfechos si entre tantos palos que afectan a gente inocente caen el suelo una o dos de las avispas que supuestamente querían combatir. Con los profesores de Morelos han hecho lo mismo y todo este alboroto que han provocado obedece a la terquedad de sostener un pacto espurio con una dirigente ídem sólo porque ésta le ayudó a tener más votos que los merecidos. El resultado ha sido aumentar el número de muertos y heridos a la trágica suma de los muertos y heridos que ha provocado la improvisada e irresponsable lucha contra narcotraficantes, asaltantes y secuestradores, que, dicho sea de paso, siguen haciendo de las suyas y van en aumento como diciendo "sí, pues ahora verás".

Son tan torpes que sólo les falta echarles la culpa a los ahorradores por la crisis económica, y si no se hubiera inventado El corralito en la Argentina de Fernando de la Rúa, que fracasó estruendosamente y provocó la caída del gobernante de ese país por un movimiento social sin precedentes, ya estarían llevando a cabo una medida similar. (El corralito, para quienes no lo recuerden, fue una medida económica que impedía a los ahorradores disponer de su dinero depositado en cuentas a plazo fijo, corrientes y en cajas de ahorro. La idea era proteger a los bancos obligando a la gente a no sacar su dinero.)

La apuesta de los gobernantes, de facto y legales, emanados del PAN, es al cansancio de la gente de a pie, al temor de quienes han sobrevivido a la muerte de sus parientes o amigos, al olvido de quienes ya recibieron algo más que promesas, al conservadurismo de millones que no han entendido (todavía) que ahora son los maestros organizados en la disidencia y mañana otros, tal vez ellos mismos por otros agravios impuestos desde las cúpulas políticas que, para lesionar al pueblo, no les falta imaginación.

Pero, además, los panistas son malos apostadores. Apoyaron a Marín en Puebla y a Ruiz en Oaxaca, con el objeto de que esos gobernadores los apoyaran en la elección presidencial de 2006. Recibieron apoyos, cierto, pero no tomaron en cuenta, como buenos ingenuos que son, que lo único que hicieron fue defender al PRI pensando que la alianza con este partido les beneficiaría a la larga. Qué equivocados. Lo verán en la elección de diputados federales de 2009, como ya lo están viendo en la posición de los priístas sobre la reforma energética: le dieron la espalda a la iniciativa de Calderón, lo chamaquearon para decirlo en términos científicos. Y todavía falta el cobro por haberse aliado con Elba Esther, vista por los del tricolor como una traidora sólo fiel a su arribismo sin paralelo.

Además de bisoños, los panistas son cortoplacistas y creen que con un matamoscas en la mano van a gobernar… ahora y por muchos años más.