progressif

viernes, octubre 12, 2007

Dichos de un pertinaz mentiroso




Tomados de La Jornada, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Helioflores.
En un claro desafío al pelele Felipe Calderón Hinojosa, el ladrón Vicente Fox Quesada vuelve a decir lo mismo que hace unos días, que no es dueño de nada. Tal y como hizo público hace unos días mediante un comunicado, el corrupto y bravucón ranchero reitera que no es ratero. Pone como testigos a los jesuitas y a su difunta madre. El sabe que jura en vano y que lo que dice es pura y llana mentira.

Los hechos y los documentos desmienten a quien se distinguió durante seis años por mentirle a los mexicanos. Apoyado en un gigantesco aparato publicitario en el que gastó miles de millones de pesos de nuestros impuestos, el taimado traidor no tuvo empacho en hacer creer a la gente de buena voluntad que era torpe, pero honesto, ignorante, pero honesto, bocón, pero honesto.

Los documentos y los hechos demuestran todo lo contrario. El sólo basa sus dichos en su muy devaluada palabra –tanto que las entradas a sus “conferencias” pasaron de costar 400 dólares por persona a un precio que oscila entre 2 y 50 dólares- y en repetir hasta el cansancio que es inocente.

Un reportaje de Anabel Hernández para el número de esta semana de la revista en línea Reporte Indigo (54) demuestra con hechos y documentos y no con palabras que por enésima vez el ladrón Fox Quesada miente. Cuando señala que su rancho –una de las siete propiedades con las que cuenta en el municipio de San Francisco del Rincón, Guanajuato- es producto de cinco generaciones miente. Para el año 2000 el deslenguado Fox Quesada había llevado a la ruina los negocios de la familia. Debía casi 25 millones de pesos y casi 2 millones de dólares, por lo que los negocios familiares –de cuyas acciones dice que regaló a sus hermanos- estaban a punto de perderse.

Seis años después la deuda está pagada y los negocios marchas viento en popa. Sus hermanos pasaron de ser unos “don nadie” a prósperos empresarios, lo que no consiguieron en cinco generaciones, lo pudieron hacer gracias a que el hermano fue presidente de México. La familia de Marta Sahagún también estaba en bancarrota, luego de los seis años de su ahora esposo, los negocios familiares también los colocan entre los nuevos millonarios de Guanajuato y Michoacán. Les bastó sólo seis años de un cuñado presidente para encumbrarse y dejar atrás un pasado de medianía y pobreza.

Esos son los resultados de investigaciones bien documentadas, que cuentan con imágenes, video y textos donde se prueban los dichos, justo con los hechos y los papeles que lo demuestran.

Del otro lado sólo está la voz de un mentiroso, traidor, corrupto y vulgar ladrón, quien termina su comunicado con la frase: “ Les pido que no se dejen engañar. La verdad saldrá a la luz”.

La verdad ya está a la luz pública, la condena de la ciudadanía ya también está hecha. Falta la de la justicia. Y esa no estamos seguros de que aparezca, la complicidades, la “alta política” y las corruptas instituciones de México, hacen creer que no llegará. Si no al tiempo.


A continuación una nota tomada de la revista Proceso.








Demanda Wornat ante la CIDH al gobierno de México


j. jesús esquivel

Washington, 11 de octubre (apro).- La escritora y periodista argentina Olga Wornat demandó al gobierno de México ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por violación de sus garantías consagradas en la Convención Americana de Derechos Humanos, en relación con la demanda legal que en su contra presentaron Marta Sahagún y su hijo Manuel Bribiesca.

“Se demanda al Estado mexicano por violación de la libertad de expresión, por la demanda que perdió Olga Wornat, encarada por el señor Bribiesca, hijo de Marta Sahagún, donde fue condenada a pagar 50 mil dólares”, dijo a Apro Pablo Miguel Jacoby, abogado de la escritora y periodista argentina.

La demanda de Wornat que fue entregada a la CIDH, el órgano jurídico de la Organización de los Estados Americanos (OEA), establece que la demandante fue víctima de violación a su libertad de expresión, de protección judicial e integridad física por la información difundida en su libro Crónicas Malditas, desde un México desolado, referida a la señora Sahagún, esposa del expresidente Vicente Fox, y por denunciar el enriquecimiento ilícito de Manuel Bribiesca Sahagún.

“El caso Olga Wornat demuestra claramente la utilización de las instituciones en México para acallar la difusión de información de interés público, y la crítica al desempeño de funcionarios y personas públicas”, destaca la demanda de 26 páginas entregada a Santiago Canton, secretario ejecutivo de la CIDH, por Jacoby y Andrea Pochak, los representantes legales de Wornat.

“Este caso exhibe de una manera ejemplar cómo ciertos procesos judiciales pueden ser utilizados como mecanismos de censura, a fin de limitar la expresión de opiniones e ideas sobre el comportamiento de ciertos personajes públicos, animadas por un sentido crítico”, subraya la demanda contra el gobierno de México.

Los abogados de Wornat notificaron a la CIDH que la señora Sahagún y su hijo, presentaron una demanda civil contra su clienta ante el Juzgado Duodécimo de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en el que se le condenó a la periodista, y por el cual el 26 de marzo de 2007 se le rechazó una solicitud de amparo, lo que le fue notificado oficialmente el pasado 19 de abril.

“Lo que estamos intentando es levantar el estándar de libertad de prensa y libertad de expresión para que todos los periodistas mexicanos puedan escribir sin autocensura, sin ser intimidados y para que puedan indagar sobre la vida de las figuras públicas”, sustentó el abogado de Wornat.

El documento de la demanda acota que en la demanda civil se violaron los derechos de Wornat establecidos en el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, debido a la forma en que fue conducido el proceso judicial, en el que no se respetaron garantías judiciales como el principio de imparcialidad, consagrado en el artículo 8 de la Convención; se violó el derecho a una tutela, en tanto que su publicación fue sujeta a amenazas y hostigamientos que no fueron debidamente investigados por las autoridades judiciales en México.

En el recuento de los hechos la demanda notifica que por la información revelada por Wornat en su libro respecto a las prácticas financieras de la familia presidencial, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión creó en mayo de 2005 una comisión de investigación para el caso. Apunta con detalle varios incidentes de hostigamiento y amenazas de muerte que la periodista denuncio a las autoridades y que nunca fueron resueltos.

Los abogados de Wornat expusieron a la CIDH que la conducta de su clienta configuró un ejercicio legítimo y regular del derecho a la libertad de expresión, por lo que la obligación del Estado mexicano consistía en garantizar su derecho a expresarse libremente, por lo que anotaron: “Diversas circunstancias advertidas a lo largo de este proceso judicial muestran la falta de imparcialidad de los tribunales que intervinieron en el caso, presionados, sin duda, por el interés de altos sectores del poder en un determinado resultado del pleito.”

Como parte de las pruebas para sustentar la demanda de Wornat ante la CIDH, sus abogados entregaron copia del artículo publicado en el número 1486 de la revista Proceso, del 24 abril del 2005, que contiene un extracto del libro Crónicas Malditas.

A la CIDH los abogados de Wornat le hacen tres solicitudes específicas contra el gobierno de México:

1. Tener por presentada la petición internacional y los instrumentos probatorios aportados.

2. Correr traslado de la demanda al gobierno de México.

3. Oportunamente, dictar la admisibilidad de la petición con la elaboración del informe correspondiente regulado en el artículo 50 de la Convención, y elevar el caso a conocimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que condene al gobierno de México por la violación a los derechos consagrados en los artículos 13, 8, 25 y 5; todos en relación con el artículo 1.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos.