progressif

miércoles, octubre 10, 2007

"Nuevas" mentiras del PAN







Tomados de La Jornada, Hernández, Helguera y El fisgón y El Universal, Helioflores y Omar.


Una fuerte campaña publicitaria desplegó el pelele Felipe Calderón Hinojosa para que le aprobaran su parche fiscal mal llamado reforma. Durante la misma insistió en que de no hacerlo se le vendrían al país todos los males posibles. En caso de que se le aprobara se tendrían recursos y empleo. Ese parche incluyó la solicitud de incremento en el precio de la gasolina. Ahora el usurpador Calderón Hinojosa nos sale con el cuento de que no fue él.

Aún no entra en vigor el mentado parche y ya anunció que emitirá un decreto para que sus compinches en el fraude electoral de 2006 no paguen impuestos, como hasta ahora. Los que si tenemos que pagar –los incrementos a los bienes y servicios desde ya- somos todos los mexicanos que consumimos. Y para enero de 2008 lo haremos pagando el nuevo impuesto a las gasolinas.

Otra engañifa más fue el cuento chino de que se generarían más empleos. Hoy miércoles 10 de octubre Agustín “Tonina” Carstens declaró que con la “nueva reforma”sólo se generarán 50 mil empleos nuevos al año y la necesidad es de millón y medio, por lo que se tendrán que idear nuevas cosas en el futuro.

Para redondear las mentiras del poder quedan las declaraciones del represor Francisco Ramírez Acuña, quien declaró hace unos días que metería las manos al fuego por su compañero de partido el ladrón Vicente Fox Quesada. Hoy al preguntársele sobre el activismo político del ranchero corrupto y bocón respondió que : “Los políticos debemos entender que el que se va se calla. Debemos enseñarnos a callar”.

Nada más recordamos que siempre los panistas han dicho que todo mundo tiene derecho a emitir su opinión, pues no se debe restringir la libertad de expresión. Durante la campaña presidencial del año pasado la guerra sucia en contra de Andrés Manuel López Obrador incluyó un mensaje publicitario donde lo tachaban de autoritario por decirle al traidor Fox Quesada “cállate chachalaca”, por su reiterado proselitismo a favor del PAN.

Todos los medios se dieron a la tarea del linchamiento mediático y el mensaje publicitario fue repetirlo en radio y televisión hasta el cansancio. ¿Ahora el “defensor” panista que pide el silencio, será denostado como lo fue López Obrador? O veremos una vez más la doble moral del PRIANismo y los poderes fácticos. ¿O a caso se trata nada más de la continuación del linchamiento mediático de baja intensidad ordenado por el pelele Calderón Hinojosa y ejecutado por los dueños de los medios de comunicación a la espera del ansiado arreglo para la nueva Le de Radio y Televisión?




En seguida un análisis tomado de la revista Proceso.








Calderón y los concesionarios


jenaro villamil

México, D.F., 9 de octubre (apro).- Horas antes de que el Senado de la República aprobara el 13 de septiembre la reforma constitucional en materia electoral, una comisión de la CIRT, el organismo cúpula de los empresarios de la radio y la televisión comerciales, acudieron al hangar presidencial.

Fueron a solicitarle al presidente Felipe Calderón, recién llegado de su gira por la India, que frenara o vetara las polémicas reformas que tanta animadversión generaron entre los concesionarios. Dos días antes protagonizaron un fallido talk show en las comisiones del Senado.

“Esta no es la forma de abordar al presidente”, les habría respondido Calderón. Argumentó que estas reformas estaban siendo analizadas en el Congreso, y que él era respetuoso de la división de poderes.

A cambio, Calderón Hinojosa les ofreció sostener un encuentro para analizar los alcances, no sólo de esa reforma sino de los cambios a las leyes federales de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones, cuya redacción se negocia ahora en las comisiones del Senado.

Este encuentro se concretará finalmente este miércoles 10 de octubre, en el marco de la 49 semana de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión.

La fecha coincide, además, con el fatídico decretazo de 2002, cuando una gestión privada entre Marta Sahagún y Bernardo Gómez, vicepresidente de Televisa y entonces presidente de la CIRT, echó por la borda las negociaciones que durante año y medio se realizaron en la Secretaría de Gobernación para reformar precisamente la ley del sector.

El decretazo marcó la “luna de miel” que durante la segunda mitad del sexenio caracterizó las relaciones entre el gobierno de Vicente Fox y los dueños del dinero que se invierte en los medios masivos de comunicación.

Difícilmente Calderón realizará algún anuncio sorpresivo.

Sin embargo, la agenda del sector está cargada de puntos conflictivos. Algunos de estos temas son el inocultable pleito entre la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) por la regulación del sector.

También está el tema de la contraprestación de Teléfonos de México (Telmex) para que cambie su título de concesión y pueda competir con Televisa en la televisión de paga; la posición del gobierno sobre la tercera cadena de televisión; las perspectivas frente a la reforma a la Ley Federal de Radio y Televisión, que se negocia en el Senado.

Así mismo, la situación de los medios públicos –con un inminente cambio en Canal Once ante la salida de Julio Di Bella--, y la transición del estatuto de la radio analógica a la digital, entre muchos otros asuntos.

Las señales del gobierno de Calderón apuntan a mantener el statu quo del sector. Su secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, insistió el lunes pasado en los mismos mensajes que pronunció a finales de 2006:

“Nunca he reconocido que haya monopolios en la industria de la radio y la televisión. La radio es de las más competidas”, señaló en su discurso ante la CIRT.

Una semana antes, Téllez Kuenzler le declaró a la agencia Reuters que no existe ninguna intención de licitar alguna estación o estaciones de televisión, con lo cual volvió a cerrar la posibilidad de licitar la tercera cadena, por la cual ha expresado su abierto interés la empresa Telemundo, subsidiaria de la poderosa multinacional General Electric.

La posición de Téllez también representó un posicionamiento político: les recordó a los concesionarios que es con la SCT que él encabeza donde se negocian, se otorgan o se renuevan las concesiones en radio y televisión.

Su contrincante Héctor Osuna, presidente de la Cofetel, señaló que Téllez está equivocado, prolongando así el diferendo entre ambos organismos que ha dejado paralizado al sector en asuntos vitales como la propia regulación de la comisión o las reglas del juego en materia de convergencia o triple play.

Todavía no se olvida que fue el propio Téllez Kuenzler quien acusó a Cofetel, en una entrevista con The Financial Times, de que los comisionados de este organismo estaban “capturados” por los organismos dominantes del sector –léase Televisa y Telmex--. Téllez nunca se desdijo, pero tampoco aportó elementos que acreditaran su juicio.

Si algo debe aclarar Calderón es la posición de su gobierno frente a esta aguda diferencia entre los dos pilares regulatorios del sector.

De no hacerlo, no sólo mantendrá el statu quo, sino también la discrecionalidad que les ha permitido a los consorcios que controlan y concentran los medios electrónicos evitar la democratización del sector, una promesa incumplida desde el gobierno del cambio de Vicente Fox.

Comentarios: jenarovi@yahoo.com.mx