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martes, enero 09, 2007

Violaciones al por mayor, secuelas del usurpador




Tomados de La Jornada, Rocha, Hernández y El Universal, Omar.

Conforme pasan las semanas se conoce con mayor detalle las violaciones a los derechos humanos que sufrieron los detenidos –de manera anticonstitucional- en Oaxaca el pasado 25 de noviembre. Un joven de 26 años estudiante de la carrera de Economía de la UNAM relata la forma en que varios de los detenidos fueron abusados sexualmente cuando eran trasladados del aeropuerto de Nayarit al penal federal de San José del Rincón en esa entidad. Pese a que los familiares y organismos de derechos humanos han documentado las vejaciones y violaciones que sufrieron hombres y mujeres el espurio de Felipe Calderón y el gorila que está al frente de la Secretaría de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, con todo cinismo declaran que vivimos en un país de leyes y de respeto a los derechos humanos.

Recordemos nada más que la misma táctica fue utilizada por los mismos militares disfrazados de PFP contra la población de San Salvador Atenco en mayo del año pasado. Se trata entonces de una política de Estado para reprimir a los inconformes con las mentiras y la violación sistemática de la Constitución que nos rige. El mensaje es muy claro: todos los que se opongan a las decisiones del gobierno federal enfrentarán los mismos abusos y violaciones. A unas semanas de iniciado el “nuevo gobierno”, da la pinta de una película vista varias veces, durantes los gobiernos priístas de los asesinos Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Alvarez.

Como era de esperarse la meta inflacionaria del 2006 fue rebasada y se colocó en 4.05 por ciento, según el Banco de México. Recordemos que se trata de una dato oficial, lejano a la realidad de los consumidores, que el año pasado padecimos incrementos muy superiores tan sólo en energéticos, sin contar las constantes variaciones en alimentos. De todas formas la meta no fue cumplida y se espera que para el presente año tampoco lo sea debido sobre todo a los incrementos que están en puerta y que un ex secretario del traidor de Fox y ahora Secretario de Economía, Eduardo Sojo, califia como “desorden del mercado”. Una cosa es el control de precios y otra muy diferente la regulación del mercado. Esta última es para evitar el “desorden” y el gobierno federal tiene mandato de ley intervenir para evitar la especulación. Nada más falta que se pongan a trabajar, algo que no hicieron durante seis años y que ahora pretenden dejar de hacer.

Mientras el usurpador de Felipe Calderón Hinojosa se disfraza de soldadito y piensa en la manera de despojar a la nación de sus últimos recursos, el país entra en una debacle económica. Al pelele no le interesa el desempleo, el campo, la salud, etc., apuesta por “combatir” al narcotráfico –si hacerle daño, claro está- y al terrorismo -¿cuál?- como ya lo dijo la flamante secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa. ¿En que país viven, Pelelelandia?

Y la iglesia católica no pinta nada mal. Los altos jerarcas –léase cardenal Norberto Rivera Carrera- enviaron una solicitud al Vaticano donde le “suplican” –después de 20 años- al Papa que le retire el sacerdocio al pederasta Nicolás Aguilar, quien continúa oficiando misa en los estados de Morelos y Puebla, además de recibir protección en una casa parroquial del Estado de México. Mientras, la policía dice no saber el paradero del cura violador. Por su parte Joaquín Aguilar, el principal denunciante del sacerdote y del cardenal Rivera Carrera y el obispo de Los Angeles Roger Mahony declaró que se trata de puro show, ya que en el 2002 solicitó expresamente a Rivera Carrera que lo hiciera y su demanda fue no atendida. Agregó que fue hasta que la denuncia se hizo internacional que la jerarquía católica “pretende” hacer algo, si lo hubieran hecho hace 20 años "se habría evitado mi abuso y el de cerca de 100 niños más", sentenció.

En seguida una nota tomada del diario La Jornada.

http://www.jornada.unam.mx



Al menos 15 hombres detenidos en Oaxaca sufrieron abusos sexuales

Las violaciones, en el traslado del aeropuerto de Tepic al Cefereso, relata testigo

EMIR OLIVARES ALONSO

Algunos de los hombres detenidos en Oaxaca y posteriormente trasladados al penal federal de Tepic, Nayarit, fueron violados sexualmente y obligados a realizar sexo oral a los policías, denuncia Christian Cebolledo Gutiérrez, uno de los aprehendidos el pasado 25 de noviembre y que aún sigue en prisión, en un testimonio con el que cuentan sus familiares.

En el escrito, que su madre presentará hoy en la Cámara de Diputados durante el Foro Nacional por la Defensa de los Derechos Humanos en Oaxaca, el joven estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) relata que los abusos por parte de los policías se presentaron a bordo del camión que trasladaba a los detenidos del aeropuerto de Tepic al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) San José del Rincón, de Nayarit.

"Todo fue en silencio, es por ello que escuché el sexo anal y oral que se realizaba en medio y hasta atrás del camión; recuerdo perfectamente el sonido del velcro que hacen los guantes de los guardias al pegarse y desprenderse una y otra vez; también escuché cuando menos una vez el sonido de un condón al ser desenrollado; escuché además a un compañero emitir en un gesto de dolor: 'mmmm', por lo cual un guardia en forma de reclamo contestó: '¿mmm qué?'".

El universitario narra que él estuvo a punto de ser agredido sexualmente, pues en el "camión estuvieron buscando a un chavo para violarlo; al creer que era yo, un policía se dirigió hacia mí para pedirme que levantara la cabeza, la levanté y al ver que no era la persona que buscaban me ordenó que la volviera agachar".

Cebolledo denuncia que al menos 15 compañeros fueron agredidos sexualmente a bordo del camión en alrededor de dos horas y media. Agrega que las burlas fueron tales, que un policía antes de hacerlos descender del vehículo les dijo: "ahora sí, tuvieron una bienvenida inolvidable".

Sin embargo, en el escrito advierte que "las humillaciones no terminaron ahí", pues al momento de ingresar al Cefereso de Nayarit fue ofendido en muchas ocasiones e inclusive lo mantuvieron cerca de un perro que ladraba y amenazaron con aventárselo: "me obligaron a desvestirme y hacer cinco sentadillas, me revisaron con una lámpara mis genitales (...) me forzaron a firmar sin consentimiento para que me aplicaran una prueba de VIH/sida y me inyectaron dos sustancias desconocidas que supuestamente eran vacunas".

Asegura que su estancia en la cárcel de Tepic "fue terrible", debido a las constantes humillaciones de que eran objeto él y sus compañeros detenidos.

"En una ocasión nos obligaron a comer una rebanada de melón blanco con todo y cáscara; a los compañeros del pasillo B no los dejaron dormir toda la noche; las condiciones de higiene no eran muy buenas, y los guardias constantemente nos ofendían y gritaban".

Subraya que las autoridades y custodios del penal de San José del Rincón prohibían a los detenidos de Oaxaca comunicarse entre ellos, o de lo contrario los castigaban obligándolos a permanecer en posición marcial de firmes por largos periodos, como le sucedió a él "porque mi único delito fue hablar".

Afirma que durante el traslado de regreso a Oaxaca los guardias hostigaban a los detenidos gritándoles que los iban a llevar a las islas Marías. Además de que otros fueron agredidos de diversas maneras: "A un compañero le echaron gases estomacales en la cara y no lo dejaron bajarse a orinar una vez que el camión estaba estacionado dentro del aeropuerto; el compañero insistió varias veces y solamente recibió negativas y burlas no sólo de los guardias, sino incluso de alguien que dijo ser el oficial".

El universitario relata que los malos tratos no sólo se presentaron en Tepic, Nayarit, sino desde el momento de su detención el 25 de noviembre en Oaxaca, pues los elementos de la Policía Federal Preventiva que lo aprehendieron lo molestaron varias veces "por ser el único chilango".

Agrega que a bordo de la camioneta que los trasladó hasta el penal de Miahuatlán un policía "comenzó a rozarme en forma sexual, por encima de la ropa, mi pierna y entrepierna con su tolete".

Los familiares de Cebolledo revelaron que el estudiante de la UNAM fue de visita a Oaxaca para conocer más de cerca el movimiento social en aquella entidad, pero que no participó como activista del mismo. Señalan que al momento de su detención el universitario llevaba dos semanas en aquella ciudad y que fue detenido en la noche, mientras esperaba a unos amigos para regresar al lugar en el que estaba hospedado, como lo relata él mismo: "sin haber hecho nada malo y sin orden de aprehensión en mi contra".