progressif

miércoles, noviembre 08, 2006

Ultimos berrinches de un traidor sin respaldo


Tomados de La Jornada (Hernández) y de El Universal.

El defensor número uno de las famosas “instituciones” el traidorzuelo Vicente Fox Quesada hizo uno más de sus acostumbrados berrinches cuando la mayoría de los diputados le negaron el permiso para viajar a Australia –donde vive su hija- y a Vietnam al foro de la Comunidad Asia-Pacífico (APEC) del 10 al 19 de este mes. Ayer utilizando cámaras y micrófonos en cadena nacional dio rienda suelta a su coraje y se dijo secuestrado, nada menos que, por otro de los tres poderes que conforman la estructura político-jurídica de la nación. Exclusivamente porque no se pudo ir de viaje a pregonar sus mentiras y de paso ver a su hija, se dice agredido él y el país enterito.

Los barruntos no acabaron ahí –a lo mejor se prolongan los días que le faltan para su final de sexenio y de carrera política- hoy miércoles 8 de noviembre de 2006 en la entrega de créditos de vivienda explotó: “No debemos dejar que, amparándose en nuestras instituciones democráticas, algunos grupos políticos pretendan engañar, hacer valer sus particulares intereses, en detrimento de los de la mayoría. Quienes han usado un lenguaje violento y acciones violentas, hoy se sorprenden de que haya violencia en el país”. Y hay más: “hoy tratan de pasar el problema ( de Oaxaca) a la Presidencia de la República, pero además tratan de generar una visión amarillista, de alarma para nuestro país”.

Ahora los hechos. En la sesión plenaria de la Cámara de Diputados de ayer martes se votó un dictamen aprobado en comisiones que permitía al traidor viajar a los países antes mencionados. Sin embargo, el PRI y el Verde Ecologista cambiaron de opinión a última hora, el Frente Amplio Progresista (FAP) había decidido la víspera no avalar las vacaciones. Después del debate donde el PAN se quedó solo vino la votación con el resultado de: 258 votos en contra, 187 a favor (todos del PAN) y seis abstenciones. Es decir una amplia mayoría negó el permiso, a esos 258 es a los que se refiere el traidor cuando dice que pretenden engañar al pueblo. Ese es el poder legislativo, según las reglas de nuestra “democracia”, que dijo lo secuestró. La desmesura de su lengua no tiene límite.

Pero cuando esos mismos diputados del PRI y Verde Ecologista aprobaron la llamada ley Televisa y los demás diputados y senadores que votaron en contra pidieron que la vetara, se amparó diciendo que respetaba la separación de poderes. Ahora, como se ve, para el no existe más que su poder. También en su discurso dijo que acata la determinación del Congreso, pero no puede hacer otra cosa, su partido perdió la votación y sus aliados –PRI y Verde- le dieron la espalda esta vez. No será así en el futuro, tampoco pecamos de ingenuos. Otra puntilla se la dio su propio partido ya que de los 206 diputados que tiene el PAN solamente votaron 187. Diecinueve menos.

Mientras tanto continúa el bloqueo de la señal de Radio Universidad de la UBAJO, pese a las protestas que han llegado hasta la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que retire el bloqueo ilegal que mantiene desde el jueves de la semana pasada, luego de la vergonzosa derrota de la PFP el Día de Muertos, donde fueron replegados por la ciudadanía oaxaqueña.

A la par que mantienen silenciada la voz de la APPO las detenciones arbitrarias y contrarias a las leyes locales y a la Constitución siguen sin que nadie se haga responsable. Monseñor Abascal tira la piedra, mientras que el gober asesino la toma y regresa con más fuerza. La represión sin embargo continúa con las detenciones de líderes de organizaciones y colonias que están con la APPO para ver si de esta manera desactivan el movimiento. Flavio Sosa uno de los dirigentes del movimiento social denunció el intento de capturarlo que lleva a cabo el asesino Ulises Ruiz, por medio de sus esbirros y sicarios. También dijo que otros compañeros fueron amenazados de muerte en un recrudecimiento del conflicto. Hasta el momento el diálogo está roto. Los bombazos, las escaramuzas de los diputados y los berrinches del traidor sirven muy bien de cortina de humo para retirar la atención de Oaxaca y de esta manera –con el silenciamiento de la radio universitaria- dejar que URO actúe con total impunidad.

Por otra parte, al espurio de Calderón lo ha ido bien en el inicio de la “gira” por Estados Unidos. Hoy en Washington fue recibido por un grupo de residentes mexicanos que lo desconocieron como “presidente electo” y lo culparon de la situación de represión que vive Oaxaca. Encabezados por el representante de Mexicanos Sin Fronteras, Ricardo Juárez, mostraron pancartas contrarias al chapelén. El espurio sostuvo un encuentro con el Latino Coalition y la United States Spanic Chamber of Comerse y mañana tiene planeado reunirse con el derrrotado George W. Bush.


El siguiente es un análisis tomado de la revista Proceso.

http://www.proceso.com.mx


Guerrilla y democracia
josé gil olmos

México, D.F., 7 de noviembre (apro).- La guerrilla en México ha sido una forma tradicional de lucha que desde los tiempos de la Independencia ha sido utilizada. Morelos fue reconocido en ese entonces como uno de los guerrilleros más inteligentes por la forma en que combatía al imperio español. Hoy los grupos guerrilleros vuelven a la escena política, a pesar de que algunos intelectuales sostienen que su existencia no tiene razón de ser porque el país vive tiempos de democracia.

La semana empezó con severas explosiones en tres partes de la ciudad de México, reivindicadas por cinco grupos guerrilleros que, desde hacia unas semanas, ya lo habían anunciado. Pero como ha sido costumbre de este gobierno poco caso les hicieron.

Las repercusiones de estas acciones guerrilleras son más que evidentes. Los partidos políticos han emitido condenas y el gobierno de Vicente Fox ha lanzado la advertencia de que castigará a los culpables. Las organizaciones sociales como la APPO ya se deslindaron y los empresarios han mostrado su preocupación ante el anuncio de que las próximas acciones irán contra ellos.

Pero el más preocupado debería ser Felipe Calderón, pues los bombazos no son solamente la bienvenida que le están dando los grupos guerrilleros, sino un reflejo de la compleja situación que enfrentará como jefe del Ejecutivo y que difícilmente podrá resolver.

Calderón no ha mostrado un perfil con capacidades suficientes para resolver problemas de grandes dimensiones. En su carrera como legislador y funcionario de gobierno jamás enfrentó algo parecido al conflicto de Oaxaca ni tampoco a los grupos guerrilleros.

Si tomamos en cuenta las propuestas que hizo como candidato y su famoso programa de gobierno “20-30”, no se ve con claridad cómo piensa resolver los altos grados de atraso social que existen en diversas partes del país o como enfrentar a grupos políticos duros enquistados en los estados, en las agrupaciones sindicales o en los partidos.

Los bombazos del domingo en la medianoche son más que actos de propaganda. Son llamadas de atención de grupos sociales que han decidido tomar las armas no por voluntad, sino acorralados por una situación política, económica y social.

Es un error pensar en atacar con fuerzas policiacas y militares a estos grupos porque con ello únicamente muestra la cortedad de miras del gobierno para entender que estas expresiones de inconformidad social tienen amplias raíces sociales y comunitarias.

La marginación secular, la falta de oportunidades para el desarrollo, la carencia de servicios de salud, educación y bienestar social, son la razón de ser de estos grupos armados, que han decidido manifestarse a través de la violencia.

A nadie le gusta la violencia, sobre todo cuando cobra vidas, pero tampoco a nadie le gusta tener una vida de marginaciones producto del empecinamiento del grupo gobernante por mantener un modelo económico que no ha generado bienestar social.

Felipe Calderón está ahora más preocupado por tomar posesión el 1 de diciembre. Su angustia es tener la banda presidencial en el pecho y sentarse en la silla del Ejecutivo federal. Pero antes de tomar posesión, tendría que preocuparse en cómo afrontar un país con 50 millones de pobres, con regiones hundidas en la miseria y grupos guerrilleros dispuestos a iniciar una batalla contra el olvido oficial.