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domingo, noviembre 26, 2006

Historias recurrentes en el prianismo





Fotografías tomadas de Diario Monitor.

Como se había anticipado la concentración de ayer en Oaxaca fue objeto de provocaciones y el resultado es negativo para la APPO pues la represión de la PFP y de la policía ministerial no se hizo esperar. La mañana de este domingo el góber asesino Ulises Ruiz Ortiz, amenazó con aplicar la ley y detener a la dirigencia de la APPO, eso es precisamente lo que han estado buscando a lo largo de meses, un pretexto para continuar con la detención arbitraria de los que piden la caída de URO.

A él le urge que el conflicto quede pulverizado antes del 1 de diciembre, pues a partir de allí su cabeza podría rodar, ya que la capacidad de chantaje del PRI se vería seriamente disminuida en el corto plazo.

Los medios de comunicación hicieron su parte al señalar que la violencia fue generada por la APPO, a pesar de que saben perfectamente que se trata de un ardid como el que llevaron a cabo en Atenco para "justificar" los golpes, asesinatos, violaciones y la ilegalidad de la fuerzas públicas. Como en otras ocasiones hemos denunciado, los medios de comunicación apuntalan las disposiciones y línea gubernamental. Son cómplices de la represión al desinformar o de plano mentir sobre los acontecimientos. Esta vez no fue la excepción. Recordemos ¿cuándo han denunciado los muertos en estos seis meses? ¿cuándo han pedido que se aplique todo el peso de la ley contra las autoridades estatal y federal? ¿Y el bloqueo ilegal y abolición de garantías que se vive en la ciudad de Oaxaca? En cambio sucesos como los de ayer son desplegados con lujo de detalle, minutos y minutos, planas y planas, que no han dedicado a los agraviados.

Así pues el cerco mediático y policiaco se cierra sobre los ciudadanos de Oaxaca, cuyo delito principal es exigir un cambio de poderes ante la evidente corrupción y fascismo en que se ha conducido URO. Otras veces han cantado el final del conflicto y fueron desmentidos en los hechos. Esta vez estamos seguros que pasará lo mismo.

La siguiente colaboración fue tomada del diario El Universal.

http://www.eluniversal.com.mx


Confrontaciones que marcaron el sexenio

El desafuero de López Obrador, los planes para construir un aeropuerto en Atenco, el pleito con Fidel Castro y la relacióncon el Congreso fueron decisiones que llevaron a Vicente Fox a un enfrentamiento tras otro, que marcaron su mandato

FIDEL SAMANIEGO
El Universal
Domingo 26 de noviembre de 2006


Aquella mañana de abril del año 2001, a bordo del avión presidencial TP-01, el vuelo rumbo a La Paz, Baja California Sur, el presidente de México, Vicente Fox Quesada, se veía y se le escuchaba muy seguro, firme en sus expresiones.

Desayunaba. mordió un bolillo y bromeó: "¡Este pan sí que está duro!". Luego escuchó a quien le preguntaba su opinión sobre la actitud del entonces jefe del gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, quien por aquéllos días mencionaba la posibilidad de acudir ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que en el Distrito Federal no se aplicara el cambio de horario que implica adelantar una hora los relojes.

Sonriente, el jefe del Ejecutivo dijo: "Andrés Manuel anda queriendo hacer ruido, pero no va a poder, nos hará los mandados".

Una de las personas que acompañaban a Fox intervino. Le dijo que parecía evidente que López Obrador iniciaba, ya entonces, su carrera hacia la candidatura para la Presidencia de la República, y que lo quería hacer enfrentándose con Fox.

"Miren, la pelea que yo tenía que ganar, la gané, fue la de las elecciones del año pasado. Ahora lo mío es gobernar, promover el cambio. Andrés Manuel se quiere subir al ring , pero al menos conmigo no se va a poder. Tendrá que hacer rounds de sombra. Ciertamente sería un gran error de mi parte hacerle el juego, se colocaría como víctima, yo lo haría crecer. No, no lo haré".

Una noche en Los Pinos

Pasaron los días, se hicieron semanas, meses, años. Una noche, en Los Pinos, hubo una reunión muy especial. De ella platicó hace poco uno de los principales integrantes del primer círculo foxista:

"Estuvieron con el señor Presidente, el ministro Azuela, y quienes eran secretario de Gobernación, Santiago Creel, y procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha. Lamentablemente no estuvimos, no supimos del encuentro ni Ramón Muñoz ni yo. Y fue entonces cuando le informaron al Presidente del desacato en que había incurrido López Obrador por el caso del predio El Encino. Le expusieron sus argumentos, lo convencieron de que procedía el desafuero. Y de ahí se desataron las cosas. Eso sí, en todas las reuniones posteriores que tuvimos para hablar del asunto, para empezar, como una letanía, un mantra, el presidente Fox nos repetía: ´Ni cárcel ni inhabilitarlo como candidato. Que en todo momento quede claro que nos interesa preservar el estado de derecho´. Esa era su firme posición. Ya después pasó lo que pasó, lo que en conjunto significó un gran error, un desastre por la forma en que se llevaron las cosas y como concluyeron".

Y ocurrió que ese asunto, el del desafuero contra el ex jefe de gobierno capitalino, se convirtió en uno de los hechos, uno de los capítulos, quizá el que más, que marcaron el sexenio que está por concluir.

Andrés Manuel López Obrador no quiso rounds de sombra.

El enfrentamiento fue inocultable. El que fue jefe de gobierno y luego candidato, de una y varias maneras, se convirtió en la sombra de aquél que al principio aseguraba que no le haría el juego.
Vicente Fox, a punto de retirarse a la vida privada. Ha dicho que hará labor social. Se sabe que dará charlas, conferencias. Al cumplir dos años de su gobierno, aseguraba que se retiraría de la política, que posiblemente escribiría un libro y pasaría la mayor parte del tiempo en su rancho, pero también caminaría por las calles de las ciudades e iría a restaurantes.

El ´zapatour´

El todavía jefe del Ejecutivo, en una entrevista en el año 2004, manifestó que entre las decisiones más difíciles que había tomado, las cruciales, estaban la de haber dado luz verde para que el subcomandante Marcos e integrantes del EZLN salieran de Chiapas, recorrieran el país y llegaran hasta el zócalo de la ciudad de México y a la Cámara de Diputados. Otras decisiones: determinar que ante las protestas de los macheteros de San Salvador Atenco no se construyera el nuevo aeropuerto y estar de acuerdo con que se llevaran adelante las investigaciones del llamado Pemexgate.

Confrontación con el Congreso

Fox y los hechos que marcaron los recientes seis años de su vida, y en gran parte, de la del país. Acontecimientos públicos y otros, tras los muros de Los Pinos, que ahí están, ahí quedarán: tanto en su campaña, como al protestar en el Palacio Legislativo de San Lázaro como presidente de la República y en varias declaraciones más, aseguró que como parte fundamental del cambio en el país la regla sería: "El presidente propone y el Congreso dispone".

Sin embargo, desde el primer día de su mandato se produjeron enfrentamientos con el Poder Legislativo. Los representantes de la oposición se molestaron, se inconformaron porque Fox hizo algunos cambios en el texto constitucional que establece los términos de la protesta, y al iniciar el mensaje, antes que dirigirse al Congreso de la Unión, saludó a sus hijos.

Después, en dos ocasiones, la negativa del permiso para que realizara viajes a Estados Unidos y Canadá y posteriormente, hace poco, a Vietnam y Australia.

El mandatario le respondió, les recriminó en sendos mensajes a la nación. Y ahí queda el conflicto por el presupuesto de Egresos para el año 2004. Los legisladores del PRD y el PRI
transformaron radicalmente la propuesta que había enviado Fox. Ya el año anterior le habían rechazado la iniciativa para aplicar el IVA a alimentos y medicinas. El Presidente de la República vetó de hecho el presupuesto, y acudió a la Suprema Corte de Justicia. Y junto a ello, una y varias declaraciones acusatorias contra priístas y perredistas quienes, según él, frenaron las transformaciones que necesita México al oponerse a los proyectos de reforma energética y fiscal.
Tuteó a Fidel Castro en una conversación telefónica, intentó convencerlo de que en la cumbre de Monterrey sobre financiamiento para el desarrollo, interviniera, participara en la comida y se marchara. Después, Castro dio a conocer la grabación de esa charla.

Vicente Fox y su vida, que debería ser privada, que desde Los Pinos se hizo pública. Así, el 2 de julio del año 2001, poco después de las 9 de la mañana se conocieron imágenes de video, fotografías de la ceremonia de su boda con Martha Sahagún, y el beso. Hubo otro que ellos hicieron famoso, la autodenominada pareja presidencial, de espaldas a la catedral de San Pedro, en El Vaticano, cariñosamente daban sus labios para las cámaras. El papa Juan Pablo II los había recibido por separado, no juntos como a otros jefes de Estado y sus esposas.

La sombra. El capítulo del desafuero. "Esa una cuestión judicial, de ninguna manera política", insistía cuando hablaba del tema. Más adelante él mismo propuso una solución. Y aquella mañana, en el aire, firme, seguro, dijo que no cometería el error de enfrentarse, de subirse al ring.