Calderón y su doble herencia criminal*
Tomados de La Jornada, Hernández y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.
Álvaro Delgado
Las estimaciones de organismos y expertos ubican en al menos
60 millones de mexicanos en situación de pobreza, más de la mitad de la
población del país que en 2006 tenía, según el propio Calderón, 50 millones de
pobres y que prometió reducir casi al 50%: 27 millones en total.
Obviamente Calderón mintió, pero ahora que huye a la
Universidad de Harvard y creará la Fundación Desarrollo Humano Sustentable,
igual a la que presidió y liquidó entre 2004 y 2005 –como publica Proceso–, es
preciso recordar esta falsedad, aunque sea un tema a menudo desdeñado, pero que
tiene que ver con mexicanos de carne y hueso, con la “eminente dignidad de la
persona humana (sic)” que proclama el panismo.
Hay pruebas del falso compromiso: En plena campaña de 2006,
Calderón escribió en su libro El hijo desobediente. Notas de campaña, una
proyección sobre su gobierno y sus logros:
“Cuando asumí la Presidencia de la República había unos 50
millones de pobres y 22 millones en pobreza extrema. Hoy hay 35 millones de
pobres y diez millones en pobreza extrema.”
Es decir, se propuso disminuir a los pobres y los pobres
extremos en 27 millones: Quince millones de los primeros y 12 de los segundos.
Conforme al compromiso de Calderón, la reducción de pobres
sería de 2.5 millones anuales: Es decir, 208 mil 333 por mes y casi 7 mil
diarios. Y los mexicanos en pobreza extrema desaparecerán a razón de 2 millones
cada año. O sea, 166 mil 600 cada mes y 5 mil 500 diarios.
Pero Calderón no sólo abatió la pobreza en esa dimensión,
sino que la incrementó drásticamente, a tal punto de que cerrará el sexenio con
más de 60 millones de personas que no ganan lo suficiente para cubrir
necesidades de alimentación y vestido, según el estudio “2012: los retos de
México ante el cambio de gobierno”.
El director del Centro de Investigación en Economía y
Negocios del Tecnológico de Monterrey (CIEN), Estado de México, José Luis de la
Cruz, asegura que uno de cada cuatro pobres en el país se sumó a esta
estadística durante el sexenio que ha llegado a su fin.
“El problema es que México no es un país pobre, es un país
de pobres”, subraya De la Cruz, una situación provocada por la precarización
laboral, la inequidad que existe en la distribución de la riqueza, la
existencia de monopolios y oligopolios, y la aplicación de una política
económica sin objetivo social.
Y esta no es una imputación de los opositores de Calderón:
Las propias cifras de su VI y último informe de gobierno reconocen el aumento
de la pobreza en su sexenio, aun cuando sólo toma cifras de 2006 a 2010.
En el Anexo Estadístico del Informe, referido al cuadro
“Evolución de la pobreza alimentaria, de capacidades y de patrimonio”, compara:
En 2006 había 14.7 millones de personas en pobreza alimentaria, pero en el 2010
llegó a 21 millones 204,441 mexicanos.
El aumento fue de más de 6 millones de personas en pobreza
alimentaria, que es la incapacidad para obtener una canasta básica, aun si se
hiciera uso de todo el ingreso disponible en el hogar para su compra.
La pobreza patrimonial pasó de 45 millones 502 mil mexicanos
en 2006 a 57 millones 707 mil en 2010. Es decir, 12 millones de mexicanos no
tuvieron suficiente ingreso para adquirir la canasta alimentaria, así como
realizar gastos en salud, vestido, vivienda, transporte y educación.
Y la pobreza de capacidades (es decir, la insuficiencia del
ingreso para adquirir la canasta básica y efectuar gastos en salud y educación)
creció de 22 millones de mexicanos hace seis años a 29.5 millones en 2010.
Ante estas cifras aberrantes todavía hay quienes se
preguntan cómo el Partido Acción Nacional (PAN) perdió la Presidencia de la
República y cómo Calderón, un supremo inepto, pretende encabezar una fundación
para, según él, generar políticas públicas.
“Me gustaría dedicarme a sistematizar las políticas públicas
del desarrollo humano sustentable, es decir, cómo se aborda un problema, qué
alternativas hay, cuáles son los costos y los beneficios de una alternativa u
otra”, le dijo, el viernes, a la “doctora” Adela Micha.
Daría risa de no ser porque la ineptitud de Calderón ha sido
criminal…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter:
@alvaro_delgado
*Tomado de La Revista Proceso.
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