El Poder Judicial no quiere dar la cara: Sicilia*
Tomados de La Jornada, Hernández y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.
José Gil Olmos
Tres integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad –Javier Sicilia, Emilio Álvarez Icaza y Miguel Concha– afirman que no quitarán el dedo del renglón: Felipe Calderón debe cambiar su estrategia de guerra contra el narco para no seguir alimentando las cifras de muertos y desaparecidos. Y mientras emprenden su caravana por el sur –durante la que incluso podría haber un encuentro con la dirigencia del EZLN– exigen al Poder Judicial que se siente a dialogar con ellos.
En vísperas del arranque que la Iglesia debería interpretar como un compromiso, Javier Sicilia, Emilio Álvarez Icaza y el sacerdote Miguel Concha condenaron que ministros y jueces no quieran dialogar con las víctimas de la guerra calderonista contra el narcotráfico y aseguraron que insistirán en que Felipe Calderón cambie su estrategia, la que sólo ha incrementado la violencia y el número de muertos y desaparecidos.
Los tres integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad criticaron además que Calderón no haya tomado en cuenta a las víctimas de la guerra para la creación de la Procuraduría Social de Atención a Víctimas de Delitos, entidad que aún carece de presupuesto, estructura y reglamento. “Todo parece un maquillaje”, dice Sicilia en entrevista con este semanario.
Los participantes del movimiento pacífico ciudadano pidieron al Poder Judicial fijar fecha y lugar para un diálogo como los que hubo con Calderón y el Poder Legislativo. El reclamo es porque en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y en el Consejo de la Judicatura hay ministros y jueces que no están de acuerdo en sostener un diálogo público con las familias de los muertos y desaparecidos de esta guerra.
Durante una conferencia de prensa el miércoles 7 en las oficinas del Centro Nacional de Comunicación Social, el poeta Javier Sicilia manifestó en nombre del movimiento que “no darán un paso atrás” y que, sin importar el tiempo, los obstáculos, desánimos y las “voluntades en contra y voces que claman lo inútil” de sus esfuerzos, insistirán en que se detenga esta guerra absurda e injusta y en que haya paz con justicia y dignidad.
Desde el primer encuentro con Calderón, el pasado 23 de junio, las mesas de trabajo establecidas con la Procuraduría General de la República y con las secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública no han tenido avances sustantivos y con el Poder Judicial no se ha logrado establecer una fecha ni un formato para el diálogo, añadió.
Además, algunos ministros de la SCJN quieren imponer la asistencia de Alejandro Martí, Isabel Miranda de Wallace y María Elena Morera al encuentro, lo cual ha sido rechazado por los representantes del movimiento de víctimas.
En entrevista con Proceso, Álvarez Icaza asegura que la decisión de quiénes irán al encuentro será del movimiento ciudadano.
“Con toda claridad decimos que la representación del movimiento la hacemos nosotros. Así se lo dijimos al Poder Ejecutivo, al Legislativo, y ahora se lo decimos al Judicial. En función de la propia representación, el movimiento invita a ciertas personas que son víctimas y actores para mandar un mensaje. El movimiento es una plataforma muy amplia y nosotros queremos, con toda intención, darle voz a las víctimas que no la tienen, esa es nuestra lógica”, señala el expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Víctimas invisibles
Por su parte Sicilia señala que hay una diferencia: “Lo que decimos es que no se debe olvidar que el movimiento representa a las víctimas invisibles, a las negadas, a las que les han quitado el rostro, a los ofendidos de los ofendidos frente a los cuales tienen que responder.
“En los casos de Martí, Miranda de Wallace, Morera y el mío se ha hecho justicia, pero los que están en el movimiento son a quienes no se les ha hecho la mínima justicia. Lo que decimos es que si quieren ir, que vayan, pero entonces también tienen que ir todas las víctimas que están en el movimiento y con las cuales tienen la deuda de la justicia.”
–Daría la impresión de que quieren quitarle peso al movimiento…
–Sí, pero no le pueden quitar peso porque el movimiento es la cara visible de las miles de víctimas que no han tenido justicia en este país y que han sido doblemente victimizadas porque, además de no darles justicia, se les ha criminalizado.
Para Sicilia la actuación del Poder Judicial ha sido opaca y omisa ante gran parte del problema que vive el país, como la impunidad que nace precisamente en su interior. Algo que incluso el propio Calderón ha criticado.
“Ahí se pierden procedimientos que terminan por abonar la impunidad y el crimen, porque cuando hay impunidad el crimen se acrecienta y el criminal se envalentona”, señala el escritor.
Y ahora, agrega, no quieren dialogar en público.
“El problema es que no quieren dar la cara, es un poder que no quiere ir al Castillo de Chapultepec a dialogar como ya lo hicieron los otros dos. Es un poder donde no todos quieren aparecer, como si ellos fueran una cosa aparte, cuando son algo fundamental. No hay un país que haya tenido grandes reformas que no empiece con la judicial, y los integrantes del Poder Judicial tienen un grave pendiente con la nación. En ese sentido su aportación, no a la justicia sino al crimen, es gravísima y tienen que dar una respuesta a la nación y tienen que cambiar.”
Sicilia señala que el movimiento insistirá en el encuentro al regreso de la caravana del sur, a pesar de que algunos ministros y jueces digan que ellos no representan a la justicia en los estados.
“Nosotros vamos a insistir en el encuentro… es un poder que debe dar la cara a la nación, es el que más caro nos cuesta y cuyos resultados son bastante graves. Se defienden diciendo que son un poder federal, pero si hablamos con ellos le estamos hablando a todos los poderes judiciales. Ellos son la cabeza; aunque no todo les competa, sí les competen las deudas que tienen frente a la nación. Por eso al hablarles a ellos les hablamos a sus pares que están en los estados.”
–Es sintomático que no quieran cuando la principal demanda del movimiento es precisamente la justicia.
–Exactamente. El movimiento es por la paz pero con justicia y dignidad, y a ellos les corresponde la justicia.
Álvarez Icaza precisa que el presidente de la SCJN, Juan Silva Meza, sí ha manifestado su interés en distintas ocasiones por realizar el encuentro, pero éste se ha pospuesto porque el movimiento se concentró en la realización de los diálogos con Calderón y el Legislativo.
Explica: “Cuando se tuvieron los diálogos con el Ejecutivo y el Legislativo se detuvieron las conversaciones con el Poder Judicial justamente para no mandar mensajes cruzados. Se ha tenido un nivel preliminar de avance en el formato y diseño del encuentro. Por razones de distinta naturaleza no hemos continuado ahora los diálogos, pero estamos estimando que al regreso podamos tener condiciones para sentarnos con el Poder Judicial”.
–¿Hay resistencia interna para ese diálogo?
–El Poder Judicial es como los demás, no hay unanimidades. Hay actores dentro del Poder Judicial a quienes les cuesta más trabajo entender un ejercicio de diálogo ciudadano. Para el movimiento es de suma importancia este diálogo porque es con uno de los tres poderes del Estado que tiene una responsabilidad y la necesidad de participar en la problemática que tenemos.
“El Poder Judicial no está acostumbrado a este tipo de ejercicios. Tiene que repensarse en la naturaleza del ejercicio, no en la naturaleza del Poder Judicial. En su interior sí hay diferentes visiones y opiniones, esto se puede observar muy bien en las votaciones del pleno. Hay quienes consideran que están haciendo lo mejor del mundo, pero que dialogan poco con la realidad. El movimiento tendrá esa función, acercarle una ventana de la realidad, la de las víctimas.”
–Miguel Concha mencionó que hay tres ministros que no quieren dialogar.
–No quisiera ahondar en eso. Lo que esperamos es que el Poder Judicial entre al diálogo y en su caso, vaya quien vaya, vamos a asumir que representan al Poder Judicial… si van ministros o secretarios del Consejo de la Judicatura así los vamos a reconocer. Y el que no vaya, que asuma el costo de no ir. Nosotros lo haremos evidente. Si no va nadie, como se los dijimos al Ejecutivo y al Legislativo, nosotros nos vamos a sentar y pondremos en las sillas vacías sus nombres.
“Con ellos o sin ellos llevaríamos un diálogo. Pero las señales que ha mandado el ministro presidente de la Suprema Corte es que sí quieren el diálogo”, asegura Álvarez Icaza.
La nueva caravana
Entre el viernes 9 y el lunes 19, la Caravana de la Paz recorrerá más de 3 mil 500 kilómetros de carreteras y tocará 25 puntos de Morelos, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Puebla para concluir en el Distrito Federal con un acto en el Zócalo. Así como se hizo en la caravana del norte, que incluyó un acto en El Paso, Texas, ahora hacia el sur se realizará uno en Tucún Umán, Guatemala, al que se espera que asistan organizaciones de Centroamérica, Colombia y Venezuela.
Hasta el cierre del registro, los organizadores tenían anotados a más de 600 participantes y 70 medios nacionales y extranjeros. Algo que ha llamado la atención es la posibilidad de un encuentro con la dirigencia nacional del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en San Cristóbal de las Casas, donde se realizará la ceremonia del Grito de Independencia la noche del 15 de septiembre.
Sicilia señala que la caravana seguirá en su tarea de hacer visibles a las víctimas de la guerra calderonista y que en el sur del país incluye a los migrantes centro y sudamericanos.
Dice que hay en Calderón un intento por reconocer a las víctimas como no lo había hecho a lo largo de su gobierno y que incluso en su informe de gobierno pidió un minuto de silencio por ellas. Aunque advierte que no se ven cambios en su estrategia y que incluso ahora quiere tomar propuestas del movimiento pacífico pero erróneamente, como la creación de la Procuraduría Social de Atención a Víctimas del Delito.
“Creo que (Calderón) adquirió conciencia del drama que desencadenó. Pero creo que el gobierno federal, como todo poder, termina por maquillar las cosas y por apropiarse de discursos para despojarlos de su contenido profundo. El caso más concreto es la procuraduría de atención a víctimas que hizo sin consultar al movimiento, sin trabajar con la sociedad civil.”
Sicilia observa que en su propuesta Calderón no toma en cuenta a las víctimas de la guerra, sino a las víctimas del delito, cuando en realidad son víctimas de una guerra propiciada por el Ejecutivo.
“No hay claridad en su contenido, no aparece la sociedad civil, hay cuatro vocales con voz pero sin voto. Es decir, es una procuraduría maquillada como para salir del paso, y eso es muy grave, porque es como vaciar de contenido algo que es serio y profundo, hacer a un lado al movimiento que visibiliza a las víctimas.”
–¿Quiere apropiarse de una bandera del movimiento?
–Sí, pero ojalá lo hiciera bien. Se apodera de ella para vaciarla de contenido. Es como en el salinismo, cuando retomó la solidaridad para institucionalizarla y terminó destrozándola, la vació de contenido. Habría que recordar esa famosa frase que usa Iván Illich y que viene de San Jerónimo: “La corrupción de lo mejor es lo peor”.
“Lo que hace Calderón con esta procuraduría es corromper la dignidad de las víctimas, su exigencia de justicia y el resarcimiento del daño. Una procuraduría así a final de cuentas se vuelve peor que la realidad.”
–¿Al regreso de la caravana se espera el encuentro con Felipe Calderón?
–Sí. Esperamos regresar de la caravana con la unidad nacional, con un consenso y con propuestas de paz, de demanda de un cambio de estrategia. El presidente Calderón dijo en el primer encuentro en el Castillo de Chapultepec que no había propuestas, pero desde junio a la fecha en las mesas de diálogo con el gobierno hemos llevado propuestas, también lo hizo la UNAM. Junto con estas propuestas para un cambio de estrategia que hasta el momento no está abonando a la paz, sino a la violencia, vamos a juntar a la gente para decirle a Calderón que tiene que cambiar y que sí hay propuestas distintas.
Insiste en que una vez que se le presenten a Calderón las propuestas de una forma distinta de enfrentar al crimen organizado, esperaría una nueva respuesta de su parte.
“Estaríamos esperando que nos diga por qué no lo hace, por qué no quiere aceptarlos, por qué no quiere cambiar de estrategia. Es la nación diciéndole: ‘Señor, usted está para servir y hay que construir esa paz’.”
Precisa: “Nosotros no estamos diciendo que no hay que perseguir el delito, sino que hay que hacerlo de otra manera, porque hasta ahora la estrategia ha sido para cuidar las instituciones pero no ha asegurado a la ciudadanía, los ciudadanos estamos en la indefensión absoluta”.
–¿Hay una cita con el presidente?
–La cita está, se pactó desde el primer encuentro, no hay por qué romperla. Nosotros hemos abonado a que se haga el diálogo y esperamos que cumpla su palabra, que el presidente se siente a dialogar de cara a la nación.
*Tomado de la revista Proceso.
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