progressif

martes, marzo 31, 2009

Lista de billonarios Rey de la cocaína **











Tomados de La Jornada, El Fisgón, Hernández y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.


JESSE BOGAN*

Joaquín Guzmán Loera, el hombre más buscado de México, es uno de los 38 nuevos billonarios.

Según se dice, durante ocho años Joaquín Guzmán Loera manejó sus operaciones internacionales de tráfico de drogas desde atrás de las rejas, al tiempo de que disfrutaba de una dispendiosa vida carcelaria con acceso a bebidas, mujeres y un sistema de entretenimiento doméstico. Luego, en enero de 2001, al enfrentar la extradición a Estados Unidos, Guzmán se deslizó en un carro de lavandería y se escapó.

Desde entonces El Chapo, como se le llama, ha estrechado su control sobre el comercio de drogas de México como jefe del cártel de Sinaloa, uno de los mayores proveedores de cocaína de Estados Unidos. Hoy en día, éste es un negocio lucrativo. Treinta y cinco millones de personas en Estados Unidos utilizan narcóticos o abusan de drogas prescritas, y gastan en ello más de 64 mil millones de dólares al año. La DEA (siglas de la Drug Enforcement Agency) y otros expertos en esta industria creen que Guzmán, de 54 años, ha controlado entre un tercio y la mitad del mercado mexicano de drogas al mayoreo durante los últimos ocho años. En 2008, los traficantes mexicanos y colombianos lavaron entre 18 mil y 39 mil millones de dólares en ganancias provenientes de los embarques mayoristas a Estados Unidos, de acuerdo con el gobierno estadunidense. Guzmán y sus operaciones probablemente obtuvieron un beneficio bruto de 20% de ese total, lo suficiente para que él se embolsara mil millones de dólares a lo largo de su carrera y se ganara un lugar en la lista de billonarios por primera vez.

Aunque otros con fortunas de 10 dígitos tienen registros criminales, Guzmán probablemente es el único por cuya captura el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares. “(Él) claramente es un sociópata, dispuesto a involucrarse en elevados niveles de violencia, pero es muy hábil para manejar esas turbulentas aguas”, dice Bruce Bagley, presidente de estudios internacionales en la Universidad de Miami. En tanto que los cárteles de la droga tradicionales se construyen sobre la base de una jerarquía familiar, el de Guzmán opera más bien como una confederación de diferentes grupos. (Él) contrata bandas que se han separado de sus competidores, ofreciendo una atractiva participación de ganancias. “En cierta forma, el cártel de Sinaloa es una especie de nuevo animal. Les ofrece un mejor acuerdo, agrega Bagley.

Guzmán creció en Sinaloa, estado costero del Pacífico, en una región rural que ha producido grandes narcotraficantes. Muy probablemente el chico campesino se vio expuesto al comercio (de drogas) desde muy corta edad. Oficiales de policía dicen que afinó sus habilidades como traficante trabajando para diferentes bandas, destacadamente como experto en logística de aeronaves para Miguel Ángel Félix Gallardo, El Padrino, el principal narcotraficante del país en esa época. Gallardo fue arrestado en 1989.

A principios del decenio de 1990, Guzmán inició su propia empresa internacional. Los negocios no siempre marcharon sin complicaciones. En 1993, en la frontera norte, las autoridades mexicanas decomisaron un cargamento de siete toneladas de cocaína, que se cree eran de él, escondidas en latas de chile. El mismo año, en un intento aparentemente de matar a Guzmán en el aeropuerto de Guadalajara, miembros de bandas rivales liquidaron en su lugar a un cardenal católico. Ese mismo año, también él fue capturado y condenado por homicidio y tráfico de drogas.

Una acusación de Estados Unidos en 1995 alega que dirigía una vasta red de empleados y bienes, incluyendo almacenes en California, Nueva Jersey y Chicago; un túnel, de 65 pies de profundidad y mil 416 pies de longitud entre México y la Mesa de Otay, California; un negocio de renta de jets para ejecutivos, y automotores para el transporte de aceite de cocina. Por lo menos uno de sus empleados estaba a cargo de sobornar a fiscales y policías mexicanos, presuntamente habiendo soltado 1 millón de dólares en efectivo en 1991 para que se liberara a El Pollo, un hermano de Guzmán, de una cárcel de la Ciudad de México. (El Pollo fue asesinado en 2004.)

¿Por cuánto tiempo más podrá Guzmán, quien podría estar en Guatemala, continuar eludiendo a las autoridades? El gobierno mexicano está intentando tomar medidas enérgicas contra el mortífero comercio de drogas, que el año pasado mató a 6 mil personas, incluyendo al hijo de Guzmán, quien fue abatido en mayo. Ha despachado a miles de soldados a zonas álgidas. En noviembre, arrestó a la máxima autoridad antidrogas del país por supuestamente haber acordado un pago de 450 mil dólares al mes para filtrar información a los traficantes sobre redadas y arrestos. Esa presión, junto con una mayor presión por parte de bandas rivales, parece estar haciendo el negocio más difícil para Guzmán, pero no lo ha persuadido de abandonar la industria.

“Es sorprendente que a pesar de que su organización ha sufrido fuertes reveses, él parece haber conservado la capacidad de traficar cocaína”, dice Stephen Meiners, analista de América Latina en Stratfor, una empresa de inteligencia global de Austin, Texas.; Stratfor fija el valor de la red de El Chapo en 12 mil millones de dólares. l

(Traducción: Lucía Luna.)

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* Texto íntegro sobre la fortuna de El Chapo Guzmán incluido en la edición de la revista Forbes del 30 de marzo, que comienza a circular en México en estos días. Difundido desde hace tres semanas en medios internacionales, el artículo irritó al gobierno mexicano.

** Tomado de La revista Proceso.