El azote de los pobres*
ROSALíA VERGARA
... Así la define la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual la diabetes es ya la primera causa de muerte en el ámbito internacional. Más de 180 millones de personas la padecen y es probable que la cifra se duplique para 2030. En México, esta enfermedad causa alrededor de 60 mil muertes al año y se suman 400 mil casos nuevos. Especialistas consultados por Proceso aseguran que a partir de 2000 se ha elevado el número de casos y cada vez afecta más a niños y adolescentes.
Se llama Juan y tiene 32 años. Se considera una persona sana. No fuma ni bebe, incluso hace deporte para mantenerse en forma, pero se queja porque, asegura, padece diabetes mellitus, una enfermedad que heredó de sus padres.
Su situación contrasta con la de un hombre de 50 años con pie diabético –ulcerado– que acude periódicamente a una clínica del IMSS en la Ciudad de México para que le atiendan sus heridas. Al salir, este paciente suele detenerse en un puesto de fritangas ambulante a comer unos tacos, que acompaña con un refresco.
Un tercer caso es el de otro varón de 50 años que recientemente sufrió una descompensación diabética. Sus hijos lo llevaron al Hospital General Regional número 96 del IMSS, en el Estado de México, porque, dicen, él no podía ir solo. Se mostraba agresivo y ni siquiera los reconocía debido al elevado nivel de glucosa. Ahí, los médicos que lo atendieron le diagnosticaron esquizofrenia y estuvo a punto de ser ingresado al Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez.
Otros ejemplos son el de un hombre de 60 años, obeso y alcohólico, quien a pesar del nivel de glucosa elevado se muestra tranquilo y confiesa que prefiere seguir bebiendo ron en lugar de acudir al doctor; o el de la estudiante universitaria de 20 años a quien se le diagnosticó prediabetes y hoy está bajo tratamiento de medicina alópata que combina con la homeopatía.
En México suman 6 millones las personas que viven con diabetes tipo 2, de las cuales 4 millones padecen los estragos de esa enfermedad: problemas cardiovasculares, ceguera e insuficiencia renal, entre otros trastornos.
Cada uno tiene una historia que contar. Muchos han recurrido incluso a internet para narrar sus experiencias. Uno de esos sitios electrónicos es el de la Federación Mexicana de la Diabetes, donde los participantes critican a las aseguradoras porque, dicen, se niegan a vender seguros de gastos médicos a quienes padecen la enfermedad; otro es la página http://www.estudiabetes.com/.
En uno de los foros realizados en esas páginas, por ejemplo, los diabéticos señalaron que las aseguradoras sólo cubren los costos de enfermedades que no son preexistentes.
Consultadas sobre este asunto, vendedoras de seguros del Grupo Nacional Provincial (GNP) y Sí Seguros consideran que si alguien pretende comprar un seguro cuando ya está diagnosticado, “la aseguradora no responderá por ningún padecimiento futuro”.
A su vez, personal de Metlife dice a la reportera que en casos como el referido, “se cobraría una cuota adicional para poder cubrirlo”. Sin embargo, varios médicos entrevistados afirman que eso es engañoso porque si algún paciente llega a morir, la aseguradora siempre va a decir que la causa fue la diabetes.
Datos críticos
La diabetes tiende a incrementarse en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es ya la primera causa de muerte en el ámbito internacional. Incluso la define como “el azote de los pobres”.
Así mismo, calcula que las muertes por diabetes aumentarán en más de 50% en los próximos 10 años si no se toman medidas urgentes. Según sus proyecciones, entre 2006 y 2015 los fallecimientos por diabetes aumentarán en más de 80% en países de ingresos medios altos.
En la actualidad hay más de 180 millones de personas con diabetes en el mundo, y es probable que esa cifra se duplique para 2030, sostiene el organismo. Y destaca que aproximadamente 80% de los fallecimientos por la enfermedad se registran en países de ingresos bajos o medios. De ellos, casi la mitad son personas de 70 años, en su mayoría mujeres.
En México, informa la OMS, esa enfermedad ocupa el primer lugar de defunciones anuales, y las tasas de mortalidad son ascendentes en ambos sexos, con más de 60 mil muertes y 400 mil casos nuevos al año.
Reportes del IMSS y del ISSSTE sostienen que ocho de cada 10 defunciones están asociadas a complicaciones derivadas de ese mal.
El 14 de noviembre del año pasado, Día Mundial de la Diabetes, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, reconoció que la situación es grave en el país y advirtió: “De no implementar intervenciones oportunas, la diabetes podría llevar a un colapso económico y a la saturación de los servicios de salud en el país”.
El IMSS y el ISSSTE aseguran que el número de niños, adolescentes y adultos menores de 30 años con diabetes mellitus tipo 2 comenzó a elevarse a partir del año 2000 y hoy es considerada la primera de las 10 principales causas de mortalidad en el país.
El doctor Marco Villalvazo Molho, integrante de la Federación Mexicana de la Diabetes, calcula que 23% de la población diabética no sabe que padece ese mal.
Su colega el doctor Niels Agustín Hamsen Wacher Rodarte, coordinador del programa piloto Diabetimss, implantado por el IMSS en 2008 con el propósito de “diseñar estrategias educativas con el apoyo de tecnologías de la información y de la comunicación” sobre la diabetes, explica que la enfermedad ataca principalmente a la población pobre del sur del país, donde el número de casos se incrementó 100% en los últimos años.
Hamsen Wacher Rodarte sostiene que en las clínicas del IMSS, uno de cada 10 certificados de invalidez se entrega a trabajadores diabéticos años antes de que cumplan la edad de jubilación. “Vivimos en un ambiente obeso”, asegura el médico.
Entre 2000 y 2006, aumentó la “epidemia del sobrepeso” a casi 70% en adultos y 30% en niños. La razón: “Cada vez comemos cosas menos naturales, industrializadas”, dice el especialista. A esto se suma que la gente cree que mejorar su calidad de vida significa vivir sin esforzarse; cree que sentarse todo el día en un escritorio y dar órdenes “es el objetivo de todo el mundo”. Y aunque no es así, lo cierto es que, arguye, “hoy la actividad más frecuente de un trabajador es mover el mouse de la computadora, mover los dedos en el teclado”.
El coordinador de Diabetimss lamenta que la sociedad mexicana no esté educada para prevenir las enfermedades; por eso, insiste, los prediabéticos sólo se preocupan por su salud cuando la enfermedad se manifiesta. Según él, cuando a una persona se le diagnostica diabetes es porque tiene por lo menos siete años con el nivel de azúcar elevado.
Desacuerdos
Hamsen Wacher Rodarte asegura que uno de cada dos niños obesos tiene diabetes tipo 2, lo que no ocurría hace 30 años. Hoy, precisa, más de 30% de los infantes tienen sobrepeso; 16% de plano son obesos, y uno de cada tres está propenso a esa enfermedad.
Afirma que son millones los pacientes que requieren de tratamiento especializado, el cual resulta caro. Por eso, dice el coordinador de Diabetimss, el Seguro Social instaló 35 unidades de salud completamente equipadas a lo largo del país. En ellas, grupos de enfermeras, nutricionistas y médicos dan consultas individuales y grupales para reducir costos mientras se enseña a la población a prevenir la diabetes.
El doctor Villalvazo Molho no comparte algunas de las opiniones de su colega Hamsen Wacher Rodarte, coordinador de Diabetimss. Dice que la gente suele acudir a médicos privados ante la precariedad de los servicios de salud públicos, aun cuando reconoce la calidad del IMSS.
Como secretario general de la Asociación Civil llamada Consejo Nacional de Educadores en Diabetes, fundada en 2003, Villalvazo Molho asegura que propuso certificar a educadores de la salud para enseñar cómo evitar las complicaciones del padecimiento, porque “no hay dinero que alcance” para su tratamiento.
En entrevista con Proceso, el especialista sostiene que los problemas en el IMSS van más allá de la seguridad social; tienen relación, dice, con el costo del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), lo cual, a su vez, se halla asociado a la mala atención que brinda el IMSS a los derechohabientes.
El Centro Antidiabético México (CAM) sostiene que en 2004 la diabetes fue la principal causa externa de estancia hospitalaria. En las clínicas del ISSSTE el gasto por esta causa alcanzó 219 millones de pesos. De esta suma, 40 millones se destinaron a medicamentos y estudios, y el resto a hemodiálisis; así mismo, se extendieron casi 205 mil días de incapacidad.
En ese período, el ISSSTE dio 16.8 consultas diarias por consultorio; el IMSS, 29.5; IMSS-Oportunidades, 17.2; la Secretaría de Salud, 14.9; los hospitales de Pemex, 12.4, y la Secretaría de la Defensa, 7.3.
En su sitio electrónico, el CAM informa que la atención a enfermos de diabetes constituye 20% de la atención hospitalaria con un mayor número de días de estancia: “En 2000, los costos indirectos por incapacidad y muerte anticipada fueron de más de 13 mil millones de pesos en México, según la Organización Panamericana de la Salud”.
Entre 2000 y 2006, la enfermedad comenzó a repuntar en personas de entre 20 y 24 años, precisa el CAM, aunque la mayor incidencia se sigue registrando en mayores de 60 años. Asegura que son 15 las entidades donde se presentan las cifras más altas: Morelos, Coahuila, Durango, Jalisco, Sinaloa, Distrito Federal, Yucatán, Baja California, San Luis Potosí, Aguascalientes, Tamaulipas, Baja California Sur, Guerrero, Nayarit y Guanajuato.
La diabetes es un padecimiento que desarrolla diversas complicaciones, las cuales trastornan la calidad de vida de quienes la padecen, incluso provoca su muerte prematura e incrementa los costos de atención y las tasas de hospitalización de los pacientes.
La OMS advierte que México enfrenta diversos problemas para atacar la epidemia, entre éstos el desabasto de medicamentos, la falta de equipo adecuado en las unidades de salud, la referencia de pacientes, la limitación de los servicios de apoyo sicológico y nutricional, la nula promoción de actividad física y la escasa supervisión de los servicios de salud para alcanzar la adherencia terapéutica.
Los especialistas consultados por Proceso en que la diabetes es una condición crónica que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina para mantener la glucosa en los tejidos. Hay dos formas básicas de la enfermedad: la del tipo 1, que es cuando la persona no produce nada de insulina y requiere de inyecciones diarias para sobrevivir (insulinodependientes); y la del tipo 2, que no requiere del uso de insulina, pues quienes la sufren pueden controlarla mediante una dieta supervisada por un especialista, tomando medicamentos y mediante ejercicios físicos.
Entre las principales complicaciones que provoca la diabetes destacan la retinopatía, trastornos en el cerebro, problemas de circulación y cardiacos, así como insuficiencia renal o neuropatía. También es frecuente que los pacientes aquejados por este mal sufran fracturas en los pies, alteración en el sistema nervioso periferal, pie diabético o paradontitis, cuando el hueso se reabsorbe y la raíz de los dientes no tiene en qué sostenerse.
*Tomado de la revista Proceso.
... Así la define la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual la diabetes es ya la primera causa de muerte en el ámbito internacional. Más de 180 millones de personas la padecen y es probable que la cifra se duplique para 2030. En México, esta enfermedad causa alrededor de 60 mil muertes al año y se suman 400 mil casos nuevos. Especialistas consultados por Proceso aseguran que a partir de 2000 se ha elevado el número de casos y cada vez afecta más a niños y adolescentes.
Se llama Juan y tiene 32 años. Se considera una persona sana. No fuma ni bebe, incluso hace deporte para mantenerse en forma, pero se queja porque, asegura, padece diabetes mellitus, una enfermedad que heredó de sus padres.
Su situación contrasta con la de un hombre de 50 años con pie diabético –ulcerado– que acude periódicamente a una clínica del IMSS en la Ciudad de México para que le atiendan sus heridas. Al salir, este paciente suele detenerse en un puesto de fritangas ambulante a comer unos tacos, que acompaña con un refresco.
Un tercer caso es el de otro varón de 50 años que recientemente sufrió una descompensación diabética. Sus hijos lo llevaron al Hospital General Regional número 96 del IMSS, en el Estado de México, porque, dicen, él no podía ir solo. Se mostraba agresivo y ni siquiera los reconocía debido al elevado nivel de glucosa. Ahí, los médicos que lo atendieron le diagnosticaron esquizofrenia y estuvo a punto de ser ingresado al Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez.
Otros ejemplos son el de un hombre de 60 años, obeso y alcohólico, quien a pesar del nivel de glucosa elevado se muestra tranquilo y confiesa que prefiere seguir bebiendo ron en lugar de acudir al doctor; o el de la estudiante universitaria de 20 años a quien se le diagnosticó prediabetes y hoy está bajo tratamiento de medicina alópata que combina con la homeopatía.
En México suman 6 millones las personas que viven con diabetes tipo 2, de las cuales 4 millones padecen los estragos de esa enfermedad: problemas cardiovasculares, ceguera e insuficiencia renal, entre otros trastornos.
Cada uno tiene una historia que contar. Muchos han recurrido incluso a internet para narrar sus experiencias. Uno de esos sitios electrónicos es el de la Federación Mexicana de la Diabetes, donde los participantes critican a las aseguradoras porque, dicen, se niegan a vender seguros de gastos médicos a quienes padecen la enfermedad; otro es la página http://www.estudiabetes.com/.
En uno de los foros realizados en esas páginas, por ejemplo, los diabéticos señalaron que las aseguradoras sólo cubren los costos de enfermedades que no son preexistentes.
Consultadas sobre este asunto, vendedoras de seguros del Grupo Nacional Provincial (GNP) y Sí Seguros consideran que si alguien pretende comprar un seguro cuando ya está diagnosticado, “la aseguradora no responderá por ningún padecimiento futuro”.
A su vez, personal de Metlife dice a la reportera que en casos como el referido, “se cobraría una cuota adicional para poder cubrirlo”. Sin embargo, varios médicos entrevistados afirman que eso es engañoso porque si algún paciente llega a morir, la aseguradora siempre va a decir que la causa fue la diabetes.
Datos críticos
La diabetes tiende a incrementarse en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es ya la primera causa de muerte en el ámbito internacional. Incluso la define como “el azote de los pobres”.
Así mismo, calcula que las muertes por diabetes aumentarán en más de 50% en los próximos 10 años si no se toman medidas urgentes. Según sus proyecciones, entre 2006 y 2015 los fallecimientos por diabetes aumentarán en más de 80% en países de ingresos medios altos.
En la actualidad hay más de 180 millones de personas con diabetes en el mundo, y es probable que esa cifra se duplique para 2030, sostiene el organismo. Y destaca que aproximadamente 80% de los fallecimientos por la enfermedad se registran en países de ingresos bajos o medios. De ellos, casi la mitad son personas de 70 años, en su mayoría mujeres.
En México, informa la OMS, esa enfermedad ocupa el primer lugar de defunciones anuales, y las tasas de mortalidad son ascendentes en ambos sexos, con más de 60 mil muertes y 400 mil casos nuevos al año.
Reportes del IMSS y del ISSSTE sostienen que ocho de cada 10 defunciones están asociadas a complicaciones derivadas de ese mal.
El 14 de noviembre del año pasado, Día Mundial de la Diabetes, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, reconoció que la situación es grave en el país y advirtió: “De no implementar intervenciones oportunas, la diabetes podría llevar a un colapso económico y a la saturación de los servicios de salud en el país”.
El IMSS y el ISSSTE aseguran que el número de niños, adolescentes y adultos menores de 30 años con diabetes mellitus tipo 2 comenzó a elevarse a partir del año 2000 y hoy es considerada la primera de las 10 principales causas de mortalidad en el país.
El doctor Marco Villalvazo Molho, integrante de la Federación Mexicana de la Diabetes, calcula que 23% de la población diabética no sabe que padece ese mal.
Su colega el doctor Niels Agustín Hamsen Wacher Rodarte, coordinador del programa piloto Diabetimss, implantado por el IMSS en 2008 con el propósito de “diseñar estrategias educativas con el apoyo de tecnologías de la información y de la comunicación” sobre la diabetes, explica que la enfermedad ataca principalmente a la población pobre del sur del país, donde el número de casos se incrementó 100% en los últimos años.
Hamsen Wacher Rodarte sostiene que en las clínicas del IMSS, uno de cada 10 certificados de invalidez se entrega a trabajadores diabéticos años antes de que cumplan la edad de jubilación. “Vivimos en un ambiente obeso”, asegura el médico.
Entre 2000 y 2006, aumentó la “epidemia del sobrepeso” a casi 70% en adultos y 30% en niños. La razón: “Cada vez comemos cosas menos naturales, industrializadas”, dice el especialista. A esto se suma que la gente cree que mejorar su calidad de vida significa vivir sin esforzarse; cree que sentarse todo el día en un escritorio y dar órdenes “es el objetivo de todo el mundo”. Y aunque no es así, lo cierto es que, arguye, “hoy la actividad más frecuente de un trabajador es mover el mouse de la computadora, mover los dedos en el teclado”.
El coordinador de Diabetimss lamenta que la sociedad mexicana no esté educada para prevenir las enfermedades; por eso, insiste, los prediabéticos sólo se preocupan por su salud cuando la enfermedad se manifiesta. Según él, cuando a una persona se le diagnostica diabetes es porque tiene por lo menos siete años con el nivel de azúcar elevado.
Desacuerdos
Hamsen Wacher Rodarte asegura que uno de cada dos niños obesos tiene diabetes tipo 2, lo que no ocurría hace 30 años. Hoy, precisa, más de 30% de los infantes tienen sobrepeso; 16% de plano son obesos, y uno de cada tres está propenso a esa enfermedad.
Afirma que son millones los pacientes que requieren de tratamiento especializado, el cual resulta caro. Por eso, dice el coordinador de Diabetimss, el Seguro Social instaló 35 unidades de salud completamente equipadas a lo largo del país. En ellas, grupos de enfermeras, nutricionistas y médicos dan consultas individuales y grupales para reducir costos mientras se enseña a la población a prevenir la diabetes.
El doctor Villalvazo Molho no comparte algunas de las opiniones de su colega Hamsen Wacher Rodarte, coordinador de Diabetimss. Dice que la gente suele acudir a médicos privados ante la precariedad de los servicios de salud públicos, aun cuando reconoce la calidad del IMSS.
Como secretario general de la Asociación Civil llamada Consejo Nacional de Educadores en Diabetes, fundada en 2003, Villalvazo Molho asegura que propuso certificar a educadores de la salud para enseñar cómo evitar las complicaciones del padecimiento, porque “no hay dinero que alcance” para su tratamiento.
En entrevista con Proceso, el especialista sostiene que los problemas en el IMSS van más allá de la seguridad social; tienen relación, dice, con el costo del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), lo cual, a su vez, se halla asociado a la mala atención que brinda el IMSS a los derechohabientes.
El Centro Antidiabético México (CAM) sostiene que en 2004 la diabetes fue la principal causa externa de estancia hospitalaria. En las clínicas del ISSSTE el gasto por esta causa alcanzó 219 millones de pesos. De esta suma, 40 millones se destinaron a medicamentos y estudios, y el resto a hemodiálisis; así mismo, se extendieron casi 205 mil días de incapacidad.
En ese período, el ISSSTE dio 16.8 consultas diarias por consultorio; el IMSS, 29.5; IMSS-Oportunidades, 17.2; la Secretaría de Salud, 14.9; los hospitales de Pemex, 12.4, y la Secretaría de la Defensa, 7.3.
En su sitio electrónico, el CAM informa que la atención a enfermos de diabetes constituye 20% de la atención hospitalaria con un mayor número de días de estancia: “En 2000, los costos indirectos por incapacidad y muerte anticipada fueron de más de 13 mil millones de pesos en México, según la Organización Panamericana de la Salud”.
Entre 2000 y 2006, la enfermedad comenzó a repuntar en personas de entre 20 y 24 años, precisa el CAM, aunque la mayor incidencia se sigue registrando en mayores de 60 años. Asegura que son 15 las entidades donde se presentan las cifras más altas: Morelos, Coahuila, Durango, Jalisco, Sinaloa, Distrito Federal, Yucatán, Baja California, San Luis Potosí, Aguascalientes, Tamaulipas, Baja California Sur, Guerrero, Nayarit y Guanajuato.
La diabetes es un padecimiento que desarrolla diversas complicaciones, las cuales trastornan la calidad de vida de quienes la padecen, incluso provoca su muerte prematura e incrementa los costos de atención y las tasas de hospitalización de los pacientes.
La OMS advierte que México enfrenta diversos problemas para atacar la epidemia, entre éstos el desabasto de medicamentos, la falta de equipo adecuado en las unidades de salud, la referencia de pacientes, la limitación de los servicios de apoyo sicológico y nutricional, la nula promoción de actividad física y la escasa supervisión de los servicios de salud para alcanzar la adherencia terapéutica.
Los especialistas consultados por Proceso en que la diabetes es una condición crónica que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina para mantener la glucosa en los tejidos. Hay dos formas básicas de la enfermedad: la del tipo 1, que es cuando la persona no produce nada de insulina y requiere de inyecciones diarias para sobrevivir (insulinodependientes); y la del tipo 2, que no requiere del uso de insulina, pues quienes la sufren pueden controlarla mediante una dieta supervisada por un especialista, tomando medicamentos y mediante ejercicios físicos.
Entre las principales complicaciones que provoca la diabetes destacan la retinopatía, trastornos en el cerebro, problemas de circulación y cardiacos, así como insuficiencia renal o neuropatía. También es frecuente que los pacientes aquejados por este mal sufran fracturas en los pies, alteración en el sistema nervioso periferal, pie diabético o paradontitis, cuando el hueso se reabsorbe y la raíz de los dientes no tiene en qué sostenerse.
*Tomado de la revista Proceso.
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