progressif

viernes, octubre 26, 2007

Impunidad garantizada






Tomados de La Jornada, El Fisgón, Helguera y Rocha y El Univeresal, Helioflores.


Ante el cúmulo de hechos que implican el robo, la corrupción y el tráfico de influencias, además del enriquecimiento ilícito de la expareja presidencial y sus familiares, el traidor Vicente Fox Quesada se escuda en la impunidad que le otorga el usurpador Felipe Calderón Hinojosa y quienes por ley están obligados a ejercer e impartir justicia.

Son semanas sin que hasta el momento la presidencia pirata fije su postura al respecto. Y no es que quiera hacerlo, está obligada por ley, pues los delitos de que se le acusa al salvaje de Guanajuato y a su familia se persiguen de oficio, pero si eso no bastara está la denuncia formal del senador perredista Ricardo Monrereal, presentada ante la PGR, misma que duerme el sueño de la complicidad y corrupción.

Se prefiere el desgaste de la imagen del bravucón ratero al ejercicio de la ley y el respeto al Estado de derecho. En la historia reciente de México nunca se había visto tamaño cinismo a ojos vistas y con innumerables pruebas documentales, testimoniales, videográficas y de los implicados, sin que se aplique la ley.

¿Qué se puede esperar del pelele Calderón Hinojosa si fue impuesto ahí precisamente para cuidar esa impunidad? ¿Dónde están las voces de los empresarios y lectores de noticias que se desgañitaban diciendo que Andrés Manuel López Obrador era un peligro para México, además de un violador del Estado de derecho? ¿Por qué no exigen que la exfamilia presidencial y todos sus amigos den con sus huesos en la cárcel, como lo pedían a gritos para López Obrador?

Un mismo país, dos proyectos distintos de nación y los mismos ladrones y corruptos de siempre.


A continuación una nota tomada del diario El Universal.







Cabañas de Fox fueron amuebladas con lujos


Resultados de auditoría consignan compras de enseres de altos precios


Alberto Aguirre M.
El Universal
Viernes 26 de octubre de 2007
politica@eluniversal.com.mx



Sin restricciones financieras o administrativas al confort presidencial, desapareció la distancia entre los almacenes de superlujo de Polanco y las cabañas de Los Pinos en el sexenio pasado.

Desde 2001, la residencia presidencial contó con estéreo lifestyle de la marca Bosé; por él se pagaron 3 mil 304 dólares (36 mil 350 pesos, al tipo de cambio vigente en 2000), de acuerdo con datos de las auditorías.

El centro de música consta en la factura que DTA Group dio a Myo, empresa subcontratada por el arquitecto Humberto Artigas del Olmo para equipar cabañas remodeladas para el Presidente de México y su familia.

Artigas es cercano a José Fox, quien lo introdujo al círculo de Los Pinos para remodelaer las cabañas.

En tanto, la tienda especializada ubicada a 700 metros de Los Pinos, cobró 11 mil 923 dólares por 10 bienes, entre ellos tres televisiones de plasma.

No fue la única tienda de lujo visitada por los proveedores de Los Pinos. De Kadensa, almacén en la calle de Alejandro Dumas, surtió dos sillones color beige, en 18 mil 810 pesos, y Corporación Horizonte, de Moliere, vendió un tapete en 7 mil pesos.

Nada se escatimó para que el ex Presidente de México tuviera mobiliario de lujo en Los Pinos. Decorada por Artigas del Olmo, la residencia tuvo un comedor de 10 sillas que costó 129 mil 950 pesos y la alcoba presidencial estuvo coronada por una cama de 63 mil 250 pesos.

El desglose de los artículos aparece en el informe de la auditoría especial a las obras de remodelación en Los Pinos. EL UNIVERSAL obtuvo una copia de ella.

Datos oficiales

En el expediente están los contratos 267-00 y 268-00, que se adjudicaron directamente a Myo y sumaron 4 millones 684 mil 896 pesos, el presupuesto original de la empresa del 20 de diciembre de 2000 y dos listas de los artículos entregados por proveedor, con sus respectivos costos.

Los decoradores de Los Pinos montaron un gimnasio con una caminadora de 11 mil 547 pesos y una bicicleta de 10 mil 350 pesos.

El constructor hizo que el gobierno federal pagara 199 mil 911 pesos por una cortinas electrificadas y operadas por control remoto y 98 mil 270 pesos por un refrigerador. Consiguió una mesa de mármol en 36 mil 800 y un mueble para televisión en 24 mil 887 pesos.

El equipo administrativo de Fox calculó 5 millones de pesos para 475 artículos destinados a las dos cabañas de la casa presidencial. Pero el proveedor rebasó su estimación: entregó mil 159 accesorios; de ellos, 966 no habían sido requeridos, detalla la documentación.

En la casa presidencial ordenaron una caja de puros con las iniciales grabadas del político guanajuatense; el gobierno federal pagó por ella 3 mil 850 pesos; cubrieron 103 mil 200 pesos por cuatro sillones; 61 mil pesos por unas cabeceras de piel; 63 mil 250 por una cama; 125 mil pesos por un comedor, con sus 12 sillas incluidas; 63 mil 250 por un baúl para la cama, con todo y elevador... Hasta le dieron una cava con vinos de mesa y botellas de ron, brandy, tequila y whisky.

Lo que no apareció en las listas es la toalla importada de 4 mil pesos originalmente presupuestada y que dio origen al llamado Toallagate.

“Las adquisiciones se efectuaron en forma directa, con justificación poco sólida; se otorgó financiamiento al proveedor, al autorizar un anticipo que no cumplía con los requisitos normativos aplicables, (algo) inusual en este tipo de adquisiciones; se incumplió con el contrato, al recibir y pagar artículos no contemplados”, remarca la auditoría.