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miércoles, noviembre 23, 2011

Caso “La Jornada”-”Letras Libres”: round determinante*





Tomados de La Jornada, Helguera, El Fisgón y Rocha y El Universal, Naranjo.


Jorge Carrasco Araizaga
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) definirá nuevos criterios sobre la libertad de expresión de los medios de comunicación cuando resuelva el litigio entre el diario La Jornada y la revista Letras Libres, confrontados en tribunales desde hace siete años.
La Primera Sala del máximo tribunal enlistó para el próximo miércoles 23 el amparo directo 28/2010 solicitado por la empresa Desarrollo de Medios (Demos, editora de La Jornada) en contra de una resolución que favoreció a Editorial Vuelta, que publica la revista dirigida por el historiador Enrique Krauze.
El litigio comenzó en agosto de 2004 cuando La Jornada demandó a la revista por la publicación de un artículo firmado por el entonces subdirector de Letras Libres, Fernando Adalberto García Ramírez.
En el texto publicado en marzo de ese año con el título Cómplices del terror, García Ramírez cuestionó el acuerdo de colaboración firmado por el diario mexicano con Gara, “periódico del brazo político de ETA” (Euskadi Ta Askatasuna), grupo separatista vasco que en octubre pasado depuso las armas. El autor calificó ese acuerdo como “una variante escrita de la lucha terrorista contra la ley”.
La Jornada, que consideró difamatorio el texto, emplazó a la revista a probar su dicho o retractarse. Al no ocurrir nada de esto, enderezó la demanda por daño moral. Después de varias sentencias favorables a una y otra parte, el caso se resolverá en definitiva en el máximo tribunal cuando se pronuncie sobre una sentencia emitida el 7 de abril de 2010 por la Décima Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, que favoreció a Letras Libres.
Al atraer el juicio en noviembre del año pasado, los ministros de la Primera Sala dijeron que buscarán establecer los límites del ejercicio de la libertad de expresión y la libertad de imprenta cuando los involucrados las ejercen con motivo de su actividad, en particular la de garantizar el derecho a la información de los ciudadanos.
Si es el caso, dijeron, se precisará el criterio correcto para el ejercicio de la libertad de expresión, en oposición al derecho al honor y/o al prestigio en el desarrollo de la labor periodística.
Según dijeron, la pretensión de la Corte es fijar criterios en el caso en que esos derechos confrontados sean ejercidos por medios de comunicación y si también resulta afectado el derecho a la información de los terceros que consultan esos medios.
Adelantaron que la Sala tomará en cuenta lo establecido por la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

“Ley de la selva”

El proyecto de resolución fue elaborado por el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Según informó el miércoles 16 el periódico Reforma, el ponente propone que la prensa y los líderes de opinión tienen acotado su derecho al honor, como ocurre con los personajes públicos.
“Si la prensa goza de la mayor libertad y del más amplio grado de protección para criticar a personajes con proyección pública, es no sólo lógico sino necesario concluir que la crítica a su labor también debe gozar de la mayor libertad y el más amplio grado de protección.
“De lo contrario se estaría dotando a una persona, en este caso un medio de comunicación impreso, de un gran y desequilibrado poder para criticar impunemente, opinando e informando sin ser sujeto del mismo escrutinio público que pregona, ejerce y cuya protección invoca”, refirió el periódico sobre el contenido del proyecto.
La versión, que pese a criticar las expresiones “desabridas y de mal gusto” del autor del texto, favorece a Letras Libres, con lo que negaría el amparo a La Jornada. Zaldívar necesitaría dos votos de entre los cinco ministros de la Sala para tener el respaldo a ese proyecto.
El viernes 18, La Jornada reaccionó. En un largo editorial publicado en primera plana y extendido a la página 4, aseguró que el ministro Zaldívar “pretende situar la querella como resultado de ‘derechos que se encuentran en pugna’; el relativo al honor y la reputación y el que garantiza la libertad de expresión, para concluir que el segundo debe imperar sobre el primero”.
Añadió: “Resulta casi inverosímil que un documento de la SCJN pretenda dar protección legal a las falsedades vertidas contra La Jornada en Letras Libres. Pero es igualmente preocupante que uno de sus integrantes no logre ver más que ‘exageración’ y ‘mal gusto’ en una acusación pública”.
La acusación, siguió, “atribuye –falsamente– vinculación con el delito más severa y discrecionalmente perseguido y castigado en el mundo contemporáneo”. Aseguró que esa acusación “conlleva riesgos concretos para quien es víctima de ella”.
Dijo que si la Primera Sala apoya a Zaldívar, se “instauraría una suerte de ley de la selva en la que las entidades informativas podrían afirmar, unas de otras, las falsedades y acusaciones que quisieran, sin que por ello se les pudiera imputar en formal alguna”.
La decisión que tome la Corte ampliará los criterios respecto a la libertad de expresión y el derecho al honor, fijados en sentencias previas.
Una de ellas fue el amparo que le negó a Marta Sahagún, quien en 2005 demandó a Proceso y a la periodista Olga Wornat por daño moral debido a la publicación de un reportaje sobre la nulidad religiosa de su primer matrimonio.
En relación con Proceso, la SCJN le negó el amparo a la esposa del expresidente Vicente Fox al establecer que los personajes públicos –como lo fue Sahagún– por esa condición están más expuestos al escrutinio público.
Precisó que en esa condición se encuentran no sólo quienes ocupan cargos políticos o de función pública, sino quienes desempeñan actividades públicas distintas a las gubernamentales y aquellas que se exponen de manera voluntaria a la opinión pública.
Sin embargo la Corte evitó precisar las responsabilidades entre los autores y los medios de información, por lo que le negó el amparo a la periodista argentina.

*Tomado de la revista Proceso.