Patriotas del CCE han sacado 46 mil MDD en dos años
Tomados de La Jornada, El Fisgón, Hernández y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.
Ahora fue el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas el que dio la voz de alerta: México está entrando en recesión. Luego de medir los indicadores manufactureros y no manufactureros en noviembre, el organismo determino que los índices están por debajo de los 50 puntos y de la tasa promedio anual. De esta manera Federico Casas-Alatriste Urquiza declaró que “desafortunadamente lo que nos indica es que estamos entrando en una fase de recesión, no sabemos cuánto va a durar, no sabemos qué tan profunda va a ser".
Otro indicador de tal situación es que desde 2007 –es decir, cuando apenas comenzaba el desgobierno del usurpador Felipe calderón Hinojosa- han salido capitales por un monto superior a los 46 mil millones de dólares, 19 mil millones tan sólo en los últimos 9 meses. En palabras llanas, mientras que el pelele Calderón Hinojosa y sus compinches del gabinetazo declaraban a diario en la televisión y la radio que la economía era fuerte, los empresarios aglutinados en el organismo cúpula del Consejo Coordinador Empresarial, sacaban su dinero a fin de protegerlo de la devaluación cercana al 40 por ciento que sufre el peso, en las últimas semanas. Gracias también a los ataques especulativos de los mismos “honorables” hombres de negocios, que “confían en México y sus instituciones”.
Ellos sí recibieron las noticias verdaderas de lo que se avecinaba y buscaron protegerse a como diera lugar o “haiga sido como haiga sido”, aún en contra de los intereses nacionales y del bienestar de más de 100 millones de mexicanos, adormecidos por la televisión y sus lectores de noticias.
En plena campaña electoral para que el PRI “regrese” –pero no lo que se robó- sino al poder, el mafioso senador priista Manlio Fabio Beltrones, envió al Congreso una ley, que de ser aprobada, garantizaría las concesiones en radio y televisión a perpetuidad. De esta manera el alter ego de “Capulina”, se colocaría en una posición privilegiada para poder “competir” con el gobernador priista del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Ambos quieren “la grande”, es decir la presidencia de la república, favor de no pensar en otra cosa.
Los políticos y empresarios transas están en movimiento. La ciudadanía conciente agrupada en la Convención Nacional Democrática también, la primera batalla será en las elecciones de 2009. De nada les servirá tener el apoyo de las televisoras, ni de los grandes empresarios. Al tiempo.
El siguiente análisis fue tomado de la revista Proceso.
Otro indicador de tal situación es que desde 2007 –es decir, cuando apenas comenzaba el desgobierno del usurpador Felipe calderón Hinojosa- han salido capitales por un monto superior a los 46 mil millones de dólares, 19 mil millones tan sólo en los últimos 9 meses. En palabras llanas, mientras que el pelele Calderón Hinojosa y sus compinches del gabinetazo declaraban a diario en la televisión y la radio que la economía era fuerte, los empresarios aglutinados en el organismo cúpula del Consejo Coordinador Empresarial, sacaban su dinero a fin de protegerlo de la devaluación cercana al 40 por ciento que sufre el peso, en las últimas semanas. Gracias también a los ataques especulativos de los mismos “honorables” hombres de negocios, que “confían en México y sus instituciones”.
Ellos sí recibieron las noticias verdaderas de lo que se avecinaba y buscaron protegerse a como diera lugar o “haiga sido como haiga sido”, aún en contra de los intereses nacionales y del bienestar de más de 100 millones de mexicanos, adormecidos por la televisión y sus lectores de noticias.
En plena campaña electoral para que el PRI “regrese” –pero no lo que se robó- sino al poder, el mafioso senador priista Manlio Fabio Beltrones, envió al Congreso una ley, que de ser aprobada, garantizaría las concesiones en radio y televisión a perpetuidad. De esta manera el alter ego de “Capulina”, se colocaría en una posición privilegiada para poder “competir” con el gobernador priista del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Ambos quieren “la grande”, es decir la presidencia de la república, favor de no pensar en otra cosa.
Los políticos y empresarios transas están en movimiento. La ciudadanía conciente agrupada en la Convención Nacional Democrática también, la primera batalla será en las elecciones de 2009. De nada les servirá tener el apoyo de las televisoras, ni de los grandes empresarios. Al tiempo.
El siguiente análisis fue tomado de la revista Proceso.
¿Cambiarán los hombres?
SARA LOVERA
MÉXICO, DF, 2 de diciembre (apro-cimac).- Ante las terribles noticias, como la reciente matanza en Tijuana, dos años de déficit económico, social y de seguridad de Felipe Calderón, y las cuentas alegres para las elecciones de 2009 desde los aparatos de los partidos --sobre todo el sorprendente reparto de carteras en el PRD--, una tiene que preguntarse si algún día los hombres podrán cambiar. Y si las mujeres podríamos ser efectivamente autónomas.
Y esto viene a cuento porque nos encontramos en la segunda semana de la campaña de los 16 días por los derechos humanos de las mujeres, una jornada que pretende hacer conciencia en la población para algún día vivir sin violencia.
He visto una parte de la ciudad, taxis y transporte colectivo con las imágenes diseñadas para la campaña impulsada por el Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Escuché a Marcelo Ebrard hablar --sin cobertura de prensa como la que le dieron durante la inauguración de la pista de hielo-- y parecía que no tiene que leer, hablando de que no habrá democracia en ninguna parte si no desaparece la discriminación y la violencia contra las mujeres.
Me he dado cuenta de los esfuerzos por armar reflexiones, algunas muy serias, sobre las dificultades que entraña tener una ley sin dientes, en un país donde los magistrados y muchas magistradas no entienden nada.
¿Dónde están las activistas procurando o vigilando que la ley se aplique? ¿Dónde está el diagnóstico de lo que sigue sucediendo en el Distrito Federal? ¿Dónde la movilización para exigir que cumplan?
Parece que en estos días en el Distrito Federal hay un gobierno echado para adelante en estos temas. Y a pesar de la dispersión y poca cooperación de los grupos de mujeres para actuar sumando y con fuerza, hay difusión de ideas, que han sido nuestras, de las feministas, pero que no tuvimos recursos para masificarlas.
Tal vez por ello es tan importante el foro "Un minuto contra la violencia y una vida por la equidad", llevado a cabo el domingo pasado en el marco de la campaña "Mujeres con sentidos, lucha con derechos".
El evento reunió a 40 hombres que se pronunciaron en contra de la violencia a las mujeres y hasta manifestaron que están cansados de ser hombres, esos estructurados sólo como poder y autoritarismo.
Y por ello, también, fue importante que otra vez el sábado anterior muchas mujeres salieran a la calle a denunciar el feminicidio en Ciudad Juárez, la injusticia en Morelos, donde más de cien maestras fueron detenidas --liberadas el domingo-- y porque en el Hemiciclo a Juárez, sitio de tantas luchas, era otra vez de las mujeres.
Pero lo de los hombre me llama la atención. Yo soy una feminista tradicional que no creo en ellos, así nada más. Pero ¿será verdad que algunos están cansados de ser esos hombres violentos, irracionales, impositivos, competitivos, feos y violentos?
Esa sería una gran cosa, pero no, es pura ilusión, supongo, porque siguen matando en las guerras y ahí está la matanza en Tijuana y el discurso ridículo de Calderón, el más solitario de todos los políticos, furioso en una guerra que ya empieza a ser tremendamente descalificada por quienes le han servido.
Y miro todas las contradicciones que ocurren alrededor de temas centrales de la vida mexicana. Por un lado un gobierno entrometido, queriendo encabezar la lucha pública que reprueba la violencia contra las mujeres, que se esfuerza, sin el cual estos hombres no hablarían en contra de sus principios machistas. Y por otro lado veo la ausencia de las antiguas luchadoras.
Estos hombres que llaman a parar la violencia y estas mujeres que tienen mucho miedo de que las cosas realmente cambien. Y un grupo que se mueve entre la autenticidad de sus ideas y las necesidades de llevarlas al Estado.
Quizá lo que se necesita, como siempre yo digo, es que cada quien haga lo que tiene qué hacer. En la marcha no estaban las feministas tradicionales, cada vez más encerradas en sus pequeños triunfos. En el foro de los hombres como para dialogar, tampoco.
Y cuando el gobierno no responde, gritamos. Pero si quiere tomar lo que hemos reclamado durante años, tampoco nos gusta. Yo creo que lo que nos falta es ciudadanía, y capacidad para avanzar sin gobierno, y seguir hablándole de frente a los operadores de los gobiernos para que cumplan.
Mientras tanto es educativo que un grupo de conocidos hombres se atrevan a decir en voz alta que está mal ser violentos.
Ojalá tuvieran el poder y la capacidad de modificar los modos como se hacen los arreglos en el PRD, capaces desde sus micrófonos, porque ahí estaban algunos periodistas y locutores, para promover la reflexión sobre cómo la violencia contra las mujeres es una respuesta inmoral, ilegal y atroz al cambio lento que vivimos las mujeres.
Sería maravilloso que todas y todos ejerciéramos un minuto de democracia, donde las mujeres fuéramos autónomas para tomar decisiones, libres, como pájaros, sin temor a que nos robaran el lenguaje y el color de las alas, porque seríamos millones.
Me gustaría que hubiera ética. No se puede discutir como subordinada y aplaudir a unos cuantos hombres que hacen esfuerzos por cambiar, a pesar de todo, y pensar que eso es suficiente. Necesitamos mucho más. Ser capaces de pasar por el pantano y no mancharse.
No creo que los hombres cambien automáticamente, pero si se educa y reflexiona, quizá sea posible. Y ahora se ha empezado. No con publicidad, como el Instituto Nacional de las Mujeres, sino desde otro lugar. Ojalá que realmente a la voluntad política en el Distrito Federal se sume la estrategia y la visión políticas, sin necesidad de entregarse.
Comentarios: saralovera@yahoo.com.mx
SARA LOVERA
MÉXICO, DF, 2 de diciembre (apro-cimac).- Ante las terribles noticias, como la reciente matanza en Tijuana, dos años de déficit económico, social y de seguridad de Felipe Calderón, y las cuentas alegres para las elecciones de 2009 desde los aparatos de los partidos --sobre todo el sorprendente reparto de carteras en el PRD--, una tiene que preguntarse si algún día los hombres podrán cambiar. Y si las mujeres podríamos ser efectivamente autónomas.
Y esto viene a cuento porque nos encontramos en la segunda semana de la campaña de los 16 días por los derechos humanos de las mujeres, una jornada que pretende hacer conciencia en la población para algún día vivir sin violencia.
He visto una parte de la ciudad, taxis y transporte colectivo con las imágenes diseñadas para la campaña impulsada por el Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Escuché a Marcelo Ebrard hablar --sin cobertura de prensa como la que le dieron durante la inauguración de la pista de hielo-- y parecía que no tiene que leer, hablando de que no habrá democracia en ninguna parte si no desaparece la discriminación y la violencia contra las mujeres.
Me he dado cuenta de los esfuerzos por armar reflexiones, algunas muy serias, sobre las dificultades que entraña tener una ley sin dientes, en un país donde los magistrados y muchas magistradas no entienden nada.
¿Dónde están las activistas procurando o vigilando que la ley se aplique? ¿Dónde está el diagnóstico de lo que sigue sucediendo en el Distrito Federal? ¿Dónde la movilización para exigir que cumplan?
Parece que en estos días en el Distrito Federal hay un gobierno echado para adelante en estos temas. Y a pesar de la dispersión y poca cooperación de los grupos de mujeres para actuar sumando y con fuerza, hay difusión de ideas, que han sido nuestras, de las feministas, pero que no tuvimos recursos para masificarlas.
Tal vez por ello es tan importante el foro "Un minuto contra la violencia y una vida por la equidad", llevado a cabo el domingo pasado en el marco de la campaña "Mujeres con sentidos, lucha con derechos".
El evento reunió a 40 hombres que se pronunciaron en contra de la violencia a las mujeres y hasta manifestaron que están cansados de ser hombres, esos estructurados sólo como poder y autoritarismo.
Y por ello, también, fue importante que otra vez el sábado anterior muchas mujeres salieran a la calle a denunciar el feminicidio en Ciudad Juárez, la injusticia en Morelos, donde más de cien maestras fueron detenidas --liberadas el domingo-- y porque en el Hemiciclo a Juárez, sitio de tantas luchas, era otra vez de las mujeres.
Pero lo de los hombre me llama la atención. Yo soy una feminista tradicional que no creo en ellos, así nada más. Pero ¿será verdad que algunos están cansados de ser esos hombres violentos, irracionales, impositivos, competitivos, feos y violentos?
Esa sería una gran cosa, pero no, es pura ilusión, supongo, porque siguen matando en las guerras y ahí está la matanza en Tijuana y el discurso ridículo de Calderón, el más solitario de todos los políticos, furioso en una guerra que ya empieza a ser tremendamente descalificada por quienes le han servido.
Y miro todas las contradicciones que ocurren alrededor de temas centrales de la vida mexicana. Por un lado un gobierno entrometido, queriendo encabezar la lucha pública que reprueba la violencia contra las mujeres, que se esfuerza, sin el cual estos hombres no hablarían en contra de sus principios machistas. Y por otro lado veo la ausencia de las antiguas luchadoras.
Estos hombres que llaman a parar la violencia y estas mujeres que tienen mucho miedo de que las cosas realmente cambien. Y un grupo que se mueve entre la autenticidad de sus ideas y las necesidades de llevarlas al Estado.
Quizá lo que se necesita, como siempre yo digo, es que cada quien haga lo que tiene qué hacer. En la marcha no estaban las feministas tradicionales, cada vez más encerradas en sus pequeños triunfos. En el foro de los hombres como para dialogar, tampoco.
Y cuando el gobierno no responde, gritamos. Pero si quiere tomar lo que hemos reclamado durante años, tampoco nos gusta. Yo creo que lo que nos falta es ciudadanía, y capacidad para avanzar sin gobierno, y seguir hablándole de frente a los operadores de los gobiernos para que cumplan.
Mientras tanto es educativo que un grupo de conocidos hombres se atrevan a decir en voz alta que está mal ser violentos.
Ojalá tuvieran el poder y la capacidad de modificar los modos como se hacen los arreglos en el PRD, capaces desde sus micrófonos, porque ahí estaban algunos periodistas y locutores, para promover la reflexión sobre cómo la violencia contra las mujeres es una respuesta inmoral, ilegal y atroz al cambio lento que vivimos las mujeres.
Sería maravilloso que todas y todos ejerciéramos un minuto de democracia, donde las mujeres fuéramos autónomas para tomar decisiones, libres, como pájaros, sin temor a que nos robaran el lenguaje y el color de las alas, porque seríamos millones.
Me gustaría que hubiera ética. No se puede discutir como subordinada y aplaudir a unos cuantos hombres que hacen esfuerzos por cambiar, a pesar de todo, y pensar que eso es suficiente. Necesitamos mucho más. Ser capaces de pasar por el pantano y no mancharse.
No creo que los hombres cambien automáticamente, pero si se educa y reflexiona, quizá sea posible. Y ahora se ha empezado. No con publicidad, como el Instituto Nacional de las Mujeres, sino desde otro lugar. Ojalá que realmente a la voluntad política en el Distrito Federal se sume la estrategia y la visión políticas, sin necesidad de entregarse.
Comentarios: saralovera@yahoo.com.mx
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