Desfiladero*
Tomados de La Jornada, Helguera y El Fisgón.
Jaime Avilés
■ Mientras la derecha se reorganiza para 2009, ¿qué debe hacer la izquierda?
Ahora resulta que la misión estratégica de Luis Felipe Bravo Mena como embajador de México ante el Vaticano consistió en eliminar las trabas que impedían la boda religiosa de Marta Sahagún con Vicente Fox. Fuentes de toda confianza aseguran que lo más difícil para los teólogos que arreglaron el asunto no fue desvanecer los vínculos espirituales que unían a la pareja presidencial con sus antiguos cónyuges, sino convencer a la Santa Sede de que autorizara el nuevo matrimonio, pese a que tanto la dama como el caballero pecaron masiva y compulsivamente contra el mandamiento que ordena: “No robarás”. Y peor aún, no expresaron la menor señal de arrepentimiento.
Pero, bueno, conseguida al fin la titánica hazaña, Bravo Mena llega a Los Pinos a trabajar como secretario particular de Felipe Calderón, en representación del Yunque y de Fox. En el sexenio pasado, otro yunquista de altos vuelos, el sinaloense Emilio Goicoechea, ocupó la misma oficina y desempeñó las mismas funciones, pese a que una revista puso en evidencia sus negocios con el cártel de su tierra natal, e incluso publicó fotos viradas al sepia en que el funcionario aparecía en un pueblo de aquella entidad posando junto a importantes capos de una poderosa empresa distribuidora de sustancias ilícitas.
La incorporación de Luis Feyunque al círculo íntimo de Los Pinos, bajo la obvia tutela de Fox, protector de Goicoechea, ocurre justo cuando, por todas partes, se multiplican los dedos que señalan a Genaro García Luna, el súper policía favorito de Calderón, como aliado del cártel de Sinaloa en el más alto nivel de la pirámide del “gobierno”. Y Calderón ha salido a defenderlo, o más bien a blindarlo de impunidad absoluta, con una actitud idéntica a la que empleó una y otra vez para “proteger” a Mouriño de las acusaciones en su contra, con los resultados de todos conocidos.
Entre tanto, el que se va, pero no se aleja de Los Pinos, es el pálido y discreto César Nava, o Nada, como también lo llaman, que intentará, según sus propias palabras, buscar una diputación federal y la coordinación de la bancada panista en San Lázaro para el próximo trienio. La jugada no puede ser más obvia. En 2002, cuando Calderón era director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Nava fungía como abogado general de Petróleos Mexicanos y participó en un fraude multimillonario, en combinación con la presidencia municipal de Coatzacoalcos, Veracruz.
Ese pequeño gobierno local demandó a Pemex por una cifra astronómica, reclamándole el pago de impuestos atrasados, y Nava contrató al mismo bufete de litigantes que el municipio había escogido para entablar la querella. En los anales del derecho mexicano está asentado que el caso se resolvió en tiempo récord tal vez porque los apoderados legales del acusado y del acusador trabajaban para el despacho Abogados Internacionales SC.
De la jugarreta todos salieron ganando, especialmente Emilio Baños Urquijo, suegro de César Nava y accionista de la firma Grupo Básico Mexicano, que tras el arreglo entre Pemex y el municipio obtuvo milagrosamente el dinero que necesitaba para participar en la licitación de un contrato para excavar un túnel por debajo del río Coatzacoalcos, que agilizara el tráfico de autos y camiones en ese tramo de la supercongestionada carretera de Campeche a Veracruz.
Grupo Básico Mexicano ganó el concurso y Felipe Calderón, en su último acto como director de Banobras, aprobó un crédito de hasta por 2 mil millones de pesos para financiar la obra. Seis años después, el túnel de Coatzacoalcos es todavía un “proyecto”, pero la empresa de Baños Urquijo adquirió el derecho de cobrar peaje a todos los vehículos que pasen por allí. César Nava tratará de “ampliar” desde San Lázaro la reforma de Pemex y legalizar la explotación del uranio, pero antes, durante su campaña, tendrá mucho que decir sobre la megatransa de Coatzacoalcos.
¿Ni un voto al PRD?
Mientras el desvencijado “gobierno” de Calderón reorganiza sus mermadas filas, y los capos del Poder Legislativo, don Patrone y don Beltrone, afinan su alianza con Fernando Gómez Mont, el abogado de las grandes famiglias del hampa mexicana que ahora despacha como secretario de Gobernación y recibe instrucciones de Salinas de Gortari para tratar de pacificarlas a todas, el ala derecha del PRD se desvive por ponerse a la altura de las circunstancias.
En este caso, el esfuerzo le correspondió a Leonel Godoy, el “democrático” gobernador de Michoacán, que el jueves reprimió por tierra y por aire una marcha de estudiantes normalistas de Tiripetío, que se dirigían a Morelia a protestar contra la reforma educativa. Pero mientras los garrotes y los gases caían a mansalva sobre los muchachos, Gerardo Fernández Noroña y María Fernanda Campa Uranga presentaban su renuncia al PRD en rechazo a la imposición de Jesús Ortega como “presidente” de ese partido.
Al igual que la semana pasada, no pocos lectores de Desfiladero mandaron sus opiniones al respecto, sin quitar el dedo del renglón. En el espacio de El Patín del Diablo (http://patindeldia.blogspot.com) ya se pueden leer las ideas y propuestas de David Reyes, Luis Armando Valenzuela, Cleotilde Prado, Álvaro Barragán González, Jorge Juárez Pagaza, José Luis Laconti, Marcos Gustavo Castro, jk, luifer, María de los Ángeles Toquero, Gonzalo Martínez, Armando Arias, Juan Bosco García Cantú, Javier Sánchez Franco, Fidencio Díaz Oropeza, Fidel Villalvazo Pulido, Ramsés Ancira, Fredy López Moreno, Francisco Pérez, Hipólito López, Enriqueta Espinoza, Salvador González, Andrés Escoto, Francisco Juárez, María Elena Martínez, Rubén Díaz Orozco y David Cortés.
Ellas y ellos expresan las inquietudes que palpitan en las bases del movimiento de Andrés Manuel López Obrador, el cual, por su parte, a lo largo de esta semana logró definiciones estratégicas ante los comicios de 2009 y la mafia de los chuchos. En la ciudad de México, por ejemplo, el PRD que dirige Alejandra Barrales participará con sus colores y presentará candidaturas respaldadas por el Partido del Trabajo y Convergencia, pero no le dará posiciones a nadie de Nueva Izquierda.
¿Y en el resto del país? Esta es la pregunta que se pone a consideración de ustedes a partir de hoy, para que la piensen y envíen sus respuestas, si desean verlas publicadas aquí el sábado entrante: ¿en el resto del país, los candidatos del movimiento deben competir sólo bajo las siglas del PT, Convergencia y el Partido Revolucionario de los Trabajadores que acaba de unirse al FAP? Si lo anterior es correcto, ¿López Obrador y Alejandro Encinas deben llamar a no darle, fuera de la ciudad de México, ni un voto al PRD para que el IFE no tenga más remedio que rebajar los recursos económicos de los chuchos?
■ Mientras la derecha se reorganiza para 2009, ¿qué debe hacer la izquierda?
Ahora resulta que la misión estratégica de Luis Felipe Bravo Mena como embajador de México ante el Vaticano consistió en eliminar las trabas que impedían la boda religiosa de Marta Sahagún con Vicente Fox. Fuentes de toda confianza aseguran que lo más difícil para los teólogos que arreglaron el asunto no fue desvanecer los vínculos espirituales que unían a la pareja presidencial con sus antiguos cónyuges, sino convencer a la Santa Sede de que autorizara el nuevo matrimonio, pese a que tanto la dama como el caballero pecaron masiva y compulsivamente contra el mandamiento que ordena: “No robarás”. Y peor aún, no expresaron la menor señal de arrepentimiento.
Pero, bueno, conseguida al fin la titánica hazaña, Bravo Mena llega a Los Pinos a trabajar como secretario particular de Felipe Calderón, en representación del Yunque y de Fox. En el sexenio pasado, otro yunquista de altos vuelos, el sinaloense Emilio Goicoechea, ocupó la misma oficina y desempeñó las mismas funciones, pese a que una revista puso en evidencia sus negocios con el cártel de su tierra natal, e incluso publicó fotos viradas al sepia en que el funcionario aparecía en un pueblo de aquella entidad posando junto a importantes capos de una poderosa empresa distribuidora de sustancias ilícitas.
La incorporación de Luis Feyunque al círculo íntimo de Los Pinos, bajo la obvia tutela de Fox, protector de Goicoechea, ocurre justo cuando, por todas partes, se multiplican los dedos que señalan a Genaro García Luna, el súper policía favorito de Calderón, como aliado del cártel de Sinaloa en el más alto nivel de la pirámide del “gobierno”. Y Calderón ha salido a defenderlo, o más bien a blindarlo de impunidad absoluta, con una actitud idéntica a la que empleó una y otra vez para “proteger” a Mouriño de las acusaciones en su contra, con los resultados de todos conocidos.
Entre tanto, el que se va, pero no se aleja de Los Pinos, es el pálido y discreto César Nava, o Nada, como también lo llaman, que intentará, según sus propias palabras, buscar una diputación federal y la coordinación de la bancada panista en San Lázaro para el próximo trienio. La jugada no puede ser más obvia. En 2002, cuando Calderón era director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Nava fungía como abogado general de Petróleos Mexicanos y participó en un fraude multimillonario, en combinación con la presidencia municipal de Coatzacoalcos, Veracruz.
Ese pequeño gobierno local demandó a Pemex por una cifra astronómica, reclamándole el pago de impuestos atrasados, y Nava contrató al mismo bufete de litigantes que el municipio había escogido para entablar la querella. En los anales del derecho mexicano está asentado que el caso se resolvió en tiempo récord tal vez porque los apoderados legales del acusado y del acusador trabajaban para el despacho Abogados Internacionales SC.
De la jugarreta todos salieron ganando, especialmente Emilio Baños Urquijo, suegro de César Nava y accionista de la firma Grupo Básico Mexicano, que tras el arreglo entre Pemex y el municipio obtuvo milagrosamente el dinero que necesitaba para participar en la licitación de un contrato para excavar un túnel por debajo del río Coatzacoalcos, que agilizara el tráfico de autos y camiones en ese tramo de la supercongestionada carretera de Campeche a Veracruz.
Grupo Básico Mexicano ganó el concurso y Felipe Calderón, en su último acto como director de Banobras, aprobó un crédito de hasta por 2 mil millones de pesos para financiar la obra. Seis años después, el túnel de Coatzacoalcos es todavía un “proyecto”, pero la empresa de Baños Urquijo adquirió el derecho de cobrar peaje a todos los vehículos que pasen por allí. César Nava tratará de “ampliar” desde San Lázaro la reforma de Pemex y legalizar la explotación del uranio, pero antes, durante su campaña, tendrá mucho que decir sobre la megatransa de Coatzacoalcos.
¿Ni un voto al PRD?
Mientras el desvencijado “gobierno” de Calderón reorganiza sus mermadas filas, y los capos del Poder Legislativo, don Patrone y don Beltrone, afinan su alianza con Fernando Gómez Mont, el abogado de las grandes famiglias del hampa mexicana que ahora despacha como secretario de Gobernación y recibe instrucciones de Salinas de Gortari para tratar de pacificarlas a todas, el ala derecha del PRD se desvive por ponerse a la altura de las circunstancias.
En este caso, el esfuerzo le correspondió a Leonel Godoy, el “democrático” gobernador de Michoacán, que el jueves reprimió por tierra y por aire una marcha de estudiantes normalistas de Tiripetío, que se dirigían a Morelia a protestar contra la reforma educativa. Pero mientras los garrotes y los gases caían a mansalva sobre los muchachos, Gerardo Fernández Noroña y María Fernanda Campa Uranga presentaban su renuncia al PRD en rechazo a la imposición de Jesús Ortega como “presidente” de ese partido.
Al igual que la semana pasada, no pocos lectores de Desfiladero mandaron sus opiniones al respecto, sin quitar el dedo del renglón. En el espacio de El Patín del Diablo (http://patindeldia.blogspot.com) ya se pueden leer las ideas y propuestas de David Reyes, Luis Armando Valenzuela, Cleotilde Prado, Álvaro Barragán González, Jorge Juárez Pagaza, José Luis Laconti, Marcos Gustavo Castro, jk, luifer, María de los Ángeles Toquero, Gonzalo Martínez, Armando Arias, Juan Bosco García Cantú, Javier Sánchez Franco, Fidencio Díaz Oropeza, Fidel Villalvazo Pulido, Ramsés Ancira, Fredy López Moreno, Francisco Pérez, Hipólito López, Enriqueta Espinoza, Salvador González, Andrés Escoto, Francisco Juárez, María Elena Martínez, Rubén Díaz Orozco y David Cortés.
Ellas y ellos expresan las inquietudes que palpitan en las bases del movimiento de Andrés Manuel López Obrador, el cual, por su parte, a lo largo de esta semana logró definiciones estratégicas ante los comicios de 2009 y la mafia de los chuchos. En la ciudad de México, por ejemplo, el PRD que dirige Alejandra Barrales participará con sus colores y presentará candidaturas respaldadas por el Partido del Trabajo y Convergencia, pero no le dará posiciones a nadie de Nueva Izquierda.
¿Y en el resto del país? Esta es la pregunta que se pone a consideración de ustedes a partir de hoy, para que la piensen y envíen sus respuestas, si desean verlas publicadas aquí el sábado entrante: ¿en el resto del país, los candidatos del movimiento deben competir sólo bajo las siglas del PT, Convergencia y el Partido Revolucionario de los Trabajadores que acaba de unirse al FAP? Si lo anterior es correcto, ¿López Obrador y Alejandro Encinas deben llamar a no darle, fuera de la ciudad de México, ni un voto al PRD para que el IFE no tenga más remedio que rebajar los recursos económicos de los chuchos?
Manden sus comentarios a la dirección jamastu@gmail.com, y si les gusta el cine-cine no se pierdan Lake Tahoe, la nueva de Fernando Eimbcke, el de Temporada de patos, con guión de Paula Marcovitch y edición de Mariana Rodríguez. Toda una joya.
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