Aumentan las pruebas del fraude
Luego de conocerse lo anterior el diputado perredista Pablo Gómez aseguró que si se anularan los resultados en las cassillas objeto del recuento ganaría Andrés Manuel López Obrador, ya que todas tienen inconsistencias.
Los estados en que se han encontrado en mayor número de anomalías son: Jalisco, Baja California, Nuevo León, Guanajuato, Aguascalientes y Yucatán. Curiosamente todos son gobernados por el Partido Acción Naciona (PAN).
A continuación una análisis tomado de la revista Proceso (http://www.proceso.com.mx)
Tamaulipas: Operación “cuerno de chivo” (Primera de dos partes)
alejandro gutiérrez
* El 2 de julio, la entidad vivó una jornada electoral de miedo y violencia. Grupos de hombres armados se dedicaron a intimidar a ciudadanos que acudían a votar; días antes destruyeron propaganda de los partidos. Actores políticos locales exigen al gobernador Eugenio Hernández explicar la actuación impune de pistoleros el día de los comicios
Tampico, Tamps., 10 de agosto (apro).- Los sicarios del narcotráfico volvieron a ser un factor de influencia durante las elecciones federales del 2 de julio en Tamaulipas. La operación “cuerno de chivo” volvió a la carga, pero esta vez las incursiones de los grupos armados en la contienda electoral fueron más visibles, más violentas, sobre todo en ciudades del estado en donde no se había registrado este fenómeno.
Mientras en el país se extienden los choques entre facciones del crimen organizado, aquí en Tamaulipas la presencia de estos grupos parece haberse concentrado en el terreno electoral, como sucedió en la elección local de 2004, según denuncias formuladas por los partidos políticos en el estado.
Entre los partidos existe la sospecha de que el cartel del Golfo sería responsable de la destrucción de propaganda panista en los municipios más importantes de la entidad. También creen que esta organización habría financiado brigadas en la frontera, en favor de Andrés Manuel López Obrador.
Al cartel de Sinaloa le atribuyen haber “reventado” los operativos de acarreo del voto priista el día de la jornada electoral en Tampico y Madero, lo cual benefició indirectamente a los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN). Fue, como lo señala el dirigente de la Redes Ciudadanas en favor de López Obrador en Tamaulipas, Alberto Rhi Sausi Galindo, una intervención “multimodal” de los carteles de la droga en el proceso electoral federal realizado en Tamaulipas.
Luis Astorga, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en el tema de narcotráfico, sostiene en entrevista que las bandas del tráfico de drogas no tienen “una preferencia política en términos de negocio; finalmente, ellos saben que con cualquier gobierno pueden operar y, más bien, actúan en términos de con qué gobierno o qué partido pueden hacer negocios”.
Durante la contienda local de 2004, cuando fue elegido el actual gobernador Eugenio Hernández, se documentó la intervención de grupos armados del cartel del Golfo el día de la votación en seis municipios de la entidad, por lo menos, para intimidar y hostigar a los electores (Proceso 1464).
En esa ocasión, el semanario consignó la intervención abierta de dichos grupos en las elecciones estatales en San Fernando, Matamoros y los cuatro municipios que conforman la llamada “frontera chica”. Incluso, semanas después en Río Bravo continuaron las agresiones contra algunos políticos locales, como denunció el diputado Francisco Guajardo (Proceso 1474)
A las tradicionales estrategias para cooptar votos conocidas como “ratón loco”, “operación tamal” o “carrusel”, se añade la “operación cuerno de chivo”, bautizada así por (Proceso, para describir cómo actuaron en Tamaulipas los sicarios que ostentaban sus fusiles en las inmediaciones de las casillas.
Según los partidos, en estas elecciones hubo hechos más graves que en las de 2004, pues en una sola noche individuos custodiados por un grupo de pistoleros destruyeron el 80% de los pendones de los candidatos panistas en ocho municipios. Así mismo, hombres armados irrumpieron en las casas de los promotores del voto del PRI para agredirlos y amenazarlos de muerte; rompieron los vidrios de por lo menos 12 taxis; encañonaron a votantes; golpearon a funcionarios de casilla; secuestraron a operadores políticos, y deambularon por las casillas electorales con sus “cuerno de chivo” a la mano y los rostros cubiertos con pasamontañas.
Azul por amarillo
Como si fuera una acción orquestada, la noche del 21 de mayo pasado brigadistas custodiados por pistoleros del cartel del Golfo se dedicaron a destruir propaganda en Tampico, Madero, Altamira, Reynosa, Matamoros, Camargo, Miguel Alemán y Aldama.
De acuerdo con datos del PAN, los agresores destruyeron entre 80 y 90% de los pendones que ya habían sido colocados en las calles. Este hecho se repitió después en Nuevo Laredo, Río Bravo y Valle Hermoso.
El candidato panista a diputado federal por Tampico, Luis Alonso Mejía –ganador en las votaciones–, y un grupo de simpatizantes lograron grabar en video a las personas que retiraban la propaganda, quienes se transportaban en un auto Jetta, gris, placas XBC-9343, y en un Topaz blanco, placas J98 BHC, de Texas.
Sin embargo, momentos después fueron interceptados por dos camionetas sin placas, de las que bajaron seis hombres armados que les destruyeron dos cámaras de video y los teléfonos celulares. “Fue un susto mayúsculo”, recuerda Mejía.
El coordinador de la campaña de Felipe Calderón en Tampico, Ángel Sierra Ramírez, narra un incidente similar ocurrido esa misma noche en el municipio de Aldama, también al sur de la entidad: “A nuestro coordinador Hugo Herbert lo amagaron y secuestraron durante dos o tres horas. La Policía Municipal detuvo a varios sujetos, pero luego fueron como 20 hombres armados a sacar a los detenidos y el director de la Preventiva tuvo que intercambiar la libertad de Hugo Herbert por la de las personas detenidas.”
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