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lunes, abril 16, 2012

La telebancada en acción: una contrarreforma electoral en ciernes*





Tomados de La Jornada, hernández y Rocha y El Universal, Helioflores y Naranjo.


Jenaro Villamil

En una escena legislativa que recuerda la aprobación de la Ley Televisa, de triste memoria, el jueves 12 se dio luz verde a una de las pocas iniciativas de la izquierda en el sexenio. Pero resultó ser un regalo a las televisoras envuelto en una tramposa argumentación “indigenista”… Cumplido su encargo, el impulsor de la propuesta, el perredista Armando Ríos Piter, dejó en manos de la telebancada y de una mayoría suficiente de seguidores la contrarreforma a la ley electoral de 2007… Por lo que se ve, de la próxima elección surgirá el telecongreso.

En pleno proceso electoral, al final de la Legislatura y al vapor, la Cámara de Diputados aprobó el jueves 12 un nuevo “regalo” al duopolio televisivo, similar, en formas y en rapidez, a la imposición de la llamada Ley Televisa en vísperas de la campaña presidencial de 2006.

En esta ocasión Televisa y TV Azteca contaron con un singular aliado: el excoordinador de la bancada del PRD, Armando Ríos Piter, quien presentó la iniciativa apenas el pasado 20 de marzo, antes de irse a su campaña como senador de Guerrero por el PRD.

Gracias al cabildeo de la “telebancada”, a las presiones directas de los concesionarios y al desconocimiento de algunos legisladores, quienes pensaron que dicha iniciativa era para apoyar a las radios indígenas y promover la “alimentación nutritiva y balanceada”, 244 diputados federales del PRI, PAN, PRD, Partido Verde, PT y Panal aprobaron cambios a los artículos 49 Bis y 79 Bis de la Ley Federal de Radio y Televisión.

“Pasó con dispensa de trámite desde la comisión de Radio y Televisión. Fue al vapor y su redacción fue tan tramposa que muchos se fueron con lo que decía la exposición de motivos”, advirtió Jaime Cárdenas, del PT, el único legislador que argumentó en contra.

–¿Es anticonstitucional esta reforma? –se le cuestiona.

–Sí –responde Cárdenas–. Viola el artículo 41 constitucional.

Por su parte, el especialista Raúl Trejo Delarbre consideró que “es el inicio de la contrarreforma electoral”, mientras que la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) afirmó en un comunicado que estos cambios “implican un grave retroceso en la reforma electoral” y “manifiestan una inquietante subordinación de los partidos al interés de las televisoras”.

Los propios consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) fueron tomados por sorpresa. Alfredo Figueroa y Marco Antonio Baños consideran esos cambios como una reedición de la Ley Televisa. “Es contraria al sentido de fortalecer el mecanismo de comunicación política con los contenidos locales”, advierte Baños, cercano al coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones.

La Amedi exigió, en un comunicado del 13 de abril, que el Senado de la República rechace esta contrarreforma. Recordó que en la misma cámara se impulsó la reforma electoral de 2007, la cual prohibió entre otras cosas la compra de tiempo aire por los partidos políticos y convirtió al IFE en órgano regulador para la transmisión de los spots dentro de los tiempos de Estado en los medios electrónicos.

“Televisa y Televisión Azteca han mostrado gran reticencia para bloquear sus transmisiones nacionales e insertar, en cada repetidora, los spots de propaganda electoral dirigidos a los ciudadanos de cada localidad. Con argucias técnicas han presionado a lo largo de este tiempo al IFE para evitar dichos bloqueos, sin el éxito que esperaban, y ahora promueven una reforma que se contrapone a las disposiciones constitucionales en esta materia”, argumentó la Amedi.

Para Trejo Delarbre, lo ocurrido con esta aprobación legislativa es “una muestra clarísima de que los intereses de la telebancada cruzan por todos los partidos. Ya no es sólo el PRI, el PAN o el Partido Verde. Incluyen al PT, que era contrario a favorecer a las televisoras”.

–¿Es una advertencia de que puede ser peor en la próxima legislatura, cuando lleguen más representantes de los intereses de las televisoras al Congreso? –se le plantea a Trejo Delarbre.

–Es una demostración de prepotencia. Los partidos políticos se dan un tiro en el pie. Si alguien tiene interés en la difusión de las campañas locales son ellos y sus candidatos. La irreflexión o la condescendencia extrema para aprobar esas modificaciones no pueden entenderse sino como resultado de la avidez que tienen los diputados por congraciarse con las televisoras.

En la próxima legislatura, surgida de las elecciones federales de 2012, la telebancada será más numerosa y más poderosa. Con lugares asegurados, gracias a las listas de diputados y senadores plurinominales del PRI, del PVEM y del Movimiento Ciudadano, antes Convergencia.

Tan sólo en el PRI existen 12 candidatos plurinominales a legisladores claramente vinculados a las televisoras: seis de Televisa y seis de TV Azteca, incluyendo a dos exdirectivos de la segunda, Tristán Canales y Jorge Mendoza. En el mismo partido están Arely Gómez, hermana de Leopoldo Gómez, vicepresidente de Televisa, y Fernando Azcárraga López, primo de Emilio Azcárraga Jean.



El contragolpe



La propuesta del PRD para modificar los artículos 49 Bis y 79 Bis de la Ley Federal de Radio y Televisión responde a un reclamo de Televisa y TV Azteca. Desde 2007 ambas televisoras emprendieron una guerra contra la reforma electoral aprobada por el Congreso. En los últimos dos años han protagonizado un enfrentamiento con el IFE, que se convirtió en el regulador de la transmisión de spots en los medios electrónicos.

Gracias a esta contrarreforma, los concesionarios de televisión podrán evadir la obligación de difundir mensajes de campañas políticas en cada localidad. Los cambios a la legislación les autorizan la transmisión de las llamadas pautas nacionales y evitar la difusión de mensajes electorales destinados a cada ciudad o estado.

La redacción del artículo 49-Bis quedó de la siguiente forma:

Dos o más estaciones podrán ser operadas bajo la figura de red o cadena, ya sea regional o nacional.

La figura de red o cadena se refiere al enlace o a la retransmisión del contenido programático que se origine en la estación que para tal efecto sea designada como estación de origen, mediante la notificación correspondiente a la comisión.

En una misma red o cadena se podrán enlazar únicamente estaciones de la misma naturaleza y propósito, ya sean concesiones o permisos.

Las “cadenas” o “enlaces” nacionales ya son una práctica común en las televisoras. Canal 2, de Televisa, y Canal 13, de TV Azteca, son “cadenas” porque enlazan a varias concesiones estatales.

El problema es que se le agregó al artículo 79-Bis de la Ley Federal de Radio y televisión un apartado que libera a los concesionarios de la obligación de transmitir los anuncios electorales dispuestos por el IFE en los tiempos de Estado.

El artículo 79-Bis quedó redactado de la siguiente manera:

Para efectos de lo dispuesto por el artículo 79-A de esta ley, así como lo relativo al cumplimiento de los tiempos que correspondan al Estado diariamente, en los casos de las estaciones que operen bajo la figura de red o cadena conforme a lo previsto en el artículo 49-Bis, se considerará cumplida la obligación de los concesionarios y permisionarios de dichas estaciones al transmitir las pautas, programación o propaganda que las autoridades correspondientes entreguen a la estación que haya sido designada como estación de origen conforme al artículo 49-Bis.

Para explicar esta contrarreforma, Trejo Delarbre plantea que los televidentes de la estación que repite en Mérida la señal del Canal 2 de Televisa sólo tendrán acceso a los spots de las campañas federales, no a aquellos de quienes contienden por la gubernatura o por alcaldías y diputaciones locales.

Los intereses de las televisoras fueron disfrazados en la iniciativa. La exposición de motivos hace referencia a la necesidad de “facilitar” el registro de las estaciones de radio indígenas y mencionan la promoción de “la alimentación nutritiva y equilibrada”.

“Resulta ofensivo que los legisladores utilicen el supuesto reconocimiento de emisoras indígenas para enmascarar el propósito de la reforma legal. Con ello los supuestos representantes populares se burlan de la histórica demanda de las comunidades indígenas y medios comunitarios para su legítimo reconocimiento en condiciones de equidad. La zanahoria delante del garrote”, advirtió la Amedi en su comunicado.

La contrarreforma fue aprobada por 244 votos a favor, sólo cuatro en contra y tres abstenciones. Estuvieron ausentes 210 legisladores y el quórum legal se cumplió por apenas un legislador presente.

El diputado federal petista Jaime Cárdenas advirtió en tribuna de la posible violación constitucional que conllevan estos cambios. Consideró que “constituye una reedición de la Ley Televisa” y, con la profesora Ifigenia Martínez Hernández, votó en contra.

Incluso el también petista Mario Di Costanzo, tradicionalmente crítico con el “poder fáctico” de las televisoras, votó a favor de esta contrarreforma. Al subir a tribuna para argumentar, Di Costanzo no habló del contenido del dictamen sino contra la utilización de menores en la campaña de Nuestro México del Futuro, y exigió que se prohibiera tal práctica.

De la bancada del PRD, 31 legisladores votaron a favor. Sólo Ramón Jiménez López y Leticia Quezada Contreras lo hicieron en contra. Ríos Piter ni siquiera estuvo presente en la sesión para argumentar su propuesta.

No fue necesario. El diputado federal del PVEM, Gerardo Flores, presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, se encargó de “planchar” la contrarreforma y convencer a los diputados de las otras bancadas sobre la necesidad de aprobarla ese día.

Flores es uno de los miembros actuales de la “telebancada” en San Lázaro. Es ahora candidato a senador por el mismo PVEM. Trabajó como asesor del entonces director jurídico de Televisa, Javier Tejado Dondé, a quien los escasos opositores de esta reforma le atribuyen la paternidad de la iniciativa.

El diputado federal panista Javier Corral, ausente durante la discusión de esta iniciativa, advirtió que no se cumplieron los procedimientos legislativos, ya que no se debatió en la Comisión de Radio y Televisión que preside Gerardo Flores.



Telebancada remix



Tras las elecciones de 2012, la “telebancada” será pluripartidista, más poderosa y con mayor capacidad de presión que la actual. Tan sólo en el PRI existen 12 candidatos a diputados y senadores identificados claramente con los dos grandes grupos televisivos y algunas cadenas radiofónicas.

En los primeros 15 lugares de su lista plurinominal al Senado, el PRI inscribió a Arely Gómez González Blanco, hermana del vicepresidente de Noticias de Televisa, Leopoldo Gómez, y a quien la misma empresa apoyó y apadrinó para que llegara como consejera electoral del IFE; Tristán Canales Nájar, de militancia priista tradicional, jefe de la oficina de la presidencia de Grupo Salinas y actual dirigente de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Televisión (CIRT); y Raúl Cervantes Andrade, actual director jurídico en el CEN del PRI, que trabajó también para Televisa.

El actual dirigente de la CNOP, Emilio Gamboa Patrón, está en el primer lugar de la lista plurinominal al Senado. Es identificado como el principal intermediario entre los intereses de los concesionarios y el poder político. Fue secretario de Comunicaciones y Transportes, y firme impulsor en 2006 de la aprobación de la Ley Televisa en el Senado.

En las listas de diputados plurinominales del PRI fue inscrito Jorge Mendoza, actual senador, ex vicepresidente de Información y Asuntos Públicos de Televisión Azteca. Mendoza busca la candidatura priista al gobierno de Nuevo León.

Como candidato a senador de mayoría por Chiapas se incluyó a Luis Armando Melgar, presidente de Fundación Azteca Chiapas desde 2011 y director de Proyecto 40. El radiodifusor Enrique Cárdenas Avellana, de la Organización Radiofónica Tamaulipeca y accionista de Victoria Radio Publicidad, es candidato a diputado federal. También Raúl Osorio, conductor del programa Venga la alegría, en TV Azteca, es candidato a diputado federal por el PRI.

En el PVEM la lista de prospectos de la telebancada para el Senado es encabezada por Ninfa Salinas, hija de Ricardo Salinas Pliego, actual diputada federal y presidenta de la Comisión del Medio Ambiente en San Lázaro. Carlos Alberto Puente Salas, exasesor de la CIRT y exdirectivo de TV Azteca, busca una curul plurinominal en el Senado.

El exfuncionario de la Cofetel y exasesor de Análisis y Regulación de Javier Tejado Dondé en Televisa, Gerardo Flores, va por un lugar en Senado. Actualmente es diputado federal y preside la Comisión de Radio y Televisión. Flores fue secretario de la Comisión de RTC en la LX Legislatura, cuando la presidieron los diputados del Partido Verde, Verónica Velazco y José Antonio Arévalo.

Humberto Sarkís, actual secretario de la comisión que preside Gerardo Flores, busca un lugar en la Cámara de Diputados para 2012.

El actual senador Javier Orozco Gómez, expresidente de la Comisión de Radio y Televisión cuando se aprobó la Ley Televisa, regresará a la Cámara de Diputados.

En la lista a senadores plurinominales, el partido Movimiento Ciudadano inscribió en el lugar dos a Alejandro Puente, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable (Canitec), aliado fundamental de Televisa y TV Azteca en su guerra contra Telmex-Telcel.

Puente desplazó en esta posición a Porfirio Muñoz Ledo, a quien le habían prometido esta posición. Originalmente, el lugar estaba destinado para un político que fuera apoyado por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y terminó siendo una cuota para un aliado de las televisoras.

Puente es también amigo del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, quien fue postulado por una alianza del PRD-PAN en 2010. En el Senado, Aguirre fue presidente de la comisión plural responsable de dictaminar la “reforma integral” a la Ley Federal de Radio y Televisión y a la Ley Federal de Telecomunicaciones.

Después de un año de trabajo en el seno de esta comisión, Aguirre afirmó en 2009 que no existían “condiciones políticas” para impulsar dicha reforma integral. En ese momento era legislador del PRI.

*Tomado de la revista Proceso.