Desfiladero*
Tomados de La Jornada, El Fisgón y Helguera.
∙ ABC, Tabasco, AMLO y los indignados
Jaime Avilés
Ya transcurrieron 28 meses y 17 días desde el 5 de junio de 2009, cuando un incendio mató a 49 bebés en la guardería ABC de Hermosillo. El pasado 14 de septiembre, la Cámara de Diputados aprobó, con 372 votos a favor y cero en contra, una ley que fija normas de observancia universal obligatoria para todas las estancias infantiles, públicas y privadas, de nuestro país. Pero Felipe Calderón se niega a publicarla.
Creada por el senador nayarita Francisco Javier Castellón (PRD), quien trabajó codo a codo con los padres de los bebitos muertos, y que para redactarla se inspiró en lo mejor de las regulaciones que en esta materia existen en el ámbito mundial, la Ley General de Prestación del Servicio para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil también fue aprobada, unánimemente, por el Senado de la República. Pero Felipe Calderón se niega a publicarla.
Uno de los aspectos más notables de la llamada Ley 5 de Junio es que exige el levantamiento inmediato de un registro nacional de guarderías, para que éstas sean supervisadas por autoridades federales, estatales y municipales, de modo que aquellas que no cumplan con los requisitos básicos de seguridad e higiene sean clausuradas, temporal o definitivamente. ¿Es por eso que Felipe Calderón se niega a publicarla?
Julio César Márquez, padre de uno de los bebitos muertos, viajó esta semana al DF, a presentar el libro que escribió junto con su esposa, para denunciar las humillaciones que han recibido de Calderón y Margarita Zavala, prima de una de las dueñas de la guardería ABC. Al participar en la Feria del Libro Alterna, que organizan Paloma Saiz y Paco Ignacio Taibo II, Julio César reveló que su esposa –víctima de graves trastornos a consecuencia de la tragedia– ha sufrido 17 sesiones de descargas eléctricas en hospitales del IMSS de Guadalajara, un tratamiento tan brutal como abusivo, que de nada le sirvió, pues médicos del Instituto Nacional de Siquiatría descubrieron que le estaban dando fármacos inadecuados.
Pero Julio César Márquez vino también a entrevistarse con el senador José González Morfín (PAN), quien como presidente de la cámara de origen de la Ley 5 de Junio, tiene la facultad, y la obligación, de publicarla a partir del próximo lunes 24 de octubre, día en que de acuerdo con la reciente reforma a los artículos 71, 72 y 78 de la Constitución, Calderón perderá la oportunidad de mandarla imprimir en el Diario Oficial de la Federación, así como la semana pasada agotó el plazo que tenía para vetarla.
Una combativa coalición de tuiteros, que respalda al Movimiento 5 de Junio por la Justicia, llama a todas las personas que aún viven horrorizadas por el recuerdo de aquel incendio –y al mismo tiempo indignadas por la abierta complicidad de Calderón y Margarita con los empresarios que tenían a los bebés de la ABC en un muladar junto a una bodega de papel, que fue rápido pasto de las llamas–, a presionar al senador González Morfín para que publique la ley o publique la ley. O, en su defecto, publique la ley. No tiene de otra.
¿Y Tabasco?
En Tabasco, mientras tanto, llueve y llueve. Y llueve y llueve. Y llueve y llueve. Y llueve y llueve, como si el cielo no supiera hacer nada más. Si mojarse a cada rato desespera al visitante que luego se seca y se cambia en el hotel, qué significará esta monserga para cientos de miles de hombres, mujeres, ancianos y niños que sufren día y noche los embates del chubasco perpetuo. El agua ayuda a olvidar los 85 millones de pesos (mdp) que el secretario de Salud estatal, Luis Felipe Graham, tomó del Seguro Popular en 2009, y que –lo prueban documentos oficiales en poder de Desfiladero– los acaba de “devolver” al fisco, quitándole, oh, qué listo, 85 mdp al Seguro Popular de 2011.
Pero mientras el desbordamiento anual de los 49 ríos que pasan por Tabasco le brinda un pretexto magnífico a Andrés Granier para volver a pedir más y más recursos que irán a parar quién sabe a dónde –a la mejor, incluso, a manos de los damnificados–, en el ámbito de los únicos partidos que pisan fuerte en aquellas anegadas tierras (PRI y PRD), ya empezó la carrera hacia el domingo primero de julio, cuando por primera vez en muchos años los tabasqueños elegirán presidente de la República y gobernador(a) al mismo tiempo.
Para David Gustavo Gutiérrez Ruiz, quien hace cuatro décadas creó la administración pública de Quintana Roo como primer gobernador de ese territorio virgen, que gracias a sus esfuerzos pioneros se transformó en un nuevo estado unido mexicano, sólo hay tres políticos que van a disputarse la gubernatura en 2012: Humberto Mayans (PRI), Arturo Núñez (PRD) y Rosalinda López Hernández (PRD).
Sin embargo, en el Sanborns de Villahermosa, donde los politólogos de siempre escudriñan los enigmas del futuro, se dice que Mayans no llegará a ninguna parte, porque “está peleado hasta con su sombra”; que Núñez no recibirá el apoyo del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) porque en 1998 votó a favor del Fobaproa, en 2008 aprobó la contrarreforma petrolera de Calderón y ahora acaba de reiterar su cercanía con los chuchos al firmar el manifiesto aliancista contra López Obrador.
Además, Núñez tiene 64 años de edad, en un estado donde 70 de cada 100 personas inscritas en el padrón andan entre 18 y 49, factor, agregan los sabelotodo, que favorece a Rosalinda López Hernández, una proactiva muchacha de 46, que nunca fue priísta, es una de las senadoras que mayor número de iniciativas creó (más de 200) en este sexenio y podría unificar a las mujeres de todas las fuerzas del estado para impulsar en Tabasco el proyecto de Morena. A su reciente informe de labores parlamentarias invitó a Marcelo Ebrard, pero el jeque de gobierno la desairó para irse de luna de miel a Kuwait.
PRD = RIP
Que una empresa de Carlos Navarrete hizo (y manipuló a su gusto) los 3 millones y pico de credenciales que los militantes del PRD usarán mañana en su elección interna. Que el “domicilio oficial” de la empresa que imprimió las boletas, proporcionado por Jesús Zambrano, en realidad corresponde a una casa abandonada. Que está en su apogeo el reparto de despensas entre las tribus que pelean por los cargos directivos. Que, en suma, el PRD, cadáver político en avanzado estado de putrefacción, estelarizará este domingo su última guerra de estiércol, y terminará de nuevo, a las puertas del tribunal federal electoral, presentando carretadas de quejas y acusaciones de todos contra todos.
Así, mientras el PRD finalmente agoniza en vísperas de su clamorosa derrota en Michoacán, Morena se fortalece y extiende por todo México y Estados Unidos. En una acción espectacularmente sincronizada, el martes de esta semana, sus representantes en cada una de las 32 juntas locales del IFE (o sea, en el DF y en los 31 estados de la República) leyeron el mismo mensaje al mismo tiempo: “si las autoridades no garantizan los derechos democráticos de los ciudadanos, deben ser los ciudadanos mismos quienes, de manera organizada, garanticen que los votos valgan sin importar por quién se vote”.
Entre tanto, luego de visitar Monterrey, Washington y Madrid, Andrés Manuel López Obrador se volvió de pronto el ídolo de los levantacejas que lo calumniaron sin tregua ni escrúpulos desde 2004. Ahora dicen que es el nuevo Lula y pronto quizá descubrirán que el plantón de 2006 sirvió de modelo a los indignados de Egipto, Grecia, España y Wall Street. Aguas, porque detrás de esta sospechosa cargada mediática asoman las orejas de Salinas: quieren quitarle reflectores a Beltrones, que empieza a crecer más de lo que desearía Peña Nieto. Así que nadie se vaya con la finta.
jamastu@gmail.com
*Tomado de La Jornada.
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